Re: Sobre ¿Sabes algo de la iglesia Ministerial de Jesucristo internacional?
APRECIADOS HERMANOS RECIBAN UN FRATERNAL SALUDO EN EL SEÑOR JESUCRISTO, HOY NUEVAMENTE QUIERO EXPRESARLES MIS DISCULPAS POR TODO MI ACTUAR INDEBIDO DENTRO DEL FORO, POCO A POCO ME HE DADO CUENTA DE LA MANERA TAN GRAVE EN QUE HE OFENDIDO A DIOS, A LOS PARTICIPANTES Y AÙN A LOS MISMOS LECTORES DEL FORO QUE DESEAN INFORMARSE SOBRE EL TEMA EN CUESTIÒN.
RECONOZCO QUE EN ALGUNAS OPORTUNIDADES HE OBRADO EN UNA MANERA MUY DESAGRADABLE A LOS OJOS DE DIOS, HE ACTUADO DESOBEDECIENDO A SU PALABRA, Y POCO A POCO DIOS ME HA IDO MOSTRANDO EN QUE COSAS HE ACTUADO DE MANERA INDEBIDA POR ESO HOY NUEVAMENTE CONFIESO MIS FALTAS, PIDO PERDÒN A DIOS, PIDO PERDÒN A TODOS LOS QUE HE OFENDIDO, AGRAVIADO, DAÑADO, LES PIDO QUE ME PERDONEN Y QUE PIDAN AL SEÑOR POR MI PARA QUE ME PERDONE Y ME AYUDE A HACER SU SANTA VOLUNTAD.
ME MANTENGO EN LO QUE HE AFIRMADO SOBRE LA FALSEDAD DE LA IGLESIA MINISTERIAL Y LO SEGUIRÈ HACIENDO PORQUE HONESTAMENTE SE QUE ME HE INFORMADO LO SUFICIENTE(por medio de documentos, medios de comunicación, testimonios, confesiones publicas, análisis concienzudo de cristianos que se congregan en otros lugares,) Y SE QUE HE PROCURADO JUZGAR SINCERAMENTE(ESPIRITUALMENTE) ,ADEMAS HE EXPERIMENTADO POR MI PROPIA CUENTA LAS “ ENSEÑANZAS” Y “profecías” QUE INVITAN A DESOBEDECER A DIOS EN TAL LUGAR,POR TANTO ME MANTENGO EN LO DICHO .EN ESTA CONGREGACION DENOMINADA IGLESIA DE DIOS MINISTERIAL DE JESUCRISTO INTERNACIONAL MIENTEN,ENGAÑAN,MANIPULAN A QUIENES LLENAN SUS BANCAS.
APESAR DE LA ANTERIOR AFIRMACIÒN SIGO PIDIENDO A DIOS SABIDURIA PUES EN NUNCA DESCARTÈ LA POSIBILIDAD DE LLEGAR A ESTAR CONFUNDIDO O EQUIVOCADO O ESTAR PASANDO POR UNA PRUEBA EN LA QUE DIOS HA ENDURECIDO MI CORAZÒN TAL COMO LE LO SUGERIAN Y HAN SUGERIDO ALGUNOS ASISTENTES ASIDUOS DE LA IDMJI Y ES POR ESTO QUE LES RUEGO QUE PIDAN A NUESTRO AMADO PADRE CELESTIAL PARA QUE NOS REGALE ABUNDANTE SABIDURÌA ,PARA QUE DIA TRAS DIA NOS QUITE VENDAS DE LOS OJOS Y NOS PERMITA GUIARNOS POR CAMINOS DE VERDAD,NOS ALEJE DEL ENGAÑO Y DEL ERROR,DE FALSOS MAESTROS Y FALSOS PROFETAS QUE SOLO BUSCAN LO SUYO PROPIO, QUE NOS UTILIZAN, QUE NOS EXPRIMEN Y LO QUE ES PEOR TERGIVERSAN SU SANTA PALABRA Y NOS ARRASTRAN A ABISMOS DE IGNORANCIA ,ESCLAVIZANDONOS EN LA MULTITUD DE SUS AMBICIONES,CODICIAS Y ERRORES.
AL IGUAL QUE UNA FLECHA ,LA PALABRA DICHA ES IMPOSIBLE VOLVERLA ATRAS( Y LO MAS GRAVE AÙN ,LO ESCRITO ESCRITO ESTÀ) Y AUNQUE ME LO PROPUSIERA NO PODRÌA REPARAR ESE DAÑO QUE HE CAUSADO CON MIS MALAS PALABRAS,BURLAS ,OFENSAS, SATIRAS,SACARMOS,AGRAVIOS,ULTRAJES,DESPRECIOS,INSULTOS, IRONIAS,EN FIN CON UN COMPORTAMIENTO OPUESTO EN ALGUNAS O TAL VEZ MUCHAS COSAS A LO QUE DIOS MANDA ,POR ESO MIS APRECIADOS HERMANOS EN NUESTRO SEÑOR JESÙS DESEO INVITARLOS PARA QUE NOS EDIFIQUEMOS MUTUAMENTE Y LEAMOS ESTE SENCILLO MATERIAL QUE NOS AYUDARÀ EN NUESTRA COMUNICACIÓN BIBLICA.
EL TEMA PROPUESTO ES SOBRE NUESTRO PROCEDER EN EL FORO, LO QUE DECIMOS, LA FORMA EN QUE LO DECIMOS, A QUIEN SE LO DECIMOS,
Les propongo que a la luz de las sagradas escrituras iniciemos reflexionando sobre:
¿QUÈ DEJAN VER NUESTRAS PALABRAS?
- A la luz de la palabra de Dios ,Nuestras palabras son un reflejo de lo que hay en nuestro corazón:” El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. (Lucas 6:45).
-Nuestras palabras reflejan nuestras intenciones de dañar o de sanar:
“El hipócrita con la boca daña a su prójimo;
Mas los justos son librados con la sabiduría”. (Proverbios 11:9)
“Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada”. (Proverbios 11:1).
“Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
Mas la lengua de los sabios es medicina”. (Proverbios 12:18).
“El testigo verdadero libra las almas;
Mas el engañoso hablará mentiras”. (Proverbios 14:25).
“La lengua apacible es árbol de vida;
Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu”. (Proverbios 15:4).
“Panal de miel son los dichos suaves;
Suavidad al alma y medicina para los huesos”. (Proverbios 16:24).
“El hombre perverso levanta contienda,
Y el chismoso aparta a los mejores amigos”. (Proverbios 16:28)
“La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos” (.Proverbios 18:21).
-Nuestras palabras indican nuestra madurez espiritual:
“Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina. El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío. El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?” (Eclesiastés 10:12-14).
“Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad” (2Timoteo 2:16).
“Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana”. (Santiago 1:26)
“Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno” (Santiago 3:1-6).
-Nuestras palabras revelan un enfoque centrado en nosotros mismos (al maldecir) o en un enfoque en Dios y en los demás (al bendecir):
“Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce”. (Santiago 3:9-12)
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño”((1 Pedro 3:8-10).
ES IMPORTANTISIMO TENER PRESENTE QUE:
Hasta nuestras palabras ociosas serán tomadas en cuenta el día en que seamos examinados por el señor.
“El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias”. (Proverbios 21:23).
“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. (Mateo 12:36-37).
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”. (Efesios 4:29).
APRECIADOS HERMANOS, SI NOS ANIMAMOS Y NOS DISPONEMOS A LEER ESTAS EXHORTACIONES BIBLICAS MUY SEGURAMENTE OBTENDREMOS GUIANZA PARA CUMPLIR LO QUE NUESTRO AMADO PADRE CELESTIAL NOS MANDA CUANDO HABLEMOS DE SU PALABRA, NOS SERVIRÀN PARA PONERLAS EN PRACTICA EN ESTE FORO Y EN TODOS LOS QUE PARTICIOEMOS PARA PROCURAR OBRAR COMO EL SEÑOR QUIERE QUE LO HAGAMOS,
Nuestras palabras y la manera en que hablamos son de vital importancia para poder agradar a Dios y para poder tener unas relaciones armoniosas con el prójimo que evidencien el amor cristiano.
A medida que vamos aprendiendo a hablar la verdad en el amor, también tenemos que determinar cuando hablar, como hablar, a quien debemos hablar, y cual es la manera de hablar que edifica a los demás.
El poder de nuestras palabras es enorme, además manifiesta la condición de nuestros corazones.
Ahora estudiemos, ¿A QUIEN DEBEMOS HABLAR?-
En primer lugar debemos hablar con el señor para obtener su perspectiva:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. (Santiago 1:5).
-Debemos examinarnos y determinar los cambios que podemos hacer:
“No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:1-5).
“Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?” (Romanos 2:21-23).
-Hablemos con los sabios, no con el escarnecedor necio:
“El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta;
El que reprende al impío, se atrae mancha.
No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;
Corrige al sabio, y te amará.
Da al sabio, y será más sabio;
Enseña al justo, y aumentará su saber. (Proverbios 9:7-9).
“Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado;
Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia”. (Proverbios 19:25).
“No hables a oídos del necio,
Porque menospreciará la prudencia de tus razones”. (Proverbios 23:9).
-Hablemos con todo aquél que quiera oir, no con el insensato contencioso:
“El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede” (Proverbios17:14).
“Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella” (Proverbios 20:3).
-Hablemos solamente con aquellos que necesitan saber:
“El que anda en chismes descubre el secreto;
Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo;
Mas en la multitud de consejeros hay seguridad” (Proverbios 11:13-14).
-Hablemos con aquellos que necesitan esperanza, consuelo, restauración o regeneración (nuevo nacimiento espiritual):
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. (Mateo 28:19-20).
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”. (2 Corintios 1:3-4).
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. (2 corintios 5:18-20).
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).
¿CUANDO DEBEMOS HABLAR?
-Hablemos después de reunir los hechos:
“Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio” (Proverbios 18:13).
“¿Has visto hombre ligero en sus palabras?
Más esperanza hay del necio que de él”. (Proverbios 29:20)
-Escuchemos atentamente, pensemos en lo que vamos a decir:
“En las muchas palabras no falta pecado;
Mas el que refrena sus labios es prudente” (Proverbios 10:19).
“El corazón del justo piensa para responder;
Mas la boca de los impíos derrama malas cosas”. (Proverbios 15:28).
“No toma placer el necio en la inteligencia,
Sino en que su corazón se descubra” (Proverbios 18:2).
-Enfoquémonos en los hechos, no en las opiniones. Preguntemos quièn, què, dònde, cuàndo, y como (no preguntemos por qué):
“Ciertamente la soberbia concebirá contienda;
Mas con los avisados está la sabiduría”. (Proverbios 13:10).
“El corazón del entendido adquiere sabiduría;
Y el oído de los sabios busca la ciencia” (Proverbios 18:15).
“Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas” (2 Timoteo 2:23).
-Hagamos preguntas para lograr comprender, no sólo aquellas que se puedan responder con un simple “si” o con un simple “no”:
“Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración,
Y después de hacerlo, reflexionar” (Proverbios 20:5).
-Hablemos después de pensar:
“El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad” (proverbios 13:3).
“El corazón del justo piensa para responder;
Mas la boca de los impíos derrama malas cosas” (Proverbios 15:28).
“Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio” (Proverbios 18:13).
“El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias” (Proverbios 21:23).
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1:19).
-Hablemos en el momento oportuno:[/U
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“El hombre se alegra con la respuesta de su boca;
Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” (Proverbios 15:23).
“Manzana de oro con figuras de plata
Es la palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11).
-Aprovechemos cualquier oportunidad de dar gracia para la edificación de los demás:
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).
“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”. (Colosenses 4:5-6).
-Hablemos bendiciendo aún cuando nos insulten o nos persigan:
“No digas: Yo me vengaré;
Espera a Jehová, y él te salvará” (Proverbios 20:22).
“Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis”. (Romanos 12:14).
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”. (1 Pedro 3:8-9).
-Cuando sea apropiado, ayudemos a otros amonestandolos, corrigiendolos y restaurándolos:
“Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros” (Romanos 15:14).
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”. (Gálatas 6:1).
“a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (colosenses 1:28).
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (2 Timoteo 2:24-26)
¿COMO DEBEMOS HABLAR?
-Hablemos en amor:
“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios 4:15).
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad”. (1 Corintios 13:4-6).
-El amor cubre las transgresiones siempre que sea posible y bíblicamente apropiado:
“El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas” (Proverbios 10:12).
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”. (1 Pedro 4:8).
-Hablemos dominando las emociones:
“La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad” (Proverbios 16:32).
“El que ahorra sus palabras tiene sabiduría;
De espíritu prudente es el hombre entendido” (Proverbios 17:27).
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo” (Efesios 4:25-27).
-Hablemos sin contender:
“El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede”. (Proverbios 17:14).
“Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella” (Proverbios 20:3).
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad.” (2Timoteo 2:24-25).
Hablemos con ternura, con bondad, con gentileza y con reverencia:
“La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
“El sabio de corazón es llamado prudente,
Y la dulzura de labios aumenta el saber” (proverbios 16:21).
“Panal de miel son los dichos suaves;
Suavidad al alma y medicina para los huesos” (proverbios 16:24).
“Con larga paciencia se aplaca el príncipe,
Y la lengua blanda quebranta los huesos” (Proverbios 25:15).
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” (colosenses 4:6).
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).
Sin embargo con confianza y autoridad:
“Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie” (Tito 2:15).
“Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos.
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. (Efesios 5:6-17).
“Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres”. (Tito 3:8).
-Hablemos bendiciendo aún cuando nos insulten:
“No digas: Yo me vengaré;
Espera a Jehová, y él te salvará” (Proverbios 20:22).
“Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis”. (Romanos 12:14).
“no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala (1 Pedro 3:9-11).
-Hablemos de una manera que sea aceptable y agradable a Dios:
“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío”. (Salmos 19:14).
“sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones” (1tesalonicenses 2:4).
¿QUÈ DEBEMOS EVITAR AL HABLAR?
-No debemos mentir:
“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16).
“No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso” (Éxodo 23:1).
“No dirás falso testimonio contra tu prójimo”. (Deuteronomio 5:20).
“Enmudezcan los labios mentirosos,
Que hablan contra el justo cosas duras
Con soberbia y menosprecio”. (Salmos 31:18).
“Aparta de ti la perversidad de la boca,
Y aleja de ti la iniquidad de los labios”. (Proverbios 4:24).
“El hombre malo, el hombre depravado,
Es el que anda en perversidad de boca” (Proverbios 6:12).
“Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos” (Proverbios 6 : 16-19).
“El temor de Jehová es aborrecer el mal;
La soberbia y la arrogancia, el mal camino,
Y la boca perversa, aborrezco”. (Proverbios 8:13).
“Los labios mentirosos son abominación a Jehová;
Pero los que hacen verdad son su contentamiento” (Proverbios 12:22).
“El testigo falso no quedará sin castigo,
Y el que habla mentiras no escapará” (Proverbios 19:5).
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros” (Efesios 4:25).
“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos” (Colosenses 3:9).
“Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”. (Apocalipsis 22:14-15).
-No debemos usar palabras que sean malsanas, calumniosas, maliciosas o abusivas, ya que estas son practicas de la vieja naturaleza, del viejo hombre:
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. (Efesios 4:29).
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”. (Efesios 4:31).
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos (Colosenses 3:8-9).
-No debemos maldecir o hablar con amargura ya que son manifestaciones de maldad y de injusticia:
"Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos". (Romanos 3:10-18).
-No debemos hablar de una manera necia, grosera o con burla, ya que este no es el comportamiento conveniente de un hijo de Dios:
“Como el que enloquece, y echa llamas Y saetas y muerte, Tal es el hombre que engaña a su amigo, Y dice: Ciertamente lo hice por broma (Proverbios 26:18-19).
“ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. “(Efesios 5:4).
-Debemos evitar las conversaciones profanas y vanas, ya que conducen más y más a la impiedad:
“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén” (1 Timoteo 6:20-21).
“Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad”. (2 Timoteo 2:16).
-No debemos hablar con demasiada prontitud, ya que esto lleva inevitablemente a la transgresión y esto es característico de una vida indisciplinada:“
Yo dije: Atenderé a mis caminos,Para no pecar con mi lengua;
Guardaré mi boca con freno,
En tanto que el impío esté delante de mí”. (Salmos 39:1).
“Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios” (Salmos 141:3).
“En las muchas palabras no falta pecado;
Mas el que refrena sus labios es prudente”. (Proverbios10:19).
"Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos". (Santiago 1:19-22).
-No debemos utilizar palabras lisonjeras con el propósito de sacar ventaja, ya que esto es dañino para las relaciones interpersonales basadas en el amor:
“La lengua falsa atormenta al que ha lastimado,
Y la boca lisonjera hace resbalar” (Proverbios 26:28).
“El hombre que lisonjea a su prójimo,
Red tiende delante de sus pasos” (Proverbios 29:5).
“Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño,
sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. (1Tesalonicenses 2:3-7).
“Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho” (Judas 16).
-No debemos caer en el chisme ya que esto revela un espíritu de contienda en cada uno de nosotros y lo fomenta entre los demás:
“Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas” (Proverbios 18:8).
“El que anda en chismes descubre el secreto;
No te entremetas, pues, con el suelto de lengua” (Proverbios 20:19).
“Sin leña se apaga el fuego,
Y donde no hay chismoso, cesa la contienda”. (Proverbios 26:20).
-No debemos jactarnos de lo que hayamos logrado o de lo que concibamos hacer, ya que todos los éxitos en el pasado o todo lo que podamos alcanzar en el futuro, es un regalo de la gracia de Dios. Además el hacer alarde de uno mismo es señal de arrogancia y de no reconocer la soberanía y el poder de Dios en la vida:
“Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre; Los hombres cuentan tus maravillas Al tiempo que señalaré Yo juzgaré rectamente. Se arruinaban la tierra y sus moradores;
Yo sostengo sus columnas. Dije a los insensatos: No os infatuéis;
Y a los impíos: No os enorgullezcáis; No hagáis alarde de vuestro poder;
No habléis con cerviz erguida. Porque ni de oriente ni de occidente,
Ni del desierto viene el enaltecimiento. Más Dios es el juez;
A éste humilla, y a aquél enaltece. Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, Lleno de mistura; y él derrama del mismo;
Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra”. (Salmo 75:1-8).
“No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día. Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno, y no los labios tuyos. (Proverbios 27:1-2).
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”. (Jeremías 9:23-24).
“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala” (Santiago 4:13-16).
¿QUÈ ES LO QUE DEBEMOS HABLAR?
-Siempre debemos hablar la verdad:
“Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”, (Efesios 4:15)
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros” (Efesios 4:25).
-Debemos hablar las palabras de Dios en vez de nuestras opiniones o las filosofías de los hombres:
“Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan.
No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso” (Proverbios 30:5-6).
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”. (Isaías 55:8-11).
“Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada (1 Pedro 1:24-25).
-No debemos recurrir a nuestra propia autoridad diciendo “yo pienso”, “yo creo”, “no me parece tal cosa”. Debemos hablar solamente palabras que estén desacuerdo con la sana doctrina:
“Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”. (Tito 2:1).
-Debemos procurar hablar con salmos, con himnos, con canticos espirituales:
“hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Efesios 5:19).
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. (Colosenses 3:16).
-Debemos hablar solamente buenas palabras a fin de dar gracia a los oyentes:
“La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”. (Colosenses 4:6).
-No debemos hacer pedazos ni menospreciar a los demás con palabras como “eso es tonto” o “siempre estas equivocado”, concentremonos más bien en edificarnos mutuamente:
-Debemos enfocarnos en llenar la necesidad del momento.
-Debemos hablar con el propósito de reconciliar a los demás con el señor:
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. (2 Corintios 5:20).
-Debemos hablar para dar testimonio del señor:
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1Pedro 3:15).
-Nuestras palabras deben dar agradecimiento:
“Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo (Salmos 9:1-2).
“ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias”. (Efesios 5:4).
“dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. (Efesios 5:20).
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:17).
Y alabanza al señor:
“Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras,
Y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia,
Y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia” (Salmos 145:1-7).
“Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento.
Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.
Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza;
Alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe a JAH.Aleluya”. (Salmos 150:1-6).
-Debemos gloriarnos de la rectitud, la misericordia, la justicia de Dios, y su obra de gracia, provistas para nosotros a través de Cristo Jesús:
“Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie”. (Salmos 20:7-8).
“En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
Y para siempre alabaremos tu nombre” (Salmos 44:8).
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”. (Jeremías 9:23-24).
“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor” (1 Corintios 1:26-31).
APRECIADOS HERMANOS, APRECIEMOS Y VALOREMOS LAS SAGRADAS ESCRITURAS PUES EN ELLAS ENCONTRAMOS VIDA ETERNA ,RECIBAN UN SALUDO FRATERNO Y RECUERDEN LA LUCHA SIGUE......!!!!!!!!!!
APRECIADOS HERMANOS RECIBAN UN FRATERNAL SALUDO EN EL SEÑOR JESUCRISTO, HOY NUEVAMENTE QUIERO EXPRESARLES MIS DISCULPAS POR TODO MI ACTUAR INDEBIDO DENTRO DEL FORO, POCO A POCO ME HE DADO CUENTA DE LA MANERA TAN GRAVE EN QUE HE OFENDIDO A DIOS, A LOS PARTICIPANTES Y AÙN A LOS MISMOS LECTORES DEL FORO QUE DESEAN INFORMARSE SOBRE EL TEMA EN CUESTIÒN.
RECONOZCO QUE EN ALGUNAS OPORTUNIDADES HE OBRADO EN UNA MANERA MUY DESAGRADABLE A LOS OJOS DE DIOS, HE ACTUADO DESOBEDECIENDO A SU PALABRA, Y POCO A POCO DIOS ME HA IDO MOSTRANDO EN QUE COSAS HE ACTUADO DE MANERA INDEBIDA POR ESO HOY NUEVAMENTE CONFIESO MIS FALTAS, PIDO PERDÒN A DIOS, PIDO PERDÒN A TODOS LOS QUE HE OFENDIDO, AGRAVIADO, DAÑADO, LES PIDO QUE ME PERDONEN Y QUE PIDAN AL SEÑOR POR MI PARA QUE ME PERDONE Y ME AYUDE A HACER SU SANTA VOLUNTAD.
ME MANTENGO EN LO QUE HE AFIRMADO SOBRE LA FALSEDAD DE LA IGLESIA MINISTERIAL Y LO SEGUIRÈ HACIENDO PORQUE HONESTAMENTE SE QUE ME HE INFORMADO LO SUFICIENTE(por medio de documentos, medios de comunicación, testimonios, confesiones publicas, análisis concienzudo de cristianos que se congregan en otros lugares,) Y SE QUE HE PROCURADO JUZGAR SINCERAMENTE(ESPIRITUALMENTE) ,ADEMAS HE EXPERIMENTADO POR MI PROPIA CUENTA LAS “ ENSEÑANZAS” Y “profecías” QUE INVITAN A DESOBEDECER A DIOS EN TAL LUGAR,POR TANTO ME MANTENGO EN LO DICHO .EN ESTA CONGREGACION DENOMINADA IGLESIA DE DIOS MINISTERIAL DE JESUCRISTO INTERNACIONAL MIENTEN,ENGAÑAN,MANIPULAN A QUIENES LLENAN SUS BANCAS.
APESAR DE LA ANTERIOR AFIRMACIÒN SIGO PIDIENDO A DIOS SABIDURIA PUES EN NUNCA DESCARTÈ LA POSIBILIDAD DE LLEGAR A ESTAR CONFUNDIDO O EQUIVOCADO O ESTAR PASANDO POR UNA PRUEBA EN LA QUE DIOS HA ENDURECIDO MI CORAZÒN TAL COMO LE LO SUGERIAN Y HAN SUGERIDO ALGUNOS ASISTENTES ASIDUOS DE LA IDMJI Y ES POR ESTO QUE LES RUEGO QUE PIDAN A NUESTRO AMADO PADRE CELESTIAL PARA QUE NOS REGALE ABUNDANTE SABIDURÌA ,PARA QUE DIA TRAS DIA NOS QUITE VENDAS DE LOS OJOS Y NOS PERMITA GUIARNOS POR CAMINOS DE VERDAD,NOS ALEJE DEL ENGAÑO Y DEL ERROR,DE FALSOS MAESTROS Y FALSOS PROFETAS QUE SOLO BUSCAN LO SUYO PROPIO, QUE NOS UTILIZAN, QUE NOS EXPRIMEN Y LO QUE ES PEOR TERGIVERSAN SU SANTA PALABRA Y NOS ARRASTRAN A ABISMOS DE IGNORANCIA ,ESCLAVIZANDONOS EN LA MULTITUD DE SUS AMBICIONES,CODICIAS Y ERRORES.
AL IGUAL QUE UNA FLECHA ,LA PALABRA DICHA ES IMPOSIBLE VOLVERLA ATRAS( Y LO MAS GRAVE AÙN ,LO ESCRITO ESCRITO ESTÀ) Y AUNQUE ME LO PROPUSIERA NO PODRÌA REPARAR ESE DAÑO QUE HE CAUSADO CON MIS MALAS PALABRAS,BURLAS ,OFENSAS, SATIRAS,SACARMOS,AGRAVIOS,ULTRAJES,DESPRECIOS,INSULTOS, IRONIAS,EN FIN CON UN COMPORTAMIENTO OPUESTO EN ALGUNAS O TAL VEZ MUCHAS COSAS A LO QUE DIOS MANDA ,POR ESO MIS APRECIADOS HERMANOS EN NUESTRO SEÑOR JESÙS DESEO INVITARLOS PARA QUE NOS EDIFIQUEMOS MUTUAMENTE Y LEAMOS ESTE SENCILLO MATERIAL QUE NOS AYUDARÀ EN NUESTRA COMUNICACIÓN BIBLICA.
EL TEMA PROPUESTO ES SOBRE NUESTRO PROCEDER EN EL FORO, LO QUE DECIMOS, LA FORMA EN QUE LO DECIMOS, A QUIEN SE LO DECIMOS,
Les propongo que a la luz de las sagradas escrituras iniciemos reflexionando sobre:
¿QUÈ DEJAN VER NUESTRAS PALABRAS?
- A la luz de la palabra de Dios ,Nuestras palabras son un reflejo de lo que hay en nuestro corazón:” El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. (Lucas 6:45).
-Nuestras palabras reflejan nuestras intenciones de dañar o de sanar:
“El hipócrita con la boca daña a su prójimo;
Mas los justos son librados con la sabiduría”. (Proverbios 11:9)
“Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada”. (Proverbios 11:1).
“Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
Mas la lengua de los sabios es medicina”. (Proverbios 12:18).
“El testigo verdadero libra las almas;
Mas el engañoso hablará mentiras”. (Proverbios 14:25).
“La lengua apacible es árbol de vida;
Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu”. (Proverbios 15:4).
“Panal de miel son los dichos suaves;
Suavidad al alma y medicina para los huesos”. (Proverbios 16:24).
“El hombre perverso levanta contienda,
Y el chismoso aparta a los mejores amigos”. (Proverbios 16:28)
“La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos” (.Proverbios 18:21).
-Nuestras palabras indican nuestra madurez espiritual:
“Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina. El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío. El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?” (Eclesiastés 10:12-14).
“Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad” (2Timoteo 2:16).
“Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana”. (Santiago 1:26)
“Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno” (Santiago 3:1-6).
-Nuestras palabras revelan un enfoque centrado en nosotros mismos (al maldecir) o en un enfoque en Dios y en los demás (al bendecir):
“Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce”. (Santiago 3:9-12)
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño”((1 Pedro 3:8-10).
ES IMPORTANTISIMO TENER PRESENTE QUE:
Hasta nuestras palabras ociosas serán tomadas en cuenta el día en que seamos examinados por el señor.
“El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias”. (Proverbios 21:23).
“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. (Mateo 12:36-37).
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”. (Efesios 4:29).
APRECIADOS HERMANOS, SI NOS ANIMAMOS Y NOS DISPONEMOS A LEER ESTAS EXHORTACIONES BIBLICAS MUY SEGURAMENTE OBTENDREMOS GUIANZA PARA CUMPLIR LO QUE NUESTRO AMADO PADRE CELESTIAL NOS MANDA CUANDO HABLEMOS DE SU PALABRA, NOS SERVIRÀN PARA PONERLAS EN PRACTICA EN ESTE FORO Y EN TODOS LOS QUE PARTICIOEMOS PARA PROCURAR OBRAR COMO EL SEÑOR QUIERE QUE LO HAGAMOS,
Nuestras palabras y la manera en que hablamos son de vital importancia para poder agradar a Dios y para poder tener unas relaciones armoniosas con el prójimo que evidencien el amor cristiano.
A medida que vamos aprendiendo a hablar la verdad en el amor, también tenemos que determinar cuando hablar, como hablar, a quien debemos hablar, y cual es la manera de hablar que edifica a los demás.
El poder de nuestras palabras es enorme, además manifiesta la condición de nuestros corazones.
Ahora estudiemos, ¿A QUIEN DEBEMOS HABLAR?-
En primer lugar debemos hablar con el señor para obtener su perspectiva:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. (Santiago 1:5).
-Debemos examinarnos y determinar los cambios que podemos hacer:
“No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:1-5).
“Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?” (Romanos 2:21-23).
-Hablemos con los sabios, no con el escarnecedor necio:
“El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta;
El que reprende al impío, se atrae mancha.
No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;
Corrige al sabio, y te amará.
Da al sabio, y será más sabio;
Enseña al justo, y aumentará su saber. (Proverbios 9:7-9).
“Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado;
Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia”. (Proverbios 19:25).
“No hables a oídos del necio,
Porque menospreciará la prudencia de tus razones”. (Proverbios 23:9).
-Hablemos con todo aquél que quiera oir, no con el insensato contencioso:
“El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede” (Proverbios17:14).
“Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella” (Proverbios 20:3).
-Hablemos solamente con aquellos que necesitan saber:
“El que anda en chismes descubre el secreto;
Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo;
Mas en la multitud de consejeros hay seguridad” (Proverbios 11:13-14).
-Hablemos con aquellos que necesitan esperanza, consuelo, restauración o regeneración (nuevo nacimiento espiritual):
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. (Mateo 28:19-20).
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”. (2 Corintios 1:3-4).
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. (2 corintios 5:18-20).
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).
¿CUANDO DEBEMOS HABLAR?
-Hablemos después de reunir los hechos:
“Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio” (Proverbios 18:13).
“¿Has visto hombre ligero en sus palabras?
Más esperanza hay del necio que de él”. (Proverbios 29:20)
-Escuchemos atentamente, pensemos en lo que vamos a decir:
“En las muchas palabras no falta pecado;
Mas el que refrena sus labios es prudente” (Proverbios 10:19).
“El corazón del justo piensa para responder;
Mas la boca de los impíos derrama malas cosas”. (Proverbios 15:28).
“No toma placer el necio en la inteligencia,
Sino en que su corazón se descubra” (Proverbios 18:2).
-Enfoquémonos en los hechos, no en las opiniones. Preguntemos quièn, què, dònde, cuàndo, y como (no preguntemos por qué):
“Ciertamente la soberbia concebirá contienda;
Mas con los avisados está la sabiduría”. (Proverbios 13:10).
“El corazón del entendido adquiere sabiduría;
Y el oído de los sabios busca la ciencia” (Proverbios 18:15).
“Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas” (2 Timoteo 2:23).
-Hagamos preguntas para lograr comprender, no sólo aquellas que se puedan responder con un simple “si” o con un simple “no”:
“Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración,
Y después de hacerlo, reflexionar” (Proverbios 20:5).
-Hablemos después de pensar:
“El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad” (proverbios 13:3).
“El corazón del justo piensa para responder;
Mas la boca de los impíos derrama malas cosas” (Proverbios 15:28).
“Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio” (Proverbios 18:13).
“El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias” (Proverbios 21:23).
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1:19).
-Hablemos en el momento oportuno:[/U
]
“El hombre se alegra con la respuesta de su boca;
Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” (Proverbios 15:23).
“Manzana de oro con figuras de plata
Es la palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11).
-Aprovechemos cualquier oportunidad de dar gracia para la edificación de los demás:
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).
“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”. (Colosenses 4:5-6).
-Hablemos bendiciendo aún cuando nos insulten o nos persigan:
“No digas: Yo me vengaré;
Espera a Jehová, y él te salvará” (Proverbios 20:22).
“Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis”. (Romanos 12:14).
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”. (1 Pedro 3:8-9).
-Cuando sea apropiado, ayudemos a otros amonestandolos, corrigiendolos y restaurándolos:
“Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros” (Romanos 15:14).
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”. (Gálatas 6:1).
“a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (colosenses 1:28).
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (2 Timoteo 2:24-26)
¿COMO DEBEMOS HABLAR?
-Hablemos en amor:
“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios 4:15).
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad”. (1 Corintios 13:4-6).
-El amor cubre las transgresiones siempre que sea posible y bíblicamente apropiado:
“El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas” (Proverbios 10:12).
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”. (1 Pedro 4:8).
-Hablemos dominando las emociones:
“La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad” (Proverbios 16:32).
“El que ahorra sus palabras tiene sabiduría;
De espíritu prudente es el hombre entendido” (Proverbios 17:27).
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo” (Efesios 4:25-27).
-Hablemos sin contender:
“El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede”. (Proverbios 17:14).
“Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella” (Proverbios 20:3).
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad.” (2Timoteo 2:24-25).
Hablemos con ternura, con bondad, con gentileza y con reverencia:
“La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
“El sabio de corazón es llamado prudente,
Y la dulzura de labios aumenta el saber” (proverbios 16:21).
“Panal de miel son los dichos suaves;
Suavidad al alma y medicina para los huesos” (proverbios 16:24).
“Con larga paciencia se aplaca el príncipe,
Y la lengua blanda quebranta los huesos” (Proverbios 25:15).
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” (colosenses 4:6).
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).
Sin embargo con confianza y autoridad:
“Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie” (Tito 2:15).
“Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos.
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. (Efesios 5:6-17).
“Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres”. (Tito 3:8).
-Hablemos bendiciendo aún cuando nos insulten:
“No digas: Yo me vengaré;
Espera a Jehová, y él te salvará” (Proverbios 20:22).
“Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis”. (Romanos 12:14).
“no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala (1 Pedro 3:9-11).
-Hablemos de una manera que sea aceptable y agradable a Dios:
“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío”. (Salmos 19:14).
“sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones” (1tesalonicenses 2:4).
¿QUÈ DEBEMOS EVITAR AL HABLAR?
-No debemos mentir:
“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16).
“No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso” (Éxodo 23:1).
“No dirás falso testimonio contra tu prójimo”. (Deuteronomio 5:20).
“Enmudezcan los labios mentirosos,
Que hablan contra el justo cosas duras
Con soberbia y menosprecio”. (Salmos 31:18).
“Aparta de ti la perversidad de la boca,
Y aleja de ti la iniquidad de los labios”. (Proverbios 4:24).
“El hombre malo, el hombre depravado,
Es el que anda en perversidad de boca” (Proverbios 6:12).
“Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos” (Proverbios 6 : 16-19).
“El temor de Jehová es aborrecer el mal;
La soberbia y la arrogancia, el mal camino,
Y la boca perversa, aborrezco”. (Proverbios 8:13).
“Los labios mentirosos son abominación a Jehová;
Pero los que hacen verdad son su contentamiento” (Proverbios 12:22).
“El testigo falso no quedará sin castigo,
Y el que habla mentiras no escapará” (Proverbios 19:5).
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros” (Efesios 4:25).
“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos” (Colosenses 3:9).
“Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”. (Apocalipsis 22:14-15).
-No debemos usar palabras que sean malsanas, calumniosas, maliciosas o abusivas, ya que estas son practicas de la vieja naturaleza, del viejo hombre:
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. (Efesios 4:29).
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”. (Efesios 4:31).
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos (Colosenses 3:8-9).
-No debemos maldecir o hablar con amargura ya que son manifestaciones de maldad y de injusticia:
"Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos". (Romanos 3:10-18).
-No debemos hablar de una manera necia, grosera o con burla, ya que este no es el comportamiento conveniente de un hijo de Dios:
“Como el que enloquece, y echa llamas Y saetas y muerte, Tal es el hombre que engaña a su amigo, Y dice: Ciertamente lo hice por broma (Proverbios 26:18-19).
“ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. “(Efesios 5:4).
-Debemos evitar las conversaciones profanas y vanas, ya que conducen más y más a la impiedad:
“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén” (1 Timoteo 6:20-21).
“Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad”. (2 Timoteo 2:16).
-No debemos hablar con demasiada prontitud, ya que esto lleva inevitablemente a la transgresión y esto es característico de una vida indisciplinada:“
Yo dije: Atenderé a mis caminos,Para no pecar con mi lengua;
Guardaré mi boca con freno,
En tanto que el impío esté delante de mí”. (Salmos 39:1).
“Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios” (Salmos 141:3).
“En las muchas palabras no falta pecado;
Mas el que refrena sus labios es prudente”. (Proverbios10:19).
"Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos". (Santiago 1:19-22).
-No debemos utilizar palabras lisonjeras con el propósito de sacar ventaja, ya que esto es dañino para las relaciones interpersonales basadas en el amor:
“La lengua falsa atormenta al que ha lastimado,
Y la boca lisonjera hace resbalar” (Proverbios 26:28).
“El hombre que lisonjea a su prójimo,
Red tiende delante de sus pasos” (Proverbios 29:5).
“Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño,
sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. (1Tesalonicenses 2:3-7).
“Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho” (Judas 16).
-No debemos caer en el chisme ya que esto revela un espíritu de contienda en cada uno de nosotros y lo fomenta entre los demás:
“Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas” (Proverbios 18:8).
“El que anda en chismes descubre el secreto;
No te entremetas, pues, con el suelto de lengua” (Proverbios 20:19).
“Sin leña se apaga el fuego,
Y donde no hay chismoso, cesa la contienda”. (Proverbios 26:20).
-No debemos jactarnos de lo que hayamos logrado o de lo que concibamos hacer, ya que todos los éxitos en el pasado o todo lo que podamos alcanzar en el futuro, es un regalo de la gracia de Dios. Además el hacer alarde de uno mismo es señal de arrogancia y de no reconocer la soberanía y el poder de Dios en la vida:
“Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre; Los hombres cuentan tus maravillas Al tiempo que señalaré Yo juzgaré rectamente. Se arruinaban la tierra y sus moradores;
Yo sostengo sus columnas. Dije a los insensatos: No os infatuéis;
Y a los impíos: No os enorgullezcáis; No hagáis alarde de vuestro poder;
No habléis con cerviz erguida. Porque ni de oriente ni de occidente,
Ni del desierto viene el enaltecimiento. Más Dios es el juez;
A éste humilla, y a aquél enaltece. Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, Lleno de mistura; y él derrama del mismo;
Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra”. (Salmo 75:1-8).
“No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día. Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno, y no los labios tuyos. (Proverbios 27:1-2).
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”. (Jeremías 9:23-24).
“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala” (Santiago 4:13-16).
¿QUÈ ES LO QUE DEBEMOS HABLAR?
-Siempre debemos hablar la verdad:
“Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”, (Efesios 4:15)
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros” (Efesios 4:25).
-Debemos hablar las palabras de Dios en vez de nuestras opiniones o las filosofías de los hombres:
“Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan.
No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso” (Proverbios 30:5-6).
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”. (Isaías 55:8-11).
“Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada (1 Pedro 1:24-25).
-No debemos recurrir a nuestra propia autoridad diciendo “yo pienso”, “yo creo”, “no me parece tal cosa”. Debemos hablar solamente palabras que estén desacuerdo con la sana doctrina:
“Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”. (Tito 2:1).
-Debemos procurar hablar con salmos, con himnos, con canticos espirituales:
“hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Efesios 5:19).
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. (Colosenses 3:16).
-Debemos hablar solamente buenas palabras a fin de dar gracia a los oyentes:
“La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”. (Colosenses 4:6).
-No debemos hacer pedazos ni menospreciar a los demás con palabras como “eso es tonto” o “siempre estas equivocado”, concentremonos más bien en edificarnos mutuamente:
-Debemos enfocarnos en llenar la necesidad del momento.
-Debemos hablar con el propósito de reconciliar a los demás con el señor:
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. (2 Corintios 5:20).
-Debemos hablar para dar testimonio del señor:
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1Pedro 3:15).
-Nuestras palabras deben dar agradecimiento:
“Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo (Salmos 9:1-2).
“ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias”. (Efesios 5:4).
“dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. (Efesios 5:20).
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:17).
Y alabanza al señor:
“Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras,
Y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia,
Y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia” (Salmos 145:1-7).
“Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento.
Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.
Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza;
Alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe a JAH.Aleluya”. (Salmos 150:1-6).
-Debemos gloriarnos de la rectitud, la misericordia, la justicia de Dios, y su obra de gracia, provistas para nosotros a través de Cristo Jesús:
“Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie”. (Salmos 20:7-8).
“En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
Y para siempre alabaremos tu nombre” (Salmos 44:8).
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”. (Jeremías 9:23-24).
“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor” (1 Corintios 1:26-31).
APRECIADOS HERMANOS, APRECIEMOS Y VALOREMOS LAS SAGRADAS ESCRITURAS PUES EN ELLAS ENCONTRAMOS VIDA ETERNA ,RECIBAN UN SALUDO FRATERNO Y RECUERDEN LA LUCHA SIGUE......!!!!!!!!!!