Claro que son paranoias y es evidente que pretendes legitimar tus prejuicios con la Palabra de Dios.No son paranoias, ni tengo que pretender probar nada. Explico cosas que he descubierto y que culturalmente conozco. No pretendas darme consejos sobre la llamada Biblia. Yo hablo hebreo, mi padre es rabino, crecí dentro de la cultura de la Kabalah (parte de lo que los evangélicos denominan "hermenéutica"), y una de mis hermanas es profesora de arqueología en Tel Aviv. Yo nací en Israel. Ustedes, los latinos, que no saben hebreo y no conocen modismos ni simbolismo hebreo, tienen que interpretar cosas que suponen, conjeturando y dando por sentado cosas que muchas veces son falsas. Ustedes solo leen 66 libros que os llegó esquilmada la iglesia católica romana, mientras nosotros tenemos cientos de manuscritos. Empero, yo explico algo, para quien le interese, no tengo que probar nada (de esto enseño hace años en canales pertinentes).
No hay reptileanos sino hijos de Satanás, la serpiente antigua, padre de la mentira.
Las vacunas no son el enemigo ni “pinchazos” mediante los cuales serán arañados para poner un microchip bajo la piel y hacerte así marcar por la Bestia. Eso si que es hablar cosas que supones.
Saca a las vacunas de la ecuación que la Bestia marcará a los suyos de formas que hoy apenas si imaginamos.