Aguijon de Pablo: enfermedad?

Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

¿Sabe estimado?? lo dejaré seguir solo por un rato...no creo sea tan saludable involucrarse en estos dimes y diretes...

En verdad veo que usted es "como un niño"

Hasta luego

Estimado Dagoberto... tal vez yo tenga respuestas parecidas a Faithman porque él es mi profesor. No es un niño. Pero es verdad que yo tengo bastante menos edad que él

:Carcajada

(no se me enoje Dagoberto, sólo tomo con humor sus constantes dudas personalistas hacia mí)

(Faithman... Dios le siga bendiciendo :biggrinha )
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Entonces...

...Estaríamos de acuerdo que DIOS NO SANA A TODOS.... ¿verdad?

Saludos


Dagoberto, me considero una persona seria para jugar con las palabras de otros. Tengo mucho respeto por mis hermanos como para manipular lo que dicen. Esto es, que no se trata de que "acepten lo que usted diga" solo para tenerle contento, y usted haber "ganado algun punto".


Si yo fuese a resumir lo que creo seria de esta forma: Es la voluntad de Dios sanar a todos. Dios QUIERE sanarles a todos, pero no PUEDE sanar a todos. Eso es lo que YO CREO. Nada mas nada menos. Si usted quiere creer, predicar o "titular" su doctrina: DIOS NO SANA A TODOS, hagalo, usted es libre para ponerle la conclusion que quiera. Sin embargo, al decir DIOS NO SANA A TODOS, deja al parecer del oyente o lector, que dentro de la voluntad de Dios esta dejar a alguien enfermo, y eso NO es lo que creo. Por tanto, si es importante exponer correctamente lo que creemos en las palabras correctas.

Cuando hablo de SANIDAD a la congregacion lo hago como lo explique arriba. Por tanto la doctrina que yo predico es la de Cristo, no mia. Y esta doctrina es que la voluntad de Dios es sanar a todos, aunque no puede sanar a todos u no todos son sanados. Dejo claro que NO por voluntad de Dios u propositos divinos es que alguien sigue enfermo.

Sea usted grandemente bendecido
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

He pedido a Dagoberto que me de su interpretación de ese versículo.
Pero todavía no responde por qué razón Jesús NO PUDO hacer muchos milagros en Nazareth...

Veremos

El texto lo dice estimado... por la incredulidad de ellos....

Pero la realidad es que usted, ni yo, ni nosotros, somos Jesús,.... ¿me entiende?

Es demasiado obvio que si Jesús allí no pudo hacer milagros, no lo culparemos a él... Pero nosotros? Somos infalibles como Jesús?

En realidad no veo el sentido de tener que admitir que la mayor parte de culpa de los enfermos no sanados, está en el que sana, o mejor dicho, en el que por quien Dios sana...

Pareciera un tema tabu, evitamos de una o de otra forma mencionar que el que lleva la doctrina y la responsabilidad de sanar; es el mayor culpable cuando alguno no sana.

Se parecen a aquellas iglesias que les gusta ir a buscar la oveja que ya está amarradita, (las que pertenecen a otras iglesias) pero no se dan el trabajo de ir a buscar la remontada. Ojalá a los sanadores modernos, le tengan al enfermo en bandeja, ...preparado, aleccionado, convicto, para luego salir victoriosos de la sanidad, y si así y todo, el enfermo no sana: Fácil, no hay salida más honrosa: "no tenía fe para ser sanado"

Desde ya los portadores del don de sanidad, van "salvaguardados", por si falla la sanidad y no tener que asumir la verguenza: "no tenía fe"

La Palabra de Dios nos muestra que Jesús, mientras iba predicando el evangelio, (la tarea más importante que vino a realizar a esta tierra), sanaba a los enfermos que encontraba en el camino o se le acercaban; pero estos no estaban en bandejita: ni Jesús se demoró dos o tres meses en "prepararlos" para que sanaran.

¿Sanamos o no sanamos en el nombre de Jesús y por el poder de Dios?, o mejor dicho, ¿no es Dios en nosotros el que sana?.... y porque entonces es necesario "prepararle" los enfermos a Dios, para que los pueda sanar?.... ¿que tipo de sanidad divina predicamos, ...una con muletillas?

EL QUE TIENE EL DON DE SANIDAD, DONDE IMPONGA SUS MANOS, DEBE SANAR. PORQUE ES DIOS QUIEN SANA NO EL HOMBRE.

Y no venga luego con disculpas de que "no tenía fe".

Dios bendiga
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Dagoberto, me considero una persona seria para jugar con las palabras de otros. Tengo mucho respeto por mis hermanos como para manipular lo que dicen. Esto es, que no se trata de que "acepten lo que usted diga" solo para tenerle contento, y usted haber "ganado algun punto".


Si yo fuese a resumir lo que creo seria de esta forma: Es la voluntad de Dios sanar a todos. Dios QUIERE sanarles a todos, pero no PUEDE sanar a todos. Eso es lo que YO CREO. Nada mas nada menos. Si usted quiere creer, predicar o "titular" su doctrina: DIOS NO SANA A TODOS, hagalo, usted es libre para ponerle la conclusion que quiera. Sin embargo, al decir DIOS NO SANA A TODOS, deja al parecer del oyente o lector, que dentro de la voluntad de Dios esta dejar a alguien enfermo, y eso NO es lo que creo. Por tanto, si es importante exponer correctamente lo que creemos en las palabras correctas.

Cuando hablo de SANIDAD a la congregacion lo hago como lo explique arriba. Por tanto la doctrina que yo predico es la de Cristo, no mia. Y esta doctrina es que la voluntad de Dios es sanar a todos, aunque no puede sanar a todos u no todos son sanados. Dejo claro que NO por voluntad de Dios u propositos divinos es que alguien sigue enfermo.

Sea usted grandemente bendecido

No estimada hermana; no es la voluntad de Dios dejar a un hermano enfermo; ... YA ESTÁ ENFERMO!... ni tampoco es Dios quien le enfermó; simplemente Dios no interviene allí, porque ya lo dije; DIOS NO ESTA INTERESADO EN ANDAR SANANDO.

Dios nos ha mostrado incansablemente en su palabra que su voluntad es de que ningún hombre se pierda, que todos los hombres sean salvos:.. ESE ES EL PROPÓSITO DE DIOS mi amada hermana. SALVARNOS!!

Usted puede sanar diez veces a un enfermo, pero si este muere sano pero NO SALVADO, estará eterna e irremediablemente perdido.

Si un enfermo no tiene fe para ser sanado (la postura cómoda de la mayoría de los sanadores) es porque tampoco la tiene para SER SALVADO, ¿PORQUE NO TRABAJAR EN SU SALVACIÓN MÁS QUE EN SU SANIDAD?

Dios le bendiga
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Dagoberto, me considero una persona seria para jugar con las palabras de otros. Tengo mucho respeto por mis hermanos como para manipular lo que dicen. Esto es, que no se trata de que "acepten lo que usted diga" solo para tenerle contento, y usted haber "ganado algun punto".

No mi amada hermana; simplemente le estoy instando a que usted reconozca una realidad. Póngale usted las razones que quiera ponerle a un enfermo de porque no sanó; pero si no sanó, es PORQUE DIOS NO SANA A TODOS.

Se fija que es simple.... NO ESTOY MANIPULANDO LAS PALABRAS DE NADIE, ustedes admiten que no todos sanan; pero no quieren admitir que Dios no sana a todos, que es exactamente lo mismo. Porque finalmente es Dios quien sana ¿o no?

Dios le bendiga
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Una pregunta para todos:

¿Donde dice la Escritura que el aguijón de Pablo es una enfermedad?...

Si ya lo han indicado, disculpen, no he seguido todo el debate, pero por favor, traigan cuando Pablo dice que su aguijón lo sea una enfermedad, y en base a Pablo iremos viendo.

Gracias.
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

El texto lo dice estimado... por la incredulidad de ellos....

Pero la realidad es que usted, ni yo, ni nosotros, somos Jesús,.... ¿me entiende?

Es demasiado obvio que si Jesús allí no pudo hacer milagros, no lo culparemos a él... Pero nosotros? Somos infalibles como Jesús?

Jesús no era infalible... aún así la incredulidad de la gente, no permitió recibir milagros de su parte.
A nosotros nos pasa lo mismo. Jesús enseñó a sus discípulos en todas estas cosas, y por medio de la Biblia nos las enseña a nosotros.
Jesús logró por medio de su muerte y resurrección venir a vivir a nuestros corazones. Él continúa Su obra mediante nuestras vidas... "que el crezca y que yo mengüe"

En realidad no veo el sentido de tener que admitir que la mayor parte de culpa de los enfermos no sanados, está en el que sana, o mejor dicho, en el que por quien Dios sana...

Pareciera un tema tabu, evitamos de una o de otra forma mencionar que el que lleva la doctrina y la responsabilidad de sanar; es el mayor culpable cuando alguno no sana.

La culpa mayor que puede haber en el ministro es NO TRANSMITIR la fe necesaria para que el enfermo crea.
El que no cree, no transmite creencia. Aún así, son muchos los testimonios de enfermos que creyeron más que el ministro y se sanaron. A Ud le pasó.

Se parecen a aquellas iglesias que les gusta ir a buscar la oveja que ya está amarradita, (las que pertenecen a otras iglesias) pero no se dan el trabajo de ir a buscar la remontada. Ojalá a los sanadores modernos, le tengan al enfermo en bandeja, ...preparado, aleccionado, convicto, para luego salir victoriosos de la sanidad, y si así y todo, el enfermo no sana: Fácil, no hay salida más honrosa: "no tenía fe para ser sanado"

Mire, no sé a quiénes ha conocido Ud... a quiénes está criticando. Yo enseño a creer. La gente se sana por su fe en sus tiempos, a medida que les cae la ficha y por el oír, van entendiendo que tienen un SUSTIUTO que cargó con sus enfermedades y dolencias para que ellos no las tengan que cargar.
Pero jamás condeno a nadie.

Desde ya los portadores del don de sanidad, van "salvaguardados", por si falla la sanidad y no tener que asumir la verguenza: "no tenía fe"

Ud se queja de una cuestión de manejos de la situación; en esto estoy de acuerdo. No nos es lícito acusar a nadie. Son los tiempos de cada uno para creer. A mí me llevó bastante. No podría juzgar a nadie por esto. Pero mi Biblia dice clarito que la incredulidad no permite obtener las promesas de Dios.

"Pida con fe, no dudando nada" no hay más que agregar.

La Palabra de Dios nos muestra que Jesús, mientras iba predicando el evangelio, (la tarea más importante que vino a realizar a esta tierra), sanaba a los enfermos que encontraba en el camino o se le acercaban; pero estos no estaban en bandejita: ni Jesús se demoró dos o tres meses en "prepararlos" para que sanaran.

Y Ud qué sabe?, la gente lo seguía por todos lados. Yo creo que es igual que ahora; algunos creen ni bien se les dice. Otros tardan más. Los de Nazareth no lo lograron nunca.

¿Sanamos o no sanamos en el nombre de Jesús y por el poder de Dios?, o mejor dicho, ¿no es Dios en nosotros el que sana?.... y porque entonces es necesario "prepararle" los enfermos a Dios, para que los pueda sanar?.... ¿que tipo de sanidad divina predicamos, ...una con muletillas?

Estimado, Rom 10:17: la fe es por el oír.
¿Cuánto tiempo una persona pasó pensando negativamente acerca de su salud?
¿Cuánto tiempo se ha escuchado y creído sólo a los razonamientos de la ciencia?
¿Cuánto tiempo ha pensado la gente que Dios sólo sana algunos y otras tradiciones que anulan la eficacia de la Palabra?
¿Quiénes están acostumbrados a creer alguien que "cumple promesas"?

Tal vez la gente de antaño no sufría de TANTAS FORTALEZAS mentales que derribar.
Aún así, hay gente que cree enseguidita. Otros tienen que oír más tiempo para derribar las fortalezas de incredulidad

EL QUE TIENE EL DON DE SANIDAD, DONDE IMPONGA SUS MANOS, DEBE SANAR. PORQUE ES DIOS QUIEN SANA NO EL HOMBRE.

Y no venga luego con disculpas de que "no tenía fe".

Dios bendiga

Jesucristo el Sanador vive en cada uno de nosotros. Siempre es el poder de Dios que mora en nosotros el que hace los milagros.
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Una pregunta para todos:

¿Donde dice la Escritura que el aguijón de Pablo es una enfermedad?...

Si ya lo han indicado, disculpen, no he seguido todo el debate, pero por favor, traigan cuando Pablo dice que su aguijón lo sea una enfermedad, y en base a Pablo iremos viendo.

Gracias.
Hemos hablado bastante... pero desde ya le dijo: no lo dice en ninguna parte.
Es una vieja tradición nacida desde Jerónimo, uno de los padres de la iglesia. Una tradición que sostuvieron los católicos y los evangélicos heredamos desgraciadamente, pues a causa de esa "aparentemente inofensiva" tradición, se ha anulado casi totalmente la posiblidad de obtener la fe para obtener sanidad divina.

Saludos Raúl, y lo invito a leer el estudio que expuso la forista King's al comienzo de este tema.
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

No mi amada hermana; simplemente le estoy instando a que usted reconozca una realidad. Póngale usted las razones que quiera ponerle a un enfermo de porque no sanó; pero si no sanó, es PORQUE DIOS NO SANA A TODOS.

Se fija que es simple.... NO ESTOY MANIPULANDO LAS PALABRAS DE NADIE, ustedes admiten que no todos sanan; pero no quieren admitir que Dios no sana a todos, que es exactamente lo mismo. Porque finalmente es Dios quien sana ¿o no?

Dios le bendiga

Dios ya sanó a todos: "Por su herida fuimos nosotros curados"!

FUIMOS: TIEMPO PASADO.

Es un logro obtenido. Hecho ya.
El que CREE lo tiene.

Ud no lo cree. Entonces no lo practica así. Los que lo creemos, sabemos que funciona así.
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Hemos hablado bastante... pero desde ya le dijo: no lo dice en ninguna parte.
Es una vieja tradición nacida desde Jerónimo, uno de los padres de la iglesia. Una tradición que sostuvieron los católicos y los evangélicos heredamos desgraciadamente, pues a causa de esa "aparentemente inofensiva" tradición, se ha anulado casi totalmente la posiblidad de obtener la fe para obtener sanidad divina.

Saludos Raúl, y lo invito a leer el estudio que expuso la forista King's al comienzo de este tema.

Ok, gracias. Y por cierto, con tenerlo en cuenta, a la verdad, muchas palabras vanas se evitarían.

Voy a ver si leo el aporte que me citas.
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Santiago dice: “La oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará…”

Esta promesa fue hecha a ‘cualquiera’ o ‘alguno’ que estuviera enfermo (Stg. 5:14-15). En la Biblia encontramos las palabras ‘quienquiera’ con respeto a la salvación (Jn. 3:16) y ‘cualquiera’ o ‘todos’ en cuanto a la sanidad física (Mc. 6:56).

Estas palabras incluyen a todos que quieren ser libres del pecado y libres de las enfermedades que el pecado desató en el mundo.
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Tenemos exactamente el mismo fundamento para la fe que trae sanidad que para la fe que alcanza el perdón. La misma Biblia que prometió perdón a cada pecador, prometió sanidad para todos los enfermos. La misma Biblia que declara que cada pecador puede ser salvado, declara que cada enfermo puede ser sanado.

No olvides ninguno de Sus beneficios.” David proclamaba en el mismo instante, “El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias.” (Salmo 103:3)

Tiene un predicador tanto el derecho de declarar que el perdón no es para el pecador, como a predicar que la sanidad no es para el enfermo.

La expresión, “todo aquel” es usada cuando se invita al pecador a aceptar el perdón, y las palabras ‘todo’, ‘cualquiera’ y ‘cada uno’ se usan cuando se habla de la promesa de sanidad para los enfermos. Todas estas palabras significan lo mismo. Cristo siempre perdonó pecados y siempre sanó a los enfermos. La enfermedad y el pecado son ambos vencidos por la Cruz.

Cristo llevó ambos para ‘todo’ aquel que creyere (Mat. 8:17, 1 Ped. 2:24). El cargó el pecado para que nosotros no tuvieramos que llevarlo, mas fuesemos perdonados. El llevó nuestras enfermedades para que nosotros no tuvieramos que sufrirlas, mas fuesemos sanados.

Si mil pecadores creen, todos serán salvos. Si mil enfermos creen en la obra redentora de Cristo, todos serán sanados.


Bendiciones!
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Hasta que tu no estés completamente convencido que Dios desea que tu te sientas bien, totalmente; siempre habrá una duda en tu mente y dentro de ti en cuanto a si tu serás sanado, o no. Mientras existe esa duda en tu mente, la fe perfecta no existirá. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Heb. 11:6)

“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” (Stg. 1:6-7)

Una vez convencida la persona que Dios desea sanarlo y que no es la voluntad de Dios que esté enfermo, es esta persona que recibe la sanidad cuando oren por ella. Otros reciben sanidad muchas veces antes de que se oren por ellos, porque la Verdad los hace libres!

El leproso en Marcos 1:40 dijo, “si quieres puedes.” Jesus le contestó: “Quiero.” Es la única vez que alguien le preguntó al Señor si la sanidad era su voluntad. Ese ‘quiero’ indique por completo para todos que Dios desea sanar al enfermo!. Si El quiere sanar uno, tambien es su deseo sanar a todos! “El no quiere que ninguno perezca” (2 Pedro 3:9). Dios no hace acepción de personas.


Amen!
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Hch 10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Este versículo dice que Jesús sanaba a todos, pero lo interesante es que llama a las enfermedades "opresiones del diablo".
No dice, que Jesús sanaba las enfermedades que Dios ponía en la gente.
Dios no se glorifica en las enfermedades, se glorifica en las SANIDADES.

Jesús vino a mostrarnos al Padre

Jua 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

Entonces, podemos entender a Dios y Su voluntad observando la vida de Jesús en los evangelios. Él perdonaba pecados, multiplicaba, sanaba además de otras tantas cosas.
No hay razón para pensar que el Padre opera de alguna otra forma.

Jesús mostró al Padre.

y además, sabemos que:

Heb 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Si antes sanaba a TODOS hoy sigue deseando hacer lo mismo.

Si puedes creer, al que cree todo le es posible

Dios les bendiga.
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Rom. 11:32 no habla del diablo en Edén.

Estás en lo correcto en cuanto a las instrucciones de Dios a Adán. Pero Lucero todavía no era Satanás hasta que el hombre pecara. Ahí se transformó en el 'dios de este siglo.' Adán tenía la autoriad para echarle a Lucero del jardín una vez por siempre, y no lo hizo. Pecó y dio su autoridad a él.

EL DIABLO YA SE HABIA REVELADO CONTRA DIOS

por eso Dios le dio la orden de cuidar

nadie invito al diablo al huerto , el vino a robar y matar

y asi mato a la pareja y les quito el poder del mundo que habia sido dado a ellos por Dios

lo que te marque en rojo es incorrecto

no tengas arrogancia y aprende por el bien de todos

nada tiene que ver el pecado de adan con la maldad que aprecio en el lucero

pero es verdad que me sali del tema

paz a ti , no me gusta tu doctrina
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Rom. 11:32 no habla del diablo en Edén.

Estás en lo correcto en cuanto a las instrucciones de Dios a Adán. Pero Lucero todavía no era Satanás hasta que el hombre pecara. Ahí se transformó en el 'dios de este siglo.' Adán tenía la autoriad para echarle a Lucero del jardín una vez por siempre, y no lo hizo. Pecó y dio su autoridad a él.

amigo mira tu respuesta , te haces el que no entiendes

el pasaje dice que Dios lo sometio todo a desobediencia

fue Dios , el mismo lo dice
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Para todos aquellos que han creido y enseñan que el culpable de la poca o mucha fe para sanar o ser sanado es el creyente o el interesado, les recuerdo que es Jesús, no solo el actor, sino también el consumador de la fe. Pero por si esto fuera poco, les traigo este pasaje pues a muchos les parece que algunas cosas escapan a la voluntad de Dios y así lo enseñan, haciendo al hombre responsable por cosas que estan en la sola potestad de la voluntad de Dios y la fe es una de ellas:

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."

!La fe es un don de Dios!

"Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere."[/COLOR]

!Como el quiere!
!Como el quiere!
!Como el quiere!
!Como el quiere!
!Como el quiere!

Dios los bendice!

Greivin.
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Tenemos exactamente el mismo fundamento para la fe que trae sanidad que para la fe que alcanza el perdón. La misma Biblia que prometió perdón a cada pecador, prometió sanidad para todos los enfermos. La misma Biblia que declara que cada pecador puede ser salvado, declara que cada enfermo puede ser sanado.

No olvides ninguno de Sus beneficios.” David proclamaba en el mismo instante, “El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias.” (Salmo 103:3)

Tiene un predicador tanto el derecho de declarar que el perdón no es para el pecador, como a predicar que la sanidad no es para el enfermo.

La expresión, “todo aquel” es usada cuando se invita al pecador a aceptar el perdón, y las palabras ‘todo’, ‘cualquiera’ y ‘cada uno’ se usan cuando se habla de la promesa de sanidad para los enfermos. Todas estas palabras significan lo mismo. Cristo siempre perdonó pecados y siempre sanó a los enfermos. La enfermedad y el pecado son ambos vencidos por la Cruz.

Cristo llevó ambos para ‘todo’ aquel que creyere (Mat. 8:17, 1 Ped. 2:24). El cargó el pecado para que nosotros no tuvieramos que llevarlo, mas fuesemos perdonados. El llevó nuestras enfermedades para que nosotros no tuvieramos que sufrirlas, mas fuesemos sanados.

Si mil pecadores creen, todos serán salvos. Si mil enfermos creen en la obra redentora de Cristo, todos serán sanados.


Bendiciones!
Sin embargo en todas las congregaciones hay enfermos;... y en la suya tambièn... y esto choca contra todo lo que usted dice.

Incluso en la Biblia existen muchos enfermos, hombres de fe, sobresalientes, usados por Dios, y esto también choca con su teoría: Timoteo, Daniel, Lázaro, Eliseo, Tabita, Epafrodito, Trófimo; David, y otros...
Pero ustedes, sin temor de Dios, y sin respeto alguno por lo que Dios hace en sus hijos como instrumentos en sus manos; ... no trepidan en catalogarlos de faltos de fe;... con tal de dejar en alto la doctrina de que Dios sana a todos.

Pero los enfermos en todas las congregaciones; los enfermos en sus propias iglesias; los enfermos en la Biblia; seguirán como una realidad incólume, desbaratando y dejando de mentirosa vuestra doctrina.

Ustedes estigmatizan a los enfermos que no sanan, porque "no tienen fe"; esto es absolutamente falso; si un creyente no tiene fe para ser sano; ..entonces tampoco la tuvo para ser salvo. De modo que cuando ustedes condenan a alguno que no sana porque no tiene fe, lo están tambièn condenando y acusando de no ser salvo.

¿Si o no?


Saludos
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Hch 10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Este versículo dice que Jesús sanaba a todos, pero lo interesante es que llama a las enfermedades "opresiones del diablo".
No dice, que Jesús sanaba las enfermedades que Dios ponía en la gente.
Dios no se glorifica en las enfermedades, se glorifica en las SANIDADES.

Jesús vino a mostrarnos al Padre

Jua 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

Entonces, podemos entender a Dios y Su voluntad observando la vida de Jesús en los evangelios. Él perdonaba pecados, multiplicaba, sanaba además de otras tantas cosas.
No hay razón para pensar que el Padre opera de alguna otra forma.

Jesús mostró al Padre.

y además, sabemos que:

Heb 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Si antes sanaba a TODOS hoy sigue deseando hacer lo mismo.

Si puedes creer, al que cree todo le es posible

Dios les bendiga.

"Y oyéndolo Jesús, dijo: ESTA ENFERMEDAD no es para muerte, más POR GLORIA DE DIOS, para que el Hijo de Dios sea glorificado POR ELLA." (Juan 11:4)

Para que el Hijo de Dios sea florificado POR ELLA... POR ELLA... POR ELLA... POR ELLA......
 
Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?

Esta expresion "aguijon en la carne" es perfectamente declarativa de lo que significa, es una espina que siempre molesta y que al sacarla del cuerpo, la piel, se acabará la molestia, y es evidente quer este aguijon de Pablo era la incesante persecusion y molestia que tuvo de parte de los judíos. Con todo, en medio de esa férrea perseciciòn, el evangelio pudo ser predicado. Asi que vemos a este hombre, Pablo, grandemente utilizado por Dios, honrado sobremanera y participante de tan grandes revelaciones, lo vemos perseguido y acosado, como a un animal molestoso, él no estuvo en un mundo pacifico donde pudiera predicar el evangelio, como oos predicadores modernos, y no lo buscaban para hablar mal de él sino para matarlo. Fue apedreado, latigado, puesto preso y muchas mas penurias indescriptibles, ¿parece esto poco aguijon?

El Aguijón de Pablo
Jue, 08/16/2007 - 12:56 — Barry Bennet

“Bendice, alma mía , a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias...” (Salmo 103:2-3)

“quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero... y por cuya herida fuisteis sanados.” (1 Pedro 2:24)

A través del sufrimiento, el sacrificio, la muerte y la resurrección de Jesucristo, el mundo ya tiene acceso a una redención que toca cada aspecto de la vida; espíritu, alma y cuerpo. Dios mismo ha pagado el precio por la rebelión que dejó al hombre cortado de la vida divina, y por la fe que es por oír la palabra de Dios, el hombre es heredero de los “beneficios” de la salvación.

Uno de los beneficios más preciosos que existe para el cristiano es la sanidad física. Durante los tres años y medio de su ministerio antes de su muerte, Jesús se preocupaba por la salud de aquellos que le seguían. Una y otra vez la Biblia declara que él sanaba a todos los que venían a él, y en varias ocasiones Jesús declaró que fue la fe del enfermo la que le sanó. Los enfermos de aquella época, como los enfermos de hoy en día necesitaban una fe firme, bien cimentada en lo que es la voluntad de Dios. Sin esta certeza es imposible recibir la respuesta que uno busca. “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:6-7).

La fe que sana se basa en la revelación de lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz, así como la fe que salva se basa en el mismo momento de redención. “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores... Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados (sanados)” (Isaías 53:4-5). Lo que sucedió en la cruz no representa una redención parcial o incompleta. Todo lo malo que Adán desató por su rebelión, Jesús deshizo por su obediencia hasta la muerte. La sanidad física no es un sueño que solamente existe para algunos privilegiados, sino es el derecho de cada hijo de Dios y forma una parte importante de los beneficios que no debemos olvidar.

Sin embargo, muchos cristianos no se gozan de una fe tan cierta en cuanto a su salud. Son muchos los que sufren año tras año, seguros en su salvación, pero dudosos en la posibilidad que Dios los quiera sanar. La duda no puede conseguir los beneficios de nuestra salvación. Porque, “sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).

Lamentablemente, algunos han decidido que la sanidad física no es un beneficio vigente para el creyente. Inventan argumentos que siembran la duda en el corazón de los cristianos, y una vez sembrada, la duda ahoga la fe que puede conseguir el beneficio de la sanidad de parte del Señor. Uno de los argumentos más usados en contra de la sanidad tiene que ver con el aguijón de Pablo, mencionado en 2 Corintios, capítulo 12. Leamos:

“Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo... donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar... Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: ‘Bástate me gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.’ Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Cor. 12:2,4,7-9).

La interpretación de algunos de este pasaje es así: por la grandeza de lo que Pablo escuchó en el tercer cielo, y para que Pablo no se exaltase en esta experiencia, Dios le mandó un aguijón en su carne, esto es, una enfermedad. Pablo rogó al Señor tres veces para que fuese librado de la enfermedad pero el Señor, en otras palabras, le dijo que tenía que soportar la aflicción y así gloriarse en su debilidad.

Si esta es la interpretación correcta, entonces Pablo representa una excepción al principio de la sanidad física. Eso quiere decir que Dios en su soberanía puede anular una porción de la redención hecho por Cristo y establecer reglas distintas en algunos casos.

La conclusión es obvia. Si Dios puede hacer una excepción en la vida de Pablo, puede hacer lo mismo en la vida tuya y mía, también. Tal vez la enfermedad sea una prueba del Señor. Tal vez Dios quiera que yo le glorifique a través de mi debilidad física. Tal vez no tenga el derecho de pedir la sanidad en cada caso. Si existe la más mínima duda en el corazón del enfermo, entonces la fe para ser sanado no puede existir. La duda destruye la fe.

Esta teología nos lleva a una conclusión inevitable. No es posible orar en fe por los enfermos, ni recibir la sanidad por fe, mientras existe la posibilidad que la enfermedad sea una obra del Señor. Una sola duda puede destruir completamente la certeza de uno de los beneficios ganados por la cruz de Jesucristo.

Si alguien atacara la doctrina de la salvación en la misma manera, implicando que en algunos casos el Señor no esté obligado a salvar al pecador arrepentido, el mundo evangélico lo rechazaría sin pensarlo dos veces. Pero, cuando hablamos de la sanidad física, muchos aceptan la idea de una redención parcial, incompleta o débil. Ellos dicen que Dios no sana a todos, o que es imposible saber si la sanidad es su voluntad en cada caso.

Si es así, ¿qué haremos con el mandato divino dado a la iglesia en el libro de Santiago? “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará...” (Santiago 5:14-15). La palabra “alguno” incluye a todos aquellos en la iglesia. Y la “oración de fe” implica una certeza que no deja lugar para la duda. Hoy en día es difícil encontrar a alguien en la iglesia que no está enfermo. Nos hemos olvidado de uno de los beneficios más preciosos que existe, esto es, la sanidad física.

¿Y qué del aguijón de Pablo? ¿Existe una explicación bíblica que puede traer fe al corazón? Gracias al Señor, la respuesta es, “sí.” Pablo fue “arrebatado al paraíso”, donde oyó palabras inefables. Aún cuando él no fue permitido expresar las mismas palabras que había escuchado, sabemos de que se trató “la grandeza de las revelaciones.” “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gálatas 1:11-12). Pablo había recibido una revelación soberana del evangelio, y la autoridad para predicar este evangelio en todo lugar. Pablo fue elegido por Dios, que le había apartado desde el vientre de su madre para que él predicase entre los gentiles. (Gálatas 1:15-16)

Antes de que sigamos, hagamos algunas preguntas. ¿Quién llevó a Pablo al tercer cielo? Dios. ¿Para qué? Para enseñarle el evangelio. ¿Por qué? Para que Pablo pudiera predicar, según la revelación, el evangelio a los gentiles. ¿Quién va a sufrir daño como resultado del ministerio del Pablo? El diablo. Entonces, ¿quién va a hacer todo lo posible para desanimar, obstaculizar y arruinar el impacto de la revelación que Pablo había recibido? El diablo.

Temeroso del significado de la revelación, y para que esta revelación no sea exaltada y aceptada en todo lugar, el diablo le mandó a Pablo un aguijón en la carne, esto es, un mensajero de Satanás para abofetearle. La palabra “mensajero” es la misma palabra traducida como “ángel” en el Nuevo Testamento, y se refiere en este caso a un demonio.

La frase, “aguijón en la carne”, era un dicho en aquel tiempo similar al dicho de hoy en día, “un dolor de cabeza”, esto es, una molestia. El mismo concepto aparece en el Antiguo Testamento en tres ocasiones:

“Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis” (Números 33:55).

“... sabed que Jehová vuestro Dios no arrojará más a estas naciones delante de vosotros, sino que os serán por lazo, por tropiezo, por azote para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado” (Josué 23:13).

“Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero” (Jueces 2:3).

En cada caso, Dios usa el simbolismo para ilustrar lo que el enemigo hará si Israel no lo echa fuera de la tierra. Serán por aguijones y por espinas en sus costados. No es un lenguaje literal, y en ninguna forma implica que la nación de Israel sufrirá de las enfermedades. No se trata de una enfermedad, sino de la molestia crónica del enemigo.

Es lo mismo en el caso de Pablo. La Biblia no dice que Dios enfermó a Pablo para mantenerle humilde, sino que Satanás le envió a un demonio para abofetearle en su ministerio. La palabra “abofetear” en el griego significa, “pegar y dar puñetazos.” Pablo mismo habla de las molestias que había experimentado.

“... en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;... si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad” (2 Cor. 11:23-27,30).

Yo creo que solamente un mensajero de Satanás podría causar tantos problemas en la vida de un solo hombre. Es interesante notar que en todas las molestias que Pablo había experimentado, él no mencionó las enfermedades. Es notable por su ausencia. Y el declaró que todas sus experiencias difíciles representaron su debilidad.

“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; por que cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Cor. 12:10). La debilidad de Pablo no era una enfermedad, sino un mensajero de Satanás que le perseguía constantemente para obstaculizar en cualquier forma el avance del evangelio.

Y, ¿qué de su petición que el Señor le quite el aguijón? Ya hemos establecido que el aguijón no se trataba de una enfermedad, sino de un mensajero de Satanás. ¿Es bíblico pedir que el Señor nos quite al diablo? No. ¿Existe una promesa en el Nuevo Pacto que declara que podemos ser libres de las molestias del enemigo? No. Por eso, Dios le dijo, “Bástate mi gracia.” Esta respuesta no significa que Pablo simplemente tenía que soportar los ataques de Satanás hasta el fin. Significa que la gracia de Dios es suficiente para alcanzar la victoria en cada circunstancia. ¿Qué significa la gracia del Señor? Veamos una definición que se encuentra en la misma carta de Pablo: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundeís para toda buena obra” (2 Cor. 9:8). La gracia de Dios representa la abundancia de Dios para cumplir con toda buena obra. “Bástate mi gracia.” Esto es, “bástate la abundancia de los recursos que te he provisto abundantemente para cumplir con el mandato que te he dado.”

Jesús le había dado a Pablo la misma autoridad que nos ha dado a nosotros. “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lucas 10:19).

“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7) Pablo tenía acceso al mismo escudo de la fe por lo cual podría apagar todo los dardos de fuego del enemigo. (Efesios 6:16)

Jesús oró por sus discípulos antes de su crucifixión en esta manera; “No ruego que los quites del mundo sino que los guardes del mal” (Juan 17:15). Pablo poseía los recursos espirituales necesarios para dominar la obra del mensajero de Satanás en su vida. Pero no fue lícito pedir que el Señor lo quitara de él. Su gracia es suficiente.

Mira lo que dice Pablo en su última carta, un poco antes de su muerte. “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe... el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por me fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león” (2 Tim. 4:7, 17). ¡Aleluya! Pablo encontró que la gracia del Señor fue suficiente. El cumplió su misión y fue librado de la boca del mensajero de Satanás.

A pesar de la evidencia bíblica que hemos presentado, algunos siguen en su lucha para el derecho de estar enfermo. Si pueden establecer que existía una enfermedad crónica en la vida de Pablo, entonces ellos también pueden excusar su propia falta de fe y sembrar la misma duda en otros hermanos. Un versículo que algunos usan para “enfermar” a Pablo otra vez se encuentra en Gálatas. “Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio” (Gálatas 4:13).

Esta palabra, “enfermedad”, es la misma palabra que Pablo usa en Romanos 8:26 cuando dice, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad”, y en 2 Corintios 13:4, “Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios.” Obviamente, Jesús no fue crucificado en enfermedad.

Es la misma palabra que Pablo usa cuando dice, “porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Cor. 12:10). Si la palabra “débil” significa “enfermo”, entonces la palabra “fuerte”, debe significar “sano”. Obviamente no tiene sentido.

La “debilidad” en el cuerpo de Pablo se puede encontrar en el libro de Hechos 4:19-21. Fue en el momento que Pablo anunció el evangelio a los Gálatas al principio. El fue apedreado y dejado por muerto, pero por la gracia de Dios, se levantó y seguía predicando en la región. Sin duda, su cuerpo tenía que recuperarse de esta experiencia y quedó “débil” por un tiempo.

En el mismo pasaje de Gálatas 4, encontramos lo siguiente: “Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos” (Gálatas 4:15). Algunos declaran que el apóstol obviamente sufría de una enfermedad de los ojos la cual le dejó casi ciego durante su ministerio. Es interesante que Pablo inspiró la fe en otros para recibir sanidad y que él tenía un ministerio de poder y prodigios mientras andaba casi ciego. Es más interesante que el mismo Pablo nunca mencionó tal enfermedad en las lista de sus debilidades (2 Cor. 11:23-30). Tal vez es porque la enfermedad no existía.

“Sacar vuestros ojos” es nada mas que un dicho, similar al dicho, “yo cortaría mi brazo derecho para ti.” No significa que estás enfermo en tu brazo, ni que yo literalmente voy a cortarme el mío. Es una expresión que demuestra la voluntad de los Gálatas para hacer cualquiera cosa para Pablo, para ayudarlo en su “debilidad”, esto es la recuperación de sus fuerzas después de estar apedreado.

Finalmente, algunos enseñan que Gálatas 6:11 representa la prueba final en cuanto a la enfermedad de Pablo. Obviamente estaba casi ciego porque dice, “Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.” La palabra, “grande”, tiene que ver con la cantidad y no el tamaño de las letras. La palabra “letra” significa una carta, documento o libro (Juan 5:47). El versículo en el griego lee así: “Mirad la larga carta os escribo de mi propia mano.” No fue la costumbre de Pablo escribir sus propias cartas. El normalmente dictaba a un escriba. En este caso, Pablo escribió con su propia mano para destacar algunos puntos importantes. El simplemente estaba enfatizando la importancia de la carta por el hecho que la había escrito con su propia mano.

Es importante notar que el aguijón de Pablo no obstaculizó la fe de muchos para recibir sanidad a través de su ministerio. ¿Por qué lo usan hoy en día para robar la fe de algunos para ser sano?

El aguijón de Pablo jamás le incapacitó en su ministerio. El declaró, “he trabajado más que todos” (1 Cor. 15:10). ¡No tiene sentido que un hombre enfermo era capaz que trabajar más que todos los demás predicadores sanos!

El aguijón de Pablo no le impidió de acabar su carrera (2 Tim. 4:7). Sin embargo, son muchos que enseñan que el aguijón era una enfermedad, y creen que su enfermedad es semejante a la de Pablo, pero ellos no son capaces de acabar sus carreras, y terminan sus vidas y ministerios fracasados.

Gracias al Señor, la sanidad es un beneficio todavía vigente para el cuerpo de Cristo. Los argumentos de algunos incrédulos no pueden cambiar la eterna verdad de nuestra redención, espíritu, alma y cuerpo a través de la cruz de Jesucristo. La fe para ser sanado es por el oír la palabra acerca de la sanidad. No pierdas la confianza. “Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8).


“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo me ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.
El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias.”

(Salmo 103:1-3)

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