Ciertamente vivir a filo de espada sabiendo y conteniendo la verdadera fe debía ser algo horrible, me recuerda a Galileo. Grupos cristianos como los valdenses, aún se erigieron en pie, pero les costó muchas vidas a filo de espada de la iglesia católica, la cual los consideró herejes y fuera de salvación, que lástima esperar siglos más adelante para una disculpa de perdón por parte del papá, cosa a alabar, y una pena de esas vidas porque ahora, resulta que no eran herejes, sino hermanos separados... Muchos otros vivieron su fe escondida bajo temor de muerte, claro, había pocos sitios a donde ir y exponer tu vida, así era la iglesia católica hace unos siglos que supuestamente era guiada por sucesión apostólica desde Pedro, aunque dudo que si Pedro viese tal vil perversión, asumiese que su espíritu estaba en tal autoridad eclesial de turno.