-Si ya dije repetidamente que creo en la vigencia de los nueve dones del Espíritu Santo detallados en 1Corintios 12, no rehúso el de "discernimiento de espíritus" (v.10), del que tú es claro careces.
Segunda aventura de un calvinista entre arminianos
- Autor Ricardo
- Fecha de inicio
Mira mi tranquilidad y paciencia y espero a todos como usted, que me han calumniado en el Juicio a la Iglesia de Cristo y lo que he dicho sobre mis hermanos y sobre el don de lenguas y otras manifestaciones en la gran mayoría 99,99 son reales y son parte del Reino de Dios y no niego que haya alguna Iglesia que mienta con que sean del Espíritu Santo y pentecostales, pero usted generalizó y no se arrepiente de ello.
-No te he calumniado a ti ni a nadie. Escribo mis experiencias entre pentecostales y carismáticos, con los que he tenido fraterna comunión hasta el momento que se desatan los exaltados y cunde el fanatismo.
¡Si tan solo supieran que el Espíritu Santo obra en ellos con más fuerza cuando se sientan contigo a jugar ajedrez o tomar un café (o mate)!
¡Si tan solo supieran que el Espíritu les da el don de lenguas cuando sale de sus labios la palabra precisa para consolar al afligido o dar certeza al confundido!
-En el relato de la manifestación del Eterno a Elías (1Reyes 19:11-13), Dios no estaba en el viento poderoso, en el temblor de la tierra ni en el fuego (emblemas pentecostales) sino en el "silbo apacible y delicado" ¡que es lo que a ellos falta! Las manifestaciones "en lenguas" predominantes en sus cultos son gritos desaforados. Cierta vez que salíamos de una de esas reuniones, mi hija de cuatro años me preguntó:
-Papá, ¿por qué esa gente se enojó con Dios?
-No, ninguno se enojó con Dios -repuse- ¿Por qué lo dices?
-Entonces, ¿por qué le gritan?