Re: SOMOS ESPIRITU
Saludos a todos los que leen este mensaje.
Nuestra verdadera identidad no somos nosotros. Observa amado estas
palabras de la escritura: Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y
ya no vivo yo, mas
vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que
el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y
lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece,
y yo en él.
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también
vivirá por mí.
Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a
la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos
del nuevo hombre, creado según Diose en la justicia y santidad de la verdad.
Tanto el hombre (Adam), como los animales, son de la tierra (adama); con
aliento de vida"s" (neshamá jaij-im). Pero son almas (nefesh). La diferencia
del hombre con los demás animales o almas, es su parentesco con Dios o
imagen de El.
Además de esto, la "identidad" no se refiere a naturaleza o substancia, ya sea
espíritu o carne. Sino a la persona, el alma es la persona. En el lenguaje de la
escritura es así, tanto en español como en hebreo.

Somos almas "individuales"
o individuos (personas), con una carne que es común a todos los hombres,
"sin identidad". Y con el espíritu pasa lo mismo, es: "sin identidad", o al menos
(sin la nuestra). Lo resaltado en azul dará la respuesta.
Gracia y paz con amor, a todos aquellos cuya verdadera identidad es Jesús.
