3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

28 Febrero 1999
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“1 El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. 2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.

El inicio y el final de esta breve carta mucho nos recuerdan a la segunda epístola.
La presentación de sí mismo que hace Juan, muestra no solamente a un hombre viejo, sino a quien desde un principio funcionaba en la iglesia en Jerusalem junto a los demás apóstoles y hermanos, aunque era uno de los más jóvenes entre ellos. Aunque la forma griega del término admite la castellana “presbítero”, todavía en el primer siglo no había degenerado en un título eclesiástico en grado jerárquico como fue siglos después. Más recientemente todavía, “presbiteriano” viene siendo usado como identificación denominacional. Al principio, no existían estas cosas.
Actualmente todos profesamos mucho amor a todos, y todos desconfían de la realidad e intensidad del tan mentado amor. Aquel complemento “en la verdad” es decisivo: así es como nos debemos amar y sabernos amados.

Seguidamente sigue el deseo del apóstol en cuanto a la prosperidad general, la salud física y la espiritual, aunque literalmente refiera a la mental o psíquica. Todos nos interesamos por la salud física unos de otros, pues preguntar por la otra podría resultar ofensivo. Sin embargo, aunque la insania del alma es más difícil de detectar y reconocer, muchas veces precede al deterioro físico, y de ahí los casos conocidos como psicosomáticos. En el cristiano, es posible y deseable vivir en comunión con Dios –“andar en la luz”-, sin contaminar el espíritu (2Co 7:1), pues la retención y encubrimiento del pecado inconfesado puede conducir a la enfermedad mental y luego física. Conocemos casos.
Lamentablemente el concepto de prosperidad que tiene el mundo ha pasado a las iglesias, de modo que se anuncie actualmente el “evangelio de la prosperidad”, con el que los predicadores siembran tales promesas en los oídos de los presentes que luego cosechan mejores ofrendas de sus bolsillos.
Es una óptima ocupación la de interesarnos por la prosperidad espiritual de los hermanos.
 
El gozo de oír de los que andan en la verdad

El gozo de oír de los que andan en la verdad

3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. 4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.

Dos repeticiones vuelven a recordarnos la epístola anterior: “verdad” y “andar”. Esto no es redundancia, pues cuando en la Biblia algo se reitera es porque Dios quiere llamarnos especialmente la atención. Conviene recordar que la “verdad”, a más de un concepto cierto de las cosas, es una referencia a la persona del Señor Jesucristo (quien también es la verdad) e indica también la veracidad y la realidad como experiencia auténtica de nuestro caminar cristiano. Asentir intelectualmente a la verdad es fácil; aplicarla en la conducta es algo más difícil pero no menos importante. Es tristemente común entre los cristianos esta dicotomía entre lo que confiesan y lo que practican.
Los que tenemos hijos naturales y espirituales que siguen fieles en la senda del Señor nos producen singular regocijo, porque comprobamos que cuanto en ellos fue sembrado sigue fructificando a mayor gloria de Dios.
También es siempre causa de regocijo cuando los hermanos dan testimonios semejantes, pues los que andan en la carne y no en el espíritu raramente confiesan alguna virtud de otros, sino que más prontos están a ventilar sus defectos, como si disminuyéndoles a ojos de otros crecieran ellos en estatura espiritual: este síndrome denota el cretinismo espiritual.
 
Re: 3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

Que la PAZ esté contigo Ricardo.

Ésta Epístola de Juan HABLA de la HOSPITALIDAD...
En el versículo 11, ESTÁ ESCRITO:
Carísimo, NO IMITES lo MALO, sino lo BUENO. El que OBRA BIEN ES DE DIOS; el que OBRA MAL NO ha VISTO A DIOS.

JESÚS ES EL EJEMPLO.

Que ÉL te Bendiga en todo momento. AMÉN.
 
Re: 3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

Ricardo, has dicho:
Asentir intelectualmente a la verdad es fácil…


Sin entrar en una discusión que nos va a llevar fuera de lo que aquí vamos a discutir y analizar – la carta de Juan – no puedo de todo estar de acuerdo con este comentario tuyo. No es – de facto – fácil asentir intelectualmente a la verdad y la muestra no solo vemos en este foro donde muchos se confiesan cristianos, otros fieles creyentes en la biblia (que han cambiado a su gusto incluso no solo a cuanto la interpretación sino de facto) y los que no son creyentes de ninguna religión y luego los que son creyentes en otra religión. La verdad vista de la óptica de ser UNA – es muy difícil de asentir intelectualmente.

El intelecto esta dependiente de factores que no son tan obvios para la “mera vista” y tienen su raíz a menudo en lo que se pueda clasificar (cuando dicho “a la ligera”) emoticones. Ósea que tienen un fondo emotivo y muy profundo e incluso “invisible” para no solo la persona indicada sino también para otros.

La biblia hace énfasis en que seamos – humildes. Ser humilde. La palabra humilde tiene per se conexión con la palabra: humillado. Ser humillado. Ahora la reacción/actuación de una persona humilde ante la humillación es diferente a la de una persona soberbia. Por tanto el resultado también. El humilde busca a ver su parte en lo que sucede y una respuesta más amplia y más diversificada donde el mismo es “una parte del problema”- y encuentra caminos de poder cambiar también su forma de ser, el soberbio busca culpables fuera de sí mismo y respuestas simples donde el no es parte del problema y por tanto no tiene que cambiar nada en sí mismo –sino los demás tienen que cambiar… el no.

Cuando vemos la pasión de Cristo vemos que una parte en ella – una gran parte de ella – es justamente la humillación. Personal y pública. Y el punto de interés para el que desea “andar como El anduvo” es saberse NO SER Cristo… no ser todo Dios y todo hombre y un ser YA perfecto sino verse como – si aun en la misma situación o posición dado que está en Camino junto a Cristo – también parte del problema.
Hacer una revisión personal profunda y pedir a Cristo por un corazón quebrantado. Pedir a Cristo luz para verse en toda la humildad, verse tal como uno es en su propia miseria personal. Ya que en Caminar junto a Cristo también está la tentación de saberse – elegido, saberse “llevado a parte” – y olvidarse de que “solo somos humanos”.
Por ello – eso pienso yo – hace Juan tanta énfasis en su primera carta en saber venir ante Cristo y CONFESARSE… confesar sus pecados y entonces Cristo sigue fiel.

Y cuando Cristo nos sigue fiel ya que somos fieles y HONESTOS de cómo somos y lo que somos también ante los demás donde siempre fallamos en amor hacia ellos – nosotros mismos podemos ser fieles a la verdad.

En Cristo
 
Re: 3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad.

Contrario a la 2da Carta de Juan, esta es especificamente dirigida a esta persona, aparentemente muy amado por Juan, sabedor de los meritos CRISTIANOS de su colaborador Gallo.


3Jn 1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

HERMANO, Dios prospere tu vida asi como lo hace con tu ESPIRITU.

3Jn 1:3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.

Mi gozo es infinito cuando recibi testimonio de tu CONDUCTA.

3Jn 1:4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.

Me sastisface saber que mis discipulos CAMINEN la Senda de Cristo que el mismo como maestro les indicara.
 
Comentarios a tres aportes

Comentarios a tres aportes

Apreciada Cátara: es tal como dices: la hospitalidad. Nosotros hemos disfrutado de ese doble privilegio de hospedar hermanos y ser hospedados por ellos. Las advertencias a precaverse de los abusos y peligros de la carta anterior no se corrigen con la prohibición a ejercer tal servicio.

Estimado Armando: La brevedad de tus sentencias resume la sustancia de estos versículos y ayuda a tener claro en la mente su mensaje.

Amada hermana en el Señor, Kungens Ester: Ya verás que no es tanto lo que discordamos, como a primera vista parece.
“Asentir intelectualmente” es un ejercicio que muchísimas veces he comprobado en conferencias evangélicas a las que he asistido. Mientras el expositor hablaba desde la plataforma, las cabezas de los hombres sentados en los bancos delante de mí, se sacudía de tanto en tanto de arriba abajo como señal de aprobación. Luego yo entraba en conversación con ellos y descubría que no habían entendido o que ni siquiera recordaban lo que habían oído. Es que “quedaba bien” mostrarse como que aprobaban cuanto decía el conferenciante. Lamentablemente, esto tenía un efecto contagioso, y lo que el sentado en el primer banco hacía, los demás imitaban.
Tal asentimiento no era provechoso ya que “no mezclaban fe con la palabra oída” (Hebreos 4:2).
Te reconozco entonces que “asentir intelectualmente a la verdad es fácil” en sentido relativo y no como premisa absoluta.
Lo que nosotros constatamos en las grandes campañas o cruzadas evangelísticas en que cada noche cientos y hasta miles de asistentes hacen profesión de fe, es que todos ellos parecen aceptar el mensaje de salvación que se les predica. Pasado el tiempo, mantienen la profesión que han hecho, pero no se percibe cambio alguno en su vida.
Un fácil asentimiento intelectual a la verdad es más una concesión de la voluntad que una iluminación del espíritu o percepción clara en la mente.
Decir a todo que “sí” o ¡Amén! no demanda mayor esfuerzo, se evitan problemas y se deja a todo el mundo contento. Por eso Troyano en el otro epígrafe apunta a que todos nosotros pensamos distinto mientras todos los TJ piensan igual. ¡Ni cuenta se da que el argumento se le vuelve en contra! Las sectas precisamente se caracterizan por ser sistemas esclavistas en que nadie puede pensar, hablar y actuar con libertad de conciencia.
No es que aquí en el Foro a todos se les dificulte conocer y entender la verdad, sino que no se quiere percibir como verdad nada que difiera a la versión de ella que cada cual tiene como auténtica y legítima.
El capricho no es un tumor en la mente sino una callosidad de la voluntad.
Tú misma presentas la solución al problema cuando hablas del soberbio y del humilde. El primero no quiere entender porque no quiere (1Co 14:38), y el segundo, aunque de momento tenga en su intelecto dificultades reales para entender cosas difíciles (2Pedro 3:16) confía en que lo que no comprende ahora lo entenderá después (Juan 13:7).
Como bien dices al final, junto con el ser fieles, también debemos ser HONESTOS.
 
Re: 3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

Ricardo, sabes lo que pienso cuando leo los comentarios …
y pensó en la expresion... “gozo cumplido”

– ....es que a lo largo con mi Caminar junto a Cristo siempre he visto ese edificio enorme, grande, bello, precioso que consiste cuando te acercas bien cerca de piedras pequeñas y bellas.

Cada una es diferente a la otra, pero todas encajan perfectamente en justamente ese lugar donde están ubicadas. Justo en su lugar encaja con las otras que la rodean.

De lejos ves ese edificio precioso y puedes apreciar su construcción tan elaborada - no ves las piedrecitas sino el entero… y cuando más cerca te pones te das cuenta que no puede ni faltar ninguna de esas piedrecitas sino el entero está compuesto y construido con cada detalle.

Gracias por tu comentario.

En Cristo
 
Cooperando con la verdad

Cooperando con la verdad

5 Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, 6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. 7 Porque ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles. 8 Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad.

Este consejo es complementario al de la carta anterior, pues si allí se advertía del cuidado a tomar con quienes se recibía en casa y hospedaba, aquí se anima a practicar la hospitalidad con el buen ejemplo que venía dando el destinatario de la epístola. Tratándose de hermanos -pero desconocidos-, una buena señal para identificarlos era que ellos habían salido por amor al nombre del Señor. Los que recibían ofrendas de los inconversos venían por mal camino, pues ellos no debían aceptar para el adelanto de la obra nada de los que primeramente no se habían dado a sí mismos al Señor (2Co 8:5), de otro modo estarían permitiendo que quienes eran todavía hijos del Diablo pudieran colaborar en la obra de Dios.
Actualmente las cosas han cambiado mucho, y cuando nos ha tocado examinar a los que se ofrecen a salir como misioneros a lejanas tierras, no se percibe tanto aquel amor al nombre del Señor para hacerlo conocer entre los que no han oído de Él, como el hallar una solución laboral y económica que no les es posible hallar en el medio en que viven.
Así, más de un joven cristiano que interrumpió sus estudios y no se ve apto para encontrar trabajo, ve en la obra misionera o el ministerio cristiano una promisoria oportunidad.
En la Didaqué, con referencia a estos evangelistas itinerantes, se instruye que no deben permanecer en una casa más que un día, a lo más dos, y que si se queda por tres días “es un falso profeta”; lo mismo, si al partir pidiera dinero.
 
El origen del “diotrefismo” o liderazgo moderno

El origen del “diotrefismo” o liderazgo moderno

9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. 10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.

En esta epístola tenemos a dos hermanos a quienes imitar (Gayo y Demetrio) y a otro irreproducible: Diótrefes.
Sin duda que para hacer lo que hacía, alguna autoridad se había arrogado. Probablemente él era uno de los ancianos en la iglesia, pero entonces había entrado a funcionar como el prototipo del “primero entre iguales”, que recién comenzará a verse en el siglo segundo. Un desmedido amor al cargo asumido, lo hacía receloso de los evangelistas itinerantes, que de ministrar en la iglesia, auténticos dones o talentos mayores podría hacerle sombra. Este síntoma ha quedado reflejado en el síndrome conocido como “diotrefismo” y que caracteriza a aquellos pastores temerosos que de surgir auténticos dones entre los miembros de su iglesia, se le desbanque.
En todo el NT jamás se ve a una iglesia a cargo de un solo ministro sino siempre hay una pluralidad de ellos, reconocidos como ancianos (presbíteros), supervisores o sobreveedores (obispos), guías o pastores. Las distintas palabras describen distintos aspectos de un mismo ministerio ejercido por los mismos hombres. Más adelante se trocarían en cargos jerárquicos y títulos eclesiásticos que al principio no existieron.
El abuso había llegado al extremo de prohibir primero, y expulsar después, a los que contravinieran sus órdenes. Buen político, se había ya anticipado a una posible visita de Juan para poner las cosas en su lugar, y por medio de habladurías pretendía fortificar su posición debilitando la de Juan. Durante toda la historia del cristianismo se reprodujo esta conducta.
El desmedido afán moderno por liderazgos desconoce la absoluta prohibición del Señor Jesucristo a sus discípulos porque recibieran un tratamiento que únicamente a Él correspondía (Mt 23:10 griego).
 
Re: 3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

Aquí en el foro hay uno como Diótrefes....que manda a sacar fuera de comunión a los hermanos...si quieren pruebas...las presento....
 
Re: Cooperando con la verdad

Re: Cooperando con la verdad

5 Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, 6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. 7 Porque ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles. 8 Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad.

Este consejo es complementario al de la carta anterior, pues si allí se advertía del cuidado a tomar con quienes se recibía en casa y hospedaba, aquí se anima a practicar la hospitalidad con el buen ejemplo que venía dando el destinatario de la epístola. Tratándose de hermanos -pero desconocidos-, una buena señal para identificarlos era que ellos habían salido por amor al nombre del Señor. Los que recibían ofrendas de los inconversos venían por mal camino, pues ellos no debían aceptar para el adelanto de la obra nada de los que primeramente no se habían dado a sí mismos al Señor (2Co 8:5), de otro modo estarían permitiendo que quienes eran todavía hijos del Diablo pudieran colaborar en la obra de Dios.
Actualmente las cosas han cambiado mucho, y cuando nos ha tocado examinar a los que se ofrecen a salir como misioneros a lejanas tierras, no se percibe tanto aquel amor al nombre del Señor para hacerlo conocer entre los que no han oído de Él, como el hallar una solución laboral y económica que no les es posible hallar en el medio en que viven.
Así, más de un joven cristiano que interrumpió sus estudios y no se ve apto para encontrar trabajo, ve en la obra misionera o el ministerio cristiano una promisoria oportunidad.
En la Didaqué, con referencia a estos evangelistas itinerantes, se instruye que no deben permanecer en una casa más que un día, a lo más dos, y que si se queda por tres días “es un falso profeta”; lo mismo, si al partir pidiera dinero.

No puedo dejar de comentar a este respecto, a saber no tengo conocimiento de evangelistas que cumplan con estos requisitos que mencionas: Que se queden en una casa por un dia, dos o tres, pues de los que oi se quedan semanas, meses y en uno que otro caso LARGAS TEMPORADAS...A mas de asegurarse de no partir con las manos vacias...

Luego comentare los versiculos. Cordialmente.
 
Re: 3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

Los foristas Hesed y Plataforma se han autoexcluído de nuestra comunión por su actitud nada edificante pero sí lesiva para los demás participantes, por lo cual nada mejor podemos hacer por ellos que mantener la disciplina de no contestar a sus provocaciones, hasta que depongan su actitud, y convictos, contrictos y confesando sus pecados muestren frutos dignos de arrepentimiento.
Por el bien de vuestra propia alma, mente y espíritu, será sano para todos proseguir aquí con el tema propuesto, y dejar que ellos intercambien sus propios elogios.
 
Re: 3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

Aquí en el foro hay uno como Diótrefes....que manda a sacar fuera de comunión a los hermanos...si quieren pruebas...las presento....

Oremos:

O señor, ven pronto y ilumina la noche.
Como un moribundo espera en Ti, así también espero en Ti.
Di a mi alma que nada pasa si tú no lo dejas pasar y que nada que dejes pasar es sin esperanza.
Oh Jesús, hijo único de Dios, tú que te quedaste callado ante los que te condenaron.
Hazme callar hasta que pueda entender cómo, y de que, debo de hablar.
Me voy a ti y me refugio en Ti, como el enfermo se va al médico.
Dame Señor paz en mi corazón.

Amén

En Cristo
 
Re: 3era. Epístola de Juan – Estudio Bíblico interactivo

Diofretes y Diofretitos hay ...
 
Re: Cooperando con la verdad

Re: Cooperando con la verdad

5 Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, 6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. 7 Porque ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles. 8 Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad.

Este consejo es complementario al de la carta anterior, pues si allí se advertía del cuidado a tomar con quienes se recibía en casa y hospedaba, aquí se anima a practicar la hospitalidad con el buen ejemplo que venía dando el destinatario de la epístola. Tratándose de hermanos -pero desconocidos-, una buena señal para identificarlos era que ellos habían salido por amor al nombre del Señor. Los que recibían ofrendas de los inconversos venían por mal camino, pues ellos no debían aceptar para el adelanto de la obra nada de los que primeramente no se habían dado a sí mismos al Señor (2Co 8:5), de otro modo estarían permitiendo que quienes eran todavía hijos del Diablo pudieran colaborar en la obra de Dios.
Actualmente las cosas han cambiado mucho, y cuando nos ha tocado examinar a los que se ofrecen a salir como misioneros a lejanas tierras, no se percibe tanto aquel amor al nombre del Señor para hacerlo conocer entre los que no han oído de Él, como el hallar una solución laboral y económica que no les es posible hallar en el medio en que viven.
Así, más de un joven cristiano que interrumpió sus estudios y no se ve apto para encontrar trabajo, ve en la obra misionera o el ministerio cristiano una promisoria oportunidad.
En la Didaqué, con referencia a estos evangelistas itinerantes, se instruye que no deben permanecer en una casa más que un día, a lo más dos, y que si se queda por tres días “es un falso profeta”; lo mismo, si al partir pidiera dinero.


Pienso en esta parte de las Escrituras cuando leo tu comentario Ricardo:

Mat
He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.

Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyen pesadamente,
Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y con el corazón entiendan,
Y se conviertan,
Y yo los sane.

Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

En Cristo
 
Apreciada Kungens Ester:

Apreciada Kungens Ester:

Es bueno que al leer un comentario de una porción de la Biblia vuele el pensamiento hacia otro libro. Así es la guía del Espíritu Santo que nos conduce paso a paso a fin de ser nutridos con la Palabra de Dios.
Lo único que ahora lamento es que no esté funcionando el contador de visitas, ya que por cada mensaje introducido agrega una sola visita.
Saludos cordiales.
 
Re: Apreciada Kungens Ester:

Re: Apreciada Kungens Ester:

Es bueno que al leer un comentario de una porción de la Biblia vuele el pensamiento hacia otro libro. Así es la guía del Espíritu Santo que nos conduce paso a paso a fin de ser nutridos con la Palabra de Dios.
Lo único que ahora lamento es que no esté funcionando el contador de visitas, ya que por cada mensaje introducido agrega una sola visita.
Saludos cordiales.

:)

De esto hablaba en mi post nr 7 de este tema.... no solo que podemos también llegar a ser piedrecitas sino que cada detalle de la Escritura lo es de per se y el Edificio que se puede ver como la Iglesia - en cambio es las Escrituras...
Generalmente cuando hablo en “forma de imágenes” les pongo un doble o triple sentido que se entrelazan …
- ya me llegaras a conocer… :)

En Cristo
 
Re: Cooperando con la verdad

Re: Cooperando con la verdad

5 Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, 6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. 7 Porque ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles. 8 Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad.


A la verdad es que hoy NO tengo mi "antena parabólica" que me conecta con el Cielo muy bien orientada.... ja ja, por lo que me contentaré en leerles, como lo he hecho hasta ahora, hasta ver si las "ondas" me llegan y me "conecto".

!Que El Eterno Les bendiga a todos!.

david
 
Imitando lo bueno

Imitando lo bueno





v.11 Amado, no imites lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace lo bueno procede de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios.



El consejo del apóstol Juan acá es tan simple, que lo que un niño o un rústico campesino analfabeto entendería de primera, cristianos veteranos a veces no acaban por aprender.

El mundo en que vivimos (y muchas iglesias en él) intentan imponernos sus modelos, donde lo bueno cada vez se hace más raro, mientras que campea el mal ejemplo, hallando por todas partes émulos proclives a seguirlo.

Seguidamente veremos como Demetrio es acá el buen ejemplo a imitar tanto como el de Diótrefes a evitar.

También conviene reparar que todo lo bueno que hallemos en este mundo de Dios procede, pues el que tras la Creación comprobó que todo era bueno en gran manera (Gn 1:31), Él mismo es esencialmente bueno. Quien lo conoce, no puede menos que ser bueno, pues luego de haber conocido a Dios como Padre y a Su Hijo por Salvador, no puede aspirar sino a todo lo bueno: “todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto pensad” (Flp 4:8).

Juan podría haber dicho aquí simplemente que el mal procede del maligno, pues es malo desde el principio. Sin embargo, no lo dice en la forma que podría ser más dura para el incrédulo, sino de la manera que filosamente penetra en la conciencia del creyente: “el que hace lo malo no ha visto a Dios”.

No tenemos pretexto ni excusa alguna. Debemos ser, pensar, decir y hacer como lo hemos visto en nuestro Señor. Nuestra humana imperfección no nos amilana porque Su perfección nos estimula.

Ver a Dios en el rostro de Su Hijo implica el empapar nuestro entendimiento en los atributos divinos, de modo que no podemos menos que agradar a aquel que nos adoptó por hijos.

Es por eso que conviene el ejercicio de examinarnos en la presencia de Dios, permitiendo que su Espíritu nos escudriñe, no sea que la correcta confesión de fe que profesamos poco o nada tenga que ver con nuestra vida cotidiana.