Si existe la idea o concepto, efectivamente tiene una raza de ser llamarle así. Cuando se dice que Jesús es el cordero dudo que alguien en realidad se imagine que literalmente Jesús es una pequeña y joven oveja. El problema de quienes no hablan ni entienden hebreo es que están un tanto lejos de comprender el significado de las palabras que en su propio idioma se usan, esas que son la traducción de conceptos de otra lengua y cultura. Si en vez de idealizar cosas dedicasen tiempo a hacer tesis investigativas, de estudio y aprendizaje de lengua y cultura, ni siquiera existirían este tipo de debates. quedarían anulados e inútiles en sí mismos. Lo más cerca de que "Satanás" (una palabra griega) fuese un nombre propio es por la forma 'Satán', que dio lugar al vocablo griego Satanas. Esa palabra (Satan) identifica el oponerse a algo o ser el adversario de alguien. Más de cuatro milenios atrás ya esta forma de sonido (S.T.N o SH.T.N.A) era una forma fonética en diversas culturas para definir cosas negativas o malas, no a una persona o ser particular. Es como cuando alguien dice "tiene una guerra con el demonio que cada uno tiene en sí mismo", lo cual no quiere decir que esté poseído pues el hombre se comunica y entiende por símbolos y metáforas. El León de la tribu de Judah no es un verdadero felino, sino un hombre a quien se da este símbolo de dicha tribu pues el león representa la Fuerza, como el cordero identifica la mansedumbre y la humildad. Al decir ángel o demonio, se evoca la lengua griega, pues Aggelo es mensajero o emisario, y Daimon es genio o criatura divina (no en un sentido positivo sino estrictamente como un espíritu o ser sobrehumano), y en hebreo es Malaj (mensajero u obrador) y Shed (criatura espiritual o ser espiritual, en un sentido contextual). De hecho, ciertas culturas mesopotámicas llamaban Shedu a los Kerubim, al definirlos como seres sobrenaturales o divinos.