Todo hombre tiene en su interior "una maquinaria interior" que hace que se salve (si cree) o se pierda si decae de su fe.
Es como el trampero que cae en su propia trampa.
Gálatas 5:4
De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
-Los que en vez de espíritu tienen maquinaria en su interior no son hombres sino robots revestidos de piel y vello.