Otro retrasado, como el soso. Pseudo-médicos. Por gente como ustedes es que hay tanta gente con problemas de salud y drogadictos. Ustedes no estudian nutrición ni ciencia del cuerpo, o compran la carrera de medicina, y sus amigos farmacéuticos se hacen de oro con vuestra ayuda, mientras drogan a la gente y la hacen dependiente de fármacos de por vida. Sinvergüenzas. Tú y el soso son los típicos casos de gente que presume de una carrera y está ahí por el sueldo. No se actualiza y no les interesa actualizarse. Pero para colmo tienen la osadía de burlarse de la ciencia, aún presumiendo de ser médicos. Son basura, eso es lo que son. Sinvergüenzas. Vayan y estudien de verdad, y digan la verdad a la gente. Tengan conciencia. Tengan temor de Dios, si es que en algo presumen de cristianos.
Como ustedes no lo dicen a los pacientes, lo diré yo, que no tengo intereses con farmacéuticas ni mi trabajo pende de un hilo por decir la verdad, como con ustedes, que solo velan por su sueldo y sus comisiones.
El cuerpo humano es mayormente líquido, y en toda materia líquida se produce conductividad eléctrica (si no nadie se electrocutaría). El nivel de capacidad de conductividad se denomina pH, la condensación de iones de hidrógeno. Toda célula es conductora, receptora y productora de energía. El oxígeno que de los alvéolos pasa a la sangre discurre gracias a los eritrocitos (glóbulos rojos) y llegan a los leucocitos (glóbulos blancos) de todo el cuerpo - incluyendo las neuronas -, ese oxígeno traspasa la membrana célular, entra a la mitocondria y por acción del adenosin trifosfato convierte ese gas resultante en energía funcional. Es por esa energía que el cuerpo tiene motricidad, tiene vida (como dice Génesis, "porque en la sangre está la vida"). Esta fluctuación de energía no solo actúa por el aire respirado, sino por los impulsos neuronales. Así como todo relé cerebral produce un impulso al sistema nervioso y de ahí a un órgano - según las Leyes de Hamer -, todo estímulo cerebral comunica energía a todas las células por medio del sistema nervioso. La capacidad de energía del cuerpo es en donde radica la vida y el potencial del sistema defensivo, dicho en palabras llanas. Todo lo que la persona hace y consume influye en esta fluctuación. Si esta fluctuación es débil, CUALQUIER cosa gana el pulso contra el organismo (sea desecho celular, llamado virus, o exosomas, o cualquier otro tipo de germen, sea hongo, parásito, morgellon, bacteria...). Nuestro organismo convive en perfecta simbiosis con muchos tipos de gérmenes (hay, de hecho, más bacterias que células en nuestro cuerpo biológico). No obstante, si la fluctuación de energía es alta, ni aunque te inyecten VIH tiene incidencia en el organismo. Esto es porque el cuerpo biológico responde, primero a la mente, y segundo a los co-factores. Claro, a los que ganan con el cuento de los virus les encanta esconder la verdad sobre los virus, sobre la alcalinidad y sobre los cofactores (o mucho menos sobre los campos electromagnéticos y ondas de microonda, ondas microtesla o wi-fi, que alteran a las bacterias), porque si no no hay negocio con las farmacéuticas ni tratamientos para pacientes: estaría toda la gente sana y todos los médicos se irán para la calle. Es con una alimentación y un hábito alcalino (de energización celular) como el cuerpo es inmune, y no necesita nada más. Aquí está la razón de porque los médicos no hablan de esto, porque saben - los que saben - que se quedan sin trabajo.
El cuerpo se energiza y se hace inmune a cualquier patología, dolencia, desgaste, envejecimiento prematuro, etc., etc. etc. Con 5 cosas esenciales que sanan el organismo y lo mantienen en perfectas condiciones:
1. El sol. Esto es gracias al 7-deshidrocolesterol y la melanina. Dios hizo todo perfecto y ya organizado para que el cuerpo humano se mantuviese sano y joven bajo el mero principio de la armonía con su entorno y su interior. Raro que para proteger a la gente de un bicho le mandasen a encerrase en vez de tomar sol. Primer razonamiento anticientífico de muchísimos que más de un pseudo-médico omite confesar.
2. El aire. Como dije hace un momento, el elemento de vida de las células que contienen, precisamente el material genético o memoria genética: ADN. Ergo, quita aire al cuerpo y se reduce la capacidad del sistema inmunológico. Entonces, vaya inteligencia decirle a la gente que se ponga un bozal y reduzca, por bocanada, un 20% de oxígeno, del ya 37% que hay a nivel del mar. Vaya inteligencia, pero nadie sospecha lo anticientífico, porque tragan de televisión.
3. El agua. Primeramente nadar en el mar, y si no, en la piscina. Por efecto de ósmosis inversa el cuerpo se hidrata, cambia química de los fluidos corporales y se mineraliza. Pero el razonamiento que dicen a la gente, no vayan a las playas, claro, para que los tiburones no nos contagien de covid ni nosotros infectemos a los delfines. Pero sobran los gurús anticientíficos que no sospechan y son crédulos de sus líderes políticos, que no hicieron carrera de medicina ni de ciencias.
4. Los minerales y las vitaminas. El factor principal de las enfermedades humanas no son otra cosa que la porquería que comen. La sociedad ha sido adoctrinada con la idea de una tal pirámide nutricional, que poco o nada tiene de científica. Se basa meramente de un estándar de los años 70 basada en los acuerdos entre los gobiernos y las industrias ganaderas. Entonces ponen en la base de la alimentación las carnes y los derivados lácteos, aún cuando la evidencia científica demuestra que las carnes - del animal que sea - son cancerígenas, producen envejecimiento prematuro, son difíciles de digerir, destruyen el endotelio (la pared interna de los vasos sanguíneos) y se convierten en mierd* (perdón por la honestidad) en pleno paso por el intestino grueso, donde se absorbe el líquido final de los alimentos. Entonces el organismo absorbe y se nutre de esa mierd* (literal). Pero claro, te venden el cuento de las proteínas, como si todos fueses culturistas - y no hubiese más aminoácidos completos en los vegetales, las legumbres (especialmente el nitrógeno de las lentejas) o los cereales integrales -, o como si la comida en general tuviese déficit de proteína. Y qué decir de los derivados lácteos, que saturan el sistema linfático y son los promotores de las alergias (porque de niños ya no sintetizamos la lactasa). Los lácteos no son otra cosa que fluidos grasos... grasa. Eso, solo hablando del mito alimentario, sin entrar en la basura comercial procesada, los azúcares refinados, la pseudo-sal, la sobrecondimentación, los aditivos, los conservantes, los colorantes, los edulcorantes, los pasteurizantes, los fritos, las harinas refinadas, etc., etc., sin contar con las mezclas incorrectas de alimentos que aceleran la fermentación y la putrefacción de los tales dentro del sistema digestivo.
5. El ejercicio físico. Sí, ese que unos hacen y otros no, pero que te mandan a hacer con un bozal, para que te jodas el cerebro (porque el cerebro se nutre de oxígeno puro, y al cabo de meses de llegarle poco oxígeno empieza a tener problemas, y más de uno saldrá mongolito, pero lástima por los niños). No solo son los procesos químicos del ejercicio, la limpieza celular derivada de la sudoración, el estímulo emocional de verte mejor, la ejercitación del corazón y los pulmones, de los ligamentos, las articulaciones, la fascina, los músculos, la piel... en fin. Mera ciencia, cosa que pocos estudian.
Todo el cuerpo se renueva celular, química y energéticamente. pero los que no estudian CIENCIA dirán "uy, cuidado, peligro con los virus, enciérrate y toma un pastilla"... y cuando vengas a la clínica enfermo de miedo, estrés, ansiedad, sugestión y ondas electromagnéticas (de las cuales estamos saturados y rodeados), no te darán ni antiinflamatorios, ni anticoagulantes ni anibióticos, y la mezcla de no seguir esos 5 principios, aunado a que no te den nada para al menos defenderte interiormente, te llevará a sus lindos brazos, y dirán "fue el covid" (basados en los síntomas de la gripe y la neumonía atípica bilateral y un test de cadena de polimerasa que da 80% falso positivo). Y entonces, para seguir la película, te entuban, bloqueándote los pulmones, luego el hígado y finalmente los riñones, y adiós amigo. Y no creas que te harán autopsia para saber que no fue covid sino la irresponsabilidad médica, no, te incinerarán, e igual pondrán en el acta de defunción que fue el covid. Ojalá no haya más médicos como estos.