¿QUIÉN ES EL ALFA Y LA OMEGA?
Por Alejandro Adiego
Quisiera dar mi opinión sobre determinados términos que a mi entender los cristianos estamos aplicando erróneamente a Jesucristo. "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso" ¿A quién se aplican todos estos términos? Un breve y rápido estudio de Apocalipsis demuestra que se aplican en exclusividad al Padre, al único Dios. Veámoslo: En Apocalipsis 1:4-5 aparecen, llamémoslos así, los tres "personajes" 1°- El que es y que era y que ha de venir. 2°- Los siete espíritus de Dios 3°- Jesucristo, el testigo fiel ¿Quién es cada uno de ellos? Si el tercero es Jesucristo y el segundo estamos todos de acuerdo que es el Espíritu Santo, el primero, es decir, "el que es y que era y que ha de venir", ha de referirse , sin ningún tipo de duda, al Padre. Siguiendo en el capítulo 1 de Apocalipsis, en el versículo 8, leemos: "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso" La mayoría de las personas creen que este versículo se refiere a Jesucristo, ya que viene inmediatamente después del que dice: "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén". Pero si prestamos atención, y puesto que anteriormente ha quedado claro que "el que es y que era y que ha de venir" se refería al Padre, lógicamente todo el versículo 8 también se tendrá que referir al Padre. ¿Qué pasa entonces con el versículo 11 de este mismo capítulo 1 donde se identifica a Jesucristo con el "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último"? Según la mayoría de los eruditos, este "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último", no aparece en el original sino que ha sido agregado. De hecho, en mi biblia Reina Valera de 1990 este "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último" viene entre corchetes . Sigamos con el estudio. Vayamos a Apocalipsis 4 ¿Quién es el que está sentado en el trono? ¿A quién no cesaban de decir los cuatro seres vivientes día y noche: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir?. Por el mismo motivo que he expuesto anteriormente, no hay duda de que el que está sentado en el trono es el Padre, el que vive por los siglos de los siglos, ya que se le vuelve a identificar como "el que es y que era y que ha de venir" y al que asimismo, los veinticuatro ancianos se postran y adoran diciendo: "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas". No hay duda de que el único Creador es el Padre. Observen que en este capítulo 4, aunque aparece el Espíritu Santo delante del trono como las siete lámparas de fuego o los siete espíritus de Dios, todavía no ha entrado en escena el Cordero, por lo que todo lo que se dice en este capítulo de ninguna manera se le puede aplicar a Jesucristo. Es en el siguiente capítulo, Apocalipsis 5, donde ya aparece el Cordero, Jesucristo. En este capítulo no se hace referencia a que el Cordero sea el Creador, el Alfa y la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir o el Todopoderoso. Y aunque el Cordero es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza, a la hora de adorar, los veinticuatro ancianos no adoran ni al Cordero ni al Espíritu Santo, sino al que vive por los siglos de los siglos, que como hemos visto en el capítulo anterior se refiere al Padre. En Apocalipsis 7:10 la gran multitud vestida de ropas blancas y con palmas en las manos claman a gran voz diciendo: “La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero”. Fíjense que el versículo está distinguiendo a Dios del Cordero. El primero, Dios, es el originador del plan de la salvación, el segundo, el Cordero, el hombre Jesucristo, es el que acepta y lleva a cabo ese plan de la salvación con el espíritu y el poder del Padre. Seguidamente, todos los ángeles que estaban en pie se postran sobre sus rostros delante del trono y adoran a Dios. Observen otra vez, que estos ángeles tampoco adoran al Cordero, sino al que está sentado en el trono, al único Dios, el Padre. En Apocalipsis 11:16-17 los veinticuatro ancianos vuelven a adorar al Señor Dios Todopoderoso, el que es y que era y que ha de venir, que repito otra vez, se refiere al Padre. En Apocalipsis 21:6-7 leemos: Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Evidentemente aquí está hablando el Padre, que es el que está sentado en el trono, es decir Dios. Finalmente, en Apocalipsis 22-13 leemos: "Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último". Otro versículo que la mayoría cree que se refiere a Jesucristo, pero no es así, se está refiriendo al Padre. ¿Por qué? Porque desde el versículo 6 hasta el 15 se está refiriendo al ángel de Dios, es decir, al Padre. Y desde el versículo 16 hasta el 21 se está refiriendo al ángel de Jesucristo. MI CONCLUSIÓN: Los términos "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso", se aplican en exclusividad al Padre, al Señor Dios Todopoderoso, al único Dios, al Creador, a Aquel por cuya causa son todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten (Hebreos 2:10), y al que convenía que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos (El hombre Jesucristo).
Por Alejandro Adiego
Quisiera dar mi opinión sobre determinados términos que a mi entender los cristianos estamos aplicando erróneamente a Jesucristo. "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso" ¿A quién se aplican todos estos términos? Un breve y rápido estudio de Apocalipsis demuestra que se aplican en exclusividad al Padre, al único Dios. Veámoslo: En Apocalipsis 1:4-5 aparecen, llamémoslos así, los tres "personajes" 1°- El que es y que era y que ha de venir. 2°- Los siete espíritus de Dios 3°- Jesucristo, el testigo fiel ¿Quién es cada uno de ellos? Si el tercero es Jesucristo y el segundo estamos todos de acuerdo que es el Espíritu Santo, el primero, es decir, "el que es y que era y que ha de venir", ha de referirse , sin ningún tipo de duda, al Padre. Siguiendo en el capítulo 1 de Apocalipsis, en el versículo 8, leemos: "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso" La mayoría de las personas creen que este versículo se refiere a Jesucristo, ya que viene inmediatamente después del que dice: "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén". Pero si prestamos atención, y puesto que anteriormente ha quedado claro que "el que es y que era y que ha de venir" se refería al Padre, lógicamente todo el versículo 8 también se tendrá que referir al Padre. ¿Qué pasa entonces con el versículo 11 de este mismo capítulo 1 donde se identifica a Jesucristo con el "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último"? Según la mayoría de los eruditos, este "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último", no aparece en el original sino que ha sido agregado. De hecho, en mi biblia Reina Valera de 1990 este "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último" viene entre corchetes . Sigamos con el estudio. Vayamos a Apocalipsis 4 ¿Quién es el que está sentado en el trono? ¿A quién no cesaban de decir los cuatro seres vivientes día y noche: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir?. Por el mismo motivo que he expuesto anteriormente, no hay duda de que el que está sentado en el trono es el Padre, el que vive por los siglos de los siglos, ya que se le vuelve a identificar como "el que es y que era y que ha de venir" y al que asimismo, los veinticuatro ancianos se postran y adoran diciendo: "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas". No hay duda de que el único Creador es el Padre. Observen que en este capítulo 4, aunque aparece el Espíritu Santo delante del trono como las siete lámparas de fuego o los siete espíritus de Dios, todavía no ha entrado en escena el Cordero, por lo que todo lo que se dice en este capítulo de ninguna manera se le puede aplicar a Jesucristo. Es en el siguiente capítulo, Apocalipsis 5, donde ya aparece el Cordero, Jesucristo. En este capítulo no se hace referencia a que el Cordero sea el Creador, el Alfa y la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir o el Todopoderoso. Y aunque el Cordero es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza, a la hora de adorar, los veinticuatro ancianos no adoran ni al Cordero ni al Espíritu Santo, sino al que vive por los siglos de los siglos, que como hemos visto en el capítulo anterior se refiere al Padre. En Apocalipsis 7:10 la gran multitud vestida de ropas blancas y con palmas en las manos claman a gran voz diciendo: “La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero”. Fíjense que el versículo está distinguiendo a Dios del Cordero. El primero, Dios, es el originador del plan de la salvación, el segundo, el Cordero, el hombre Jesucristo, es el que acepta y lleva a cabo ese plan de la salvación con el espíritu y el poder del Padre. Seguidamente, todos los ángeles que estaban en pie se postran sobre sus rostros delante del trono y adoran a Dios. Observen otra vez, que estos ángeles tampoco adoran al Cordero, sino al que está sentado en el trono, al único Dios, el Padre. En Apocalipsis 11:16-17 los veinticuatro ancianos vuelven a adorar al Señor Dios Todopoderoso, el que es y que era y que ha de venir, que repito otra vez, se refiere al Padre. En Apocalipsis 21:6-7 leemos: Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Evidentemente aquí está hablando el Padre, que es el que está sentado en el trono, es decir Dios. Finalmente, en Apocalipsis 22-13 leemos: "Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último". Otro versículo que la mayoría cree que se refiere a Jesucristo, pero no es así, se está refiriendo al Padre. ¿Por qué? Porque desde el versículo 6 hasta el 15 se está refiriendo al ángel de Dios, es decir, al Padre. Y desde el versículo 16 hasta el 21 se está refiriendo al ángel de Jesucristo. MI CONCLUSIÓN: Los términos "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso", se aplican en exclusividad al Padre, al Señor Dios Todopoderoso, al único Dios, al Creador, a Aquel por cuya causa son todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten (Hebreos 2:10), y al que convenía que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos (El hombre Jesucristo).