Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?
No me gusta esto de los copy-paste, pero lo haré para complacer al amigo Papías:
LA HEREJÍA EN COLOSAS
EL PELIGRO DE MEZCLAR LA CREENCIA CRISTIANA CON FILOSOFÍAS PAGANAS
Por el profesor Mariano Ávila
En colosense 2.8 Pablo por primera vez en la carta menciona el termino “filosofías” para referirse a la herejía que amenazaba a la iglesia. Pablo mismo lo describe como “huecas sutilezas”, y se refiere no tanto al estudio de pensadores tales como Platón y Aristóteles, sino a algunas ideas religiosas y místicas que, mezcladas con algunos de los aspectos de la filosofía griega, constituían una cosmovisión filosófico-religiosa. Los maestros que sustentaban dichas ideas las llamaban pomposamente “filosofía” para darles realce y prestigio. Algo parecido a lo que sucede hoy día cuando una persona le da a su pensamiento el calificativo de “científico”.
Se puede afirmar que la herejía era una mezcla de elementos judíos, orientales y griegos; era una forma de sincretismo religioso, muy común en el primer siglo.
Influencia griega : la influencia del pensamiento filosófico se refleja en el antagonismo entre la materia y el espíritu: el espíritu es bueno y la materia es mala. Este dualismo dio como resultado el fuerte deseo de subyugar la carne por medio de disciplinas ascéticas. El judaísmo, con su fuerte legalismo, vino a ser un complemento idóneo del dualismo griego.
Otro extremo de esta misma suposición filosófica guió a muchos a considerar el cuerpo como algo que siendo malo, no importaba lo que se hiciera con el. El resultado fue un libertinaje desaforado, como el que Pablo parece describir en Col. 3:5-9.
La herejía colosense por sus características, se puede considerar pre-gnóstica. Sabemos que el gnosticismo como tal, floreció en el siglo II; sin embargo, el fenómeno que encontramos en Colosas tiene tantos rasgos en común con el mismo que se le puede catalogar como un gnosticismo incipiente.
En el gnosticismo, como su nombre lo indica, el conocimiento (gnosis en griego) era el medio privilegiado para obtener la salvación. Dicho conocimiento era alcanzado por unos pocos iniciados. Un elemento de esta herejía, fruto del dualismo filosófico, fue la introducción inevitable de seres angelicales que eran mediadores entre Dios y el mundo. Los seres humanos conscientes de su pequeñez, asumían una actitud de “humildad” que se manifestaba en la sumisión y adoración de dichos seres.
Estos seres divinos, llamados eones, se consideraban fruto de una serie de emanaciones de una divinidad superior. En cada sucesiva emanación el elemento divino intervenía menos. Las emanaciones fueron dependiendo cada vez menos del dios superior, hasta que una de ellas llamada (Demiurgo) de una índole claramente inferior, creo un mundo material, el universo físico. Aquellos eones que eran emanaciones inmediatas del dios superior tenían un rango mayor a aquellos que eran resultado de emanaciones de otros eones inferiores. De esta manera en la “plenitud” (pleroma en griego, que era el mundo espiritual y divino) existía una verdadera jerarquía de eones.
Los eones eran también considerados mediadores que hacían posible la salvación de los seres humanos de la esclavitud del mundo materia. Esto acentuaba el elemento místico de la herejía, ya que se hablaba de visiones y revelaciones que solo se comunicaban a los iniciados. También enseñaban que los que se sometían a estas practicas, participaban de un culto espiritual que se daba a los Ángeles o junta a ellos, a la divinidad superior.
Las religiones de misterio: las religiones de misterio eran en su mayoría de origen oriental (Asia, Egipto, Persia, etc.). Aunque todas diferían entre si en origen y detalles, eran semejantes en algunas características generales. Cada una estaba centrada en un dios que había muerto y había resucitado. Cada una poseía un ritual de formulas y purificaciones, de símbolos y representaciones dramáticas secretas de la experiencia del dios, por medio de las cuales se introducía al iniciado en la misma experiencia y así, este quedaba presumiblemente convertido en un candidato a la inmortalidad.
Estas religiones florecieron en la era apostólica y prometían la salvación por medio de la iluminación. Los iniciados a estos cultos participaban de un conocimiento que estaba reservado para un circulo selecto de miembros; conocimiento que era el medio de la salvación, en este sentido, coincidía con el pensamiento filosófico que hacia, no solo del “conocimiento” y la “sabiduría”, fines en si mismos sino, además en su modalidad gnóstica, el medio por excelencia para alcanzar la salvación.
Había, pues, un fuerte elemento ritual en las religiones de misterio. El rito o ceremonia practicados eran avenidas para recibir el conocimiento esotérico y participar de la inmortalidad.
El judaísmo: sin duda el elemento de mayor influencia en la herejía colosense era el judaísmo. Este, con su acendrado legalismo, ponía un fuerte énfasis en las observancias y cumplimientos de los ritos de la Torá (reinsistía en la observancia de los días y épocas sagrados y en la obediencia a los reglamentos y formalidades religiosas, como el camino hacia la perfección moral y la plenitud de vida.
Esto resultaba en un estricto ascetismo. A fin de conseguir un estado espiritual elevado, era indispensable someter el cuerpo a la austeridad y negar todos los apetitos corporales tales como la comida y el sex. Por ello se imponían normas muy rigurosas sobre la comida, la bebida y las relaciones sexuales aun dentro del matrimonio. Pablo también refuta estos errores en (1ª Timoteo 4:1-5)
Resumen: en síntesis la herejía colosense combinaba elementos predominantemente judaicos, del pensamiento griego (gnosticismo incipiente), y de las religiones de misterio. Se podría describir así:
El conocimiento, adquirido por medio de experiencias místicas, era uno de los elementos centrales. Los iniciados eran inducidos a tener experiencias místicas y visiones por medio de ceremonias religiosas. Un requisito indispensable y preparatorio que ayudaba al adorador a entrar en el estado espiritual adecuado, eran las prácticas ascéticas, tales como el ayuno, la abstinencia de apetitos físicos y el duro trato del cuerpo; todo esto era llamado “humildad. Estas practicas ayudaban al iniciado a “entrar” en estado espiritual de éxtasis, donde la visión y la revelación se recibían.
Por medio de estas técnicas la mente y la personalidad del iniciado, se abrían a tal grado, que toda vacilación y duda eran suprimidas un las reservas que el pensamiento racional pudiera tener eran anuladas. Lo que sucedía y se experimentaba en los confines de la mente, era el criterio de lo real y verdadero. Era una religiosidad irracional y altamente emocional y mística.
Esta “filosofía” abogaba por la observancia de la circuncisión, comidas rituales, festivales religiosos y el sábado (practicas de origen judío). La meta de tales prácticas era unirse a los Ángeles en su adoración, por medio de experiencias místicas auto-inducidas.
La combinación de un elitismo místico y de una abierta irracionalidad, hacían de esta filosofía un serio peligro para la fe cristiana de los colosenses.
La estructura literaria de la carta: es de suma importancia considerar la estructura literaria de la carta a los colosenses, ya que en ella descubrimos la estrategia pastoral del apostol favor de los cristianos en Colosas. Dicha estrategia es un modelo para nuestro ministerio hoy.
La carta tiene las siguientes divisiones que presentamos a manera de bosquejo:
Introducción presentación, destinatarios, bendición 1.1-2
1. oración de gratitud y petición por los colosenses:1:3-14
2. enseñanza bíblica acerca de Jesús: señor de la creación y la redención:1.15-20
3. ministerio a favor de los gentiles (colosenses): 1.21-2.7
4. refutación de la herejía que amenazaba a la iglesia 2.8-23
5. exhortaciones para vivir como es digno del Señor 3.1-4.6
Conclusiones: saludos finales y bendición. 4.7-18
Fuente:
http://www.estuministerio.org/ESMUAADEIBIBI1/vsItemDisplay.dsp&objectID=543FF4DB-41D2-486C-B5CCCDC3DC2DB3E2&method=display