1) No se da cuenta porque creció en la tradición adventista y esa es su cosmovisión. Cuando digo cosmovisión me refiero a una serie de creencias que estan arraigadas en lo profundo de su cerebro. El punto es que yo reconozco como los adventistas, testigos de Jehova y otros mortalistas se autoengañanan usando definiciones de terminos y argumentos circulares en los que quedan atrapados. Para ellos resulta incomprensible, por ejemplo, que existan otras formas de entender la muerte más allá de la definición que ellos manejan de "no-existencia".
Verás, yo era mortalista y dejé de serlo por mi fascinación con la resurrección. El tema de la resurrección siempre me ha apasionado, porque a la verdad para mi la muerte es extremadamente trágica y mala.
Por supuesto podía creer como los TJ o los adventistas y como lo hacen hoy cada vez más evangélicos de cuenta de la moda del condicionalismo. Pero yo no sirvo para auto-engañarme, más si estoy despierto y sé de lo que hablo. Y resulta que siguiendo el mortalismo, sin pendejadas y lentejuelas, la conclusión a la que llego es que no existe un Dios. Yo no poseo el lujo de Tj, adventistas, condicionalistas y otros mortalistas de hacer concesiones o de tomar el tema por pedazos (lo que les conviene), o Dios realmente existe o el mortalismo es verdadero en su totalidad.
A través del tema de la resurrección Dios me trae de vuelta al redil. Pero tengo que destruir mi idolo: el materialismo (la idea de que lo único que existe es lo fisico y material). No puedo creer en un Dios que es espíritu y a la vez en una realidad material.
El mortalismo cristiano es materialista respecto al mundo, pero dualista respecto a Dios. Yo no puedo hacer esas concesiones sin sentir que me estoy diciendo mentiras. De ahí que afirme que el mortalismo (que es finalmente materialista) me lleva al ateismo. (Puede que a otros no).
Del mismo modo que yo estoy facinado con la resurrección, los adventistas y Tjs están facinados con la muerte y el espiritismo.
Su necesidad constante de demonizar, acusar de espiritismo o desacreditar cada cosa que contradice su materialismo mortalista es evidencia de que el juicio es justo.
El Adventismo, respecto a la doctrina del hombre, quieran ellos reconocerlo o no, es la versión occidental del Saduceismo que enfrentó a Jesús. En un tiempo diría que la única diferencia es su fe en la resurrección. Pero después de un análisis puedo decir que tampoco en eso creen. Sino que reemplazan la resurrección por una re-creación. Su estrategia es defender que la resurrección es precisamente una re-creación. Esto es, que Dios vuelve a crear a los muertos. Algunos para vivir eternamente y a otros para volverlos a borrar de la existencia.
Algunos lo considerarán desproporcionado, exagerado o emocional y un sesgo contra estos grupos. Pero para quien lo analiza friamente, uno podría decir que en el Adventismo el tema de Satanás y la muerte raya en la idolatria. No. No porque adoren a Satanás en lo secreto, o tengas prácticas ocultistas... lo cuál no es a lo que me refiero. Sino por algo más simple. En sus argumentos el recurso a Satanás, la muerte y el espiritismo es recurrente y consistente. Es un segundo poder... un segundo dios. Y quien lee con atención su evangelio... el de ellos es "morireis" contra el evangelio de Jesús.
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá jamás.
El énfasis de Adrikup y otros adventistas no está en la resurrección y la vida. Sino en demostrar que la muerte es la disolución del ser en la inexistencia (yo si no me pongo con palabras hechizas y llamo las cosas como son). Son Saduceos que creen en la resurrección de los muertos. Y los que son más coherentes con su doctrina y lo que implica creen que Dios esta físicamente presente más allá del cinturón de orión. Al menos esos los considero más honestos, en cuanto siguen la lógica que han planteado al pie de la letra y sin eufemismos. Por eso, a falta de un espíritu y una dimensión en la que Dios transforma y cambia a la persona... el mortalista debe eventualmente (si es que no se autoengaña haciendo concesiones) aferrarse a la letra de la Ley. No hay otra forma de concebir la espiritualidad, porque no hay un espíritu que no sea una fuerza impersonal divina. Y no hay un alma que pueda permanecer delante de Dios como testimonio de la transformación de Jesucristo. Para ellos son solo "Prosopopeyas", "figuras" y "parábolas". Y así...