“LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Y LA HORA DE LA OSCURIDAD”
En la contraportada de su libro "Jehovah's Witnesses and the Hour Of Darkness" (“Los Testigos de Jehová y la Hora de la Oscuridad”) Darek Barefoot dice: "
La imagen de un rostro con cabello y barba sueltos, que recuerda a una famosa estatua del dios griego Zeus... un triángulo que contiene un disco negro, una media luna blanca... el retrato de un hombre con una marca identificativa en su cuerpo, una marca que también usaron los perpetradores de brutales sacrificios humanos en Matamoros, México... un mensaje escalofriante oculto en las palabras,... Estos son algunos de los argumentos que llevaron al autor Darek Barefoot a concluir que lo oculto estaba siendo promovido secretamente dentro de la Sociedad de Biblias y Tratados de la Torre del Vigía, una de las editoriales religiosas más grandes del mundo y la autoridad suprema para millones de testigos de Jehová en todo el mundo.”
Desearía enfocarme en este momento en la frase subrayada: “
el retrato de un hombre con una marca identificativa en su cuerpo, una marca que también usaron los perpetradores de brutales sacrificios humanos en Matamoros, México...”
La página 7 de la revista ¡Despertad!, del 22 de octubre de 1989, contiene un artículo sobre una masacre en Matamoros, México.
El 13 de marzo de 1988 desapareció un estudiante estadounidense de 21 años de edad llamado Mark Kilroy. Este estudiante fue secuestrado y asesinado como parte de un ritual de sacrificios humanos en Matamoros, México.
La búsqueda de Kilroy comenzó como cualquier búsqueda de rutina de personas desaparecidas. Las autoridades estadounidenses y mexicanas pensaban que el joven aparecería en un par de días. Pero no fue así.
Con la presión del gobierno estadounidense, las autoridades mexicanas instalaron un punto de inspección en la Carretera Federal 2, que conecta Matamoros con Reynosa. Ahí, detectaron a un sujeto de nombre Serafín, el mismo quien había secuestrado, junto con otros hombres, a Kilroy semanas antes. Serafín Hernández García y otros sospechosos que fueron capturados guiaron a la policía en el Rancho Santa Elena para demostrarles dónde habían enterrado los restos humanos de sus víctimas. Tras la excavación (11 de abril de 1989), los seguidores del culto exhumaron 15 cadáveres, incluyendo el de Mark Kilroy. De acuerdo con Los Ángeles Times, todos varones asesinados durante un periodo de nueve meses.
Un detalle, que la revista ¡Despertad! no menciona, es que la policía notó que los asesinos, miembros de una secta satánica, tenían grabado en el hombro la marca de una flecha que, según dijeron, los autorizaba a matar (Knight-Ridder News Service, New York Times News Service y The San Diego Union).
Este símbolo se asemeja a la cola del diablo, que tradicionalmente se dibuja con una punta en forma de flecha. Lo usan algunas organizaciones que practican la brujería y la magia negra. Resulta curioso que el símbolo de la flecha aparezca en muchas ocasiones en las ilustraciones de la Watchtower, sin embargo, lo verdaderamente preocupante es que los artistas de la Watchtower han dibujado este símbolo, tal como en el caso de los asesinos de Matamoros, en los hombros de figuras bíblicas e individuos que se puede encontrar en las ilustraciones de las publicaciones de los Testigos de Jehová. Veamos:
Página 14 de la revista "La Atalaya" del 15 de octubre de 1989:
Página 20 de la revista "La Atalaya" del 1 de marzo de 1989:
Página 7 de la revista "La Atalaya" del 15 de octubre de 1994:
Página 13 de la revista "La Atalaya" del 15 de mayo de 1991:
IMAGENES REFLEJADAS (MIRRORING IMAGES)
Como dijimos anteriormente, aun cuando hay muchos símbolos satánicos y relacionados con la brujería en las publicaciones de los Testigos de Jehová, las mitades de rostros que miran directamente al lector, y que se descubren con la ayuda de un espejo, son las que en mayor medida se han insertado en las piezas de arte de los libros y revistas de la Watchtower.
Para descubrir estas imagenes lo que tiene que hacer es tomar una pieza de arte, tal como se halla en las publicaciones de los Testigos de Jehová, y colocar un espejo en un lugar específico dentro de la misma, creando así una nueva imagen compuesta de la mitad de cada pieza vista hacia adelante y hacia atrás al mismo tiempo. Y cuando se ven de esta manera, las nuevas imágenes que se forman se asemejan a cabezas de demonios, rostros torturados, hombres decapitados, calaveras gritando y formas psicodélicas sugestivas de locura y maldad.
Estos personajes cumplen la función de "watchers" (vigilantes), y representan la omnipresencia de Satanás.
Además de representar la omnipresencia de Satanás, estas imágenes también constituyen una señal de propiedad o pertenencia (similar a lo que hacen los lobos cuando demarcan su territorio con su orín). Veamos más ejemplos:
Página 71 del libro “EJEMPLOS DE FE” (2013):
Página 118 del libro “¿Qué Enseña Realmente La Biblia?”: