Re: Testigos de Jehová son anticristos.
A los TJ que visitan este epigrafe;
Pregunto, en base a mi anterior mensaje;
1) ¿Ustedes niegan que "Jesus" sea el Cristo de D-os?
2) ¿Ustedes niegan que El Mesías vino en carne?
Por favor, respondan a este mensaje solo con un si o un no.
Gracias de antemano.
David
Respuesta 1) NO!!! Rotundamente NO!
Isa. 61:1-El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí,
porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
Respuesta 2) Tampoco ,lo negamos!-
Gál 4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo,
Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
Nosotros enfatizamos que el hombre que llego a ser Jesús, era un poderoso espíritu en los cielos, - Dios es Espíritu y todo lo que "engendra" obviamente es espíritu, como Él- pero no todopoderoso al igual que su engendrador. Porque solamente Él es Todopoderoso.
El Dr. H. R. Boer, en su libro
A Short History of the Early Church (Breve historia de la iglesia primitiva), comenta sobre la esencia de la enseñanza de los apologistas:
“Justino [Mártir] enseñó que antes de la creación del mundo Dios estaba solo y que no había ningún Hijo. [...]
Cuando Dios quiso crear el mundo, [...] engendró a otro ser divino para crear el mundo por él. A este ser divino se le llamó [...] Hijo porque nació; se le llamó Logos porque se le tomó de la Razón o Mente de Dios. [...]
”Por consiguiente, Justino y los demás apologistas enseñaron que el Hijo es una criatura.
Él es una criatura elevada, una criatura suficientemente poderosa como para crear el mundo, no obstante, una criatura.
En teología a esta relación entre el Hijo y el Padre se le llama
subordinacionismo. El Hijo está subordinado, o sea, es subalterno al Padre, depende de él y existe por él.
En el libro
The Formation of Christian Dogma (La formación del dogma cristiano), el Dr. Martin Werner dice lo siguiente sobre el entendimiento más temprano de la relación entre el Hijo y Dios:
“Esa relación se entendió inequívocamente como que era una de ‘subordinación’, esto es en el sentido de la subordinación de Cristo a Dios. Dondequiera que en el Nuevo Testamento se pasa a considerar la relación entre Jesús y Dios, el Padre, [...] esta se concibe y representa categóricamente como subordinación.
Y el Subordinacionista más decidido del Nuevo Testamento, según el registro sinóptico, fue Jesús mismo [...] Esta posición original, firme y evidente como era, pudo mantenerse por mucho tiempo. ‘Todos los grandes teólogos prenicenos representaron la subordinación del Logos a Dios’”[SUP]2[/SUP].
De acuerdo con eso, R. P. C. Hanson, en
The Search for the Christian Doctrine of God (Búsqueda de la doctrina cristiana de Dios), declara:
“No hay ningún teólogo de la Iglesia oriental ni de la occidental antes del estallido de la controversia arriana [en el siglo IV] que no considere que en algún sentido el Hijo está subordinado al Padre”[SUP]3[/SUP].
El Dr. Alvan Lamson, en
The Church of the First Three Centuries (La iglesia de los primeros tres siglos), añade el siguiente testimonio respecto a la enseñanza de las autoridades eclesiásticas antes del Concilio de Nicea (325 E.C.):
“Los Padres antenicenos por lo general, si no uniformemente, sostuvieron la inferioridad del Hijo [...] El hecho de que veían que el Hijo era distinto del Padre se hace patente por la circunstancia de que sostienen claramente la inferioridad de él. [...] Lo consideraban distinto y subordinado”[SUP]4[/SUP].
Del mismo modo, en el libro
Gods and the One God (Dioses y el único Dios), Robert M. Grant dice lo siguiente sobre los apologistas:
“La cristología de las apologías, como la del Nuevo Testamento, es esencialmente subordinacionista.
El Hijo siempre está subordinado al Padre, quien es el único Dios del Antiguo Testamento. [...] Lo que hallamos en estos escritores primitivos, pues, no es una doctrina de la Trinidad [...] Antes de Nicea, la teología cristiana fue casi universalmente subordinacionista”