La verdadera devoción a la virgen María está muy lejos de consistir en prácticas supersticiosas, o en prácticas dulzonas. Yo soy muy devoto de María pero me desagradan en extremo las prácticas dulzonas. Creo que la devoción a María, por el contrario, es SUMAMENTE RECIA y exigente. Para mí, el verdadero devoto de María debe tomar un camino espiritual, muy concreto, y bastante exigente, que consiste en:
- Imitar la humildad de María, el silencio de María, la fe de María, el abandono en Dios, la pureza de María, la obediencia de María, la disponibilidad para Dios, la pobreza de María, la fidelidad de María, la oración de María.
- Seguir a Jesús hasta la cruz. Seguirlo hasta el final, hasta la muerte.
- Obedecer todas las enseñanzas de Jesús. Hacer todo lo que él nos diga.
- Engendrar a Jesús, espiritualmente. "No soy yo quien vive, sino que es Cristo que vive en mí" dijo san Pablo. Engendrar a Jesús en mi interior, que la gente vea a Jesús en mi.
- Nunca decirle NO a Dios. Siempre estar disponible para sus planes. Siempre aceptarlos. Confiar en Dios ciegamente.
Esos son algunos elementos de la espiritualidad mariana. Esas cosas debe proponerse el verdadero devoto de la virgen María. Imitarla en sus virtudes espirituales. La cosa de las flores, de los cantos dulzones, de las estampitas... bueno.
