Veamos lo que podemos entender sobre el versículo 17 del capítulo 5 de Mateo:
Sobre el versículo 17 del capítulo 5 de Mateo, he encontrado las siguientes variantes:
1....No he venido a anularlos sino a cumplirlos;
2....no he venido a abolirla, sino a perfeccionarla;
3....no he venido a abolirlos sino a completarlos;
4....He venido, no para deshacer cosa alguna, sino para llevarla a la forma perfecta;
5....no he venido a abolirlas, sino a llevarlas hasta sus últimas consecuencias;
6....No he venido a suprimirla, sino a darle su forma definitiva;
7....No he venido a anularlas, sino a darles su verdadero significado;
8...."No creáis que he venido para poner fin a la ley de Moisés y a las enseñanzas de los profetas. No he venido a ponerles fin, sino a darles su verdadero sentido".
VEAMOS LO QUE PODEMOS ENTENDER:
Si yo no hubiera conocido más que la primera versión, podría entender que Jesucristo vino a cumplir con todos los preceptos que se encuentran en las leyes de todos los libros del A. T.
Si solo hubiera conocido la segunda versión, podría entender que Jesucristo vino a explicarnos todo mejor. También habría podido entender que había ciertas imperfecciones en las antiguas leyes judías.
Si solo hubiera conocido la tercera, podría entender que El Señor, vino a darnos algunos preceptos más.
Si solo hubiera conocido la cuarta, podría entender el versículo más o menos como el tercero. Quizás pensaría además que siendo buenas todas las leyes del A. T., Cristo había cumplido de forma perfecta con ellos.
La quinta versión, me haría entender probablemente que El Señor había venido a cumplir a rajatabla, pese a quien pesare, todos los preceptos de la Antigua Ley.
La sexta, la entendería como que hubo un tiempo en que la Ley estaba solo como en esbozo y que Cristo la iba a terminar de definir.
La séptima me haría entender que se les habían dado significados erroneos a las leyes del antiguo pacto, aunque eran válidas todas ellas.
La octava, me dejaría bien claro que es la Ley de Moisés y ninguna otra, a la que se refiere Cristo, y que solo El nos la haría comprender.
Creo que no necesito comentar nada más, y que el tema es merecedor de un amplio debate, pues, no es una broma entender mal o no entender, a que dijo Cristo que había o no había venido, respecto a la Ley.
Es apasionante lo que se descubre, a medida que nos adentramos en la comparación entre diversas versiones de la Biblia, de los versículos clave de la Ley de Dios. También sobre la persona de Cristo, sus atributos divinos y el significado de sus palabras, hay tristemente, variantes que nos llevan a entender de manera falsa los ejemplos de vida y amor del Evangelio. Algo semejante ocurre con las cartas de los apóstoles.
Estamos viviendo los últimos tiempos anunciados por los profetas. Si no ponemos en claro ciertos pasajes tergiversados o cambiados en las escrituras, habremos malgastado aquellos talentos que Dios, en su infinita Misericordia, pueda habernos dado.
"Hoy, si oís su voz, no endurezcáis vuestros corazones"
Sobre el versículo 17 del capítulo 5 de Mateo, he encontrado las siguientes variantes:
1....No he venido a anularlos sino a cumplirlos;
2....no he venido a abolirla, sino a perfeccionarla;
3....no he venido a abolirlos sino a completarlos;
4....He venido, no para deshacer cosa alguna, sino para llevarla a la forma perfecta;
5....no he venido a abolirlas, sino a llevarlas hasta sus últimas consecuencias;
6....No he venido a suprimirla, sino a darle su forma definitiva;
7....No he venido a anularlas, sino a darles su verdadero significado;
8...."No creáis que he venido para poner fin a la ley de Moisés y a las enseñanzas de los profetas. No he venido a ponerles fin, sino a darles su verdadero sentido".
VEAMOS LO QUE PODEMOS ENTENDER:
Si yo no hubiera conocido más que la primera versión, podría entender que Jesucristo vino a cumplir con todos los preceptos que se encuentran en las leyes de todos los libros del A. T.
Si solo hubiera conocido la segunda versión, podría entender que Jesucristo vino a explicarnos todo mejor. También habría podido entender que había ciertas imperfecciones en las antiguas leyes judías.
Si solo hubiera conocido la tercera, podría entender que El Señor, vino a darnos algunos preceptos más.
Si solo hubiera conocido la cuarta, podría entender el versículo más o menos como el tercero. Quizás pensaría además que siendo buenas todas las leyes del A. T., Cristo había cumplido de forma perfecta con ellos.
La quinta versión, me haría entender probablemente que El Señor había venido a cumplir a rajatabla, pese a quien pesare, todos los preceptos de la Antigua Ley.
La sexta, la entendería como que hubo un tiempo en que la Ley estaba solo como en esbozo y que Cristo la iba a terminar de definir.
La séptima me haría entender que se les habían dado significados erroneos a las leyes del antiguo pacto, aunque eran válidas todas ellas.
La octava, me dejaría bien claro que es la Ley de Moisés y ninguna otra, a la que se refiere Cristo, y que solo El nos la haría comprender.
Creo que no necesito comentar nada más, y que el tema es merecedor de un amplio debate, pues, no es una broma entender mal o no entender, a que dijo Cristo que había o no había venido, respecto a la Ley.
Es apasionante lo que se descubre, a medida que nos adentramos en la comparación entre diversas versiones de la Biblia, de los versículos clave de la Ley de Dios. También sobre la persona de Cristo, sus atributos divinos y el significado de sus palabras, hay tristemente, variantes que nos llevan a entender de manera falsa los ejemplos de vida y amor del Evangelio. Algo semejante ocurre con las cartas de los apóstoles.
Estamos viviendo los últimos tiempos anunciados por los profetas. Si no ponemos en claro ciertos pasajes tergiversados o cambiados en las escrituras, habremos malgastado aquellos talentos que Dios, en su infinita Misericordia, pueda habernos dado.
"Hoy, si oís su voz, no endurezcáis vuestros corazones"