La mayor garantía de tener la absoluta Paz que da el Señor, es cuando entendemos que todo lo bueno y lo malo que sucede en nuestras vidas es permitido por un propósito divino.
Por lo general cuando suceden cosas malas en nuestras vidas la primera reacción es de malestar, pensamos ¿porqué me pasa esto a mi? creyendo que por ser cristiano todo debería ser color de rosa, pero no es así mis hermanos, porque Dios no se perfecciona en nosotros en una vida placentera conforme al mundo, Dios se perfecciona en nosotros en medio de nuestras debilidades, en medio de nuestras aflicciones y nuestras adversidades.
Tenemos que cambiar la concepción de lo que nos han enseñado con respecto al mal, pues aunque suene paradójico "Dios transforma el mal, para nuestro bien"
La perfección del creyente consiste en comprender que aunque el enemigo (satanás) tiene poder en el mundo, solo lo tiene con los no creyentes, pero con los creyentes en Jesucristo no tiene ningún dominio o poder, por tanto, el creyente vive la vida viendo ángeles de Dios actuando en su favor sabiendo que nuestro Padre de las luces tiene el total control de la situación. (tal como sucedió con Job)