Los romanos rebautizaron Judea con el nombre de “Syria Palaestina” en el siglo II d.C., tras la revuelta judía de Bar Kojba, con la intención de borrar la identidad judía de la región. De ahí proviene el término moderno “Palestina”. Es irónico que los palestinos de hoy tengan una identidad tan arraigada que se definan a sí mismos usando un término colonial.
La palabra "Palestina" deriva a su vez del término "filisteos". Los filisteos fueron un pueblo de origen egeo (probablemente procedentes de Creta o Anatolia), parte de los llamados “Pueblos del Mar”, que se asentaron en la costa sur de Canaán. Los palestinos de hoy no guardan relación alguna con ese pueblo ya desaparecido; simplemente se apropian de su nombre.
Y aquí, lo más destacable: la palabra “filisteos” proviene del hebreo bíblico פְּלִשְׁתִּים (P’lishtim), que a su vez deriva de la raíz semítica פלש (p-l-sh), que significa “invadir” o “penetrar”. Es decir, “filisteo” significa aproximadamente “los invasores” o “los que llegan del mar”. O sea, que los palestinos se denominan a sí mismos “invasores” de una tierra que no les pertenecía, utilizando un vocablo hebreo.
Y ahora, contadnos otra vez eso de los asentamientos y los colonos judíos en la tierra de Judea.