“Mías son las almas todas; lo mismo la del padre que la del hijo, mías son, y el alma que peca, ésa perecerá.” Ezequiel 18,4
De alguna manera ustedes han optado por interpretar que este texto se refiere la aniquilación o destrucción del alma. Quizá la principal dificultad aquí sea su falta de comprensión respecto al significado de la palabra muerte en la Biblia, la cual en unos casos hace referencia a la separación del alma y del cuerpo (muerte física), pero en otros casos a la separación del hombre de Dios por causa del pecado (muerte espiritual).
Entre algunos textos donde la muerte es referencia a la muerte física donde se separan el alma y el cuerpo:
“Y al exhalar el alma, pues estaba moribunda, le llamó Ben-‘oní; pero su padre le llamó Benjamín.” Génesis 35,18
“pues para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger… Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; mas, por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros.” Filipenses 1,21-24
En el texto anterior San Pablo está consciente de que al morir partirá de su cuerpo para estar con Cristo, prefiere sin embargo, permanecer todavía en carne, pero por causa de la evangelización. El siguiente texto es aun mas explicito:
Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que, mientras habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor, pues caminamos en la fe y no en la visión… Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle. 2 Corintios 5,6-9
Basta este solo texto para desarmar toda la teología de su secta y de otras que niegan esta verdad, ya explícitamente se habla de cómo se puede vivir en el cuerpo y fuera de él, y que en ambos estados podemos afanarnos por agradar a Dios.
Entre algunos textos donde la muerte referencia a la separación del hombre de Dios por el pecado tenemos:
“Y a vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados” Efesios 2,1
“…estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo - por gracia habéis sido salvados “ Efesios 2,5
“Pues todo lo que queda manifiesto es luz. Por eso se dice: Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo.” Efesios 5,14
“Y a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y en vuestra carne incircuncisa, os vivificó juntamente con él y nos perdonó todos nuestros delitos.” Colosenses 2,13
Es por eso que no es coherente interpretar Ezequiel 18,4 como una aniquilación de la existencia del alma, sino por el contrario, lo que realmente significa: un estado donde esta queda apartada de Dios por toda la eternidad.
“Porque es propio de la justicia de Dios el pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros, los atribulados, con el descanso junto con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele desde el cielo con sus poderosos ángeles, en medio de una llama de fuego, y tome venganza de los que no conocen a Dios y de los que no obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesús.Estos sufrirán la pena de una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,” 2 Tesalonicenses 1,6-9
“«Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera.” Lucas 13,28
Otras referencias a la muerte del alma, no como una aniquilación definitiva, sino como una separación del hombre de Dios, la tenemos en el apocalipsis, donde se habla de la muerte segunda:
“El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: el vencedor no sufrirá daño dela muerte segunda.” Apocalipsis 2,11
“Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda” Apocalipsis 21,8
“Y el Diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. ” Apocalipsis 20,10
“Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»” Mateo 8,12
Al leer cuidadosamente estos textos es posible darse cuenta de que la muerte segunda (se le llama así precisamente porque es la muerte del alma) que sufrirán los condenados junto con el Diablo, la Bestia y el falso profeta, implicará no solo verse apartados de Dios por toda la eternidad (pena de daño), sino una especie de tormento eterno (pena de sentido).
“Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para la vida eterna,otros para el oprobio, para el horror eterno.” Daniel 12,2
En absolutamente todos los textos que hablan del destino final de los condenados (Mateo 8,12; 13,42; 24,51; 25,30; Lucas 13,28) tenemos lo mismo: La muerte del alma es un estado de separación definitivo de Dios, y nunca se habla de una destrucción o cese de la existencia.
(apologética para el mundo)