Sobre la suerte de los bebés muertos con solo pecado original sin haber cometido pecados voluntarios, la Iglesia no se pronuncia. No puede afirmar con certeza lo que sucede con esos bebés. La posición oficial del magisterio de la Iglesia es... confiar en la Misericordia de Dios.
Y según el estudio de la Comisión Teológica Internacional, hay motivos fundados para dicha confianza.
No se puede AFIRMAR con certeza que estén gozando de la comunión con Dios porque no ha sido revelado otro camino de salvación que no sea por medio del bautismo. Tampoco se puede AFIRMAR con certeza que sean condenadas, porque no tienen pecados voluntarios y por la ternura y predilección que Jesús siempre manifestó hacia los niños.