Mateo 12, 25
25 El, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido
contra sí mismo queda asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí
misma no podrá subsistir.
Tito 3, 9 -11
9 Evita discusiones necias, genealogías, contiendas y disputas sobre la
Ley, porque son inútiles y vanas.
10 Al sectario, después de una y otra amonestación, rehúyele;
11 ya sabes que ése está pervertido y peca, condenado por su propia
sentencia.
1 Juan 2, 18 – 19
18 Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que iba a venir un
Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos
damos cuenta que es ya la última hora.
19 Salieron de entre nosotros; pero no eran de los nuestros. Si
hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero
sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros.
Judas 1, 17 – 23
17 En cambio vosotros, queridos, acordaos de las predicciones de los
apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
18 Ellos os decían: «Al fin de los tiempos aparecerán hombres
sarcásticos que vivirán según sus propias pasiones impías.»
19 Estos son los que crean divisiones, viven una vida sólo natural sin
tener el espíritu.
20 Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y
orando en el Espíritu Santo,
21 manteneos en la caridad de Dios, aguardando la misericordia de
nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
22 A unos, a los que vacilan, tratad de convencerlos;
23 a otros, tratad de salvarlos arrancándolos del fuego; y a otros
mostradles misericordia con cautela, odiando incluso la túnica manchada
por su carne.
1 Corintios 3, 2 – 4
2 Os di a beber leche y no alimento sólido, pues todavía no lo podíais
soportar. Ni aun lo soportáis al presente;
3 pues todavía sois carnales. Porque, mientras haya entre vosotros
envidia y discordia ¿no es verdad que sois carnales y vivís a lo humano?
4 Cuando dice uno «Yo soy de Pablo», y otro «Yo soy de Apolo», ¿no
procedéis al modo humano?
1 Corintios 12, 24 – 26
24 Pues nuestras partes honestas no lo necesitan. Dios ha formado el
cuerpo dando más honor a los miembros que carecían de él,
25 para que no hubiera división alguna en el cuerpo, sino que todos
los miembros se preocuparan lo mismo los unos de los otros.
26 Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro
es honrado, todos los demás toman parte en su gozo.
Así pues, lo que a primera vista resulta lógico en realidad no por ser lógico resulta verdadero. Pues la verdadera interpretación de las escrituras no se construye de silogismos obtenidos de versículos selectos y aislados sino de todos los versículos que llevan a la verdad y de la historia misma del origen de la canonicidad de dichos versículos contenidos en la Sagrada Escritura.
El autor de las Sagradas escrituras es Dios mismo, y sin embargo, los textos incluidos en las sagradas escrituras no fueron compilados por Cristo y entregados a los apóstoles, es decir, Dios Hombre, Jesús, no escribió ninguno de los evangelios de su puño y letra. Sino que los apóstoles y los discípulos de los apóstoles los escribieron y los transmitieron a las diferentes comunidades Eclesiales, que los copiaron y los extendieron a las demás comunidades. Pero en el principio no se había establecido un canon claro de las escrituras, sino hasta que la Iglesia en el decreto Gelasiano, y en los concilios de Hipona y Cartago definió el canon, mismo que se ratifico en el Concilio de Trento contra las adulteraciones que hizo Lutero.
Hubo muchísimos libros que reclamaban canonicidad y solo los que la Iglesia aprobó perduran como los auténticos escritos inspirados por Dios.
Tratar de Buscar justificación política a la división evidente y palpable de los protestantes es una verdadera toma de pelo. En ello demuestran que no tienen un mismo Espíritu, de tenerlo, no tendrían divisiones de ningún orden.