Y POR EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO PODRÉIS CONOCER LA VERDAD DE TODAS LAS COSAS

IMAGEN REFLEJADA (MIRRORING IMAGE)
Página 28 de la revista La Atalaya del 15 de febrero de 2003:


 
Última edición:
Página 8 de la revista La Atalaya del 1 de agosto de 2011:
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La siguiente imagen se encuentra en la página 251 del libro “Aprendamos del Gran Maestro” (2003):
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La siguiente pieza de arte se encuentra en la historia 8 de la versión en inglés de "Mi Libro de Historias Bíblicas" (edición 1978):



 
Veamos ahora la pieza de arte que se encuentra en la página 39 del libro “Aprendamos del Gran Maestro” (2003). Esta imagen también se encuentra en la página 23 de la revista ¡Despertad!, edición de agosto de 2009. También aparece en la revista “La Atalaya” del 1 de noviembre de 2004 (página 7), y en la edición del 15 de abril de 2005 (página 10):

Esta imagen representa a un demonio conocido en la brujería y el satanismo como Belfegor. Las características compartidas sobrepasan, por mucho, la posibilidad de que se hayan producido por casualidad; la cabeza protuberante y calva, la extensa boca, los ojos semicerrados, los cuernos, las orejas puntiagudas, una nariz grande, y una larga barba:
 
Ahora examinaremos la pieza de arte de la página 3 de la revista “La Atalaya” del 1 de junio de 1989:



Al colocar un espejo en el borde izquierdo de la pieza de arte se obtiene un ZANGBETO.
El Zangbeto es una especie de disfraz que se fabrica asemejándose a un pajar. Una vez confeccionado es apto para ser habitado por espíritus malignos. No hay humanos, bajo el disfraz, en el ritual vudú del Zangbeto de Benin, sólo espíritus malos.
Ahora comparemos la imagen reflejada con la foto de un zangbeto:

El sacerdote vudú que oficia la ceremonia es el único que puede ver la verdadera forma del Zangbeto. Es decir, en las horas posteriores al ritual público, en una reunión secreta, el espíritu que habita el disfraz se manifiesta ante el brujo.
 
Página 193 del libro “Prestemos Atención a las Profecías de DANIEL”:


Al colocar el espejo en el borde derecho de la imagen se observa claramente, cómo la paloma se transforma en los ojos de una figura monstruosa. Una especie de Monstruo de la Laguna Negra. Una criatura parecida al monstruo de la película “Creature from the Black Lagoon” ("El Monstruo de la Laguna Negra"), film de terror de 1954, dirigida por Jack Arnold:

Sin embargo, es importante destacar que en la imagen reflejada (mirroring image) de la página 193, del libro “Prestemos Atención a las Profecías de DANIEL”, la laguna entera constituye una especie de monstruo viviente, resultando así una figura mucho más maligna.

Como ya dijimos, estas mitades de rostros ocultos forman parte de un culto satánico encriptado, una forma de brujería en la que cumplen el rol de “vigilantes” (“Watchers” en inglés). Así pues, representan la omnipresencia de Satanás. Es como si se hubiera insertado un "ojo que todo lo ve" u "ojo de la providencia" en cada pieza de arte.

Además de representar la omnipresencia de Satanás, estas imágenes también representan una señal de propiedad o pertenencia (similar a lo que hacen los lobos cuando demarcan su territorio con su orín).
 
“LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Y LA HORA DE LA OSCURIDAD”

En la contraportada de su libro "Jehovah's Witnesses and the Hour Of Darkness" (“Los Testigos de Jehová y la Hora de la Oscuridad”) Darek Barefoot dice: "La imagen de un rostro con cabello y barba sueltos, que recuerda a una famosa estatua del dios griego Zeus... un triángulo que contiene un disco negro, una media luna blanca... el retrato de un hombre con una marca identificativa en su cuerpo, una marca que también usaron los perpetradores de brutales sacrificios humanos en Matamoros, México... un mensaje escalofriante oculto en las palabras,... Estos son algunos de los argumentos que llevaron al autor Darek Barefoot a concluir que lo oculto estaba siendo promovido secretamente dentro de la Sociedad de Biblias y Tratados de la Torre del Vigía, una de las editoriales religiosas más grandes del mundo y la autoridad suprema para millones de testigos de Jehová en todo el mundo.”

Desearía enfocarme en este momento en la frase subrayada: “el retrato de un hombre con una marca identificativa en su cuerpo, una marca que también usaron los perpetradores de brutales sacrificios humanos en Matamoros, México...

La página 7 de la revista ¡Despertad!, del 22 de octubre de 1989, contiene un artículo sobre una masacre en Matamoros, México.

El 13 de marzo de 1988 desapareció un estudiante estadounidense de 21 años de edad llamado Mark Kilroy. Este estudiante fue secuestrado y asesinado como parte de un ritual de sacrificios humanos en Matamoros, México.

La búsqueda de Kilroy comenzó como cualquier búsqueda de rutina de personas desaparecidas. Las autoridades estadounidenses y mexicanas pensaban que el joven aparecería en un par de días. Pero no fue así.

Con la presión del gobierno estadounidense, las autoridades mexicanas instalaron un punto de inspección en la Carretera Federal 2, que conecta Matamoros con Reynosa. Ahí, detectaron a un sujeto de nombre Serafín, el mismo quien había secuestrado, junto con otros hombres, a Kilroy semanas antes. Serafín Hernández García y otros sospechosos que fueron capturados guiaron a la policía en el Rancho Santa Elena para demostrarles dónde habían enterrado los restos humanos de sus víctimas. Tras la excavación (11 de abril de 1989), los seguidores del culto exhumaron 15 cadáveres, incluyendo el de Mark Kilroy. De acuerdo con Los Ángeles Times, todos varones asesinados durante un periodo de nueve meses.

Un detalle, que la revista ¡Despertad! no menciona, es que la policía notó que los asesinos, miembros de una secta satánica, tenían grabado en el hombro la marca de una flecha que, según dijeron, los autorizaba a matar (Knight-Ridder News Service, New York Times News Service y The San Diego Union).

Este símbolo se asemeja a la cola del diablo, que tradicionalmente se dibuja con una punta en forma de flecha. Lo usan algunas organizaciones que practican la brujería y la magia negra. Resulta curioso que el símbolo de la flecha aparezca en muchas ocasiones en las ilustraciones de la Watchtower, sin embargo, lo verdaderamente preocupante es que los artistas de la Watchtower han dibujado este símbolo, tal como en el caso de los asesinos de Matamoros, en los hombros de figuras bíblicas e individuos que se puede encontrar en las ilustraciones de las publicaciones de los Testigos de Jehová. Veamos:

Página 14 de la revista "La Atalaya" del 15 de octubre de 1989:

Página 20 de la revista "La Atalaya" del 1 de marzo de 1989:



Página 7 de la revista "La Atalaya" del 15 de octubre de 1994:


Página 13 de la revista "La Atalaya" del 15 de mayo de 1991:



IMAGENES REFLEJADAS (MIRRORING IMAGES)

Como dijimos anteriormente, aun cuando hay muchos símbolos satánicos y relacionados con la brujería en las publicaciones de los Testigos de Jehová, las mitades de rostros que miran directamente al lector, y que se descubren con la ayuda de un espejo, son las que en mayor medida se han insertado en las piezas de arte de los libros y revistas de la Watchtower.

Para descubrir estas imagenes lo que tiene que hacer es tomar una pieza de arte, tal como se halla en las publicaciones de los Testigos de Jehová, y colocar un espejo en un lugar específico dentro de la misma, creando así una nueva imagen compuesta de la mitad de cada pieza vista hacia adelante y hacia atrás al mismo tiempo. Y cuando se ven de esta manera, las nuevas imágenes que se forman se asemejan a cabezas de demonios, rostros torturados, hombres decapitados, calaveras gritando y formas psicodélicas sugestivas de locura y maldad.

Estos personajes cumplen la función de "watchers" (vigilantes), y representan la omnipresencia de Satanás.

Además de representar la omnipresencia de Satanás, estas imágenes también constituyen una señal de propiedad o pertenencia (similar a lo que hacen los lobos cuando demarcan su territorio con su orín). Veamos más ejemplos:

Página 71 del libro “EJEMPLOS DE FE” (2013):




Página 118 del libro “¿Qué Enseña Realmente La Biblia?”:

 
La siguiente imagen se encuentra en la página 181 del libro “Aprendamos del Gran Maestro” (2003):

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Este rostro es una imagen estilizada de un macho cabrío:


En los aquelarres (reuniones de brujos) de la Edad Media y Moderna, el brujo principal (que presidía la reunión) solía disfrazarse de macho cabrío.
El pintor Francisco de Goya, quien asistió a algunos de estos aquelarres, realizó algunas pinturas sobre dichas reuniones. Veamos nuevamente su obra conocida como “El Aquelarre” de 1798:

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El personaje central de esta pintura es, en realidad, el brujo principal (disfrazado de macho cabrío) presidiendo la reunión de brujos.
Compare la cabeza de este macho cabrío con la imagen que acabamos de revelar:
 
Página 35 del libro “El CONOCIMIENTO que lleva a la vida eterna”:




EL CARNERO Y EL MACHO CABRÍO
De acuerdo con la antropóloga Margaret Murray, dos de los disfraces más frecuentemente utilizados por el brujo principal para dirigir los aquelarres (durante el medioevo y el renacimiento) eran los de carnero y de macho cabrío:



Esto porque, para los brujos, estos disfraces eran reminiscencias de los antiguos dioses paganos Pan (griego) y Ammon (egipcio).

En el capítulo 1, de su libro El Dios de los Brujos, Margaret Murray describe al dios Pan de esta manera: “De los dioses cornudos de la Grecia continental, Pan es el más conocido para el mundo moderno... Su universalidad se muestra en su nombre mismo, el cual indica la época en que fue la única deidad de su propio lugar. Todas sus representaciones son necesariamente tardías, posteriores al siglo V a.C.; pero aun en sus formas más tempranas sus características son las mismas: rostro largo y estrecho, barba puntiaguda, pequeños cuernos y patas de macho cabrío.” Y al dios Egipcio Ammón lo describe así: “El jefe de los dioses cornudos de Egipto era Amón, originalmente deidad local de Tebas, y después dios supremo de todo el país. Habitualmente se le representa en forma humana, con los cuernos curvos del carnero tebano”.


Los brujos medievales hicieron una especie de sincretismo. Revistieron a Satanás (su dios) con la apariencia de estos dioses paganos, y así ocultaron una religión que era, en realidad, "La Iglesia del Diablo". La brujería medieval y renacentista eran la iglesia del diablo.

De acuerdo con Margaret Murray, la brujería logró infiltrarse en los reinos y en el cristianismo de aquella época. Un ejemplo de ello fueron los sacrificios humanos que efectuó el sacerdote Étienne Guibourg para favorecer a algunos miembros de la corte francesa en el siglo XVII.

La siguiente pieza de arte se encontró en el libro “Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la tierra” (1982), específicamente en el capítulo 29, página 244, bajo el tema “Procure el Placer de su Cónyuge”:


No es inusual que las familias tengan retratos de uno de los cónyuges, o de alguno de sus hijos, en sus habitaciones. En este caso, sin embargo, lo que aparece en el portarretratos es el perfil de un carnero (esta es una imagen subliminal simple, No se requiere ningún espejo para descubrirla).

La imagen del carnero, del portarretratos que acabamos de mostrar, representa al dios egipcio “Amón”.


Sin embargo, como ya hemos visto, las imágenes subliminales que la Watchtower ha insertado con mayor frecuencia en sus publicaciones son las imágenes reflejadas ("mirroring images" en inglés). La forma en que se pueden revelar estas imágenes es tomar una pieza de arte, tal como se halla en las publicaciones de los Testigos de Jehová, y colocar un espejo en un lugar específico dentro de la misma, creando así una nueva imagen compuesta de la mitad de cada pieza vista hacia adelante y hacia atrás al mismo tiempo. Y cuando se ven de esta manera, las nuevas imágenes que se forman se asemejan a cabezas de demonios, rostros torturados, hombres decapitados, y formas psicodélicas sugestivas de locura y maldad.

Página 21 de la revista “La Atalaya”, edición de estudio, de enero de 2021:
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