Re: ¿TIENE VIGENCIA LA LEY ANTIGUA PARA LOS CRISTIANOS?
Amigo Melek, muchos judaizantes llamados cristianos, al no querer vivir la Ley de Jesucristo y querer seguir viviendo las antiguas leyes judías cambiadas en falsedad (Jeremías 8:7-8), no han querido reconocer que Jesucristo es el Verbo Encarnado (Dios hecho Hombre), y ésta es la gran confusión que ha vivido el mundo durante siglos.
Otros, por el contrario, aceptan a Jesucristo como Dios hecho Hombre, pero también son judaizantes y quieren hacer ver que Jesucristo vino a confirmar las leyes judías. Nada más lejos de la verdad, pues el Evangelio nos enseña que Jesucristo abolió todas las leyes judías que faltaban a la misericordia, y, si faltaban a la misericordia, es porque no eran Ley de Dios, porque la Ley de Dios es la misericordia. Ahora te pongo unos ejemplos:
LA VERDADERA LEY DE DIOS ENSEÑADA POR JESUCRISTO
" todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
LA LEY DE DIOS ENSEÑADA POR JESUCRISTO EN PRECEPTOS
Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.
De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio.
Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.
Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
LA LEY JUDÍA DEL TALIÓN ABOLIDA POR JESUCRISTO
Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. (Mateo 5:21-48)
LO QUE DIOS QUIERE ES LA MISERICORDIA
"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (MATEO 22:37-40)
JESÚS ENSEÑA LA LEY A UN JOVEN RICO
"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)
Ésta es la verdadera Ley y los verdaderos mandamientos de Dios enseñados por Jesucristo, y esta Ley y estos mandamientos dejan abolidos todos los mandamientos judíos escritos en el viejo testamento que faltaban a la misericordia, porque la verdadera Ley de Dios es la misericordia..., y Jesucristo se hizo Hombre y su enseñanza (el Evangelio) es la enseñanza que nos devuelve la verdadera Ley de Dios que los judíos ya no conocían porque los escribas habían cambiado la Ley de Dios en falsedad. Así nos dicen los profetas:
"Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Isaías 29,13).
"Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas." (Jeremías 8:7-9).
Y Jesucristo, recordando al profeta Isaías, así nos dice:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9)