¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?

Flp 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

Prefiere que el Espíritu Santo lo glorifique revelando a nosotros su co-igualdad con su Padre, aquí está el texto:

Jua 16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Jua 16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará sa
Esas citas con invensibles ... hay que renunciar al entendimiento para no aceptar la verdad....
 
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Hay que creerle a Jesucristo y no a sus enemigos. Jesús nunca se hizo igual a Dios.

Jesús les dijo: “De verdad les aseguro que el Hijo no puede hacer ni una sola cosa por su cuenta, solo hace lo que le ve hacer al Padre. Porque todas las cosas que hace el Padre, el Hijo también las hace de la misma manera. Porque el Padre quiere al Hijo y le enseña todas las cosas que él mismo hace, y le enseñará obras más grandes que estas para que ustedes se queden asombrados. (Juan 5:19, 20)

"Yo no puedo hacer ni una sola cosa por mi cuenta..." Dice Jesús (Jn 5:30) ¿Cómo es que Jesús no puede hacer ninguna sola cosa por su cuenta, si como dices él es "Dios"?

Dijo: "Ustedes me llaman: ‘Maestro’, y, ‘Señor’, y hablan correctamente, porque lo soy." (Juan 13:13) ¿Si Jesús era Dios, por qué no le llamaron "Dios"? Tampoco Jesús dice aquí que sea Dios o igual a Dios.
El Evangelio de Juan no empieza en Juan 5 ni en Juan 13.

Sino comienza en Juan 1, preparando así el camino para lo que viene en el resto de los demás capítulos de dicho Evangelio.
 
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Entiende, si Dios es su Padre, Él es Dios.

Pongámoslo de este modo...

Hijo de tigre, tigre.
Hijo de delfín, delfín.
Hijo de caballo, caballo.
Hijo de ciervo, ciervo.
Hijo de hombre, hombre.

Hijo de Dios, Dios.


Jesús no fue creado, dado que salió del Padre y volvió al Padre cuarenta días después de haber resucitado.
 
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Hay que creerle a Jesucristo y no a sus enemigos. Jesús nunca se hizo igual a Dios.

Jesús les dijo: “De verdad les aseguro que el Hijo no puede hacer ni una sola cosa por su cuenta, solo hace lo que le ve hacer al Padre. Porque todas las cosas que hace el Padre, el Hijo también las hace de la misma manera. Porque el Padre quiere al Hijo y le enseña todas las cosas que él mismo hace, y le enseñará obras más grandes que estas para que ustedes se queden asombrados. (Juan 5:19, 20)

A ver genio:

El Hijo no vino a hacer su voluntad ni va por su cuenta, sino se sujetó en todo al Padre para hacer Su voluntad.

Él vino a servir al hombre, a sujetarse al Padre, a salvar al mundo

¿Es que no entienden los arrianos o qué?

Sin amor, sin orden y sin sujeción no habría creación, ni salvación

peroOOO en su dureza de cerviz y de corazón, confunden la sujeción con inferioridad y hacen del Hijo poco más que una marioneta, una criaturita sin iniciativa.





"Yo no puedo hacer ni una sola cosa por mi cuenta..." Dice Jesús (Jn 5:30) ¿Cómo es que Jesús no puede hacer ninguna sola cosa por su cuenta, si como dices él es "Dios"?

Vaya contigo. No puedes ser tanta incredulidad de tu parte.


Cristo, en su primera venida no vino como Dios, ni se aferró a ello, sino dejó su gloria, se vistió de humanidad, se anonadó a Si mismo, se sujetó al Padre, se humilló a Si mismo para hacer no su voluntad sino la del Padre, contuvo en Si mismo toda la plenitud de la Deidad, vino manso y humilde, como el Hijo del Hombre, a servir al hombre a quitar el pecado del mundo, a morir en la cruz del Calvario, a rescatarnos, a pagar el precio de nuestra rebelión.

En un pequeño tiempo de la eternidad así fue, pero ya no es más ese siervo, vendrá en gloria a juzgar al hombre.

Vendrá como el que era, como el que es, como el que vendrá y vendrá el Todopoderoso, con toda su gloria y poder con todos sus ángeles:


"Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.

12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. 16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; 18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades."

Y temblarás y serás apartado como el cabrito que eres y doblarás tus rodillas para adorar a Aquel que vive y si no crees que Jesucristo es YO SOY, serás echado al Lago de Fuego junto con todos los incrédulos e hipócritas.

pero anda, sigue riendo y mofándote, sigue reduciendo al Hijo a grado de criatura y blasfemando contra el Espíritu Santo, al despersonalizarlo cual si fuese una fuerza impersonal y di que todos estos desaciertos los haces por Dios, a ver en que peña te escondes de vergüenza por negar, como lo haces aquí, al Hijo, por no haberlo honrado como al Padre.

Irás a parar al lugar que tanto niegas, sino te arrepientes y te conviertes de todo tu corazón a Cristo Jesús.
 
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Cristo, en su primera venida no vino como Dios, ni se aferró a ello, sino dejó su gloria, se vistió de humanidad, se anonadó a Si mismo, se sujetó al Padre, se humilló a Si mismo para hacer no su voluntad sino la del Padre, contuvo en Si mismo toda la plenitud de la Deidad, vino manso y humilde, como el Hijo del Hombre, a servir al hombre a quitar el pecado del mundo, a morir en la cruz del Calvario, a rescatarnos, a pagar el precio de nuestra rebelión.

Digamos que la voluntad de Jesús ES la voluntad del Padre...

El mismo diablo, sabiendo que no se debe tentar a Dios, se empeñó, se obsesionó en corromper a Jesús en el desierto durante las tres tentaciones, sin lograrlo.

Jesús no dijo que era Dios... No para complacer a las personas que se escandalizaron cuando afirmó "Yo y el Padre somos uno".


Un abrazo.