La comunidad internacional por muchos años se ha esforzado en mantener válido el concepto de "INTEGRIDAD TERRITORIAL" de los Estados, entendido como el mantener las fronteras tal cual están.
Entiendo las razones históricas de esto, pero deberíamos evolucionar lo más pronto posible hacia otro tipo de planteamiento, que es la del RESPETO A LA AUTONOMÍA DE LAS COMUNIDADES, particularmente de las étnicamente distintas.
Una gran proporción de los conflictos actuales se debe a que se intenta por la fuerza, artificialmente, mantener minorías étnicas dentro de un Estado, en vez de concederles todas las facilidades para que se separen y formen su propio Estado si así lo desean.
La diversidad étnica de un Estado es algo muy bueno y valioso, SIEMPRE Y CUANDO sea voluntario.
Ucrania debería dar todas las facilidades para que las regiones con amplia mayoría rusa tengan sus referendum con vigilancia internacional y decidan su propio destino. Esto obviamente se aplica a la misma Rusia, donde también hay regiones con amplia mayoría de etnias distintas a la rusa, como los tártaros entre muchos otros.
Algunos creen que permitir la SECESIÓN es promover la desunión. Nada más falso, y se los dice un baha'i, quien cree que la unidad de la humanidad es no solo deseable sino posible y un imperativo del Evangelio en esta era.
Una secesión pacífica, democrática, transparente, promovería la buena voluntad entre la nación original y la nueva nación. Ahí tienen el ejemplo de Chequia y Eslovaquia, que se divorciaron pacíficamente y hoy son grandes amigas.
Suponiendo que los habitantes de Cataluña o de Donetsk y Lugansk realmente quisieran la secesión de forma mayoritaria, nada sería mejor para la paz que permitirles la secesión y entonces sí, llegar a acuerdos sobre libre tránsito de bienes, servicios y personas, alianzas defensivas, alianzas económicas, o integración en rubros donde la gente está interesada en integrarse.