salmo51;n3174485 dijo:
Ves Caminante7, eso es soberbia.
ESTA ES UNA EVIDENCIA???
La Biblia reivindica ser la revelación de los pensamientos, ordenes y planes de Dios. ¿Es esta pretención justificada? Les vamos a presentar varias señas que confirman la divinidad de la Biblia.
La unidad de la Biblia
La unidad de la Biblia es una de las pruebas más irrefutables por su inspiración. Si una sola persona la hubiese escrito durante unos pocos años, no nos sorprendería que sus capítulos se unen armónicamente a una sola historia y un mensaje completo. Sin embargo, los 66 libros de la Biblia fueron escritos por más o menos 40 autores que pertenecían a diferentes clases de la sociedad; había por ejemplo reyes, ministros y estudiosos, pero también campesinos y pescadores. Escribieron en diferentes estilos literarios y desde puntos de vista diferentes; además vivían en diferentes lugares y siglos. Moisés escribió su parte por los años 1450 a.C. y San Juan terminó el canón de la Biblia alrededor del año 96 d.C.
Sin embargo, todos estos libros se complementan y forman un solo y armónico mensaje sin contradicción. ¿Cómo se puede explicar este fenómeno?
Imagínate, en la capital de tu país se construye una catedral con piedras que representan todos los yacimientos de minerales que hay en tu tierra, es decir viene granito de un extremo del país, basalto del otro, y de otras canteras se trae arenisca etc. Las piedras tienen diversos tamaños y formas: cubos, cilindros, formas de cono o trapecio. Ya en la cantera, antes de llevarlas a la capital, cada piedra recibe su forma definitiva. Los obreros sólo tienen que juntar las piedras. Se dan cuenta de que cada piedra cabe perfectamente en su lugar, sin necesidad de retocarla. No sobra ni falta ninguna piedra, y delante de los ojos de los habitantes se levanta una hermosa y magistral catedral.
¿Cómo explicaríamos esto? De una manera muy simple y lógica: Tiene que haber un arquitecto que con mano maestra ha planeado cada detalle de la obra y que ha instruido a cada uno de los picapedreros. Nadie creería que tal obra hermosa se construyera por casualidad.
De igual manera vemos que la Biblia es una obra maestra como de una sola pieza que no se puede haber formado por casualidad, sino porque detrás de cada escritor existe un mismo autor que los guió – el Espíritu Santo.
El efecto que tiene la Biblia en las personas
En muchas partes donde la Biblia ha sido leída se han producido efectos extraordinarios.
¿Has oído alguna vez a alguien que dijese: «Yo era un bebedor, la vergüenza de mi familia y una plaga para la sociedad, pero me puse a estudiar las matemáticas, la botánica o un libro de moral y desde ese momento cambié completamente?». Sin embargo, podríamos hallar miles de personas que te dirían: «Yo era un desdichado, vivía atormentado y sin esperanza hasta el día en que conocí el maravilloso poder de la Biblia. A través de él mi vida cambió, fui liberado de mis vicios, la paz entró en mi corazón y en mi hogar». Es un milagro que ese Libro hace diariamente.
Ninguna filosofía, ningún programa social o esfuerzo humano puede producir estos efectos. Tal vez te consideras buena persona, sin embargo, ante Dios eres pecador y necesitas de un Salvador. Este Salvador es Jesucristo, el personaje principal de la Biblia. A través de la lectura de esta puedes conocer a Cristo, y si estás dispuesto a aplicar sus palabras a tu vida, conocerás también este poder renovador.
La Biblia es universal
La Biblia, a diferencia de otros libros, nunca está fuera de moda. Su mensaje es aplicable a todos los tiempos. Además abarca todos los límites sociales, habla de igual manera a jóvenes como a ancianos, a ricos como a pobres, a gente educada como a gente con poca educación. El poder de la Palabra de Dios se nota en cada lengua en que es traducida de igual manera, en todas las culturas la Biblia cambia las vidas de sus lectores.
Si fuese sólo una obra humana, la humanidad tendría que ser capaz de crear otra obra con los mismos efectos que abarcan todas estas fronteras, pero no lo es.
La Biblia es inagotable
Una de las pruebas más evidentes de la inspiración divina de la Biblia es el hecho de que cuanto más uno lee y estudia la Biblia, más profundidad, verdad y sabiduría descubre. Los eruditos más sabios son los primeros que reconocen que no pueden agotar las profundidades de la Biblia.
La Biblia es pura
La pureza de la Biblia es una de sus características sobresalientes. Transmite las normas de moral más altas, y si habla del pecado lo describe como algo abominable. Demuestra intransigentemente la maldad del hombre de manera que el lector siente rechazo por esta actitud.
La Biblia es la Palabra viva de Dios
Es difícil describir que la Biblia es viva, pero fácil de notarlo. El pecador se asusta cuando se aplica a él la Palabra de Dios, pero cuando se habla de la política o de acontecimientos diarios reacciona con calma. Al mismo tiempo el creyente nota el poder refrescante y fortaleciente de la Palabra de Dios, sea exhortación y corrección o enseñanza y aliento.
La Biblia dice de sí misma que es viva (Juan 6:63; Hechos 7:38; Hebreos 4:12; 1Pedro 1:23).
Podríamos mencionar muchas características más de la Biblia, como por ejemplo la verdad de su mensaje, las profecías cumplidas de la Biblia (vease la próxima edición) o el hecho de que la Biblia hoy día tiene más expansión que cualquier otro libro – y esto a pesar de que había en la historia varios intentos de prohibir su uso o de eliminarla.
Querido lector, te invito a que abras tú mismo tu Biblia, orando a Dios que él se te revele a través de este libro y dispuesto a escuchar, aceptar y aplicar lo que entiendes, y vas a experimentar tú mismo, que la Biblia es la Palabra poderosa de Dios.