Se lo voy a explicar PARA QUE NO INCURRA DE NUEVO EN EL MISMO ERROR.
Como usted bien dice es el Espíritu Santo quien la inspira. Muy bien, y no olvide que a su vez es el Espíritu Santo quien inspira la Escritura. Bien, no olvide que el Espíritu Santo es LA TERCERA PERSONA DE LA TRINIDAD, y que en ella NO HAY ERROR, y es por ello que claramente nos es transmitido la madre de "MI" Señor, y no la madre DEL Señor.
Tenga en cuenta que si usted dice que María es la madre DE "MI" DIOS. Estará diciendo que María es la madre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque Dios es PADRE, HIJO, Y ESPÍRITU SANTO.
Ahora bien, si usted dice que es la madre de MI Señor, se está refiriendo únicamente al Hijo. A Jesús, el Cristo. Pero si cambia su sentido y dice la madre de MI Dios, entonces está diciendo y reconociendo que ella es la madre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, porque Dios es Padre, Hijo, y Espíritu Santo.
Ningún Cristiano incurre en el error de creer que Dios únicamente lo es el Hijo. De ahí que cuando un Cristiano dice MI Dios, está diciendo que este Dios lo es EL PADRE, EL HIJO, Y EL ESPÍRITU SANTO. Pero cuando un Cristiano dice MI Señor, se está refiriendo y siempre AL HIJO.
¿Claro?... bien, pues no olvide que el Espíritu Santo, que bien sabe que María no es su madre, es quien inspira a decir a Isabel LA MADRE DE MI SEÑOR, y no la madre de MI Dios, porque el Espíritu Santo no puede llevar a confusión de modo alguno.
Y ahí lo tiene, es la Escritura mismo la que da testimonio. Y si no, usted, atrévase a decir que María es la madre DE SU Dios, bien sabiendo que con ello estará sosteniendo herejías al declarar que es la madre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
A ver, dígalo, atrevase a decir que María es la madre DE SU DIOS. Diga: María es la madre de MI Dios.