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El reto de ser un cristiano genuino
por John M. Londono
(Toda las citas bíblicas han sido tomadas de La Biblia de Las Américas LBLA, 1997 Lockman Foundation. Usadas con permiso )
En todos los grupos religiosos cristianos hay cristianos genuinos y quienes no lo son.
Si se preguntara a cualquier cristiano si esta aseveración es cierta o no, su respuesta, si respondiera honestamente, debería ser que es cierta. En todos los grupos religiosos por más que se esfuercen por mantenerlo limpio, siempre hay personas que comenten males ocultamente, pero que a la vista de las demás personas es un "cristiano ejemplar". Esa es una realidad que no se puede negar.
Pero el tema de este articulo va mas allá del simple modo ejemplar de vivir que conlleva el ser un cristiano genuino.
Independiente de su religión (llámese grupo, organización, secta, comunidad, iglesia, etc) usted como persona que cree en Jesucristo como su salvador y que quiere ser su seguidor e imitar su ejemplo, es decir, que quiere ser un cristiano genuino debería considerar seriamente algunos de los puntos que expondremos a continuación.
La lealtad al Padre y a Su Hijo
Hay una ley inquebrantable para todo Cristiano genuino:
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza" ( Luc. 10:27; Mar. 12:30).
En este punto, prácticamente todos los cristianos del mundo estamos de acuerdo. Es el principio básico de ser un cristiano genuino. Pero además hay un principio de igual importancia que este:
"Porque ni aun el padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo, para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió" (Juan. 5:22,23).
Honran al Padre y al Hijo de la misma manera es otro requisito indispensable para ser un cristiano genuino. Puede que algunas religiones enseñen que Jesús no debe recibir la misma honra que el Padre, contradiciendo la Biblia. Hay otras que confunden a Jesús con el Padre, y hay otras que ni siquiera creen en Jesús. Pero lo cierto es que la Biblia enseña de manera sencilla e inequívoca que tanto el Padre como el Hijo reciben la misma honra. El mismo Jesucristo fue quien lo dijo y eso es suficiente para invalidar cualquier otro pensamiento u opinión que algún ser humano quiera adicionar o modificar.
Muchos cristianos han caído en el error o en el engaño religioso de confundir la lealtad al Padre y al Hijo con la lealtad a su grupo religioso. Se ha dado el caso durante toda la historia cristiana que los lideres religiosos imponen normas y requisitos a los miembros de sus iglesias o grupos. Estas normas deben ser obedecidas plenamente so pena de recibir la excomunión o expulsión o so pena de ser considerado un apóstata o hereje. Lo triste es que la gran mayoría de esas normas son el producto de la interpretación personal o grupal de lo que dice la Biblia. En sí, la interpretación personal no tiene nada de malo, cada cual tiene ese derecho. Pero cuando las interpretaciones se imponen como normas, se empieza a poner a prueba al cristiano genuino entre la lealtad al Padre y al Hijo y la lealtad a su grupo religioso.
Una cosa es muy clara en la Biblia respecto a las interpretaciones personales de la Biblia impuestas como normas. El Señor Jesucristo respecto a esto dijo.
" en vano me rinden culto, enseñando como doctrinas preceptos de hombres" (Mat. 15:9).
También dijo respecto a los lideres religiosos que imponían normas y doctrinas:
"Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un solo dedo quieren moverlas" (Mat. 23:4 ).
Todos los cristianos pueden observar esto en sus propios grupos religiosos o iglesias. Quienes dirigen y regulan, son los que menos realizan las labores difíciles, escudados en que no tienen tiempo y que tienen otras cosas más importantes para hacer.
Lo interesante es que Jesús fue una persona que vivía entre sus discípulos y hablaba con todos ellos, se mezclaba con ellos. Hoy difícilmente a los lideres prominentes de las iglesias se les ve reuniéndose con sus adeptos, mezclándose con ellos, etc. Siempre están en lugares lujosos, donde es necesario pedir citas con mucha antelación para visitarlos, y eso si es que se le permite tratarlos. Incluso en muchas religiones, los cristianos ni siquiera conocen los nombres de las personas que los dirigen. Aun así siguen al pie de la letra todas sus normas que son como "cargas que no quieren moverlas" o cambiarlas, dogmas de fe, leyes y requisitos exigidos por ellos para ser un miembro en buena condición de dicho grupo.
Pero a los cristianos genuinos, Jesucristo nos anima a esto:
"Venid a mi, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas" (Mat. 11:28,29 ).
Cristo nos ha librado de preceptos, normas y leyes creadas por los lideres religiosos.
Pablo dijo respecto a lo que debería hacer un cristiano genuino en cuanto a seguir una ley impuesta por una persona, cuando tal ley no esta en armonía con lo que uno cree o entiende:
" La fe que tu tienes, tenla conforme a tu propia convicción delante de Dios. Dichoso el que no se condena así mismo en lo que aprueba" (Rom. 14:22).
Aquí se nos anima a tener una fe conformada a nuestra propia convicción y no a lo que otros pudieran influenciarnos o inducirnos a creer. Al fin y al cabo como dijo el mismo apóstol Pablo:
"cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de si mismo". (Rom. 14:12)
Por eso todo cristiano genuino debería pensar seriamente si su lealtad para con El Padre y El Hijo esta por encima de la lealtad a una persona o un grupo de personas o una organización, grupo, iglesia, comunidad, etc.
Para poner un ejemplo práctico de la lealtad al Padre y al Hijo, considere el caso, en que usted se viera sometido a cierta presión por cumplir una norma de su grupo religioso que supuestamente se basa en la Biblia. Usted puede que piense que esa norma es de parte de Dios, ya que según le han enseñado esta escrita claramente en la Biblia. Y usted se esfuerza por ser un cristiano genuino manteniéndose firme ante tal presión, convencido de que es una prueba de su lealtad al Padre y al Hijo. Pero, esta usted convencido en si mismo que esa es una norma de Dios?. Podría usted probar con la Biblia que esa norma esta explícitamente escrita en la Biblia?. Algunos pudieran pensar y razonar que la Biblia no da muchas normas específicas y por lo tanto sería inútil ir a buscar en ella tal norma. Pudieran pensar que es un principio bíblico lo que involucra la norma que ellos se esfuerzan por cumplir. Pero aquí esta el meollo del asunto, pudiera usted mismo, por su propia lectura de la Biblia haber llegado a esa misma conclusión y convicción que tiene ahora sobre dicha norma? o, mas bien pudiera haber sido inducido a creerla y "verla" en la Biblia, cuando en realidad sea posible que no sea ese el caso?.
Por ejemplo, supongamos que usted necesita un transplante de un órgano porque su vida depende de ello. Qué tal si su grupo religioso le dijera que aceptar un órgano de otro ser humano para ser transplantado es una violación al mandato que Dios le dio a Noé sobre abstenerse de comer carne con su sangre y que pudiera considerarse canibalismo?. Según Génesis 9:4 esta prohibido comer carne con su sangre para el ser humano. Si su grupo religioso dice que un transplante es una forma de introducir en su cuerpo "carne con su sangre" , ya que el órgano que va a ser transplantado tiene muchisima cantidad de sangre internamente, e introducirla en su cuerpo sería una violación a ese principio divino, aceptaría usted un transplante, o se mantendría firme y no lo aceptaría para mantenerse leal al Padre y al Hijo?
que respondería usted?, cree usted que un transplante de órganos es una violación a esa norma de Dios?. Muchos pueden opinar que si, otros que no, pero de seguro la gran mayoría se inclinarán a aceptar la posición que su grupo religioso haya adoptado respecto a ese tema y si es afirmativa esa postura, quizá muchos hasta den su vida por permanecer aparentemente leales al Padre y al Hijo.
Pero surge la pregunta: Es esto en realidad una prueba de lealtad al Padre y al Hijo? o es una prueba de lealtad a un grupo religioso?. Qué opinaría usted, si se le dijera que con el tiempo esa norma puede cambiar y ahora los líderes religiosos digan que se puede aceptar un transplante de órgano y que eso no viola ningún principio divino?. Ahora las razones y bases bíblicas que se sostenían tan fuertemente anteriormente, ya no son válidas y se deja a conciencia o decisión personal. Ha sucedido esto en la realidad?. Sí en efecto, el grupo denominado los Testigos de Jehová prohibió a sus miembros cristianos por más de una década el transplante de órganos por considerarlo una violación a la ley divina.
Independientemente del grupo religioso al que usted pertenezca, pregúntese: cuántas normas como esta pueden existir en su grupo y que en realidad no son normas divinas sino mas bien, interpretaciones personales de la Biblia impuestas como normas?. Como se comentó anteriormente, cualquier interpretación personal de la Biblia impuesta como una norma va en contra de la adoración pura y la lealtad al Padre y al Hijo ( Mat. 15:9).
Este es sólo un ejemplo de muchisimos que se podrían citar respecto de la confusión que existe entre muchos cristianos sobre la Lealtad al Padre y al Hijo y la lealtad a su grupo religioso.
En resumen, la lealtad al Padre y al hijo se basa en lo que uno personalmente, sin influencias externas, entienda y crea que debe hacer basado en su propia conciencia. El texto de Romanos 14:22 citado anteriormente es la clave para ello. Otros textos también pueden ayudar a entender la lealtad al Padre y al hijo ( 1. Cor,10:25-33; Romanos Cap 14).
El amor al prójimo
Es bien conocido que el amor a Dios debe estar por encima de todas las demás cosas como el mismo Jesucristo lo expresó ( Marcos 12:29,30). Pero además de amar a Dios, es imprescindible amar al prójimo como complemento a ese mandamiento ( Marcos 12:31). Por eso el Apóstol Juan acertadamente condensó estos dos mandamientos en una expresión:
"El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor" (1 Juan 4:8).
Y Pablo también lo recalco en el capítulo 13 de 1 Corintios que se resumen en una expresión "si no tengo amor, nada soy".
Muchos cristianos no diferencian el verdadero amor que se debe tener hacia el prójimo. Esto es debido, no a que no quieran demostrar dicho amor, sino que han sido influenciados por los líderes de su grupo religioso para que ese amor no fluya espontáneamente. Es cierto que en la gran mayoría de las religiones y grupos cristianos se anima a amar a los demás y se dan sermones y discursos muy lindos y elocuentes sobre el tema. Pero a la hora de poner en la práctica esos principios, la cuestión se cambia.
A muchos cristianos por ejemplo se les enseña que deben ayudar a todos, pero sobre todo a los de su misma fe, es decir, a los de su propia religión o grupo cristiano, pues según dicen, eso esta en la Biblia en Gálatas 6:10 :
"Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe".
El malinterpretar esas palabras ha llevado a muchos a discriminar la ayuda a ciertas personas cuando se ven en el dilema de ayudar a dos personas, una de su grupo religioso y otra que no lo es, estando las dos en la misma situación difícil.
Es eso en realidad lo que dice la Biblia?
Para entender mejor este asunto, veamos el ejemplo del mismo Jesucristo a la hora de tratar con personas que no eran judíos.
Por ejemplo, es cierto que cuando una mujer Cananea se le acercó para pedirle ayuda, Jesucristo le respondió de una manera que podría a primera vista interpretarse como un rechazo o discriminación, incluso en primera instancia ni le contestó a su ruego ( Mateo 15:22-28). Pero en realidad lo que Jesús hizo fue probar su fe, pues al final le sucedió "tal como ella deseaba" debido a la gran fe que ella tenía en Jesús.
Y que Jesús tenía el mismo sentimiento de amor hacia todo tipo de personas lo muestra la ocasión en que diez leprosos fueron a rogarle por su curación. Uno de ellos eran samaritano, un pueblo al que los judíos tenían prohibido tener trato o hablarles lo mismo que a cualquier otro pueblo extranjero (Juan 4:9; Hechos 10:28). Jesús sanó por igual a los judíos y al samaritano y coincidencialmente éste último fue el único que se devolvió a agradecerle, demostrando que a veces son más agradecidas las personas extrañas al grupo religioso que los miembros de su mismo grupo (Lucas 17:11-19 ).
El amor al prójimo debe estar por encima de cualquier prejuicio, sea religioso, político, racial, étnico, social, etc.
En muchas ocasiones la amistad, el amor fraternal y filial, se ven afectados por normas impuestas por un grupo religioso. Tales normas separatistas de hogares y amistades se dice que se basan en la Biblia, pero en realidad están muy alejadas de lo que verdaderamente se dice en ella y del verdadero espíritu cristiano.
Para poner un ejemplo concreto, veamos el caso de los Testigos de Jehová, que rechazan a los miembros que han sido expulsados de su grupo por cometer un mal, o a los que se retiran voluntariamente del grupo.
En realidad el problema de no mostrar amor al prójimo no radica en los cristianos sencillos que conforman las filas de los Testigos, sino en las normas impuestas por sus líderes religiosos y que se basan según ellos en la Biblia.
Promueve la Biblia un rechazo total a la persona que practica el pecado, o peor aún hacia aquellas personas que simplemente no quieren pertenecer mas a ese grupo?
Vamos a analizar en detalle el caso de los cristianos de Corinto del primer siglo. Allí existía una serie de problemas graves tanto de tipo moral como de relación entre los cristianos y sobre todo de respeto a la Cena del Señor.
Uno de los textos más usados por los Testigos de Jehová para sustentar su rechazo total de asociación con personas que han sido expulsadas de su grupo, es el capítulo 5 de 1 Corintios, sobre todo los versículos 11 y 13 que dicen:
"Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni siquiera comáis ."
"Pero Dios juzga a los que están fuera. Expulsad de entre vosotros al malvado".
Estos versículos les han dado la autoridad a los líderes religiosos de los Testigos de Jehová, para expulsar y rechazar totalmente a los miembros de ese grupo que cometen o practican pecados graves.
Es en verdad eso lo que dicen estos versículos?, es verdad que hay que rechazar totalmente a los cristianos pecadores y ni siquiera "comer" con ellos?
Los Testigos de Jehová le han dado una interpretación tan radical a éstos textos, que miles de hogares y amistades de toda la vida se han venido a pique en cuestión de minutos.
Sin embargo un análisis detenido de esos versículos muestran otra situación muy diferente de lo que aparentan decir.
Merece la pena uno preguntarse, si ése fue el sentido con que lo escribió Pablo, y más aún, si refleja el espíritu cristiano mediante el ejemplo perfecto dado por Jesucristo. Como se comentó anteriormente, Jesucristo no discriminó a nadie por ninguna razón o motivo, aún si se trataba de hermanos espirituales Suyos que eran pecadores.
El caso más patético, se encuentra en el trato de Jesús con los fariseos, quienes se creían los mas justos y merecedores de la vida eterna mucho más que el resto de sus hermanos judíos. Llegaron a tal punto de llamar "malditos" a sus propios hermanos judíos (Juan 7:49). Eran además lo que se denominaría "anticristos" porque no reconocieron a Jesús como el Mesías, como el Hijo de Dios (Mateo 26:63-65; Juan 10:24-39; 15:22-24).
A pesar de todas estas situaciones y pecados que cometían los fariseos, Jesús "comió" con ellos en varias ocasiones ( Mateo 9:10-13; Marcos 7:1-3;Lucas 7:36;11:37;14:1). Los fariseos eran judíos por naturaleza y por lo tanto eran considerados hermanos espirituales de Jesús. Por qué comió Jesús con ellos en tantas ocasiones sin importarle qué tantos pecados o injusticias cometían los fariseos?. La respuesta es clara, porque el hecho de que una persona cristiana cometa males o practique el pecado, no es motivo para rechazarla totalmente. Es interesante notar que Jesús nunca partió el pan en la presencia de fariseos de la misma manera que lo hacía cuando estaba con sus discípulos. Esto demuestra que para Jesús la relación con sus discípulos era diferente a la que tenía con su hermanos espirituales fariseos y recaudadores de impuestos. Por el mero hecho de ellos cometer pecados Jesús no los rechazó totalmente, pero no tuvo un trato íntimo y no compartía en sentido espiritual con ellos.
Por lo tanto, merece la pena uno preguntarse si la situación iría a cambiar luego? y el mismo ejemplo dado por Jesucristo a este respecto pudiera ser invalidado?. Difícilmente pudiera uno concluir esto, pues el mismo Jesucristo se le manifestó personalmente a Pablo, por lo que es de esperar que Pablo conociera bien la actitud de Cristo en estos temas.
Entonces, qué quiso decir Pablo con las palabras citadas anteriormente respecto al trato con las personas que llamándose hermanos cristianos practican el pecado?. Hay motivos bíblicos para rechazarlos totalmente y cortar de raíz toda relación con esas personas?. La respuesta categórica, según la Biblia, es No!.
Las palabras de Pablo tienen otro significado del que los Testigos de Jehová le dan.
Para empezar la expresión usada por Pablo en ese versículo (1 Cor 5:11), "andar en compañía de" (LBLA), "envolverse con" (RV) "mezclarse en compañía de" (TNM) y así por el estilo, denota una relación muy estrecha en el idioma griego original. La Palabra griega " sunanamignumi" que se encuentra en esos versículos, quiere decir literalmente:
"mezclarse juntos", "mantener compañía con", "intimar con"
Esta palabra viene de dos raíces:
"mignumi " que significa literalmente "entremezclarse"
y de la preposición "sun" que significa literalmente "con"
además existe una palabra sinónima de ella y que se puede usar indistintamente, denominada en griego "keramos" que significa "arcilla" o "cualquier cosa hecha de arcilla". Esta palabra expresa la idea de "mezclar arcilla con agua" para hacer objeto de arcilla y en el sentido estrictamente literal significa mezclar químicamente dos componentes para formar uno nuevo.
Estas dos palabras denotan y dan la idea de una relación muy estrecha, íntima y permanente entre dos personas.
De otro lado, existe otra palabra griega, "sugkoinonos" que significa literalmente "juntar" "participar con otros en algo","compañero unido", "socio, camarada", etc., que se usa por ejemplo en Revelación 1:9.
Si Pablo estuviera refiriéndose a no mantener ni el más mínimo trato con una persona pecadora, debería haber usado la expresión "sugkoinonos" que es mucho más restrictiva que " sunanamignumi", ya que "sugkoinonos" ni siquiera permitiría el "andar juntos" , "andar en compañía de " o "participar" con esa persona en algo. Por el contrario "sunanamignumi ", se refiere a tener un trato "intimo" y permanente como si se tratase de una sola persona.
Basados en esta evidencia lingüística, cabe preguntarse, quiso decir Pablo con la expresión " mezclarse en compañía de" ( "sunanamignumi"), que los cristianos no nos deberíamos ni siquiera "juntar" o "andar en compañía" ("sugkoinonos ") con un cristiano que practica el pecado? o mas bien quiso decir que no tuviéramos un trato "intimo", es decir, estrecho y permanente con esa persona?. Al parecer esto último fue lo que quiso decir Pablo, y sobre todo no "mezclarse" en cuanto a la adoración o en sentido espiritual. Ciertamente un cristiano genuino no debería participar en actos de adoración (tales como lectura de la Biblia, conmemorar la cena del Señor, oración, etc.) con una persona que practica el pecado trátese de quien se trate.
Los testigos de Jehová reconocen que en esos versículos el peso se da a la relación espiritual o adoración, tanto así, que permiten un trato "normal" a los miembros de primer grado de consanguinidad (padres o hijos, esposo(a)) con el malhechor , no siendo así el caso con otros miembros de la familia (hermanos, abuelos, tíos, primos, etc) o amigos y conocidos.
Una pregunta para analizar es, dónde dice la Biblia que el trato de un malhechor se pueda restringir a los miembros de primer grado de consanguinidad sin afectar su relación social, mientras que con otros miembros de la familia o amigos si se restrinja dicho trato?. No hay un tan solo texto en la Biblia que hable de tal norma. Si fuera el caso en que se fueran a tomar las palabras de Pablo como las usan los Testigos de Jehová, tendría que aplicarse a todas las personas sin discriminación, ya que no hay base bíblica para permitir tener un trato con unos y otro con los demás, y la lealtad a Dios estaría por encima de lazos familiares y de cualquier otro tipo por que Dios no es parcial! ( Hechos 10:34 ). Además entonces, podríamos suponer, que tendríamos base bíblica para "mezclarnos" e "intimar" con personas que no son cristianas o que no pertenecen al grupo, aun si fueran pecadores impenitentes y practicaran cualquier clase de mal de los que menciona Pablo, y aun asi no tendríamos ningun problema,. Podriamos tener una "estrecha" e "íntima" relación con esas personas y aún así estaríamos bien vistos en la congregación, porque Pablo dice que el no se refiere a las personas "inmorales de este mundo" con los cuales nos podríamos "mezclar" libremente, sino que se refiere a los que "llamándose hermanos" practicaran tales cosas. Si fueramos a a aplicar literalmente esas palabras de Pablo, esa sería la situación. Pero ese no es el caso.
Para una mejor comprensión de ese asunto, es bueno saber que esta palabra griega "sunanamignumi" también aparece en 2 Tesalonicences 3:14,15:
" Y si alguno no obedece nuestra enseñanza en esta carta, señalad al tal y no os asociéis (sunanamignumi ) con el, para que se avergüence. Y sin embargo, no lo tengáis como enemigo, sino amonestadle como a un hermano"
Esta carta fué escrita cuatro años antes que 1 Corintios!. Por lo tanto es de suponerse que los corintios también se deberían haber regido por el mismo principio expuesto aqui. Por eso Pablo les dice inicialmente a los corintios que el había escrito una carta antes hablando del mismo asunto, evidentemente refiriéndose a la 2 carta a los Tesalonicenses, pues es bien sabido que esas cartas circulaban por todas la congregaciones y no solo a la que fue dirigida inicialmente (1 Cor. 5:9.11).
Es claro que el no asociarse ( "sunanamignumi") con una persona impenitente o desobediente a la enseñanza de Cristo, no implica el rechazo total o ni siquiera dirigirle la palabra o comer con esa persona. Pablo aquí es muy claro en diferenciar y establecer el contraste entre la asociación espiritual y la asociación normal con los pecadores. El señalar al desobediente implicaba "no asociarse" con el en sentido espiritual según Pablo, pero el mismo explica y reconoce que no es nuestro enemigo y que no hay necesidad de rechazarlo totalmente, hasta el punto de cortar de raíz toda relación con esa persona.
De todas formas, las palabras de Pablo son muy claras cuando se miran a la luz de toda la evidencia bíblica, y sobre todo del ejemplo de Jesucristo que debemos seguir con atención (1 Pedro 2:21).
Qué hay de la expresión "con ese ni siquiera comáis" ?. Estaba Pablo refiriéndose a una comida normal?, a una ocasión en que se pudiera dar el caso en que uno que practica el pecado este comiendo junto con nosotros?.
Para responder a esta pregunta es bueno pensar un poco, en lo que representaban las comidas para los primeros cristianos.
En muchas ocasiones Jesucristo mismo compartió comidas con sus discípulos, en las que seguramente partió el pan de la misma manera que lo hizo en la última cena, pero sin mencionar el significado que pudieran llegar a tener el pan y el vino en el futuro (Mat 9:10, 26:7; Mar 2:15; Luc 7:37,14:15, 24:30-31; Juan 12:2).
Según se puede ver en los relatos bíblicos, el "partir el pan" de la misma manera que lo hizo el Señor Jesús en la ultima cena, era algo que acostumbraba a hacer con sus discípulos allegados desde antes durante comidas que tenían. Bien hubieran podido ser ocasiones en las que El bendijo el pan lo partió y lo dio a los discípulos y aprovechó para instruirlos en sentido espiritual. Por lo tanto es de esperarse que cuando Pablo menciona que " ni siquiera comáis" con esa persona que practica el pecado se estaba refiriendo a una asociación espiritual. La conmemoración de la Cena del Señor era una de las ocasiones más gozosas que debieron experimentar los primeros cristianos, y hay mucha posibilidad de creer en que en la gran mayoría de ocasiones que se reunían los cristianos para tener una comida, celebraban conjuntamente la Cena del Señor ( Hechos 2:42, 20:7,1 Cor 10:16). Es muy probable que Pablo se estuviera refiriendo aquí a "no comer" la cena del Señor con esa persona, es decir, a no tener trato espiritual, trátese de la persona que sea, bien sea el padre, el hijo, esposa, hermano, amigo, etc. Es curioso que los Testigos de Jehová reconocen este hecho, pero como se dijo antes, también lo aplican a la relación social.
La relación social en ningún momento se debería ver afectada total y radicalmente porque una persona practica el pecado. Se entiende que uno no va a tener un "trato íntimo" ("sunanamignumi ") con esa persona pero no hay base bíblica para no estar "en compañía" ("sugkoinonos") de ella. De todas formas esa debería ser una decisión personal para un cristiano genuino. Lo que si debería uno repudiar es el pecado y la actitud pecaminosa de la persona, pero no a ella como persona o ser humano. Si alguien decidiera en conciencia rechazar a esa persona porque quizá, ella lo esté induciendo a practicar el pecado, o la considere una mala compañía, eso sería otro asunto, y de todos modos, sigue siendo una decisión personal.
El mejor ejemplo de esto, como ya se dijo fue Jesucristo. Aunque tuvo trato y comió con sus hermanos espirituales judíos, tales como fariseos, recaudadores de impuestos, prostitutas, etc, que eran pecadores, Jesucristo los denunció y condenó sus practicas, pero nunca se le vio compartiendo con ellos una cena de las que acostumbraba tener con sus discípulos, donde seguro partía el pan y lo bendecía. Es posible que en las ocasiones en que estaba comiendo con sus discípulos y llegaron los fariseos a interrumpirle, hubiera cambiado de tema o no hubiera seguido comiendo de la manera que lo estaba haciendo cuando esta con sus discípulos solamente (Mateo 9:10,11 ).
Si se presentaran problemas entre las personas de un grupo religioso cristiano, Jesucristo recomendó tratar el asunto privadamente. En el caso que el pecador u ofensor no escuchara a uno y ni siquiera a la congregación, sería tratado como un recaudador de impuestos o un gentil, es decir, como alguien con quien no se tendría trato espiritual, pero en ningún momento el trato personal quedaría completamente cerrado, ya que el mismo Jesucristo se asociaba con gentiles y recaudadores de impuestos (Mateo 5:22-25;18:15-17)
Si este es el caso con una persona cristiana que deliberadamente practica el pecado, la situación debería ser mucho menos problemática para con quien sencillamente decide retirarse del grupo religioso de los Testigos de Jehová, porque ya no cree en sus enseñanzas pero aún cree en la enseñanza de Cristo. Sin embargo, los líderes religiosos de ese grupo han puesto una cantidad de normas antibíblicas que invalidan las palabras de Jesús y de los apóstoles escritas en la Biblia. Por ejemplo, el término apostasía ha sido totalmente cambiado y en un manual secreto al que sólo tienen acceso los pastores o "ancianos" de las congregaciones de los Testigos de Jehová se dice lo siguiente:
"Personas que deliberadamente esparcen (se adhieren obstinadamente a, y hablan de) enseñanzas contrarias a la verdad bíblica como la enseñan los testigos de Jehová son apóstatas ." (Libro ""Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño"
" (ks-91S), unidad 5a) (subrayado para énfasis).
Resulta inconcebible pensar que personas humanas se tomen el derecho de declarar quién es un apóstata según su propio criterio y sobre todo, cambiar las palabras escritas en la Biblia para que se adapten a sus enseñanzas. Hay centenares de "enseñanzas bíblicas como las enseñan los testigos de Jehová" y han enseñado que son antibíblicas y que ellos mismos han tenido que rectificar o remover a través del tiempo (las vacunaciones, los transplantes de órganos, las transfusiones de sangre, el servicio civil, la resurrección en determinadas fechas, la venida de Cristo de muchas fechas distintas, etc, etc), y aún así, tienen la osadía de cambiar la definición bíblica de apostasía para que sólo se ajuste a sus enseñanzas bíblicas!. Si fueran a aplicar sus propias palabras, literalmente ellos serían apóstatas!, víctimas de su propio invento!.
Por el mero hecho de una persona alejarse de una religión no se le puede catalogar en la categoría de apóstata, máxime si ese separarse ha sido el fruto de descubrir falsedad en la religión a la que pertenece y por amor a la verdad y a Cristo ha decidido terminar su pertenencia al grupo, y aún permanece en la enseñanza de Cristo.
En la Biblia se expresa muy claramente la definición de un apóstata:
"Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo. Si alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza (la de Cristo), no le recibáis en casa, ni le saludéis, pues el que le saluda participa de sus malas obras" ( 2 Juan 9-11)
(subrayado y paréntesis adicionados para énfasis)
Es bien sabido que el apóstata o anticristo es el que "se desvía de la enseñanza de Cristo" y no de la enseñanza particular de una religión . A esos fue los que el Apóstol Juan se refirió y que ni siquiera les deberíamos saludar muy afectuosa o amigablemente.
Respecto a la expresión "ni le saludéis", Ray Franz, un ex- miembro del cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová, ha escrito de manera muy clara y contundente lo equivocados que están los Testigos de Jehová respecto al trato con personas que se desasocian de su grupo. Aqui hay parte de lo escrito por R. Franz respecto al saludar a un desasociado:
"Notemos el tratamiento de la palabra “saludo” que se encuentra en ese texto tal como fue presentado en la página 31 de La Atalaya del 15 de Julio de 1985:
Juan añadió: “Porque el que le dice un saludo es partícipe en sus obras inicuas” (2 Juan 11). Juan usa aquí la palabra griega que se usaba para saludar, khairo, en vez de la palabra aspázomai, que se halla en el versículo 13.
Khairo quería decir regocijarse (Lucas 10:20; Filipenses 3:1; 4:4). Esta también se utilizaba en forma de saludo, hablado o escrito (Mateo 28:9; Hechos 15:23; 23:26). Aspázomai quería decir “estrechar entre los brazos, es decir saludar, dar la bienvenida” (Lucas 11:43; Hechos 20:1, 37; 21:7, 19). Cualquiera de estas palabras podría representar un saludo, pero aspázomai probablemente haya querido decir más que un cortés “hola” o “buenos días”. Jesús dijo a los 70 discípulos que no aspásesthe a nadie. Así mostró que la obra urgente que ellos tenían que efectuar no les permitiría disponer del tiempo para saludar de la manera que se acostumbraba en el Oriente, a saber, con besos, abrazos y conversación extensa (Lucas 10:4). Pedro y Pablo instaron lo siguiente: ‘Salúdense [aspásasthe] los unos a los otros con un beso de amor, o un beso santo’. (1 Pedro 5:14; 2 Corintios 13:12, 13; 1 Tesalonicenses 5:26.)
Por lo tanto, Juan probablemente usó a propósito la palabra khairo en 2 Juan 10, 11 en vez de aspázomai (versículo 13). Si así es, entonces Juan no estaba instando a los cristianos a que sencillamente evitaran el saludar afectuosamente (con abrazos, besos y conversación) a alguien que enseñara falsedad o que hubiera renunciado a la congregación (o hubiera apostatado). Más bien, Juan estaba diciendo que no deberían ni siquiera saludar a tal individuo mediante un khairo, un común “buenos días”.
Quienquiera que sea el autor de ese material (repetido en La Atalaya del 15 de Abril de 1988), evidentemente pasa por alto o ignora el relato de Lucas 1: 28, 29. La Atalaya se empeña en atribuir al término aspazomai un saludo especialmente efusivo que sobrepasa por mucho al de la palabra utilizada en la segunda carta de Juan, khairo. Eso le permite decir que khairo, al expresar menos “calor” que aspazomai se referiría al saludo más cotidiano, más superficial como un simple “Hola”. Sobre esa base se permitirían reglamentar todo tipo de comunicación hablada con los expulsados. Sin embargo, en el relato de Lucas podemos leer lo siguiente con respecto a la visita del ángel de Dios a María:
Y entrando el ángel donde ella estaba, dijo: ¡Salve [griego khaire], muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué saludo [griego aspasmos] sería este.
Obviamente los dos términos son usados aqui de manera intercambiable. María aplica el término aspasmos a la palabra khaire pronunciada por el ángel. No hizo eso porque el ángel se hubiera, según definición de La Atalaya, echado en sus brazos o la besara, ni se había envuelto en una “conversación larga” con ella. Ella no se refiere a un abrazo o un beso, sino a sus “palabras”.
La Atalaya no solamente cae en ese error, sino que además no reconoce que el verbo griego khairein utilizado por Juan no se refiere a algo semejante a un simple “Hola”. No es menos “cálido” que el otro término griego tratado. Muy al contrario, el término khairein significa literalmente “estar regocijándose” y se corresponde con el término hebreo shalom, que significa “la paz sea contigo”. Se utilizaba para expresar, no un mero saludo habitual, sino como muestra de especial interés y aceptación personal o social, incluso como reconocimiento de autoridad. De acuerdo con eso, algunas traducciones vierten el término más que como un simple saludo, como una “bienvenida”. Entendiendo bien el significado de las palabras de Juan, una traducción las vierte así:
No le den la bienvenida en su casa; ni siquiera le digan, “La paz sea contigo” [De ninguna manera lo encomien, Living Bible]. Porque todo el que le desea paz se hace partícipe de las cosas malas que hace.
Claramente, pues, lo que el cristiano niega a un anticristo no es un saludo rutinario como “hola” o “cómo estás”, sino aquello que supone aceptación y acuerdo con su persona o causa, deseándole favor y éxito. Darle una “bienvenida” de esa clase supondría hacerse “partícipe de sus obras inicuas”. Por el contrario, el hablar simplemente a una persona no implica en sí mismo aceptación, acuerdo o favor. Es determinante lo que uno dice. Ciertamente uno no se hace partícipe de lo malo que esa persona lleva a cabo, si procura contradecirlo o señalarle sus erróneos puntos de vista, convenciéndole de lo erróneo de su proceder. Muy al contrario, las Escrituras muestran que eso puede ser un deber cristiano." (In search of christian freedom (En busca de la Libertad Cristiana), R. Franz, 1992. p. 340,341).
Los testigos de Jehová, es decir, los cristianos sencillos que hay en esa religión han sido engañados y tristemente tienen actitudes antibíblicas hacia sus propios compañeros de grupo, a los que se han retirado del grupo y en general hacia el prójimo en general, tildando de "mundano" a todo aquel que no pertenece al grupo o que no se reúne con ellos.
Jesucristo explicó y advirtió del peligro de hablar mal de un hermano cristiano o tratarlo mal (Mateo 5:22 ).
El amor al prójimo en los cristianos Testigos de Jehová ha sido obliterado por las normas antibíblicas impuestas por sus líderes religiosos.
Jesús dijo unas palabras verdaderamente hermosas y muy significativas:
"Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen para que seáis hijos de vuestro Padre que esta en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman , qué recompensa tenéis? No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, qué hacéis mas que otros?. No hacen también lo mismo los gentiles?" ( Mateo 5:44-48)
Ese debe ser el comportamiento de un cristiano genuino. La relación personal con El Padre y el Hijo es algo por lo cual cada uno deberá responder. Si personalmente alguien en conciencia decide no "mezclarse" o no "juntarse" con un pecador impenitente, esa es su decisión personal hecha de acuerdo a su propia fe y convicción y tampoco se le debería criticar por ello (Rom. 14:22; 1 Cor. 10:29). Lo mismo sería el caso con alguien que optara por hacer lo contrario y optara por hablar a la persona pecadora. Las personas que niegan a Cristo, son personas que deberíamos tratar lo menos posible y evitar su influencia, y sobre todo no hablar acerca de temas espirituales con ellos, a no ser que sea para aconsejarlos o mostrarles la verdad acerca del Cristo. Aún así deberíamos amarlos y ayudarles en caso de que tengan alguna necesidad y esté en nuestras manos hacerlo.
El Amor por la verdad
Que es la verdad? esa fue una pregunta que Pilatos le hizo a Jesús y a la cual no recibió ninguna respuesta ( Juan 18:38).
Y Pilatos no recibió respuesta porque justo antes el mismo Jesucristo se la había dado (Juan 18:37).
La verdad es Jesucristo mismo! (Juan 14:6).
Todo lo que habló Jesús fue verdad. Por eso se le puede llamar "la verdad". Muchas personas, sobre todo los lideres religiosos de grupos cristianos, han cambiado las palabras de Jesús, otros han tomado o usurpado su posición como mediador y otros han cambiado la verdadera naturaleza de Cristo o de "la verdad".
Para un cristiano genuino la búsqueda de la verdad de las cosas, debería ser sinónimo de la búsqueda de Cristo, es decir, de acercarse cada día más a El y de conocerlo mejor, mediante su vivencia personal del cristianismo.
Todas las religiones cristianas tienen algo de verdad y algo de mentira en sus creencias, dogmas y normas. El objetivo de un cristiano genuino en este aspecto debería ser defender la verdad por encima de todo y buscarla a costa de cualquier precio.
El temor al hombre, al rechazo y a la discriminación ha hecho que muchos cristianos genuinos se sientan incapacitados para actuar y defender el amor a la verdad. Pero el amor a la verdad debería tener un puesto preponderante en nuestra vida, ya que con ello traeríamos honra al Padre y al Hijo y sobre todo, esa adoración sería acepta al Padre (Juan 4:23,24).
Por eso, el hecho de saber que algo que se enseña en su grupo religioso como un dogma de fe no es bíblico, y por el contrario contradice lo que en la Biblia esta escrito, es motivo suficiente para indagar más acerca del asunto y luego tomar su propia decisión.
Para muchos cristianos, el problema es aún más delicado. Tienen miedo a buscar la verdad de las cosas y le temen a darse cuenta o reconocer que en su religión los están engañando. No aceptan la evidencia y mucho menos quieren emprender una búsqueda personal de la verdad.
Pero el cristiano genuino confía plenamente en El Padre y el Hijo, y sabe que puede contar con su ayuda siempre, además que mediante el Espíritu Santo, se podrá conocer la verdad ( Juan 8:32;14:16.17;16:13).
Es un reto para el cristiano genuino defender la verdad y buscarla a toda costa. Además es un requisito indispensable para ser libres!
Animo a todos a que piensen un poco en estas líneas escritas aquí. Tenemos un legado maravilloso, como el poder llegar a ser cristianos genuinos, pero es un reto. Un reto que debemos aceptar y afrontar con toda madurez.
Adelante en este camino que conduce a la vida Eterna
Con Agape
John ML.
http://www.geocities.com/johnmakl/reto-cristiano.html