Re: ¿Si el linaje en Israel se contaba por los varones, de que linaje era Jesús?
Pues te equivocas, salmo. No es mi caso.Yo no estoy enfadada con Dios. No me ha hecho nada. Cuando creía que existía, yo le amaba y le hablaba y le visitaba en la iglesia. ¡Cuántas horas habré pasado de rodillas ante un sagrario hablando con Jesús! Cada día iba a visitarlo. Y me emocionaba cada vez que comulgaba porque creía que lo recibía en mí. Y en Semana Santa, cuántas horas habré permanecido de rodillas, hasta casi marearme con el humo de las velas , por velarle en Jueves Santo. Yo creía en Dios y en que Jesús era Dios. Lo creí durante muchos años.
Y no fue por enfadarme ni porque no me concediera algo, por lo que dejé de creer. ¡NO! Fue por empezar a pensar en mis creencias y comprobar que no tenían base. Que había que creérselo sin más. Que por más que preguntabas no había respuestas, todo eran misterios divinos que había que aceptar...Y mi razón no pudo aceptarlos.
Si estuviese enfadada con Dios, no seguiría buscando pruebas de su existencia ni lamentando no creer. Mi problema no es no poder creer EN Dios, es no poder creer que existe por más que lo deseo.
Por eso no soy atea, porque aunque no puedo creer que existe, tampoco niego que exista. Pero no estoy enfadada con él porque al no saber si existe no puedo considerar que me haya hecho nada que me enoje. ¿ Entiendes mi increencia?
Un saludo.
Hola Martita, apareciste.
Que inteligente respuesta.
Es verdad lo que decís.
Es que la verdad verdadera es que los ateos no existen sino que se creen ateos.
Ojo, están super convencidos de no creer en Dios pero todos están enfadados con el.
Como no les habla y se deja ver, desde muy chicos ya prefirieron ignorarlo.
Ellos te lo van a discutir a muerte pero es así no más.
Por eso cuando un ateo se reconcilia con Dios deja de serlo.
La verdad es que nunca lo fue.
Vos y todos los ateos de este foro, son creyentes muy enojados con el.
Pues te equivocas, salmo. No es mi caso.Yo no estoy enfadada con Dios. No me ha hecho nada. Cuando creía que existía, yo le amaba y le hablaba y le visitaba en la iglesia. ¡Cuántas horas habré pasado de rodillas ante un sagrario hablando con Jesús! Cada día iba a visitarlo. Y me emocionaba cada vez que comulgaba porque creía que lo recibía en mí. Y en Semana Santa, cuántas horas habré permanecido de rodillas, hasta casi marearme con el humo de las velas , por velarle en Jueves Santo. Yo creía en Dios y en que Jesús era Dios. Lo creí durante muchos años.
Y no fue por enfadarme ni porque no me concediera algo, por lo que dejé de creer. ¡NO! Fue por empezar a pensar en mis creencias y comprobar que no tenían base. Que había que creérselo sin más. Que por más que preguntabas no había respuestas, todo eran misterios divinos que había que aceptar...Y mi razón no pudo aceptarlos.
Si estuviese enfadada con Dios, no seguiría buscando pruebas de su existencia ni lamentando no creer. Mi problema no es no poder creer EN Dios, es no poder creer que existe por más que lo deseo.
Por eso no soy atea, porque aunque no puedo creer que existe, tampoco niego que exista. Pero no estoy enfadada con él porque al no saber si existe no puedo considerar que me haya hecho nada que me enoje. ¿ Entiendes mi increencia?
Un saludo.