Las dos leyes
Las dos leyes
TEXTO VIII
LAS DOS LEYES
DEUTERONOMIO 31:24-26
"Y como acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse. Mandó Moisés a los Levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo: Tomad este libro de la ley, y ponedio al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti."
Como vimos en los párrafos referentes al texto cuarto, los adventistas hacen una curiosa distinción entre el decálogo y el resto de la ley mosaica. Llaman al primero "ley moral", y al resto "ley ceremonial." De este modo dice el Pbro. Smith que "la ley moral fue pronunciada por Dios desde el Sinaí con su propia voz, y escrita dos veces por su dedo en tablas de piedra," "fue depositada dentro del arca" y "se refiere sólo a deberes morales." Por lo que se ve alude a los diez mandamientos, ni más, ni menos. Por otra parte, "la ley ceremonial fue comunicada a Moisés privadamente y escrita por éste en un libro," (Deut. 31:9), "el cual fue colocado al lado del arca." Deut. 31:26. Sinopsis de la Verdad Presente, pág. 266.
Por esto aseguran que lo que no se encuentra en el decálogo, lo cual fue escrito por Moisés, es completamente ceremonial, El decálogo estuvo dentro del arca, y el libro de la ley a un lado de ella. Preguntamos: ¿Qué contenía el libro de la ley? La respuesta es muy sencilla: Contenía los cinco libros de Moisés: Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio. La prueba de ello la encontramos en muchos pasajes de los cuales citamos los siguientes: 2 Rey. 14:6 cita Deut. 24:16, como "el libro de la ley de Moisés"; 2 Crón. 35:12, cita Lev. 3:3, "en el libro de Moisés"; Esd. 6:18, cita Núm. 3:6, "en el libro de Moisés"; Jos. 8:31, cita Ex. 20: 25 "en el libro de la ley de Moisés"; 1 Cor. 14:34 cita Gén. 3:16, como "la ley". El Dr. Scott comentando Deut. 31:26 dice: "Parece que este libro era una copia auténtica y correcta de los cinco libros de Moisés."
Vemos que lo que los adventistas llaman la ley ceremonial contiene gran número de preceptos puramente morales como el decálogo. Léanse los siguientes: Ex. 22:21, 22: "Al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano afligiréis." 23:2: "No seguirás a los muchos para mal hacer; ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios." Lev. 19:2, 16, 18: "Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios." "No te pondrás contra la sangre de tu prójimo". "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Deut. 16:19: "No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos." 18:13: "Perfecto serás con Jehová, tu Dios." ¿Estos mandamientos deben ser clasificados como ceremoniales tan sólo porque Dios no los escribió en piedras, sino que los dio a Moisés para que los escribiese en un libro? Seguramente no. De modo que la naturaleza de un precepto no debemos determinarla por el medio en que éste fue dado, pues Dios los dio en distintas ocasiones corno mejor le plugo.
El siguiente pasaje arruina por completo la teoría adventista de las dos leyes: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley? Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas" Mat. 22:36-40.
Nótese. L Que estos dos mandamientos estuvieron en "la ley". 2. Que ninguno de ellos está en el decálogo. 3. Que ambos se encuentran en lo que los adventistas denominan "ley ceremonial." (Deut. 05; Lev 19: 18). 4. Que ninguno de los dos fue hablado por Dios, ni escrito por él, ni grabado en piedras, ni colocado dentro del arca; sino que ambos fueron dictados por Dios a Moisés privadamente, quien los escribió en un libro, y fueron colocados a un lado del arca. 5. Que estos dos preceptos son los más importantes de todos. Jesús dijo respecto al primero: "El primer mandamiento de todos es," y de los dos: "No hay otro mandamiento mayor que estos" (Mare. 12:29, 31). 6. Que de estos dos mandamientos depende toda la ley. De consiguiente, los dos mandamientos más importantes se encuentran en el "libro de la ley", no en las tablas de piedra. Esto, como dijimos, destruye totalmente el argumento en favor de las dos leyes, y muestra que el mero hecho de que los diez mandamientos fueron pronunciados por Dios, escritos en piedras y colocados dentro del arca, no es prueba de que son superiores a los dados por medio de Moisés en el "libro de la ley."
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TEXTO IX
LAS DOS LEYES
2 REYES 21:8
"...con tal que guarden y hagan conforme a todas las cosas que yo les he mandado, y conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les mandó"
Con este pasaje pretenden también sostener la teoría de las dos leyes; Dicen que muestra que una fue dada por Dios, el decálogo; la otra por Moisés. A esto respondemos con Mat. 22:30-40 y los argumentos referidos en la última parte del texto anterior ya examinado.
Por ora parte, la cuestión sobre este texto es muy sencilla. La enunciación es incoherente, eso es todo. Léase el mismo texto en 2 Crónicas 33:8: " ... a condición que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, estatutos, y ordenanzas, por mano de Moisés." La cosa en este lugar está demasiado clara; Dios les dio todo por mano de Moisés. Comp. Neh, 8:14: "Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés,..."
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TEXTO X
EL SÁBADO PARA MIL GENERACIONES
1 CRONICAS 16:15-18
"Haced memoria de su alianza perpetuamente, Y de la palabra que él mandó en mil generaciones; Del pacto que concertó con, Abraham, Y de su Juramento a Isaac; El cual confirmó a Jacob por estatuto, Y a Israel por pacto sempiterno, Diciendo: A ti daré la tierra de Canaan, Suerte de vuestra herencia."
Dícese que el pacto al cual se hace aquí referencia es el decálogo que debe existir para mil generaciones; que fue dado a los patriarcas y debe aún observarse por algunos siglos. Calculan que con tal que de Adam a esta parte habrán transcurrido menos de doscientas generaciones, y que por lo mismo los diez mandamientos deben ser guardados por ochocientas generaciones más.
Desde luego diremos: 1. El término "mil generaciones" manifiestamente es una expresión que manifiesta tiempo indefinido, y no, ni más ni menos, mil generaciones. Si el mundo debe permanecer aún por ochocientas generaciones más ¿en qué vendrá a parar el adventismo del séptimo día? ¡Si toman este pasaje literalmente, adiós próximo regreso de nuestro Señor Jesucristo! 2. Este pasaje desde el versículo 8 hasta el 36 es poesía, y naturalmente en él se usa la licencia poética. 3. El pacto aquí mencionado no es el de los diez mandamientos, pues Moisés terminantemente dice que los patriarcas no tuvieron el pacto del decálogo. Deut. 5:2. 3: "Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos." El pacto a que aquí se alude es el hecho con Abraham. Véase v. 16 del pasaje que estamos considerando. 4. Se habla aquí de las promesas que Dios hizo a Abraham, a Isaac y a Jacob de darles la tierra de Canaán. Véase v. 18 con Gén. 15:18; 203; 28:13. Por lo que vemos que ninguna referencia se hace aquí al decálogo.
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TEXTO XI
LAS DOS LEYES
NEHEMIAS 9:13, 14
"Y sobre el monte Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y dísteles juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos: Y notificásteles el sábado tuyo santo, y les prescribiste por mano de Moisés tu siervo, mandamientos y estatutos y ley."
En este pasaje encontramos nuevamente el asunto de las dos leyes. Se dice que Dios mismo le dio una serie de ellas, y después otra por medio de Moisés.
Es verdad que una parte de la ley fue dada de un modo 3t la otra de otro modo distinto; pero esto ni declara, ni sugiere que fueron dos leyes diferentes y de distinta naturaleza.
Consúltese lo dicho acerca de 2 Rey. 21:8 en donde se halla completamente refutada esta teoría.
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TEXTO XII
LA LEY PERFECTA
SALMO 19:7
"La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma."
Los adventistas citan constantemente este texto, para probar que los diez mandamientos son la ley perfecta, y que, por lo tanto, no pueden ser cambiados.
Un examen cuidadoso de este texto nos dará la respuesta para nueve de cada diez textos referentes a la ley. Por esto más tarde nos referiremos con frecuencia a lo que aquí decimos. La gran falacia de todos los argumentos adventistas está en suponer que el término "la ley" se refiere única y solamente a los diez mandamientos. Así es que ellos proclaman "la ley", "la ley" sin fin. Sin embargo, tengamos presente que "la ley" significa todo el sistema de ley dado a los Judíos en el Sinaí, Incluyendo preceptos morales, ceremoniales y civiles; sacrificios, sacerdocio, circuncisión, fiestas, etc. En el Diccionario Bíblico de Smith (en Inglés), en el artículo "Ley" se lee: "que el noventa por ciento de casos se refieren a la ley mosaica o pentateuco." El Pbro. Butler confiesa que el "término 'la ley' entre los judíos generalmente incluyó los cinco libros de Moisés." La Ley en Gálatas, pág. 70. Si no olvidáis este detalle, no hallaréis dificultad para refutar los argumentos de los adventistas acerca de "la ley."
"La ley", la ley del Señor" y "la ley de Moisés", son términos que se aplican a la misma ley e incluyen la circuncisión y los sacrificios. Pruébese esto con los siguientes pasajes: Luc. 2:22, 23, 24, 27: W como se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor, (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz, será llamado santo al Señor), Y para dar la ofrenda, conforme a lo que está dicho en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos palominos. Y cuando metieron al niño sus padres en el. templo, para hacer por él conforme a la costumbre de la ley..." 2 Crón. 31:3: "La ley", "la ley de Moisés", "el libro de la ley" y "la ley de Dios" se aplican exactamente a la misma ley. Neh. 8:1, 2, 3, 8, 14, 18.
Ahora bien: ¿Qué se da a entender por ley de Jehová en los Salmos? Contestamos que se da a entender toda la ley dada a Israel, la cual fue escrita en "el libro de la ley." He aquí la prueba. David, quien escribió la mayor parte de los Salmos, fue rey de Israel. Dios ordenó al rey que guardase una copia del "libro de la ley" para él siempre, y que lo leyera cada día de su vida. Deut. 17:15-19.
A esto alude el salmo primero v. 2. David como rey leía diariamente la ley de Moisés y esto lo menciona a través de los salmos. Los adventistas citan con mucha frecuencia el salmo 119 como refiriéndose sólo a los diez mandamientos. Pero "la ley", repetimos, incluye todo el sistema moral, civil y ceremonial que Dios dio a Israel. V. Sal. 119:128. David observó todos los preceptos de Dios acerca de diezmos, sacrificios, fiestas, cultos públicos, deberes morales, etc., como rectos. Los sabatistas no observan como nueve décimas partes de "la ley de Jehová" más que cualquiera otra denominación que guarda el domingo. Si estos quebrantan la ley, lo mismo hacen aquellos al no guardar "toda la ley."
Es posible que el Salmo 19:7 tenga un significado más ancho que el que comúnmente se le atribuye. El Dr. Scott dice sobre este versículo: "La palabra traducida "ley" puede traducirse doctrina y entenderse como un nombre general dado a la revelación divina, y, por extensión, a la ley de Moisés que era la parte principal." El Dr. Clarke, el Comentario Eléctrico, y un gran número de sabios intérpretes están de acuerdo sobre este punto. ¡Cuán estrecha y desautorizada es, pues, la interpretación que limita este texto al decálogo solamente! En realidad, este es el método por el cual se sostiene el adventismo.
(Tomado de "El adventismo del septimo día" de D.M. Canright
http://www.graciasoberana.com/archivo_tnp/index_tnp.htm )