Ya que citas Juan 17, no te saltes lo que no te interesa:
"22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno"
Es muy habitual no respetar el conjunto del evangelio y diseccionar al gusto de cada cual. Recordemos también que esta oración solamente la tenemos en San Juan, fruto de una más que probable revelación o interpretación de su experiencia mística. Las oraciones de Jesucristo siempre se producían en soledad y en pocas ocasiones los discípulos estaban tan cerca para siquiera oírlas.
Lo importante de esto es que la Trinidad se afirma como un hecho que puede incluirnos con la fuerza de la fe en Cristo:
"23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad"
Aquí tenemos la base de la fe cristiana, Cristo en nosotros, y Cristo en Dios, manifestando la Unidad hombre-divinidad, ¡es genial!
"24Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y verdad»."
Y aquí aunque el traductor no lo indica con mayúscula, deberían haberlo puesto en mayúscula, porque Dios es verdadero Espíritu, la esencia divina es espiritual como la nuestra lo es, pero como la Trinidad es una forma muy torpe de explicarlo, al final toca jugar con los centenares de palabras para tratar de hacerlo entender.
El mejor evangelio es sin duda el de Juan, a través suya se manifiesta de forma muy elevada la experiencia de todo místico. La percepción de que el Verbo encarnado nos ha donado en cada rinconcito de nuestras vidas una nueva existencia, el diálogo de Nicodemo lo afirma con claridad: debemos nacer del Espíritu, ese es Dios mismo, su Presencia, nadie sabe de donde viene, nadie sabe a donde va, Elías se tapó la cara al percibirlo, los humanos que nos vemos iluminados sabemos que es Dios, y no podemos más que agradecer su eterna Presencia.