Re: ¿Una Tribu para Melquisedec?
Bendiciones en Cristo.
Quiero dejar algo bien claro en perspectiva. Creo en Las Sagradas Escrituras y en La Sagrada Tradición de La Iglesia. NO Creo en el escriturismo protestante. Por tanto para mis convicciones personales no necesito encontrar algo explícitamente explicado en La Biblia si el Magisterio Católico lo ha declarado expresamente como verdad de Fe. Creo, sin cavilación alguna, que el Magisterio es un órgano infalible que está al servicio de La Palabra. Por lo que jamás aceptaré que el Magisterio está corrigiendo algo explícitamente especificado en La Biblia. Si eso llegara a pasar pues se habrá sentado el Anticristo en La Iglesia Católica y Jesús sería un mentiroso al haber prometido que las puertas del Hades no prevalecerían. Por eso, sin temores, me basta con demostrar que no corrige La Biblia lo que el Magisterio enseña. Es lo que pretendo hacer aquí, no fundamentar toda mi creencia en el sacerdocio ministerial en La Biblia. Sí creo que hay elementos bíblicos que fundamentan este sacerdocio, pero no lo explican hasta agotar todo el fundamento que realmente hoy tiene. Mantenga eso en mente. Sí hay sacerdocio ministerial en La Biblia.
He podido identificar estas objeciones en sus intercambios y las iré tratando una a una, en la medida que me sea posible. Si se me quedó alguna, señálemelo, la recogeré sin problemas.
1. El Nuevo Testamento omite el término sacerdote por inapropiado no por omisión. (talcual)
2. Todos los servicios del NT son laicales, no sacros. (talcual)
3. La IC ha propuesto el sacerdocio como algo de honor no como servicio. (talcual)
4. Nada hay sacrificial en la Eucaristía, es sólo acción de gracias. (Tobi)
5. Nada separaba a quien ofrecía la Eucaristía de los demás. (Tobi)
6. No era el presbítero el que administraba la Eucaristía en las Iglesias. (Tobi)
7. El sacrificio de la Eucaristía es volver a sacrificar a Cristo. (OSO)
8. La Eucaristía es imperfecta pues no hay aspersión de sangre. (OSO)
9. El sacerdote ya no hace falta, nadie puede ofrecer por mí, Dios me reclama a mí. (OSO)
10. Cristo también ha abolido las funciones del sacerdote de menor rango. (Prisdeli)
11. Cristo ha reclamado para él exclusividad, ya no hay separación entre el pueblo. (Prisdeli)
12. No hace falta ceremonia litúrgica para acceder a Dios, ya que somos sacerdotes y oficia cada uno. (Prisdeli)
13. Cada creyente es el Nuevo Tabernáculo. (Prisdeli)
14. El sacerdote es mediador, y ahora el mediador es uno sólo Cristo. (Varios)
15. El Sacerdocio Levítico es una especie de "plan B", creado para ser abrogado. (Varios)
Objeción 1.
Hoy sabemos con toda seguridad que el Nuevo Testamento evita cuidadosamente llamar sacerdotes a los ministros de las comunidades cristianas. Y en general se evita el vocabulario sacral para designar a los ministros. Es decir, no se trata meramente de un argumento "de silencio", en el sentido de que el Nuevo Testamento no habla de "sacerdotes" como dirigentes en la Iglesia. Se trata, sobre todo de que los autores del Nuevo Testamento evitan cuidadosamente llamar sacerdotes a los ministros de las comunidades. Esta situación se mantiene así durante todo el siglo segundo. Hasta que en el siglo tercero Hipólito, en la Tradición Apostólica, Tertuliano y sobre todo Cipriano, en 147 textos, utilizan la palabra "sacerdote" para referirse a los ministros de la Iglesia. A partir de entonces, esta designación se generaliza.
Parcialmente cierto. El silencio al respecto de usar el término "sacerdote" en el NT y un lenguaje "sacro" es real, y no es casual, es intencional. Pero su calidad de "inapropiado" no se la da el hecho de que el ministerio presbiterial (de los "ancianos") no es sacerdotal en el estricto sentido de la palabra, sino el simple hecho de que en el NT todavía se ofrecían sacrificios en el Templo y existían los sacerdotes del Antiguo Pacto. Los Apóstoles querían evitar cualquier tipo de asociación y confusión con el sacerdocio judío, no más. Inmediatamente desaparece el Templo, pues empiezan las referencias al que lleva el ministerio u oficio presbiterial como "sacerdote" y no desde el siglo III. Las referencias son muchas y variadas y claramente jerarquizadas: Clemente, Ignacio, Ireneo y Polycrates son previos al siglo III y ya usan el término "sacerdote" para referirse al presbítero y al epíscopo neotestamentario. Si tomamos como válida la opinión de varios exégetas protestantes, pues tendremos las obras de Clemente llamando sacerdotes a los presbíteros aún antes de acabar de escribirse el NT.
El sacerdote está para ofrecer sacrificios. Puede haber sacrificio sin sacerdote, estos casos abundan en el AT antes y después de la institución del sacerdocio levítico, obviamente ninguno de ellos hechos en el tabernáculo. Pero lo que nunca habrá será un sacerdocio sin sacrificio. Para eso está el sacerdote. Lo que estoy diciendo es que si llamaré sacerdote al presbítero neotestamentario es porque él ofrece un sacrificio y que sólo él podía hacerlo. Pero esto lo trataré en la objeción 6.
Objeción 2.
Aquí realmente no puedo entender la congruencia del argumento. Quizá no termino de entender la queja. ¿Cómo puede ser el sacerdocio neotestamentario algo de laicos si Cristo es Sumo Sacerdote? ¿No desmorona el Sacerdocio de Cristo esta laicidad? Quizá el problema es ese, que tenemos la mirada tan fija en los errores del clero católico que nos olvidamos que ese clero propone que su sacerdocio el único inicio y sustento que tiene es el sacerdocio de Cristo.
Si el Sacerdocio de Cristo es algo con carácter ontológico, existencial pues eso no anula el culto sino que precisamente lo sacratiza muchísimo más. Si Cristo es esencial-mente sacerdote el ministerio cristiano es mucho más sacro que cualquier otro.
Insisto y pregunto ¿qué pinta la Eucaristía en todo esto? ¿para qué un altar cristiano? ¿para qué una comida sin sentido sagrado en el cristianismo? Olvidémonos por ahora de la transubstanciación. Pero el simple pan y vino, que son la ofrenda de Melquisedec, la ofrenda de un sacerdote de lo más alto, son señal de que lo que se hace en la mesa cristiana tiene un claro y neto caracter sacrificial por lo tanto sagrado. Si tan seguros están de que la ofrenda de Cristo fue su cuerpo en la cruz, entonces quien está presentando el pan y el vino está ofreciendo otra cosa distinta de Cristo. Aceptemos que es así por ahora. ¿Cómo explicar que este ofrecimiento, hecho en un altar es algo no-sagrado, un simple gesto privado de toda sacralización cúltica? ¿Cómo?
El sacerdocio universal ciertamente participa plenamente de esta ofrenda Eucarística. Por eso quien preside en una asamblea católica habla en plural. Pero a eso vovleré más tarde.
Objeción 3.
Y sin embargo, en la IC se ha impuesto "lo sacerdotal" como categoría que separa, que pone aparte, que dignifica y da honor, que sitúa a un individuo por encima de los demás cristianos, que cualifica y confiere derechos y privilegios. De esta manera, los que detentan esta dignidad excelsa se sienten, inevitablemente, por encima de los demás. Y forman una casta aparte, la casta sacerdotal. A todo lo cual hay que añadir el hecho de que los "sacerdotes" se constituyen en "mediadores", siendo así que el único "mediador" es Cristo.
Esto es una crítica dura, verificable en algunos casos históricos, pero no es algo doctrinal y mucho menos es el sustento del sacerdocio católico. El sacerdocio católico parte del sacerdocio de Cristo y de ningún otro punto. Por tanto el fundamento del sacerdocio ministerial es básicamente ministrar La Palabra, sacramentos y presentar sacrificios. Hasta Gregorio Magno vemos claramente la conciencia de que el sacerdote es el siervo de los siervos de Dios, en su disputa con Juan El Ayunador (faster) hubo un derroche de tinta proveniente de Roma para explicar el caracter servicial del presbíterio.
Porque, para ellos, el ministerio eclesial es un "servicio" (diakonia) y una "esclavitud" (doulia) , o sea, lo más radicalmente opuesto a una dignidad y un honor.
Esta queja tampoco me parece entendible. Precisamente al diácono se le llama así por su subordinación al presbítero no por su subordinación a la comunidad. Así como el Levita asistía a la prole de Aarón, así el diácono asiste en las labores menores al presbítero. De hecho, la misma división no es una mera división de oficios sino una división "jerárquica" de los oficios. El diácono era diácono, subordinado al presbítero y no otra cosa. Me explico mejor. No es que al presbítero se le asigna un esclavo servilmente. Sino que hay una jerarquía en las labores de cada uno. El testimonio de Justino indica claramente que la celebración eucarística la presidía el presbítero y que el diácono hacía las labores menores. Por esto el término presbítero evolucionó hasta sacerdote en la lengua inglesa y no así el término diácono.
Timoteo tenía la facultad de integrar nuevas personas al ministerio a través de su imposición de manos. (1 Timoteo 5, 22) Y él a su vez recibió esa facultad de la imposición del colegio presbiterial (1 Timoteo 4, 14) y no de la comunidad. Esto es extremadamente importante. Y no se puede pasar por alto. El "colegio" presbiterial sí está claramente apartado de la comunidad. Y esta separación no es una de oficios, sino claramente ministerial, claramente una separación carismática. Por eso cuando Pablo habla del llamado (vocación) de Timoteo lo hace en términos carismáticos. No a todos se les impartía el mismo carisma. Y esto es otra cosa que hay que tener en cuenta. Pablo se sabía administrador de ciertos carismas que no tenía todo el pueblo cristiano, y sabía que él podía impartirlo. Lo mismo le ha dicho a Timoteo. Por tanto el carácter que se impregna en un presbítero es algo netamente carismático que separa su sacerdocio del sacerdocio universal, si no en dignidad y honor, sí claramente en labores, oficio y ministerio.
Hay algo en los cristianos "bíblicos" y es el anacronismo con el que quieren entender La Iglesia. La Iglesia de Tesalónica, la primera a la que Pablo se dirige no se parece a las Iglesias que dirigía Timoteo, las más tardías (paulinas). Precisamente estas cartas llamadas pastorales se caracterizan por Iglesias organizadas en las que las preocupaciones del Apóstol son bien "eclesiales", clericales y el protestantismo parece creer que con la muerte de Pablo pues ya no había más evolución. Hay testimonios bíblicos de evoluciones no favorables en algunas comunidades cristianas, por lo que la evolución no favorable del sacerdocio católico respecto a este aspecto del honor y la dignidad, no justifica a la IC de haberse equivocado, pero no es extraña a lo que le pasa a la Iglesia. Esa nostalgia protestante por vivir "a lo cristianamente primitivo" encima de utópica es de lo más irreal y sin fundamento, porque La Iglesia no es una masa que no cambia y La Biblia lo muestra.
Seguimos.
En el Amor de Jesús.
Gabaon.