Pero que dices Ricardo. La liturgia nunca es un "mal recuerdo". Mucho menos la liturgia que se celebra en presencia del Cordero. Pues esa nunca terminará.-Gracias a Dios, en la Jerusalem Celestial la liturgia apenas será un mal recuerdo del Cristo al que mantuvieron clavado a un madero, metal o pintura, pues entonces "le veremos como Él es" (1Jn 3:2).
Cordiales saludos
Salu2