Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Petrino dijo:
En esto estás profundamente equivocado, y has sido engañado por mala información.

No, quien ha sido engañado has sido tú, Petrino. La mayoría decían que SOLO era la confesión de Pedro. Te reto a que pongas los nombres de los Padres y las citas donde se dice que es Pedro y su confesión.
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Petrino dijo:
A ver, voy a decirlo por cincuentava vez, a ver si ahora se comprende:

Orígenes por sí solo, no es la Sagrada Tradición. Agustín por sí solo no es la Sagrada Tradición.
La enseñanza de los Padres como un conjunto, forma parte de la Sagrada Tradición.
Un Padre por separado puede tener una opinión puntual erronea, sobre algun tema. Pero la Tradición apunta al consenso unánime o mayoritario de los Padres.

Sagrada Tradición = enseñanza del conjunto de los Padres + Sagrada Liturgia.
Patetico
Primero afirma que ningun padre de la iglesia ni obispo habló nunca de la sola escritura.
Se le muestra que Atanasio, Orígenes, Agustin de Hipona (y hay muchísimos más) si defiente la Sola Escritura.
Ahora resulta que los padres por separado no son la sagrada tradición. (Compárese la primera afirmación con la segunda)
Pero es que en una gran mayoría defienden los mismo que los que he citado yo.
Luego nos hace afirmaciones como que fué la iglesia la que compuso el Nuevo Testamento y no al reves. Se le pregunta que iglesia escribio los evangelios y las epistolas paulinas y demás. A lo que añado preuntando: ¿Las siete cartas a las siete iglesias de Asia, las compusieron dichas iglesias o las recibieron?
Pero no nos dice que narices es su famosa sagrada tradición. ¿Donde esta contenida? ¿En las encíclicas papales posteriores al primer milenio? Pues si. Esta es la realidad.
Respecto al famoso primado de Pedro, ¿cual la opinión de la mayoria de los llamados Padres de la Iglesia?
Aqui lo teneis. Y cuidado no cito a ningún historiador protestante. Solo a católicos.
San Agustín en su Sermón 295. "Pedro es el primero de los apóstoles y amigo fervoroso de Cristo, de quien mereció el oír las palabras: A mi vez te digo que tú eres Pedro. Había el dicho al Salvador: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo". El Salvador díjole entonces: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia". Sobre esta piedra estableceré la fe que confiesas. Sobre lo que dijiste: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo", edificaré mi iglesia. Porque tú eres Pedro. Pedro viene de piedra, como cristiano de Cristo.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

EN PEDRO SE LES DIERON A LA IGLESIA LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS.<o:p></o:p>

Estas llaves no las recibió un hombre, sino la unidad de la iglesia. Lo que hace, pues, descollar la preeminencia, es haber personificado la universalidad y unidad de la iglesia cuando le fue dicho. "Te doy a ti lo que se les dio a los apóstoles todos.<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Seguidamente Agustín de Hipona a fin de reforzar lo que esta afirmando cita los mismos textos del evangelio que he citado yo.<o:p></o:p>

(Juan.20: 21-23 y Mat. 18:18). <o:p></o:p>

<o:p> </o:p>Agustín de Hipona y la Institución Vaticana no están de acuerdo.<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Lo mismo ocurre con otros muchos de los llamados "Padres de la Iglesia"<o:p></o:p>

A fin de que las citas que voy a dar no se tengan por espúreas citaré lo que dijo el eminente erudito jesuita del siglo XVI: Maldonado, el cual escribió: "Hay entre los antiguos autores que interpretan "sobre esta Roca", como aludiendo a "esta fe", o "a esta confesión de fe en la cual me has llamado Hijo del Dios vivo"; entre estos autores cita a Hilario, Gregorio de Nisa, Crisóstomo y Cirilo de Alejandría. San Agustín, apartándose todavía más del verdadero significado (eso de verdadero lo dice Maldonado), interpreta "sobre esta Roca" en el sentido de "sobre mí mismo, Cristo, porque Cristo es la Roca". Para Orígenes es "sobre esta roca (de la fe), es decir: sobre todos los hombres que tienen la misma fe"<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

El también católico Launoy compuso una lista con las opiniones de los Padres sobre el particular. Encontró que hay 17 Padres a favor de la interpretación de que Pedro es la "Roca". 44 Padres creen es la fe que Pedro confesó. Otros 16 piensan que es Cristo mismo. Y 8 creen que se trata del conjunto de los apóstoles. Así, pues, 68 creen con diversos matices lo mismo que he afirmado yo y solo 17 lo que afirma la Institución Vaticana. ¿Pueden caber dudas respecto a cual era la opinión mayoritaria de las iglesias de los primeros siglos?
Orígenes escribió:



"¿O nos aventuraremos a decir que las puertas del infierno no prevalecerán en contra de Pedro, pero prevalecerán en contra de los demás apóstoles y de aquellos que son perfectos? Las palabras en cuestión… (las llaves) "¿no se dice acaso de todos y cada uno de ellos?" <o:p></o:p>
<o:p></o:p>

Cipriano escribió: "Nadie entre nosotros se proclama a sí mismo obispo de obispos..." "Lo mismo eran los demás apóstoles que Pedro adornados con la misma participación de honor y potestad".<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Jerónimo, escribió: "Pero vosotros decís que la Iglesia está fundada sobre Pedro. Aunque lo mismo se dice en otro lugar de todos los apóstoles"<o:p></o:p>

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Crisóstomo explicó Mat. 16:16, así: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, es decir, sobre la fe de tu confesión".<o:p></o:p>

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Cirilo de Alejandría afirmó: "…la roca, una alusión a su nombre (el de Pedro), como la inconmovible y firme fe del discípulo sobre la cual la iglesia de Cristo se funda y establece"<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Hilario escribió: "Sobre esta roca de la confesión se edifica la iglesia… Esta fe es el fundamento de la iglesia.<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

Ambrosio sostenía que "la fe es el fundamento de la iglesia, porque no de la persona humana de San Pedro sino de la fe, se dijo que las puertas del infierno no prevalecerán en contra de ella<o:p></o:p>

<o:p> </o:p>

El papa Gregorio I (¿hasta un papa?) exhortaba: "Estableced vuestra fe sobre la roca de la iglesia, a saber; sobre la confesión del bienaventurado Pedro…"

Así, que
Orígenes por sí solo, no es la Sagrada Tradición. Agustín por sí solo no es la Sagrada Tradición<o:p></o:p>
Y sigues diciendo:
Un Padre por separado puede tener una opinión puntual erronea, sobre algun tema. Pero la Tradición apunta al consenso unánime o mayoritario de los Padres.
Pues aquí tienes una interpretación MAYORITARIA (segun un historiador católico) de la opinión de los llamados Padres. 68 a 17
Dime, Petrino ¿cuando 17 son mayoritarios frente a 68?
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Primero afirma que ningun padre de la iglesia ni obispo habló nunca de la sola escritura.
Se le muestra que Atanasio, Orígenes, Agustin de Hipona (y hay muchísimos más) si defiente la Sola Escritura.
Vaya. Eso es lo que pasa cuando se tiene memoria selectiva. :nonono2:
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Y pensar que este epigrafe es sobre la bienaventurada Virgen María...
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Veo que el forista Tobi continúa pegando el mismo texto desde el 2001

http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=67502&postcount=95

Que Launoy dice tal o cual cosa. Ya desde el 2002 le vengo preguntando cuáles son esos 68 padres que cita Launoy, porque me imagino que no menciona lo de Launoy sólo por lo que leyó usando Google, sino que tiene nombre y cita de cada uno de los 68 padres, y una explicación detallada de las razones por las cuales rechazarían (los que lo hagan) la postura de la Iglesia, que resumo en estos puntos:

424 Movidos por la gracia del Espíritu Santo y atraídos por el Padre nosotros creemos y confesamos a propósito de Jesús: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mt 16, 16). Sobre la roca de esta fe, confesada por San Pedro, Cristo ha construido su Iglesia (cf. Mt 16, 18; San León Magno, serm. 4, 3;51, 1;62, 2;83, 3).


552 En el colegio de los doce Simón Pedro ocupa el primer lugar (cf. Mc 3, 16; 9, 2; Lc 24, 34; 1 Co 15, 5). Jesús le confía una misión única. Gracias a una revelación del Padre , Pedro había confesado: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Entonces Nuestro Señor le declaró: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mt 16, 18). Cristo, "Piedra viva" (1 P 2, 4), asegura a su Iglesia, edificada sobre Pedro la victoria sobre los poderes de la muerte. Pedro, a causa de la fe confesada por él, será la roca inquebrantable de la Iglesia. Tendrá la misión de custodiar esta fe ante todo desfallecimiento y de confirmar en ella a sus hermanos (cf. Lc 22, 32).

Un comentario del Papa Juan Pablo II al respecto:

Pedro se convierte así en "piedra" sobre la cual Cristo puede construir su Iglesia en la historia, mediante un don que proviene de lo alto: el don de la fe, que él confesó solemnemente en Cesarea de Filipo: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mt 16, 16). Pero también en virtud de su respuesta de amor singular es elegido para ser fundamento del edificio de la Iglesia: ""Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?". (...) "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero"" (cf. Jn 21, 15-19)." Sobre la roca de esta fe y de este amor el Señor mantiene firme su Cuerpo místico y asegura su permanente unidad y su misión en medio de las vicisitudes alternas de la historia.

http://www.vatican.va/holy_father/j...hf_jp-ii_spe_20010616_ss-pietro-paolo_sp.html
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Pepito Grillo dijo:
Si el papa romano lo declara infaliblemente, 17 es mayor que 68. El que niegue esto, sea anatema.

"Diecisiete son más que sesenta y ocho, y en prueba de eso voy a convertir esta vara en una serpiente, o voy a ejecutar un milagro."

Jejeje...
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

A ver, Tobi y Pepito han afirmado categoricamente que hay 68 Padres que afirman que la roca de Mt 16, 18 es SOLAMENTE la fe de Pedro, y NO Pedro.

¿Entendí bien?

68 Padres! Wow! ¿Y quien dijo que son 68? ¿Tienen los nombres? ¿Contémoslos?
Por favor den los nombres de esos 68, sin repetir ni equivocarse. Haganse cargo de lo que afirman tan categoricamente.

Tal vez amerite epigrafe nuevo, este es de la Virgen.
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Jetonius ya escribió sobre el tema en "el primado de Roma en la Cristiandad"

Por cierto, en el discurso del papa romanista dice:

"La asistencia que Cristo aseguró a Pedro acompaña también a sus sucesores, a los que ha sido confiado el mismo oficio en bien de la Iglesia: "Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos" (Lc 22, 32)."

¿Alguien ve que diga algo de sucesores en ese versículo? Porque yo no logro leer nada que se refiera a los sucesores de Pedro... además, si lo de los sucesores de Pedro fuera cierto, debería hacer milagros y resucitar muertos como Pedro. Porque, si se heredan las llaves del Reino de los cielos, ¿por qué no se va a heredar la capacidad de hacer milagros que Cristo confirió a los apóstoles?
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Petrino dijo:
A ver, Tobi y Pepito han afirmado categoricamente que hay 68 Padres que afirman que la roca de Mt 16, 18 es SOLAMENTE la fe de Pedro, y NO Pedro.

¿Entendí bien?

68 Padres! Wow! ¿Y quien dijo que son 68? ¿Tienen los nombres? ¿Contémoslos?
Por favor den los nombres de esos 68, sin repetir ni equivocarse. Haganse cargo de lo que afirman tan categoricamente.

Tal vez amerite epigrafe nuevo, este es de la Virgen.


:lach: :lach: :lach: :lach:


Vamos allá...¿los contarás tu Petrino?
¿dónde buscarás la contra-respuesta, en los corazoncitos?


Dura cosa te es dar coces contra el aguijón Petrino


Mateo 16:18 en los Padres de <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:smarttags" /><st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> (1)

MATEO 16:18 EN LOS PADRES DE LA IGLESIA

INTRODUCCIÓN

Según las declaraciones oficiales del Magisterio Católico, el consenso de los Padres es un criterio fundamental en la recta interpretación de las Escrituras. Esto está documentado en muchas declaraciones; me limito a citar dos que son representativas:

<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>


quote: <o:p></o:p>

<?xml:namespace prefix = v ns = "urn:schemas-microsoft-com:vml" /><v:line id=_x0000_s1026 style="Z-INDEX: 1; POSITION: absolute; mso-position-horizontal: absolute; mso-position-horizontal-relative: text; mso-position-vertical: absolute; mso-position-vertical-relative: text" strokeweight="1.75pt" strokecolor="#d4d4d4" o:allowincell="f" to="468pt,12.05pt" from="0,12pt"><v:shadow offset="0,-1pt" origin=",32385f" on="t"></v:shadow></v:line><o:p> </o:p>




Además, para reprimir los ingenios petulantes, [el Sacrosanto Concilio] decreta que nadie, apoyado en su prudencia, sea osado a interpretar <st1:personName w:st="on" ProductID="la Escritura Sagrada">la Escritura Sagrada</st1:personName>, en materias de fe y costumbres, que pertenecen a la edificación de la doctrina cristiana, retorciendo la misma Sagrada Escritura conforme al propio sentir, contra aquel sentido que sostuvo y sostiene la santa madre Iglesia, a quien atañe juzgar del verdadero sentido e interpretación de las Escrituras Santas, o también contra el unánime sentir de los Padres, aun cuando tales interpretaciones no hubieren de salir a la luz en tiempo alguno.

Concilio de Trento, Sesión IV del 8 de abril de 1546 (Denzinger # 786; negritas añadidas)

a nadie le es lícito interpretar la misma Escritura contra este sentido ni tampoco contra el sentir unánime de los Padres

Concilio Vaticano I, 1870 (Denzinger # 1788).<o:p></o:p>


<v:line id=_x0000_s1027 style="Z-INDEX: 2; POSITION: absolute; mso-position-horizontal: absolute; mso-position-horizontal-relative: text; mso-position-vertical: absolute; mso-position-vertical-relative: text" strokeweight="1.75pt" strokecolor="#d4d4d4" o:allowincell="f" to="468pt,12.05pt" from="0,12pt"><v:shadow offset="0,-1pt" origin=",32385f" on="t"></v:shadow></v:line><o:p> </o:p>





Por otra parte, es sabido que Mateo 16,18 es un texto crucial en la justificación bíblica de los dogmas que establecen al obispo de Roma como Cabeza visible de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia.S">la Iglesia.

S</st1:personName>in embargo, los textos patrísticos que he podido recopilar no muestran un consenso unánime de los Padres en este sentido, ni mucho menos.

He hallado textos de 30 Padres de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, que expresan 40 opiniones sobre el texto en cuestión; la diferencia en los números de autores y el de opiniones se debe a que algunos Padres, notablemente Jerónimo y Agustín, expresan más de una interpretación en sus diferentes escritos.

La interpretación más común en los Padres es que la roca sobre la cual se edifica <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> no es Pedro personalmente, sino la fe o confesión que hace Pedro.

Se alinean en esta postura Ambrosiáster, Pablo de Constantinopla, Hilario de Poitiers, Atanasio de Alejandría, Basilio el Grande, Gregorio de Nisa, Ambrosio de Milán, Dídimo el Ciego, Epifanio de Salamis, Juan Crisóstomo, Paladio de Helenópolis, Agustín de Hipona, Cirilo de Alejandría, Isidoro de Pelucio, Teodoreto de Ciro y Basilio de Seleucia, un total de 16 Padres.

A esto pueden añadirse las interpretaciones que consideran “rocas” todos los verdaderos discípulos de Cristo porque ellos confiesan lo mismo que Pedro, y aquí hallamos a Orígenes, Ambrosio de Milán y Agustín de Hipona, lo cual lleva el total a 20.

La segunda interpretación en frecuencia es la que considera a <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName> como Cristo mismo.

Es defendida por Tertuliano de Cartago, Afraates el Sirio, Jacobo de Nisbis, Eusebio de Cesarea, Juan Crisóstomo, Jerónimo, Agustín de Hipona, Casiodoro, Isidoro de Sevilla, Beda el Venerable y Juan de Damasco. Esto hace un total de 11 Padres.

Una opinión minoritaria dice que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName> son todos los Apóstoles (así Jerónimo e Isidoro de Sevilla) . Otra, elaborada por Cipriano de Cartago, ve en el episcopado universal la roca sobre la que se fundamenta <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia. En">la Iglesia.

En</st1:personName> uno de sus polémicos escritos, Tertuliano de Cartago afirmó que Pedro y solamente él, personalmente, es la roca.

No he podido hallar la opinión de que Pedro y sus sucesores en la figura de los obispos de Roma sean la roca en la literatura patrística antes de fines del siglo IV.

Dos Padres de dicha época que pueden invocarse a favor de esta posición son Jerónimo y Agustín. Sin embargo, es interesante que el primero la exprese en una carta dirigida precisamente al obispo de Roma, y el segundo en una carta escrita a propósito de una amenaza de cisma.

Además, en otros de sus escritos, Jerónimo expresa que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName> es Cristo mismo, o que se trataba de Pedro y los demás los Apóstoles.
Asimismo Agustín, en sus Sermones y Exposiciones dice que:

(1) Pedro era la roca como figura de toda <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, es decir que, en su fe y también en su debilidad, representaba a todos los que componen el Cuerpo de Cristo (Sermón 26)

(2) Que la roca era Pedro, en cuanto permaneciera en la fe (Exp Salm 45:14)

(3) Que la roca era la confesión de Pedro (Sermón 229P).

(4) Que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName> era Cristo mismo (Exp Salm 61:3)

De modo que el ilustre obispo de Hipona y Doctor de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> no parece haber tenido una interpretación única de este versículo.

En definitiva, el único de los Padres que de manera consistente sostiene que la roca era Pedro personalmente y sus sucesores en la persona de los Obipos de Roma, es precisamente un Obispo de Roma, León Magno, a mediados del siglo V.

Por tanto, parece difícil evitar la conclusión de que en este caso en particular, la interpretación oficial católica no cuenta, ni con mucho, con el consenso unánime de los Padres.

La única razón que puede aducirse es que el Magisterio hoy la cree. Es decir, debe ser cierto, sólo porque Roma lo dice y, como todos saben, ella no puede equivocarse.

Mateo 16:18 en los Padres (2)

MATEO 16:18 EN LOS PADRES DE <st1:personName w:st="on" ProductID="LA IGLESIAMateo">LA IGLESIA

Mateo</st1:personName> 16,18 en los Padres de los siglos II y III
Tertuliano de Cartago (c. 160-220)
Si, porque el Señor le dijo a Pedro, «Sobre esta roca edificaré mi Iglesia», «a ti te he dado las llaves del reino celestial», o «cualquier cosa que hayas atado o desatado en la tierra, será atada o desatada en los cielos», tú por tanto supones que el poder de atar y desatar se ha derivado hacia ti, es decir, a toda Iglesia similar a Pedro, ¿qué clase de hombre eres, subvirtiendo y cambiando totalmente la intención manifiesta del Señor, confiriendo (como lo hizo aquella intención) esto personalmente a Pedro? «Sobre ti», dice, «edificaré mi Iglesia»; y «Te daré las llaves a ti», no a <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>; y «lo que desatares o atares», no lo que «ellos hayan desatado o atado». Pues así enseña el resultado junto con esto. En (Pedro) mismo <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> fue criada; esto es, a través de (Pedro) mismo; él mismo probó la llave; tú ves cuál: «Hombres de Israel, dejad que lo que digo penetre en vuestros oídos: Jesús Nazareno, hombre destinado por Dios para vosotros», y así. (Pedro) mismo, por tanto, fue el primero en despejar, en el bautismo de Cristo, la entrada al reino celestial, en el cual son desatados los pecados que estaban antes atados; y aquellos que no han sido desatados son atados, según la verdadera salvación...
Sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Modestia">la Modestia</st1:personName>, 21 (ANF 4:99)
Otra vez, Él cambia el nombre de Simón a Pedro ... Pero, ¿por qué Pedro? Si era por el vigor de su fe, había muchos materiales sólidos los cuales podrían prestar su nombre a causa de su fuerza. ¿Fue porque Cristo era tanto una roca como una piedra? Pues leemos que fue puesto «como piedra de tropiezo y roca de contención».
Contra Marción, IV, 13 (ANF 3:365)

Orígenes de Alejandría (c. 185-c.254)
Y si nosotros también hemos dicho como Pedro, «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente», no como si carne y sangre nos lo hubiese revelado, sino por la luz del Padre en los cielos habiendo resplandecido en nuestro corazón, nos tornamos un Pedro, y a nosotros nos podría decir el Verbo, «Tú eres Pedro», etc. Pues es una roca cada discípulo de Cristo de quien bebieron aquellos que bebieron de la roca espiritual que los seguía, y sobre cada roca así se construye toda palabra de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, y la constitución que corresponde a ella; pues en cada uno de los perfectos, quienes poseen la combinación de palabras y actos y pensamientos que llenan la bendición, <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> es construida por Dios.
Comentario sobre Mateo, 10 (ANF 10:456)
La promesa dada a Pedro no es restringida a él, sino aplicable a todos los discípulos como él.
Pero si supones que sobre este Pedro solamente toda <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> es construida por Dios, ¿qué dirías sobre Juan el hijo del trueno o de cada uno de los Apóstoles? ¿Nos atreveremos, de otro modo, a decir que contra Pedro en particular no prevalecerán las puertas del Hades, pero que prevalecerán contra los otros Apóstoles y los perfectos? ¿Acaso el dicho previo, «las puertas del Hades no prevalecerán contra ella», no se sostiene con respecto a todos y en el caso de cada uno de ellos? ¿Y también el dicho, «Sobre esta roca edificaré mi Iglesia?» ¿Son las llaves del reino de los cielos dadas por el Señor a Pedro solo, y ningún otro de los benditos las recibirá? Pero si esta promesa, «Te daré las llaves del reino de los cielos» es común con los otros, ¿cómo no lo serán también todas las cosas de las que previamente se habló, y las cosas que están subordinadas como habiendo sido dirigidas a Pedro, ser comunes para ellos? Pues en este lugar estas palabras parecen haber sido dirigidas como sólo a Pedro ... Pero en el Evangelio de Juan, el salvador habiendo dado a los discípulos el Espíritu Santo soplando sobre ellos, dijo, «Recibid el Espíritu Santo»...
«Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente». Y si alguno le dice esto a Él ... obtendrá las cosas que fueron habladas conforme a la letra del Evangelio a aquel Pedro, pero, como el espíritu del Evangelio enseña, a todo el que se torna tal como era Pedro. Pues llevan el sobrenombre de «roca» todos los que son imitadores de Cristo, esto es, de la roca espiritual que seguía a quienes estaban siendo salvados, para que puedan beber de ella [en] la sequía espiritual. Pero éstos llevan el sobrenombre de la roca tal como lo hace Cristo. Pero también como miembros de Cristo que derivan su sobrenombre de Él ellos son llamados cristianos, y de la roca, Pedros.
Y también en relación con Sus otros nombres, los aplicarás a modo de sobrenombre a los santos; y a todos los tales se les puede decir la declaración de Jesús: «Tú eres Pedro», etc., hasta las palabras [no] «prevalecerán contra ella». Pero ¿qué es el «ella»? ¿Es la roca sobre la cual Cristo construye <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, o es la propia Iglesia? Pues la frase es ambigua. ¿O es como si la roca y <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> fuesen una misma cosa? Yo creo que esto es lo cierto; pues ni contra la roca sobre la que Cristo construye <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, ni contra <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, prevalecerán las puertas del Hades...
Comentario sobre Mateo XII, 11 (ANF 10:456)

Cipriano de Cartago (c. 200- 258)
Nuestro Señor, cuyos preceptos y admoniciones debemos observar, describiendo el honor de un obispo y el orden de Su Iglesia, habla en el Evangelio, y le dice a Pedro: «Te digo a ti, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y te daré las llaves del reino del cielo, y lo que atases en la tierra, será atado en el cielo, y lo que desatares en la tierra, será desatado en el cielo». De aquí, a través de los cambios de tiempos y sucesiones, el ordenamiento de los obispos y el plan de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> fluye hacia delante; de modo que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> está fundada sobre los obispos, y cada acto de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> está controlado por estos mismos gobernantes.
Epístolas 26:1 (ANF 5:305)
Y el Señor también en el Evangelio, cuando los discípulos lo abandonaron mientras él hablaba, tornándose hacia los doce, dijo «¿también vosotros os iréis?»; entonces Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes la palabra de vida eterna; y creemos, y estamos seguros, de que eres el Hijo del Dios viviente». Aquí habla Pedro, sobre quien <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> había de ser edificada, enseñando y mostrando en el nombre de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, que aunque una rebelde y arrogante multitud de aquellos que no oirían ni obedecerían pudiera apartarse, aun así <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> no se apartará de Cristo; y son <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> quienes forman un pueblo unido al sacerdote, y el rebaño que se adhiere a su pastor.
Epístolas 68:8 (ANF 5:374)
El Señor le dijo a Pedro: Te digo (dijo Él) que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella. Y te daré las llaves del reino del cielo, y lo que atases en la tierra, será atado en el cielo, y lo que desatares en la tierra, será desatado en el cielo (Mateo 16:18-19). A él de nuevo, después de Su resurrección, le dice:, Alimenta mis ovejas. Sobre él siendo uno, edifica Su Iglesia; y aunque Él da a todos los Apóstoles un poder igual, y dice: Como mi Padre me envió, así también yo os envío; recibid el Espíritu Santo; a quienes les remitáis los pecados, les serán remitidos, y a quienes se los retengáis, les serán retenidos (Juan 20:21); - empero para manifestar unidad, Él por su propia autoridad ha colocado así la fuente de la misma unidad, como para comenzar de uno. Ciertamente los otros Apóstoles también eran lo que era Pedro, dotados de un igual compañerismo de honor y poder; pero se hace un comienzo desde la unidad, para que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> pueda presentarse como una; la cual una Iglesia, en el Cantar de los Cantares, el Espíritu Santo designa y nombra en <st1:personName w:st="on" ProductID="la Persona">la Persona</st1:personName> de nuestro Señor: Mi paloma, Mi inmaculada, no es sino una; ella es la única de su madre, elegida de ella que la concibió (Cantares 9:6).
Sobre la unidad de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> 3-4 (ANF 5:672


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Mateo 16:18 en los Padres (3)

MATEO 16:18 EN LOS PADRES DE <st1:personName w:st="on" ProductID="LA IGLESIAMateo">LA IGLESIA

Mateo</st1:personName> 16,18 en los Padres del siglo IV

(Parte 1 de 2)

Afraates el Sirio (principios del siglo IV)

La fe ... es como una construcción que se construye de muchas piezas de artesanía y así su edificio se eleva hasta la cima. Y sabed, mis amados, que en los fundamentos del edificio se colocan piedras, y así descansando sobre piedras, todo el edificio se eleva hasta que es perfeccionado. Así también la verdadera Piedra, nuestro Señor Jesucristo, es el fundamento de toda fe. Y en Él, en (esta) Piedra, se basa la fe. Y descansando sobre la fe toda la estructura se eleva hasta ser completada. Pues es el fundamento lo que constituye el principio de todo el edificio. Pues cuando alguien es traído cerca de la fe, es puesto por él sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Piedra">la Piedra</st1:personName>, es decir nuestro Señor Jesucristo. Y Su edificio no puede ser zarandeado por las olas, ni dañado por los vientos. Por los embates de la tormenta no se cae, porque su estructura está levantada sobre la roca de la verdadera Piedra. Y en que he llamado a Cristo <st1:personName w:st="on" ProductID="la Piedra">la Piedra</st1:personName>, no he hablado mi propio pensamiento, sino que los Profetas le llamaron de antemano <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca.">la Roca.
</st1:personName>Y ahora oíd lo concerniente a la fe que es basada sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Piedra">la Piedra</st1:personName>, y lo concerniente a la estructura que se levanta sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Piedra">la Piedra</st1:personName> ... Así también que el hombre quien se torna una casa, sí, una morada para Cristo, preste atención a lo que se necesita para el servicio de Cristo, quien se aloja en él, y con qué cosas puede complacerle. Pues primero él construye su edificio sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Piedra">la Piedra</st1:personName>, la cual es Cristo. Sobre Él, sobre la piedra, se edifica la fe ... Todas estas cosas demanda la fe que está basad en la roca de la verdadera Piedra, es decir Cristo. Y si por ventura dijeses: «Si Cristo está puesto por fundamento, ¿cómo es que Cristo también mora en el edificio cuando éste se completa?» Pues el bendito Apóstol dijo ambas cosas. Pues dijo: «Yo como perito arquitecto he puesto el fundamento». Y allí él definió el fundamento y lo hizo claro, pues dijo como sigue: «Ningún hombre puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Cristo Jesús» ... Y por tanto se cumple aquella palabra, que Cristo mora en los hombres, a saber, en aquellos que creen en Él, y Él es el fundamento sobre el cual se levanta todo el edificio.

Demostraciones Selectas, 1:2-6,13, 19


Jacobo de Nisbis (principios del siglo IV)

La fe está compuesta y compactada de muchas cosas. Es como un edificio, porque se construye y completa con mucha esperanza. No ignoras que se ponen grandes piedras en los fundamentos de un edificio, y entonces todo lo que es edificado encima tiene sus piedras unidas entre sí, y así se eleva hasta que se completa la obra. Así, de toda nuestra fe, nuestro Señor Jesucristo es el firme y verdadero fundamento; y sobre esta roca se establece nuestra fe. Por tanto, cuando alguno ha venido a la fe, es puesto sobre una roca firme, la cual es nuestro Señor Jesucristo. Y, a llamar a Cristo una roca, no digo nada por mí mismo, pues los profetas lo han llamado antes una roca.
Sermón 1, Sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Fe">la Fe</st1:personName> 1,13

Ambrosiaster (siglo IV)

Pablo escribe sobre las órdenes eclesiásticas; aquí se ocupa de los fundamentos de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia. Los">la Iglesia. Los</st1:personName> profetas prepararon, los apóstoles establecieron los fundamentos. Por lo cual el Señor le dice a Pedro: «Sobre esta roca edificaré mi Iglesia», esto es, sobre la confesión de fe católica estableceré en vida a los fieles.

Comentario sobre Efesios (PL 17:380)

Eusebio de Cesarea (c. 260-340)

Empero, no errarás en absoluto del ámbito de la verdad si supones que «el mundo» es en realidad <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> de Dios, y que su «fundamento» es en el primer lugar, aquella inefablemente sólida roca sobre la cual está fundada, como dice <st1:personName w:st="on" ProductID="la Escritura">la Escritura</st1:personName>: «Sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella»; y en otra parte: «La roca, además, era Cristo». Pues, como el Apóstol indica con estas palabras: «Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Cristo Jesús». Entonces, también, luego del Salvador mismo, puedes rectamente juzgar que los fundamentos de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> son las palabras de los profetas y los apóstoles, de acuerdo con la afirmación del Apóstol: «Edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular».
Comentario sobre los Salmos (PG 23:173, 176)

Pablo de Constantinopla (= Pablo de Emesa, m. 350)

Sobre esta fe <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> de Dios ha sido fundada. Con esta expectativa, sobre esta roca el Señor Dios colocó los fundamentos de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia. Cuando">la Iglesia. Cuando</st1:personName>, entonces, el Señor estaba yendo a Jerusalén, les preguntó a los discípulos, diciendo: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Los apóstoles dicen: «Algunos que Elías, otros que Jeremías, o uno de los profetas». Y Él dice, pero vosotros, esto es, mis elegidos, vosotros que me habéis seguido por tres años, y han visto mi poder, y milagros, y presenciaron caminando sobre el mar, quienes han compartido mi mesa, «¿Quién decís que soy?» Instantáneamente, el Corifeo de los apóstoles, la boca de los discípulos, Pedro, «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente».
Homilía sobre la Natividad

9. Hilario de Poitiers (c. 315-367)

Una creencia de que el Hijo de Dios es Hijo sólo de nombre, y no en naturaleza, no es la fe de los Evangelios y de los Apóstoles ... por lo cual pregunto, ¿fue que el bendito Simón bar-Jonás le confesó, Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente? ... Si Él era Hijo por adopción, ¿en dónde descansa la bendición de la confesión de Pedro, la cual ofreció un tributo al Hijo para el cual, en este caso, no hubiese tenido más derecho que cualquier miembro de la comunidad de los santos? La fe del Apóstol penetró en una región cerrada al razonamiento humano... Y esta es la roca de confesión sobre la cual <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> se edifica ... que Cristo no debe ser solamente nombrado, sino creído, como Hijo de Dios.
Sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Trinidad">la Trinidad</st1:personName>, VI,36 (NPNF2 9:111)

Esta fe es aquella que es el fundamento de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>; a través de esta fe las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella. Esta es la fe que tiene las lla ves del reino de los cielos. Cualquier cosa que esta fe haya desatado o ligado en la tierra será desatada o ligada en el cielo ... La razón misma por la cual él es bendecido es que confesó al Hijo de Dios. Esta es la revelación del Padre, este es el fundamento de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, esta es la seguridad de la permanencia de ella. De aquí que ella tiene las llaves del reino de los cielos, de aquí el juicio en el cielo y el juicio en la tierra ...
Sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Trinidad">la Trinidad</st1:personName>, VI,37 (NPNF2 9:112)

Así nuestro único inconmovible fundamento, nuestra única bendita roca de fe, es la confesión de la boca de Pedro, Tú eres el Hijo del Dios viviente. Sobre ella podemos basar una respuesta a toda objeción con la cual el ingenio pervertido o la amarga traición puedan atacar la verdad.
Sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Trinidad">la Trinidad</st1:personName>, II,23 (NPNF2 9: 58)


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Mateo 16:18 en los Padres (4)

MATEO 16:18 EN LOS PADRES DE <st1:personName w:st="on" ProductID="LA IGLESIAMateo">LA IGLESIA

Mateo</st1:personName> 16,18 en los Padres del siglo IV


(Parte 2 de 2)

Atanasio de Alejandría (c. 297- 373)


Por esto debemos buscar antes que todas las cosas, si Él es Hijo, y sobre este punto escudriñar especialmente las Escrituras: «pues esto fue, cuando los apóstoles fueron preguntados, que Pedro respondió, diciendo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente” ... esta es la verdad y el principio soberano de nuestra fe ... Y como Él es un fundamento, y nosotros piedras construidas sobre él ... <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">La Iglesia</st1:personName> está firmemente establecida; está fundada sobre la roca, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella ... Y porque esta es la fe de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, que ellos de alguna manera entiendan que el Señor envió a los Apóstoles y les mandó hacer de esto el fundamento de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia.Cuatro Cartas">la Iglesia.

Cuatro Cartas</st1:personName> a Serapión 1:28.


Basilio el Grande (330-379)

Y la casa de Dios, ubicada en los picos de las montañas, es <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> según la opinión del Apóstol. Pues él dice que uno debe saber «cómo comportarse en la casa de Dios». Ahora, los fundamentos de esta Iglesia están sobre las montañas sagradas, ya que está construida sobre el fundamento de los apóstoles y profetas. Una de estas montañas era ciertamente Pedro, sobre la cual roca el Señor prometió construir su Iglesia. Verdaderamente por cierto y por el mayor derecho son las almas sublimes y elevadas, almas que se elevan sobre las cosas terrenales, llamadas «montañas». El alma del bendito Pedro fue llamada una alta roca porque él tenía un fuerte asidero en la fe y soportó constante y valientemente los golpes inflingidos por las tentaciones. Todos, por tanto, quienes han adquirido un entendimiento de la divinidad – por causa de la amplitud de la mente y de aquellas acciones que proceden de ella- son los picos de las montañas, y sobre ellos se edifica la casa de Dios.

Comentario sobre el Profeta Isaías, 2:66 (PG 30:233)


Gregorio de Nisa (c. 330-c. 395)

La calidez de nuestras alabanzas no se extienden a Simón [Pedro] en cuanto él era un pescador; más bien se extiende a su firme fe, la cual es al mismo tiempo el fundamento de toda <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia. Panegírico">la Iglesia.

Panegírico</st1:personName> sobre San Esteban (PG 46:733)


Ambrosio de Milán (c. 337-397)

La fe, pues, es el fundamento de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, pues no fue dicho de la carne de Pedro (su persona), sino de su fe, que «las puertas del Hades no prevalecerían contra ella» ... ¡Haz un esfuerzo, por tanto, en ser una roca! ¡No busques la roca fuera de ti, sino dentro de ti! Tu roca es tu obra, tu roca es tu mente. Sobre esta roca se construye tu casa. Tu roca es tu fe, y la fe es el fundamento de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia. Si">la Iglesia. Si</st1:personName> eres una roca, estarás en <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, porque <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> está sobre una roca. Si estás en <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> las puertas del infierno no prevalecerán contra ti.

Comentario sobre Lucas VI,98 (CSEL 32:4)


Dídimo el Ciego (c. 318-398)

Cuán poderosa es la fe de Pedro y su confesión de que Cristo es el Dios unigénito, el Verbo, el verdadero Hijo de Dios, y no meramente una criatura. Aunque él vio a Dios sobre la tierra vestido de carne y sangre, Pedro no dudó, pues estaba dispuesto a recibir lo que «carne y sangre no te han revelado». Más aún, reconoció al consubstancial y coeterno retoño de Dios, glorificando de este modo aquella raíz increada, aquella raíz sin comienzo, la cual le había revelado la verdad. Pedro creyó que Cristo era una misma deidad con el Padre; y así fue llamado bendito por aquel quien solo es el bendito Señor. Sobre esta roca <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> fue construida, <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> a la cual las puertas del infierno –esto es, los argumentos de los herejes- no vencerán.

Sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Trinidad">la Trinidad</st1:personName>, I, I,30 (PG 39:416)


Epifanio de Salamis (c. 315-403)

Esto es, ante todo, porque él confesó que «Cristo» es «el Hijo del Dios viviente», y se le dijo, «Sobre esta roca de fe segura edificaré mi Iglesia» -pues él claramente confesó que Cristo es el verdadero Hijo.

Panarion, II-III



Juan Crisóstomo (c. 347-407)

Por tanto Él añadió esto, «Y te digo, tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; esto es, sobre la fe de su confesión ... Pues Cristo no le añadió nada más a Pedro, sino que como si su fe fuera perfecta, dijo, que sobre esta confesión Él edificaría <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, pero en el otro caso [Juan 1:49-50] no hizo nada parecido, sino lo contrario ...

Homilías sobre el Evangelio de Juan XXI,1 (NPNF 14:73)

Su significado [1 Cor 3:11] es este: He predicado a Cristo, os he entregado el fundamento. «Pues ningún otro fundamento puede un hombre poner, que aquel que está puesto». Sobre éste entonces edifiquemos, y como un fundamento adhirámonos a él, como una rama a una viña; y que no haya distancia entre nosotros y Cristo.

Homilías sobre 1 Corintios VIII, ver. 11 (NPNF 12:47


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Mateo 16:18 en los Padres (5)

MATEO 16:18 EN LOS PADRES DE <st1:personName w:st="on" ProductID="LA IGLESIAMateo">LA IGLESIA

Mateo</st1:personName> 16,18 en los Padres del siglo V

Parte 1 de 2

Jerónimo (342-420)

Empero, aunque tu grandeza me aterra, tu amabilidad me atrae. Del sacerdote demando el cuidado de la víctima, del pastor la protección debida a las ovejas ... Mis palabras son dirigidas al sucesor del pescador, al discípulo de la cruz. Así como no sigo a otro líder que a Cristo, no comulgo con otro que con vuestra bendición, esto es, con la cátedra de Pedro. ¡Pues esta, yo sé, es la roca sobre la cual se edifica <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>! Esta es la sola casa donde el cordero pascual puede justamente ser comido. Esta es el arca de Noé, y quien no se encuentre en ella perecerá cuando prevalece el diluvio.

Carta al papa Dámaso, XV, 2 (NPNF2 6:18)

Si, entonces, el Apóstol Pedro, sobre quien el Señor ha fundado <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, ha dicho expresamente que la profecía y la promesa del Señor fueron entonces y allí cumplidas, ¿cómo podemos afirmar otro cumplimiento por nuestra cuenta?

Epístola a Marcela XLI, 2 (NPNF2 6:55)

Pero, dices, <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> fue fundada sobre Pedro: aunque en otra parte lo mismo se atribuye a todos los Apóstoles, y ellos reciben todos las llaves del reino del cielo, y la fuerza de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> depende de todos ellos por igual, empero uno de entre los doce es escogido de modo que cuando una cabeza hubo sido dispuesta, no hubiese ocasión para cisma. ¿Pero por qué no fue elegido Juan, que era virgen? Se le prestó deferencia a la edad, porque Pedro era el mayor: uno que era joven, casi diría un muchacho, no podía ser puesto por sobre hombres de edad avanzada; y un buen maestro que estaba dispuesto a quitar toda ocasión de contienda entre sus discípulos ... no ha de pensarse que daría causa de envidia contra el joven que había amado... Pedro es un Apóstol, y Juan es un Apóstol; pero Pedro es solamente un Apóstol, mientras que Juan es un Apóstol, y un Evangelista, y un profeta. Un Apóstol, porque escribió a las Iglesias como maestro; un Evangelista, porque compuso un Evangelio, cosa que ningún otro de los Apóstoles, excepto Mateo, hizo; un profeta, porque vio en la isla de Patmos, donde había sido exiliado por el emperador Domiciano como un testigo del Señor, un Apocalipsis conteniendo los ilimitados misterios del futuro... El escritor virgen expuso misterios que no pudo exponer el casado, y para resumir brevemente todo y mostrar cuán grande fue el privilegio de Juan, <st1:personName w:st="on" ProductID="la Madre">la Madre</st1:personName> virgen fue confiada por el Señor virgen al discípulo virgen.

Contra Joviniano I, 26 (NPNF2 6:366)

El fundamento singular que el arquitecto apostólico puso es nuestro Señor Jesucristo. Sobre este estable y firme fundamento, el cual ha sido depositado sobre terreno sólido, se edifica <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> de Cristo ... Pues <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> fue fundada sobre una roca ... sobre esta roca el Señor estableció su Iglesia; y el Apóstol Pedro recibió su nombre de esta roca (Mt 16,18) ... Ella, que con una firme raíz está fundada sobre la roca, Cristo, <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> católica, es la única paloma; ella se yergue como la perfecta, y cercana a Su diestra, y nada siniestro tiene en ella ... La roca es Cristo, quien concedió a sus discípulos que ellos también fuesen llamados rocas, «Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia».

Comentario sobre Mateo 7:25; Epístola 65:15; Sobre Amós VI,12-13


Paladio de Helenópolis (c. 365-425)

«¿Vosotros, empero, quién decís que soy?» No todos respondieron, sino solamente Pedro, interpretando la mente de todos: «Tú eres el Cristo, Hijo del Dios viviente». El Salvador, aprobando la corrección de esta respuesta, habló, diciendo: «Tú eres Pedro, y sobre esta roca» -esto es, sobre esta confesión- «edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella».

Diálogo sobre la vida de Juan Crisóstomo (PG 47:48)


Nilo de Ancira (m. hacia 430)

Si, más aún, se significa un hombre del Señor, el primero en ser comparado con el oro sería Cefas, cuyo nombre es, interpretado, «roca». Este es el más alto de los Apóstoles, también llamado Cefas, quien proveyó en su confesión de fe el fundamento para la edificación de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia.Comentar">la Iglesia.

Comentar</st1:personName>io sobre el Cantar de los Cantares (PG 87 [ii]: 1693)


Agustín de Hipona (354-430)

Pues si la sucesión lineal de obispos ha de ser tomada en cuenta, ¡con cuántos más certeza y beneficio para <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> reconocemos hacia atrás hasta que llegamos a Pedro mismo, a quien, como llevando en una figura a toda <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, el Señor dijo: «Sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella»! El sucesor de Pedro fue Lino, y sus sucesores en una continuidad inquebrantada fueron estos...

Epístola a Generoso , LIII,2 (NPNF2 12:298)


El Evangelio que ha sido leído recién ... nos da a entender que el mar es el mundo presente, y el Apóstol Pedro el tipo de la única Iglesia. Pues Pedro, primero en el orden de los Apóstoles, y en el amor de Cristo, adelantadísimo, responde a menudo solo por todo el resto. De nuevo, cuando el Señor Jesucristo preguntó, “Pero ¿quién decis vosotros que soy?” Pedro respondió “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Uno dio la respuesta por muchos, Unidad en la multiplicidad. Entonces le dijo el Señor, “Bendito eres tú, Simón bar Jonás, porque carne y sangre no te lo ha revelado, sino mi Padre que está en el cielo”. Entonces agregó “Y te digo a ti” . Como si Él hubiera dicho, “Porque tú me lo dijiste a mí, « eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente», yo también te digo «Tú eres Pedro»”. Pues antes él era llamado Simón. Ahora, este nombre de Pedro le fue dado por el Señor, y esto en una figura, que él significaba <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia. Pues">la Iglesia. Pues</st1:personName> viendo que Cristo es <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName> (Petra), Pedro es el pueblo cristiano. Pues la roca (Petra) es el nombre original. Por tanto, Pedro es así llamado por la roca, no la roca por Pedro; al igual que Cristo no es llamado Cristo por los cristianos, sino los cristianos por Cristo. “Por tanto”, dijo, “tú eres Pedro; y sobre esta Roca” que tú has confesado, sobre esta Roca que has reconocido, diciendo “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente, edificaré mi Iglesia”. Te construiré a ti sobre mí, no a mí sobre ti.

A continuación Agustín trata del incidente registrado unos pocos versículos más adelante, en Mateo 16:22ss, donde cuando el Señor anuncia su pasión, Pedro trata de persuadirlo, y Jesús le dice “Apártate de mí, Satanás, porque me eres tropiezo”. El obispo de Hipona prosigue:


Distingamos, mirándonos a nosotros mismos en este miembro de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, lo que es de Dios y lo que es nuestro. Pues entonces no vacilaremos, entonces estaremos fundados sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName>, entonces estaremos fijos y firmes contra los vientos, y tormentas, y corrientes, las tentaciones, quiero decir, de este mundo presente. Empero ved a este Pedro, quien era entonces nuestra figura; ahora confía, ahora vacila; ahora confiesa al Inmortal, y ahora tema que Él muera. ¿Por qué? Porque <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> de Cristo tenía tanto débiles como fuertes ... En que Pedro dijo “Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”representa a los fuertes”; pero en que vacila, y no admite que Cristo pueda sufrir, en temer la muerte de Él, y no reconocer la vida, él representa a los débiles de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia. En">la Iglesia. En</st1:personName> aquel un Apóstol, entonces, esto es Pedro, en el orden de los Apóstoles primero y principal, en quien <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> estaba figurada, ambas clases estaban representadas, esto es, tanto los fuertes como los débiles; porque <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> no existe sin ambos.

Sermón 26.


Cristo, como ves, edificó su Iglesia no sobre un hombre sino sobre la confesión de Pedro. ¿Cuál es la confesión de Pedro? «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente». Aquí está la roca para vosotros, aquí el fundamento, aquí es donde <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> ha sido construida, la cual las puertas del inframundo no pueden conquistar.

Sermón 229P.1

De aquí que Él amoneste así a Pedro cuando éste le dio mal consejo. Pues el Señor, cuando estaba a punto de sufrir por nuestra salvación, también anunció lo que habría de ocurrir concerniente a aquella misma Pasión; y Pedro dice, «¡Lejos esté esto de Ti!, ¡Dios no lo permita!, ¡Esto no será!» ... Pero el Señor, para hacerlo que no fuera delante de Él, sino siguiéndole, dices, «¡Apártate de mí, Satanás!» Es por esta razón que dijo «Satanás», porque estás pretendiendo ir delante de Él, a quien debes seguir; pero si estás detrás, si lo sigues a Él, no serás de aquí en adelante «Satanás». ¿Qué entonces? «Sobre esta Roca edificaré mi Iglesia».

Exposiciones sobre Salmos 40:24 (NPNF 8:127)

Pero inmediatamente cuando el Señor comenzó a hablar de Su Pasión, él temió que pereciese por muerte, en tanto que nosotros mismos habríamos de perecer a menos que Él muriese; y dijo: «Lejos de ti, oh Señor, está no será hecho». Y el Señor, a aquel a quien poco antes le había dicho, «Benditos eres, y sobre esta Roca edificaré mi Iglesia», le dijo, «Apártate de mí, Satanás, porque eres una ofensa para mí». ¿Por qué entonces es «Satán» aquel que poco antes era «bendito» y una «Roca»? «Porque no saboreas las cosas que son de Dios», dijo Él, «sino aquellas que son del hombre». Un poco antes él saboreaba las cosas que son de Dios: porque «no te lo ha revelado carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos». Cuando [Pedro estaba] en Dios, alabó su discurso, no Satán sino Pedro, de petra; pero cuando [estaba] en sí mismo y desde la enfermedad humana, el amor carnal del hombre, el cuál sería un impedimento para su propia salvación, y la del resto, es llamado Satán. ¿Por qué? Porque pretendía ir delante del Señor, y darle consejo terrenal al Líder celestial... Tú dices, «Lejos esté» y tú dices, «Oh, Señor»; ciertamente si Señor es Él, sabe lo que hace, sabe lo que dice. Pero tú deseas guiar a tu Líder, enseñar a tu maestro, mandar a tu Amo, escoger por Dios: has ido demasiado lejos, retrocede...

Exposiciones sobre Salmos 45:14 (NPNF 8:222-223)

Si en Él hemos sido tentados, en Él vencemos al diablo ... «Sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName> me has exaltado Tú». Ahora por tanto percibimos aquí quién está clamando desde los confines de la tierra. Traigamos a la mente el Evangelio: «Sobre esta Roca edificaré mi Iglesia». Por tanto clama desde los confines de la tierra Ella, quien Él había querido que fuese construida sobre una Roca. Pero para que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> pudiese ser edificada sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName>, ¿quién fue hecho tal Roca? Escucha a Pablo diciendo: «Pero <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName> era Cristo». En Él entonces hemos sido edificados. Por esta razón aquella Roca sobre la cual hemos sido edificados, primero había sido azotada con vientos, inundación, lluvia, cuando Cristo estaba siendo tentado por el diablo. Ved sobre qué firmeza Él ha querido establecerte. Con razón nuestra voz no es en vano, sino que es escuchada con atención: pues en grande esperanza hemos sido dispuestos: «Sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName> me has exaltado».

Exposiciones sobre Salmos 61:3 (NPNF 8:249)


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Mateo 16:18 en los Padres (6)

MATEO 16:18 EN LOS PADRES DE <st1:personName w:st="on" ProductID="LA IGLESIAMateo">LA IGLESIA

Mateo</st1:personName> 16,18 en los Padres del siglo V

Parte 2 de 2


Cirilo de Alejandría (m. 444)

Pero ¿por qué decimos que ellos son «fundamentos de la tierra»? Pues Cristo es el fundamento y la base inconmovible de todas las cosas ... Pero los siguientes fundamentos, aquéllos más cercanos a nosotros, puede entenderse que son los apóstoles y evangelistas, aquellos testigos oculares y ministros de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Palabra">la Palabra</st1:personName> quienes se han levantado para el fortalecimiento de la fe. Pues cuando reconocemos que sus propias tradiciones deben ser seguidas, servimos a una fe que es verdadera y no se desvía de Cristo. Pues cuando [Pedro] sabia y osadamente confesó su fe a Jesús diciendo, «Tú eres Cristo, Hijo del Dios viviente», Jesús le dijo al divino Pedro, «Tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi Iglesia». Ahora, por la palabra «roca» Jesús indicó, creo, la inamovible fe del discípulo...


Comentario sobre Isaías IV,2 (PG 70:940)

«Y te digo, tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella». El apodo, creo, llama a ninguna otra que a la inconmovible y muy firme fe del discípulo «una roca», sobre la cual <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> fue fundada y hecha firme y permanece continuamente inexpugnable aun con respecto a las mismas puertas del infierno.

Diálogo sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Trinidad IV">la Trinidad IV</st1:personName> (PG 75:866)


Isidoro de Pelusio (m. hacia 450)

Cristo, quien escudriña los corazones, no preguntó a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que yo, el Hijo del Hombre, soy?». No porque no supiera las diversas opiniones de los hombres concernientes a Él mismo, sino que estaba deseoso de enseñar a todos la misma confesión la cual Pedro, inspirado por Él, puso como la base y fundamento, sobre los cuales el Señor edificó su Iglesia.

Epístola 253



Teodoreto de Ciro (c. 393- c. 458)

Que nadie neciamente suponga que el Cristo es cualquier otro que el Hijo unigénito. No nos imaginemos más sabios que el don del Espíritu. Escuchemos las palabras del gran Pedro, «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente». Escuchemos al Señor Cristo confirmando esta confesión, pues «Sobre esta roca», dice, «edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella». Por tanto también el sabio Pablo, excelentísimo arquitecto de las iglesias, no fijó otro fundamento que éste. «Yo», dice, «como perito arquitecto he puesto el fundamento, y otro construye encima. Pero que cada quien vea cómo edifica. Pues ningún hombre puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo». ... Por tanto nuestro Señor Jesucristo permitió al primero de los apóstoles, cuya confesión Él había fijado como una suerte de cimiento y fundamento de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, que vacilase, y que lo negase, y entonces lo levantó de nuevo... Ciertamente él está llamando a la fe piadosa y a la confesión verdadera una «roca». Pues cuando el Señor preguntó a sus discípulos quién decía el pueblo que era él, el bendito Pedro habló, diciendo «Tú eres Cristo, el Hijo del Dios viviente». A lo cual el Señor respondió: «De cierto, de cierto te digo que eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella».

Epístola 146; 77; Comentario al Cantar de los Cantares, II,14. (NPNF2 3)


Basilio de Seleucia (m. cerca de 459)

En obediencia la lengua de Pedro se puso en movimiento y aunque ignorante de la doctrina, aportó una respuesta: «Tú eres Cristo, Hijo del Dios viviente»... Ahora Cristo llamó a esta confesión una roca, y nombró a quien la confesó «Pedro», percibiendo la apelación como apropiada para el autor de esta confesión. Pues esta es la solemne roca de la religión , esta es el muro de la fe y el fundamento de la verdad: «Pues nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Cristo Jesús».

Oración XXV,4 (PG 85:297-298)


León I Magno (papa 440-461)

Nuestro Señor Jesucristo, Salvador de la humanidad, instituyó la observancia de la religión divina, la cual Él quiso que por la gracia de Dios derramase su brillo sobre todas las naciones y todos los pueblos de tal forma que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Verdad">la Verdad</st1:personName>, que antes estaba confinada al anuncio de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Ley">la Ley</st1:personName> y los Profetas, pudiese a través del sonido de trompeta de los Apóstoles salir para la salvación de todos los hombres, como está escrito: «Su sonido ha salido a cada tierra, y sus palabras hasta los confines del mundo». Mas este sacramento misterioso el Señor deseó que fuese la ocupación de todos los Apóstoles, pero de tal forma que Él ha puesto el cargo principal en el bendito Pedro, jefe de todos los Apóstoles; y de él como de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Cabeza">la Cabeza</st1:personName> desea que sus dones fluyan a todo el cuerpo; de modo que cualquiera que se atreve a separarse de la sólida roca de Pedro pueda entender que no tiene parte ni porción en el misterio divino. Pues Él deseó que aquel que había sido recibido al compañerismo en Su unidad indivisa que fuese nombrado como Él mismo lo fue, cuando dijo: «Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia»; para que la edificación del templo divino por el maravilloso don de Dios pudiese descansar el la sólida roca de Pedro: fortaleciendo a Su Iglesia tan ciertamente que ni la precipitación humana pudiera asaltarla, ni las puertas del infierno pudieran prevalecer contra ella. Pero a esta santísima firmeza de la roca, levantada, como hemos dicho, por la mano edificadora de Dios, un hombre debe desear destruirla en extrema impiedad cuando trata de quebrantar el poder de ella, favoreciendo sus propios deseos, y no siguiendo lo que él recibió de los antiguos...

Epístola a los Obispos de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Provincia">la Provincia</st1:personName> de Viena, X (NPNF2 12:8-9)

Y cuando ellos hubieron registrado las varias opiniones de otras gentes, Él dijo, «Pero vosotros, ¿quién decís que soy?» ... Ante lo cual el bendito Pedro, cuya confesión divinamente inspirada estaba destinada a beneficiar a todas las naciones, dijo, «Tú eres Cristo, el Hijo del Dios viviente». Y no inmerecidamente fue declarado él bendito por el Señor, tomando de la piedra angular principal la solidez del poder cuyo nombre también expresa, él, quien, a través de la revelación del Padre, le confesó ser a la vez Cristo e Hijo de Dios...

Carta a Flaviano, XXVIII, 5 (NPNF2 12:41-42)

Y si Eutiques hubiese creído esto inteligente y totalmente, nunca se hubiera retirado del camino de esta Fe. Pues Pedro recibió esta respuesta del Señor por su confesión: «Bendito eres tú, Simón bar Jonás; pues carne y sangre no te lo ha revelado, sino mi Padre que está en el cielo. Y te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella». Pero el que tanto rechaza la confesión del bendito Pedro como contradice el Evangelio de Cristo, está muy lejos de la unión con este edificio; pues se muestra a sí mismo como no habiendo nunca tenido ningún celo por entender <st1:personName w:st="on" ProductID="la Verdad">la Verdad</st1:personName>, y tener solamente la vacía apariencia de alta estima, quien no adornó las canas de la ancianidad con ningún juicio maduro del corazón.

Carta al Sínodo de Éfeso XXXIII, 1 (NPNF2 12: 47)

Ya que, por tanto, <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> universal ha devenido una roca (petra) a través de la edificación de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Piedra">la Piedra</st1:personName> original, y el primero de los Apóstoles, el beatísimo Pedro, oyó la voz del Señor diciendo, «Tú eres Pedro, y sobre esta roca )petra) edificaré mi Iglesia», quién hay allí que se atreva a asaltar tal fuerza inexpugnable, a menos que sea el anticristo o el diablo, quien, permaneciendo inconverso en su impiedad, está ansioso por sembrar mentira mediante los vasos de ira que son apropiados para su perfidia, mientras bajo el falso nombre de la diligencia pretende estar en busca de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Verdad.Car">la Verdad.

Car</st1:personName>ta a León César CLVI, 2 (NPNF2 12:100)

Y de Su gobierno y protección eterna hemos recibido también el apoyo de la ayuda de los Apóstoles, la cual ciertamente no cesa en su operación; y la fuerza del fundamento, sobre la cual se levanta toda la superestructura de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, no se debilita por el peso del templo que descansa sobre él. Pues la solidez de aquella fe que fue alabada en el jefe de los Apóstoles es perpetua; y como permanece aquello que Pedro creyó en Cristo, así permanece lo que Cristo instituyó en Pedro. Pues cuando, como se ha leído en la lección del Evangelio, el Señor hubo preguntado a los discípulos quién creían ellos que era Él, en medio de las variadas opiniones sostenidas, y el bendito Pedro hubo replicado, diciendo, «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente», el Señor dice, «Bendito eres tú, Simón bar Jonás, porque carne y sangre no te lo ha revelado, sino mi Padre que está en el cielo. Y te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y te daré las llaves del reino de los cielos. Y lo que atares en la tierra, será atado en el cielo; y lo que desatares en la tierra, será desatado también en el cielo».

La dispensación de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Verdad">la Verdad</st1:personName> por tanto permanece, y el bendito Pedro perseverando en la fuerza de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName>, que él ha recibido, no ha abandonado el timón de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, que él tomó. Pues él fue ordenado antes que el resto en tal forma que de ser llamado <st1:personName w:st="on" ProductID="la Roca">la Roca</st1:personName>, de ser pronunciado el Fundamento, de ser constituido el Portero del reino de los cielos, de ser colocado como Árbitro para atar y desatar, cuyos juicios retendrían su validez en el cielo, de todos estos títulos místicos podemos conocer la naturaleza de su asociación con Cristo. Y aún hoy él más plena y efectivamente desempeña lo que le está confiado, y realiza cada parte de su obligación y encargo en Él y con Él, a través de Quien ha sido glorificado. Y así, si cualquier cosa es rectamente hecha y rectamente decretada por nosotros, si cualquier cosa se gana de la misericordia de Dios por nuestras cotidianas súplicas, es por su obra y méritos cuyo poder vive y cuya autoridad prevalece en su Sede. Pues esto, amadísimos, fue ganado por aquella confesión, la cual, inspirada en el corazón del Apóstol por Dios el Padre, trascendió toda la incertidumbre de las opiniones humanas, y fue dotada con la firmeza de una roca, la cual ningún asalto podría conmover. Pues en toda <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia Pedro">la Iglesia Pedro</st1:personName> diariamente dice: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente», y toda lengua que confiesa al Señor acepta la instrucción que su voz trae. Esta Fe conquista al diablo, y quebranta las ataduras de sus prisioneros. Nos arranca de esta tierra y nos planta en el cielo, y las puertas del Hades no pueden prevalecer contra ella. Pues con tal solidez está dotada por Dios que la depravación de los heréticos no pueden dañarla ni la incredulidad de los gentiles vencerla.

Sermón III , 2-3 (NPNF2 12:117)

Y rectamente fue el bendito Apóstol Pedro alabado por confesar esta unión, quien cuando el Señor estaba averiguando qué conocían de Él los discípulos, rápidamente se anticipó al resto y dijo, «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente». Y esto ciertamente vio, no por la revelación de carne o sangre, que podrían haber retardado su visión interior, sino por el mismo Espíritu del Padre obrando en su corazón creyente, para que en preparación para gobernar toda <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> él pudiera primero aprender lo que habría de enseñar, y para la solidificación de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Fe">la Fe</st1:personName>, la cual estaba destinado a predicar, pudiese recibir este reaseguro, «Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella». Esta fuerza, por tanto, de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Fe">la Fe</st1:personName> cristiana, la cual, construida sobre una roca inexpugnable no teme a las puertas de la muerte, reconoce al único Señor Jesucristo como tanto verdadero Dios y verdadero Hombre, creyéndolo asimismo el Hijo de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Virgen">la Virgen</st1:personName>, quien es el Creador de su Madre; nacido también al final de los tiempos, aunque es el Creador del tiempo; Señor de todo poder, y aún así mortal; ignorante del pecado, y aun así sacrificado por los pecadores según la semejanza de carne pecaminosa.

Sermón sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Pasión">la Pasión</st1:personName>, XI Sermón LXII, 2 (NPNF2 12:174)


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Mateo 16:18 en los Padres (7)

MATEO 16:18 EN LOS PADRES DE <st1:personName w:st="on" ProductID="LA IGLESIAMateo">LA IGLESIA

Mateo</st1:personName> 16,18 en los siglos VI a IX



Casiodoro (c. 485- c. 580)

«No será conmovida» se dice acerca de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> a la cual sola aquella promesa le ha sido dada: «Tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi Iglesia y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella». Pues <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> no puede ser conmovida porque se sabe que ha sido fundada sobre la roca más sólida, a saber, Cristo el Señor ... De este «fundamento», es inferido rectamente Cristo, quien es una roca inconmovible y una roca inexpugnable. Concerniente a esto dice el Apóstol: «Pues ningún otro fundamento puede ningún hombre poner que aquel que está ya puesto, el cual es Cristo Jesús».

Exposiciones sobre los Salmos 45:5 (PL 70:330)

Gregorio I Magno (nacido c. 540; papa 590-604)

Pero ya que no es mi causa, sino la de Dios, ya que las leyes piadosas, ya que los santos sínodos, ya que los mismos mandamientos de nuestro Señor Jesucristo son trastornados por la invención de una cierta orgullosa y pomposa frase, que sea el piadosísimo Señor que corte el lugar de la llaga, y ate al paciente remiso en las cadenas de la augusta autoridad. Pues al ligar estas cosas ajustadamente alivias a la república; y, mientras cortas estas cosas, provees el alargamiento de tu reinado.
Pues a todos los que conocen el Evangelio les es evidente que por la voz del Señor el cuidado de toda <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> le fue confiado al santo Apóstol y Príncipe de todos los Apóstoles, Pedro. Pues a él se le dice, «Pedro, ¿me amas? Apacienta a mis ovejas». A él le es dicho, «He aquí, Satanás ha deseado zarandearos como trigo; y yo he orado por ti, Pedro, para que tu fe no falle. Y tú, cuando te hayas convertido, fortalece a tus hermanos». A él se le dice, «Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y te daré las llaves del reino del cielo; y lo que atares en la tierra será también atado en el cielo; y lo que desatares en la tierra, será desatado también en el cielo».
Ved, él recibió las llaves del reino celestial, y le es dado poder para atar y desatar, le es confiado el cuidado y la principalidad de toda <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, y aún así él no es llamado el Apóstol universal; mientras que el santísimo hombre, mi compañero sacerdote Juan, intenta ser llamado obispo universal. Estoy forzado a gritar y decir ¡Oh tiempos, oh costumbres!
Ved, todas las cosas en las regiones de Europa son entregadas al poder de los bárbaros, las ciudades son destruidas, los campos arrasados, las provincias despobladas, ningún labriego habita la tierra, los adoradores de ídolos prevalecen y dominan para la matanza de los fieles, y aun sí sacerdotes, quienes deberían ellos mismos yacer llorando sobre el piso y en cenizas, buscan para sí nombres de vanagloria, y se glorían en en nombres nuevos y profanos.
¿Defiendo yo mi propia causa en este asunto, piadosísimo Señor? ¿Resiento que se me haya hecho mal a mí especialmente? No, la causa de Dios Omnipotente, la causa de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> universal.
¿Quién es éste que, contra las ordenanzas evangélicas, contra los decretos de los cánones, presume para usurpar para sí un nuevo nombre? Lo haría aquél si por él mismo fuese, si pudiera ser sin ninguna mengua de los demás – codicia ser universal.
Y ciertamente sabemos que muchos sacerdotes de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> de Constantinopla han caído a la vorágine de la herejía ... Si entonces cualquiera de esa Iglesia toma para sí aquel nombre, por el cual se hace la cabeza de todos los buenos, se sigue que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> universal cae de su pedestal (lo cual no permita Dios) cuando aquel que es llamado universal cae. Pero lejos de los corazones cristianos esté aquel nombre de blasfemia, en el cual es quitado el honor de todos los sacerdotes, mientras se lo arroga locamente para sí uno (solo).
Ciertamente, en honor de Pedro, Príncipe de los Apóstoles, le fue ofrecido por el venerable sínodo de Calcedonia al romano pontífice. Pero ninguno de ellos ha jamás consentido usar tal nombre de singularidad, no sea que, por algo que se le da peculiarmente a uno, los sacerdotes en general sean deprivados del honor que se les debe. ¿Cómo es que nosotros no buscamos la gloria de este título aun cuando es ofrecida, y otro pretende arrebatarlo para sí mismo aunque no se le ofrece?

Epístola XX a Mauricio César (NPNF 2 12:170-171)


Isidoro de Sevilla (c. 560-636)

Pedro lleva el carácter de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName>, el cual tiene el poder de perdonar pecados y de llevar a los hombres desde el Hades hasta el reino celestial ... Todos los Apóstoles también llevan el tipo de <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> entera, ya que ellos también han recibido un poder igual de perdonar pecados. Ellos llevan también el carácter de los patriarcas, quienes por la palabra de la predicación espiritualmente engendraron al pueblo de Dios en todo el mundo ...

Alegorías en el Nuevo Testamento (PL 83:117-118)

El hombre sabio que edificó su casa sobre la roca significa el maestro fiel, quien ha establecido los fundamentos de su doctrina y vida sobre Cristo ... Más aún, Cristo es llamado un «fundamento» porque la fe se establece en él, y porque <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> católica está construida sobre él.

Etimologías VII,2 (PL 82:267)


Beda el Venerable (c. 673-735)

Tú eres Pedro y sobre esta roca de la cual has tomado tu nombre, esto es, sobre mí mismo, edificaré mi Iglesia, sobre aquella perfección de la fe que tú confesaste edificaré mi Iglesia por cuya unanimidad de confesión si alguno se desviase aunque en sí mismo pareciera hacer grandes cosas, él no pertenence al edificio de mis Iglesia. ... Metafóricamente se le dice a él que <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> ha de ser construida sobre esta roca, es decir, el Salvador que tú confesaste, quien ha concedido participación al fiel confesor de su nombre.

Homilías 23 (PL 94:260)


Juan de Damasco (c. 675-c. 749)

Y Pedro, encendido por un ardiente celo y preparado por el Espíritu Santo, replicó: «Tu eres Cristo, el Hijo del Dios viviente». ¡Oh, bendita boca! ¡Perfectos, benditos labios! ¡Oh, alma teológica! ¡Mente llenada por Dios y hecha digna por la instrucción divina! ¡Oh, divino órgano por el cual Pedro habló! Rectamente eres bendito, Simón hijo de Jonás ... porque ni carne ni sangre ni la mente humana, sino mi Padre en el cielo te ha revelado esta divina y misteriosa verdad a ti. Pues nadie conoce al Hijo, salvo aquél que es conocido por él ... Esta es la firme e inamovible fe sobre la cual, como sobre la roca cuyo sobrenombre llevas, <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> está fundada. Contra ésta las puertas del infierno, las bocas de los herejes, las máquinas de los demonios –pues ellos habrán de atacar- no prevalecerán. Ellos tomarán las armas pero no vencerán.

Homilía sobre <st1:personName w:st="on" ProductID="la Transfiguración">la Transfiguración</st1:personName> (PG 96:554-555)


Pascasio Radberto (c. 785-860)

Hay una respuesta de todos sobre los cuales <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> es fundada y contra los cuales las puertas del infierno no prevalecerán ... Tan grande fe no surge excepto de la revelación de Dios el Padre y la inspiración del Espíritu Santo de modo que cualquiera que tenga fe, como una piedra firme, es llamado Pedro ... Debiera notarse que cualquiera de los fieles es una roca en la medida en que es un imitador de Cristo y es luz en la medida en que es iluminado por la luz y por esto <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> de Cristo está fundada sobre aquéllos en cuanto son fortalecidos por Cristo. De modo que no en Pedro solo sino sobre todos los Apóstoles y los sucesores de los Apóstoles se edifica <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> de Dios. Pero estas montañas son primero edificadas en la montaña, Cristo, elevada sobre todas las montañas y cerros.... Esta es ciertamente la vera e inviolable fe dada a Pedro por Dios el Padre, según la cual si no hubiese habido siempre un Hijo no hubiera habido siempre un Padre, sobre la cual fe <st1:personName w:st="on" ProductID="la Iglesia">la Iglesia</st1:personName> toda está fundada y permanece firme, creyendo que Dios es el Hijo de Dios.

Comentario sobre Mateo (PL 120:561, 555-556)


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http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?s=&threadid=10994&perpage=15&pagenumber=13


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Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Una vez leído esto no hay ninguna duda de que el primado Romano era desconocido para los antiguos. Porque si fuera conocido no habría casi 70 Padres de la Iglesia que lo desconocieran. De lo que se deduce que tal primado fue inventado posteriormente.
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Pepito Grillo dijo:
Una vez leído esto no hay ninguna duda de que el primado Romano era desconocido para los antiguos. Porque si fuera conocido no habría casi 70 Padres de la Iglesia que lo desconocieran. De lo que se deduce que tal primado fue inventado posteriormente.

Pepito el grillo sigue cantando bien, y es que aún hay insectos que saben razonar y que conocen la musica y la letra.

:musico9: :musico8: :musico7:
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

No quisiera abrir una nueva epígrafe con este tema y como el tiempo apremia, creo que esta epígrafe está bién para hecer dos preguntas a los primos católicos romanos:

1.- El papa Pablo III declara en 1546, el dia 23 de Enero como la fiesta de los esponsales de José y María, la madre de Jesús. La pregunta es: Cumplieron los novios sus promesas??
2.- El calendario mariano de la ICAR señala el 25 de Enero como el dia del "Traslado de las mortajas y la tumba de Nuestra Señora a Constantinopla en 455". Entonces cuando se fue al cielo??

Fuente de información:
http://www.**************/maria/calendario_mariano.htm#Enero

Saludos cordiales y que el Señor les bendiga
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Chrimar dijo:
No quisiera abrir una nueva epígrafe con este tema y como el tiempo apremia, creo que esta epígrafe está bién para hecer dos preguntas a los primos católicos romanos:

1.- El papa Pablo III declara en 1546, el dia 23 de Enero como la fiesta de los esponsales de José y María, la madre de Jesús. La pregunta es: Cumplieron los novios sus promesas??
2.- El calendario mariano de la ICAR señala el 25 de Enero como el dia del "Traslado de las mortajas y la tumba de Nuestra Señora a Constantinopla en 455". Entonces cuando se fue al cielo??

Fuente de información:
http://www.**************/maria/calendario_mariano.htm#Enero

Saludos cordiales y que el Señor les bendiga

Desconozco porque en el nombre aparecieron esteríscos (creo se dice así), pero si es por que traspasé alguna disposición del foro, lo lamento y pido disculpas, me imagino que por mensaje privado podré dar la dirección completa que corresponde a una página de una organización de la ICAR, si alguien lo pone en duda.
Gracias
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

TOBI:
Mateo 16:18 en los Padres de la Iglesia (1)
MATEO 16:18 EN LOS PADRES DE LA IGLESIA
INTRODUCCIÓN
Según las declaraciones oficiales del Magisterio Católico...

PALERMO:
Me imagino que Tobi se habrá equivocado al pegar ese escrito del forista Jetonius, porque lo que le estamos solicitando es la lista de 68 padres de la Iglesia, citados por Launoy, y no sólo eso, sino las citas y referencias de cada uno de ellos, porque, repito, no creo que lo que Tobi viene afirmando desde hace años esté basado sólo en los resultados de Google donde aparece en algún sitio que "un tal Launoy cita a 68 padres..."

Seguiremos esperando.
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

68 Padres... quiero ver esos padres. ¿Donde están? ¿En el planeta Marte?
Hasta ahora Tobi solo citó 31.
Faltan 36.

¿Donde están?
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Nada en la Biblia insinúa, motiva, induce, anuncia semejante herejía, el único que nació en forma sobrenatural fue y ha sido Jesús, NADIE MAS, asumir una posición contraria, es una gran blasfemia.

.
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Petrino dijo:
68 Padres... quiero ver esos padres. ¿Donde están? ¿En el planeta Marte?
Hasta ahora Tobi solo citó 31.
Faltan 36.

¿Donde están?

Pero tené en cuenta, Petrino, que Tobi sólo citó un antiguo mensaje de otro forista. No nos trajo la lista de Launoy. No nos proporcionó las citas que utiliza Launoy para fundamentar su postura, Y eso es lo que le pedimos.

Si Tobi no tiene esa lista, entonces que lo diga, y que deje de repetir "la historia de un tal Launoy"

Un fuerte abrazo
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

Petrino dijo:
68 Padres... quiero ver esos padres. ¿Donde están? ¿En el planeta Marte?
Hasta ahora Tobi solo citó 31.
Faltan 36.

¿Donde están?

Por cierto, cero en matemáticas, hermano! 31 + 36 = 67

(faltan 37)

je

;) :lach:
 
Re: Inmaculada Concepción de María e InfalibilidadPapal

palermo dijo:
Pero tené en cuenta, Petrino, que Tobi sólo citó un antiguo mensaje de otro forista. No nos trajo la lista de Launoy. No nos proporcionó las citas que utiliza Launoy para fundamentar su postura, Y eso es lo que le pedimos.

Si Tobi no tiene esa lista, entonces que lo diga, y que deje de repetir "la historia de un tal Launoy"

Un fuerte abrazo

Amiguito ¿ahora nos sales con esas cuando afirmastes que ningun padre, obispo martir y no se quines mas dijeron nada de Sola Escritura? Te lo mostré con pruebas dando la afirmación y la cita.
¿Diste tu la lista de los padres, obispos y mártires que defiendan una tradición extrabíblica? Para hacer este tipo de afirmaciones hay que tener solo un poquito de vergüenza y de rigor. Vuestra ignorancia sobre los temas que tratais aquí es muestra en TODAS VUESTRAS APORTACIONES.

Respecto a los Padres te cito un montón de ellos, los más importantes, ¿y tu quieres una lista completa de todos y cada uno de ellos? ¿Para que? Lo que si se es el porque. Para que te sirva de cortina de humo. Te diré más. Podría "invertarme" una lista espurea (cosa que haces en muchas ocasiones) y no tendrías los medios para contrastarla ya que de historia de la Iglesia no sabes nada de nada. Cualquier cosa que se aparte de vuestras paginitas web te deja en pañales, o lo que es peor, con el "ese" al aire.

Pero claro te mando una muestra:
El único de los Padres que de manera consistente sostiene que la roca era Pedro personalmente y sus sucesores en la persona de los Obipos de Roma, es precisamente un Obispo de Roma, León Magno, a mediados del siglo V.
(No se lo creia ni él)<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
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Los que defienden lo contrario a Leon I<o:p></o:p>

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Tertuliano de Cartago (c. 160-220)<o:p></o:p>

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Orígenes de Alejandría (c. 185-c.254)<o:p></o:p>

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Afraates el Sirio (principios del siglo IV)<o:p></o:p>

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Jacobo de Nisbis (principios del siglo IV)<o:p></o:p>

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Ambrosiaster (siglo IV)<o:p></o:p>

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Eusebio de Cesarea (c. 260-340)<o:p></o:p>

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Pablo de Constantinopla (= Pablo de Emesa, m. 350)<o:p></o:p>

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Hilario de Poitiers (c. 315-367)<o:p></o:p>

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Atanasio de Alejandría (c. 297- 373)<o:p></o:p>

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Basilio el Grande (330-379)<o:p></o:p>

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Gregorio de Nisa (c. 330-c. 395)<o:p></o:p>

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Ambrosio de Milán (c. 337-397)<o:p></o:p>

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Juan Crisóstomo<o:p></o:p>

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Agustin de Hipona <o:p></o:p>

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Añadele hasta 68 etc(s)

Por útimo aqui si que corresponde este dicho latinoi:

Plus potest negare assinus quan probare philosophus

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