Que tal Mspider, un saludo.
Básicamente pienso que tienes una confusion increíble entre lo que es la fe y lo que son las obras, así también veo que mezclas la causa con el efecto. Por lo tanto, te pediría que me definieras claramente a que te refieres con
fe y a que te refieres con
obras. Defineme ambas cosas por favor.
Antes de entender
Santiago 2:26, el cual debe ser entendido según su contexto, debo aclararte algunas cosas. La doctrina de la
Sola Fide enseña que la fe sola y pasiva entendida como asentir intelectualmente al Evangelio (sin ningún tipo de obras de justicia ni antes ni despues de la salvación)
es el único medio instrumental por el cual podemos conectarnos con el único que puede salvarnos, es decir Jesucristo.
De esto se desprende que cada vez que decimos que la sola fe salva, no queremos decir que la fe
en sí misma es la causa de la salvación, sino que es la fe puesta en el objeto correcto, Jesucristo, es la que nos salva.
Es el objeto de la fe, y no la fe en sí misma, lo que nos salva, y la fe solamente nos conecta con Él. Es el Señor Jesucristo Quién nos salva por medio de la fe. La fe
en si misma no salva, sino el Señor Jesucristo, su objeto.
Dicho esto, solamente la fe en Cristo sin ninguna de nuestras obras de justicia nos salva, porque es finalmente el objeto de nuestra fe, Alguien externo a nosotros, el que nos salva. Si alguien fuera de nosotros es el que nos salva, entonces nada en nosotros mismos (ni obras, ni la fe en sí misma, ni absolutamente nada) puede salvarnos de ninguna forma, ni siquiera ayudando. Entonces, la fe es el medio instrumental perfecto, porque es simplemente creer pasivamente en Cristo como el único que puede salvarnos (
Romanos 4:4-5).
Ahora, en cuanto a
Santiago 2:26, basta entender que allí Santiago
no está hablando de la justificación frente a Dios para entender lo que dice. Santiago está hablando de el cómo podemos justificar la realidad de nuestra fe
frente a los hombres que conocen nuestra profesión. A los ojos de Dios basta solamente creer en el Evangelio, sin absolutamente obra alguna como adición, para ser justificados, pero los hombres no pueden ver nuestra fe, sino solo sus efectos (los cuales no forman parte de la definición de ella), de manera que decir que tenemos fe, por más necesario que sea, no les dirá nada (
Santiago 2:14,18). Decir que tenemos fe mientras seguímos igual que siempre (sin deseos de seguir a Dios, estudiar Su Palabra y obedecerle) por supuesto que
frente a los hombres pondrá en duda la realidad de lo que decimos creer y nuestra fe será muerta a sus ojos.
Las obras no tienen valor alguno al momento de justificarnos frente a los ojos de Dios, ni tienen poder alguno para salvarnos ni darnos una pizca de justicia meritoria frente a Dios.
Es Jesucristo por medio de la fe y no las obras de la Ley lo que nos justifica frente a Dios.
Por más consecuencia o efecto de la fe verdadera que las obras sean,
estas no tienen poder alguno para salvar a nadie. La justificación frente a Dios no es fe + obras,
sino solamente fe en Jesucristo. Aquí cometes el mismo error hereje de los judaizantes que entraron en la iglesia de los Gálatas, quienes creían que la sola fe en Cristo no era suficiente para justificarnos frente a Dios, sino que tambien era necesario obedecer la Ley, lo cual fue condenado por Pablo (
Gálatas 2:16).
En otras palabras, estas diciendo que Jesucristo (el objeto de nuestra fe) no es suficiente para salvarnos, sino que tenemos que ayudarle con nuestras obras de obediencia.
¿Eso es lo que crees? Si es así, entonces estás bajo la maldición de Pablo en
Gálatas 1:6-9.
No mezcles justificación con santificación. No es lo que Dios hace
en nosotros lo que nos justifica frente a Sus ojos, sino lo que Dios hizo
por nosotros,
fuera de nosotros, hace aproximadamente 2000 años en Jesucristo lo que nos justifica frente a Sus ojos.
En realidad yo no malinterpreto la posición católica. Yo se que ellos creen que la salvación es por gracia por medio de la fe en Cristo, y que no creen que las obras sean meritorias de la salvación. La diferencia es que ellos piensan que esta justificación no es
imputada, sino
infundida en el creyente, de manera que uno es mas y más justificado en la medida que es más y más santificado.
Esto es herejía, pues finalmente es lo que el Espíritu Santo hace
en nosotros (es decir la santificación manifestada en obras de justicia, caridad y amor) lo que nos justifica frente al Padre y no lo que Jesucristo hizo
por nosotros. En otras palabras, son
nuestras obras de justicia, por más fe en Cristo que haya, por más impulsadas por el Espíritu Santo o por más inmerecedoras que sean, lo que Dios mira al momento de justificarnos.
Eso es herejía, pues la salvación no es por obras de justicia que nosotros hayamos hecho o vayamos a hacer, sino solamente por la justicia de Cristo Jesús
imputada a nosotros. No es fe en Cristo + obras de la Ley impulsadas por el Espíritu Santo, sino solo fe en Cristo Jesús. Entonces, Dios no mira ni nuestras obras ni nuestra fe, sino a Jesucristo como nuestro Salvador:
http://www.trinityfoundation.org/PDF/054a-JustificationbyFaith.pdf
En otras palabras, finalmente son nuestras propias obras las que nos salvan o pierden.
Somos salvos por lo que hacemos, y no por Cristo.
Aquí olvidas algo, el creyente en Cristo ya fue juzgado y encontrado culpable frente a Dios, y la culpa del creyente fue
imputada a Jesucristo,
de manera que todas las obras malas del creyente fueron condenadas y castigadas en la cruz, cuando Jesucristo soportó todo el peso de la ira de Dios Padre contra el creyente:
"
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros."
Isaías 53:4-6
Fíjate que al lado de los libros donde están las obras de todos los hombres (incluídos los creyentes) también está
el Libro de la Vida del Cordero (
Apocalipsis 20:11-15). Allí están todos los que han creído en Jesucristo, y toda obra mala de ellos que aparezca en el libro de las obras ya fue totalmente juzgada y pagada por nuestro Señor en la cruz.
Si hemos creído en Cristo para salvación, podemos con seguridad preguntar "
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo?", y la respuesta es:
ABSOLUTAMENTE NADA.
Entonces, el creyente será juzgado por sus obras no con el fin de ser salvos o condenados, puesto que ya fue justificado frente a Dios por el mismo Dios mediante la muerte y resurrección de Jesucristo, sino que será juzgado por sus obras
con el fin de estimar sus recompensas (
1 Corintios 3:11-15).
En primer lugar, por más consecuencia o efecto de la fe en Cristo que sean las obras, al momento de la justificación frente a Dios las obras no son requisito alguno, ni aportan un apice de justicia o ayuda al momento de ser salvos. Es más, si tú piensas que tus obras te ayudan a justificarte frente a Dios, tus mismas obras se han vuelto tropiezo delante tuyo y sigues en tinieblas (
Romanos 10:3-4).
Las obras no son requisito para la fe. Uno no obra justicia a fín de tener fe, sino que uno cree primero, y luego de haber sido salvo y justificado por fe en Cristo comienza a ser uno santificado por medio de la misma fe en Cristo a travéz de las Escrituras, manifestando la santificación en buenas obras de gratitúd y amor, no para ser justificados frente a Dios ni mantener la salvación, sino solamente por amor a Dios.
En cuanto a los demonios, recuerda que nadie es salvo por ser monoteísta, sino por creer en Jesucristo como Señor y Salvador. Los demonios creen que Dios es uno, y creer en Dios implíca que uno debiera creer que Él es digno de adoración, sin embargo los demonios demuestran la falsedad de la fe que tienen al no someterse a las implicancias de aquella proposición.
Sin embargo, el contexto habla de la justificación frente a los hombres, no frente a Dios. Si yo digo creer en algo, pero mis obras, las cuales pueden ser evaluadas por los hombres, demuestran lo contrario, no significa que la fe que tengo no es suficiente y debo agregarle obras,
sino que significa que en realidad no creo lo que digo creer, no tengo fe. No es que tenga fe pero me faltan obras, sino que la ausencia total de obras indican que no tengo fe.
En el caso de
Mateo 19:17, por supuesto que si fuera posible para cualquiera de nosotros guardar los mandamientos de la Ley de manera perfecta y permanentemente, entonces seríamos salvos por la Ley, pero vemos que eso no es posible para nada. Ese pasaje debes leerlo en contexto y no dice nada en contra de la doctrina de la Sola Fide.
En cuanto a
Juan 15:10, esto no implíca de ninguna manera que mantenemos nuestra salvación por las obras, sino que por medio de la obediencia podemos experimentar el gozo del amor de Cristo en nosotros (
vs. 11), de otra forma, seremos disciplinados (
Hebreos 12:4-11). Por lo demás, Cristo les asegura el fruto permanente a Sus discípulos (
vs. 16) así como también Su amor (
vs. 9).
Pero más grave es lo que implícas:
Implícas que somos salvos por nuestras obras. Eso es grave.
Lo que realmente Santiago dice es que la carencia de obras demuestran la ausencia de fe, y no que la fe sola en Cristo es insuficiente.
Y en cuanto a Pablo, él está hablando de la motivación interna del creyente al obrar y no de las obras externas de justicia. Aquí el amor es tomado como el motivo principal al obrar cualquier cosa, como mover montañas por ejemplo. Fíjate en el
vs. 13 donde claramente nos muestra las mayores obras que alguien podría hacer y que no valdrían nada sino no están impulsadas por el amor a Dios y al prójimo. Por lo tanto, este
vs. no te sirve de nada, pues no trata de obras v/s fe en ningún sentido.
Aquí claramente demuestras tu incapacidad comprensiva al leer. Lutero no impúlsa a Melanchthon a pecar, sino que está impulandole a presentar a Cristo como un verdadero Salvador de pecadores reales. Todo ser humano caerá en pecado durante su vida, y todos los días hemos de pedir perdón por nuestras faltas, pero tambien hemos de saber que Cristo es un verdadero Salvador de pecadores.
Lutero magnifica el lenguaje (una hipérbole) a fin de presentar a Cristo como Quién es:
UN GRAN SALVADOR. Cristo no solamente murió para salvarnos de aquel vidrio roto que quebramos a la vecina, o aquella leve ira que tuvimos contra el cajero del banco por demorarse, sino que Cristo es un Salvador de pecadores tan grandes como los fornicarios, asesinos, pedófilos, etc. En fín, y según el contexto, lo que Lutero quiere es que Melanchthon presente a Cristo como un Salvador grande e incondicional, y no instarle a que peque y peque.
Ese es tu problema, piensas que Cristo es tan y tan pequeño y debil que crees que tu deber es ayudarle a salvarte por medio de tus estupendas obras de justicia. Eres tan arrogante que piensas que tus obras, por más inmerecedoras que las tengas, pueden ayudar a salvarte, mientras Cristo intenta debilmente hacer Su parte. Tu Cristo es una verguenza, pero el verdadero Cristo, mi Cristo, el de las Escrituras es un real Salvador de pecadores reales. Él salva asesinos, prostitutas, pedófilos, depravados sexuales, violadores, etc. y los lleva a la presencia del Padre limpios y presentables.
Por supuesto, pero aquí Pablo no dice que la obediencia a la Ley sea requisito para ser salvos. Eso lo dices tú, no el.
Por supuesto que
frente a los hombres sus obras demostraron la realidad de la fe que profesaban y así fueron justificados
frente a los hombres, pero frente a Dios no.
No entiendes lo que Santiago dice. Lee los
vs. 14 y
18 para que, si Dios quiere, puedas comprender el contexto.
En otras palabras, fe + obras = justificación, cuando el mismo Apóstol Pablo enseña que la justificación es solamente por gracia por medio de la fe y
NO POR OBRAS.
Eres un hereje. Arrepientete y cree en Cristo solo por fe. Una vez que creas, serás salvo y justificado eternamente frente a Dios. Luego el Espíritu Santo te irá limpiando de tus suciedades hasta el día de tu muerte, pero eso no aportará en nada a tu justificación frente a Dios, la cual solamente está en Cristo.
saludos kimera me gusto mucho este aporte tuyo
que Dios te bendiga ricamente amado hermano
paz a ti
Dios te guarde...