Re: Pregunta a protestantes..
Una razón por la cual Dios creó primero “ha Shamáim” y sólo después “ha Aretz” es porque ha Shamáim representa la apariencia de algo, lo que PARECE SER, mientras que ha Aretz es su esencia; lo que las cosas parecen no es REALMENTE lo que son. Después de la Caída, lo que antes era transparente y lleno de “ór/ra/luz” para Adám, después se volvió opaco, se volvió “ór/ri/cuero”. Fijémonos que las dos palabras se pronuncian igual: “ór”, pero la primera “luz” es con álef (a) mientras que segunda es con áin (i). Lo que antes era transparente, después de la Caída fue opaco, cubierto con cuero. Desde entonces, necesitamos reconocer la diferencia entre la apariencia y la esencia de cada cosa.
El enemigo nos “regala” siempre la apariencia de todo, para que jamás veamos la esencia de nada; ésta se la da a sus “hijos”. Sin embargo Dios desea fervientemente que veamos la esencia de todo y que la sepamos distinguir de la apariencia. Por eso puso a ambas delante nuestro, para que avancemos un paso más allá de aceptar la apariencia y penetremos con Su ayuda en la esencia de todo, pero nosotros parecemos estar muy contentos de seguir manejando apariencias... Queridos hermanos hay que encontrar la esencia que Dios ha escondido detrás de las cosas.
Dios usa esta máscara del mundo, la esencia escondida detrás de la apariencia para esconderse El mismo, para que lo busquemos; y para que aquellos que no desean buscarlo, se conformen con la apariencia y no puedan encontrarlo. “Emunáh/fe” no tiene sentido como significado si Dios estuviese visible. En ese caso no habría fe en nadie, sino buena visión sería suficiente para tener “emunáh”, aunque ya no sería emunáh. Por eso, Dios se esconde detrás de las apariencias... No os conformeis a las apariencias de las cosas.
Una razón por la cual Dios creó primero “ha Shamáim” y sólo después “ha Aretz” es porque ha Shamáim representa la apariencia de algo, lo que PARECE SER, mientras que ha Aretz es su esencia; lo que las cosas parecen no es REALMENTE lo que son. Después de la Caída, lo que antes era transparente y lleno de “ór/ra/luz” para Adám, después se volvió opaco, se volvió “ór/ri/cuero”. Fijémonos que las dos palabras se pronuncian igual: “ór”, pero la primera “luz” es con álef (a) mientras que segunda es con áin (i). Lo que antes era transparente, después de la Caída fue opaco, cubierto con cuero. Desde entonces, necesitamos reconocer la diferencia entre la apariencia y la esencia de cada cosa.
El enemigo nos “regala” siempre la apariencia de todo, para que jamás veamos la esencia de nada; ésta se la da a sus “hijos”. Sin embargo Dios desea fervientemente que veamos la esencia de todo y que la sepamos distinguir de la apariencia. Por eso puso a ambas delante nuestro, para que avancemos un paso más allá de aceptar la apariencia y penetremos con Su ayuda en la esencia de todo, pero nosotros parecemos estar muy contentos de seguir manejando apariencias... Queridos hermanos hay que encontrar la esencia que Dios ha escondido detrás de las cosas.
Dios usa esta máscara del mundo, la esencia escondida detrás de la apariencia para esconderse El mismo, para que lo busquemos; y para que aquellos que no desean buscarlo, se conformen con la apariencia y no puedan encontrarlo. “Emunáh/fe” no tiene sentido como significado si Dios estuviese visible. En ese caso no habría fe en nadie, sino buena visión sería suficiente para tener “emunáh”, aunque ya no sería emunáh. Por eso, Dios se esconde detrás de las apariencias... No os conformeis a las apariencias de las cosas.