RETORNO Y RESURGIMIENTO DE ISRAEL PROFECÍAS CUMPLIDAS



👑❓ ¿Sabías que la mayoría de los habitantes de Gaza no son “originarios” de Gaza?

👉 La mayoría desciende de egipcios y jordanos que llegaron entre 1948 y 1967. Muchos eran refugiados de zonas que hoy están dentro de Israel, como Jaffa, Lod o Beersheva.

🛑 Y no, no los expulsamos nosotros.

¿Querés saber la verdad?

🗺️ En 1948, la ONU propuso crear dos Estados: uno judío y uno árabe.

💥 Pero los países árabes rechazaron el plan y le dijeron a los árabes locales que se fueran, porque iban a “tirar a los judíos al mar” y quedarse con todo.

👣 Esa gente se fue esperando volver sobre cadáveres judíos. No pasó.

📛 El Estado árabe nunca se creó. Y “Palestina” como país jamás existió. Nunca hubo fronteras, ni moneda, ni reyes, ni presidentes. Solo relato.

🇯🇴🇵🇸 ¿Y sabías que la bandera de “Palestina” es prácticamente igual a la de Jordania?

🎯 Mismo diseño y colores panárabes. Solo que la de Jordania tiene una estrella blanca.

❌ No es coincidencia. Es herencia política. Ni bandera propia tienen.

Y eso es SOLO porque nunca quisieron tener un estado. Lo ÚNICO que quisieron es que los judíos no tengan el propio.

👑Sissi Emperatriz




 





La estrategia de Hamás a vista de drone:

- Lanzar cohetes desde un área urbana.

- Provocar la respuesta israelí contra el lugar del lanzamiento.

- Emitir a los medios el conteo de bajas recalcando de que se trata de pobres víctimas civiles, todas ellas mujeres, niños, ancianitas, periodistas, trabajadores de hospitales, ONGs, asilos de ancianos, orfanatos, asistentes sociales de ONGs, etc. etc.

- Y con la complicidad de las grandes cadenas de desinformación, les funciona!!












 


Pedro Sánchez, un ángel en Gaza
✍️Guy Sorman

De todos los gobiernos de Europa, España es, con diferencia, el más hostil a Israel y el más vehemente a la hora de romper todos los acuerdos existentes entre Israel y la Unión Europea. No estoy seguro de entender las razones de esto. ¿Acaso Pedro Sánchez y su equipo, acusando al ejército israelí de genocidio y poniéndose del lado de Hamás con pretextos humanitarios, piensan que España desempeñará un papel de intermediario útil con el mundo árabe? Eso es lo que le están haciendo creer en toda Europa a Josep Borrell, que se ha convertido en la Pasionaria de los palestinos. La única prueba hasta ahora de esta mediación española es una inútil conferencia en Madrid, el domingo 26 de mayo, entre europeos y organizaciones árabes sin influencia. Nada salió de ella: Pedro Sánchez no es diplomático. Otra explicación de su hostilidad sin paliativos hacia Israel es el antisemitismo. No me atrevo a imaginarlo, pero he observado que en Europa, como en Estados Unidos, los movimientos más agresivos contra Israel están en la izquierda. ¿A qué se debe esta paradoja por parte de una izquierda supuestamente antirracista? Hay dos hipótesis. La primera es que, por un reflejo arcaico, la izquierda ve a los palestinos como los nuevos proletarios: el apoyo a Palestina tomaría entonces el relevo de lo que antaño fue la pasión por Cuba o Nicaragua. Otra hipótesis: la izquierda europea sigue atrapada en un antisemitismo que tiene sus raíces menos en el cristianismo de la Inquisición que en el anticapitalismo de Karl Marx. Los judíos son capitalistas por naturaleza. Es más, controlarían el mundo. Desgraciadamente, estas viejas linternas del antisemitismo no están completamente apagadas; todavía brillan en la izquierda española.

¿Deberíamos considerar también que Pedro Sánchez y su equipo están mal informados sobre la situación en Israel y Gaza? ¿Saben que Israel es una nación de refugiados? La mitad de la población de Israel está formada por judíos exiliados de Europa y supervivientes del Holocausto. La otra mitad son judíos expulsados de los países árabes –en la década de 1950– donde habían vivido durante siglos: Egipto, Marruecos, Túnez, Argelia, Irak, Siria y Yemen. Los palestinos de Gaza son refugiados, pero también lo son los judíos de Israel. La gran diferencia entre ambos pueblos es que los judíos de Israel han decidido no seguir siendo refugiados a perpetuidad. Los palestinos, en cambio, son refugiados para la eternidad, pasando este estatus de generación en generación, negándose a integrarse allí donde están. Estos refugiados son apoyados y financiados en su marginalidad por la Unión Europea y las Naciones Unidas. Instituciones que perpetúan su dependencia y de paso permiten que Hamás se lleve su diezmo. Por último, Pedro Sánchez no puede dejar de saber, o debería saber, que Israel está asediado desde su nacimiento, especialmente en el norte por Hezbolá, apoyado por Irán, y por supuesto en el sur por Hamás.
Pedro Sánchez debería recordar que la mayoría de los países árabes y musulmanes no reconocen la existencia del Estado de Israel. Argelia, Pakistán, Bangladesh, Irak. Siria, Líbano, Irán y Arabia Saudí persisten en considerar a Israel como una colonización imperialista de una tierra eternamente árabe. Si Israel pierde una sola batalla, será borrado del mapa. Israel sólo sobrevive gracias a su ejército, y también gracias a su economía moderna y a su democracia. Se puede odiar al gobierno de Netanyahu, pero hay que reconocer que es el producto de unas elecciones democráticas en las que no sólo participaron los judíos israelíes, sino también los dos millones de árabes israelíes que están representados en la Knesset por tres partidos árabes. La paradoja definitiva: los árabes israelíes disfrutan de derechos civiles de los que no goza ninguna nación árabe independiente.

Volviendo a la situación sobre el terreno en Gaza, no cabe duda de que se trata de una tragedia humanitaria. Pero no se puede entender ni analizar simplemente viendo la televisión. Todo lo que vemos son víctimas palestinas, preferiblemente niños, en brazos de sus afligidos padres: una reminiscencia de las fantasías medievales de judíos asesinos de niños. ¿Es una coincidencia o una elección propagandística? Todo lo que vemos en televisión son hospitales bombardeados. Pero, extrañamente, no vemos ninguna imagen de combatientes de Hamás. Y, sin embargo, están muy presentes y siguen disparando contra los israelíes. Esta falta de simetría, nos lleva a creer que el ejército israelí envía proyectiles al vacío o se complace en destruir hospitales y asesinar niños. La verdad es obviamente muy distinta: Hamás se esconde entre la población civil. La utiliza con fines propagandísticos, la utiliza como escudos humanos y aloja sus municiones y atacantes en escuelas y hospitales. Por tanto, acusar al ejército israelí de genocidio es absurdo e indecente. El enemigo de Israel no son los palestinos, que sólo aspiran a la paz, sino los movimientos terroristas que quieren destruir Israel.

Hay una solución inmediata a este conflicto: la que se aplicó en 1982 cuando, en una situación similar, el ejército israelí luchaba contra la Organización para la Liberación de Palestina, dirigida entonces por Yaser Arafat, con base en el sur del Líbano. Cuando Arafat tuvo claro que no podía ganar, y bajo la presión internacional y libanesa, abandonó el Líbano con sus tropas para refugiarse en Túnez. El conflicto terminó inmediatamente. Arafat, es cierto, tenía un mínimo de sentido común; era un líder político, no sólo un terrorista iluminado. Si Hamás quisiera seguir el ejemplo de Arafat, lo único que tendría que hacer es devolver a los rehenes, entregar las armas y huir a un país vecino dispuesto a aceptarlo. Pero ningún país árabe apoya a Hamás: en cierto modo, el conflicto entre Hamás e Israel conviene a Egipto, Jordania y Arabia Saudí, que no quieren islamistas en su país.
Pedro Sánchez, si quisiera ser útil, debería por tanto abogar por un desenlace del conflicto comparable al de 1982 en Líbano. También podría preguntar en voz alta por qué se sigue suministrando armas y alimentos a Hamás. ¿Quiénes son los patrocinadores y proveedores de Hamás en la asediada Gaza? Nadie se hace nunca esa pregunta, y no creo tener la respuesta. Pedro Sánchez también podría señalar que, antes que a Europa, correspondería al mundo árabe y musulmán aportar soluciones concretas al conflicto. Sin embargo, no existe solidaridad árabe con los palestinos, salvo en las palabras. La ayuda humanitaria procede de Europa, Israel y Estados Unidos: ¿no es sorprendente? Por último, aunque es conveniente que España y otros países europeos reconozcan el Estado de Palestina, de momento se trata de una postura, ya que este reconocimiento teórico no va acompañado de ninguna propuesta diplomática, militar o económica. Como si gobernar significara ponerse del lado de los ángeles, hacer de ángel en lugar de ser realista y concreto. Pedro Sánchez en Gaza es un alma bella, pero no es en absoluto un estadista.


 


Catar es Hamás, y Hamás es Catar 🇶🇦🇵🇸
✍️Por Khaled Abu Toameh @KhaledAbuToameh

Los rehenes israelíes secuestrados por Hamás y otros grupos palestinos el 7 de octubre de 2023 podrían haber sido liberados hace mucho tiempo si la administración Biden hubiera presionado a Catar para que utilizara sus buenas relaciones con el grupo islamista y lo obligara a hacerlo.

Todo lo que Catar tenía que hacer era convocar a los líderes de Hamás en Doha y darles un ultimátum: liberar a todos los rehenes inmediatamente o enfrentarse a la expulsión del Estado del Golfo. Es difícil imaginar cómo los líderes de Hamás habrían podido decir que no a sus principales patrocinadores políticos y financieros. Sin embargo, los cataríes nunca estuvieron bajo la más mínima presión.

Un historial de apoyo a grupos extremistas
"Durante años, Catar apoyó a los talibanes, y el año pasado [2021] les ayudó en su golpe contra el gobierno afgano elegido democráticamente, y 13 miembros del servicio estadounidense murieron en la violencia. Hoy, Catar está haciendo todo lo que puede para dar a los talibanes legitimidad y ayuda internacionales", señaló Yigal Carmon, presidente y fundador del MEMRI y asesor antiterrorista de dos ex primeros ministros israelíes, en Haaretz el 10 de mayo de 2022.

Carmon añadió: "Cualquier árabe que escuche a funcionarios estadounidenses decir que Catar es aliado de Estados Unidos estallaría en carcajadas... Pregúntenle a Egipto, no solo a los gobernantes, sino al pueblo y a los periodistas. Pregunten a los Emiratos, al gobierno y al pueblo. Pregunten a Marruecos, Arabia Saudí, Bahréin, Jordania. Todos ellos saben que Catar lleva décadas promoviendo organizaciones islamistas y terroristas. Hay demandas contra Catar en Estados Unidos y Europa en relación con su apoyo al terrorismo".

Catar: Principal patrocinador de Hamás
La administración estadounidense debe entender lo que los árabes saben desde hace años: que el apoyo de Catar a Hamás y otros grupos islamistas extremistas es la principal razón por la que miles de israelíes y palestinos han muerto en los últimos años.

Catar es el principal apoyo financiero y aliado exterior de Hamás. El entonces gobernante catarí, el jeque Hamad bin Jalifa al-Thani, fue el primer líder estatal en visitar la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, en 2012. Además, se estima que Catar ha transferido 1.800 millones de dólares a Hamás en las últimas dos décadas.

(En la imagen: Al-Thani da la mano al entonces líder de Hamás, Ismail Haniyeh, durante su visita a la Universidad Islámica de la Franja de Gaza el 23 de octubre de 2012. (Foto de Wissam Nassar/AFP vía Getty Images))

Las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el papel de Catar para alcanzar el acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes entre Israel y Hamás sorprendieron a muchos, especialmente a quienes están familiarizados con el prolongado apoyo del Estado del Golfo a los grupos islamistas radicales.

"Catar está tratando absolutamente de ayudar", dijo Trump a los periodistas en Washington. "Los conozco bien, y están haciendo todo lo que pueden. Una situación muy dura, pero están absolutamente tratando de ayudar".

Muchas otras personas también conocen muy bien a Catar. Saben, por ejemplo, que Catar es el principal apoyo financiero y aliado exterior de Hamás.

Hospitalidad y propaganda para Hamás
Durante muchos años, Catar acogió a varios líderes de Hamás, incluidos Jaled Mashaal e Ismail Haniyeh. Vivieron en hoteles y villas de Doha y fueron tratados como jefes de Estado.

Tras el ataque del 7 de octubre de 2023, liderado por Hamás contra Israel, que resultó en el asesinato de 1.200 israelíes, miles de heridos y el secuestro de más de 250, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar emitió una declaración en la que responsabilizaba "únicamente a Israel" de la masacre.

Catar también utiliza su imperio televisivo, Al Yazira, para promover a Hamás, los Hermanos Musulmanes y otros grupos terroristas. Durante años, Yusuf al-Qaradawi, un clérigo de los Hermanos Musulmanes que apoyaba los atentados suicidas contra israelíes, presentó un programa en Al Yazira. Tras la masacre del 7 de octubre, la cadena emitió la llamada a las armas del comandante militar de Hamás, Mohammed Deif. También difundió declaraciones incendiarias de Haniyeh y su adjunto, Saleh al-Arouri. Haniyeh apareció en Al Yazira elogiando el "gran triunfo" de Hamás y llamando a "los hijos de toda la nación, en sus diversos lugares, a unirse a esta batalla de la forma que puedan".

Al Yazira: Una plataforma para el extremismo
El apoyo de Al Yazira a Hamás no solo llevó a Israel a prohibir la cadena en el país; incluso la Autoridad Palestina (AP) le prohibió operar en Cisjordania. La AP acusó a la cadena de emitir "contenidos incitadores, difundir información errónea e interferir en los asuntos internos palestinos, lo que atiza la división y la inestabilidad". El mes pasado, la AP detuvo a dos corresponsales de Al Yazira, Givara Budeiri y Mohammed al Atrash, por presunta violación de la prohibición.

Según un informe de investigación del Middle East Media Research Institute (MEMRI):

"El papel de Al Yazira como plataforma de promoción de ideologías islamistas extremistas se remonta a décadas atrás. El caso de la promoción de Al-Qaeda es de particular interés. Dos meses antes del 11-S, Al Yazira dio rienda suelta a un portavoz de Al-Qaeda, Suliman Abu Ghaith, para que hablara sin interrupción durante 10 minutos y pidiera a 12.000 muyahidines [guerreros de la yihad] que se unieran a Al-Qaeda."
"Al Yazira empleó a un corresponsal, Tayseer Allouni, que fue condenado en España a siete años de prisión por transferir fondos a Al-Qaeda..."
"En cuanto a ISIS, Al Yazira permitió una promesa de lealtad a su líder Abu Bakr Al-Baghdadi en directo en el aire. En medio de un debate televisivo en Al Yazira, un erudito islámico juró lealtad al líder de ISIS..."
"La cadena propiedad de Catar también permitió al terrorista Anis Al-Naqqash llamar a ataques terroristas contra instalaciones petrolíferas estadounidenses, también en una emisión en directo."
Desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han revelado que información de inteligencia y numerosos documentos hallados en la Franja de Gaza confirman la afiliación militar de seis periodistas de Al Yazira a Hamás y a la Yihad Islámica Palestina. Se trata de: Anas Al-Sharif, Alaa Salama, Hossam Shabat, Ashraf Saraj, Ismail Abu Omar y Talal Aruki.

La inacción de la administración Biden
Los rehenes israelíes secuestrados por Hamás y otros grupos palestinos el 7 de octubre de 2023 podrían haber sido liberados hace mucho tiempo si la administración Biden hubiera presionado a Catar para que utilizara sus buenas relaciones con el grupo islamista y lo obligara a hacerlo.

Todo lo que Catar tenía que hacer era convocar a los líderes de Hamás en Doha y darles un ultimátum: liberar a todos los rehenes inmediatamente o enfrentarse a la deportación del Estado del Golfo. Es difícil imaginar cómo los líderes de Hamás habrían podido decir que no a sus principales patrocinadores políticos y financieros.

El gobierno de Biden podía haber hecho muchas cosas para presionar a Catar. Por ejemplo, podría haber amenazado con retirar las fuerzas estadounidenses de la base aérea catarí de Al-Udeid. La presencia allí del cuartel general del Mando Central de las Fuerzas Aéreas estadounidenses es vital para la seguridad nacional y la estabilidad de Catar: disuade a sus enemigos de atacar al Estado del Golfo. En otras palabras, las fuerzas estadounidenses estacionadas en esa base preservan el régimen de Catar.

La administración Biden también podría haber amenazado con imponer sanciones económicas a Catar, o designarlo como "Estado patrocinador del terrorismo" si no presionaba a Hamás para que liberara a los rehenes. Sin embargo, la administración Biden optó por ignorar el papel de Catar en el apoyo al terrorismo islamista. Los cataríes nunca sufrieron la más mínima presión.

La postura de los estados árabes
En 2017, varios Estados árabes —Arabia Saudí, Bahréin, Egipto, Yemen y Emiratos Árabes Unidos— cortaron sus relaciones diplomáticas con Catar debido a su apoyo a todas las organizaciones terroristas islámicas extremistas, incluidos los Hermanos Musulmanes, el ISIS y Al Qaeda. Aunque estos países restablecieron posteriormente sus lazos con Catar, el Estado del Golfo y su cadena de televisión Al Yazira siguen apoyando hoy en día a Hamás y a los Hermanos Musulmanes.

"Durante años, Catar apoyó a los talibanes, y el año pasado [2021] los ayudó en su golpe contra el gobierno afgano elegido democráticamente", señaló Yigal Carmon, presidente y fundador de MEMRI, "y 13 miembros del servicio estadounidense murieron en la violencia. Hoy, Catar está haciendo todo lo posible para dar a los talibanes legitimidad y ayuda internacional."

"Cualquier árabe que escuche a funcionarios estadounidenses decir que Catar es aliado de Estados Unidos estallaría en carcajadas", afirma Carmon.

"Pregúntenle a Egipto, no sólo a los gobernantes, sino al pueblo y a los periodistas. Pregunten a los Emiratos, al gobierno y al pueblo. Pregunten a Marruecos, Arabia Saudí, Bahréin, Jordania. Todos ellos saben que Catar lleva décadas promoviendo organizaciones islamistas y terroristas. Hay demandas contra Catar en Estados Unidos y Europa en relación con su apoyo al terrorismo".

Es hora de un cambio de política
Es hora de que la nueva administración estadounidense comprenda que Catar es el problema, no la solución. Que se permita a Catar servir de mediador entre Israel y Hamás es ridículo, ya que en realidad, "Catar es Hamás y Hamás es Catar; Catar lanzó una guerra contra Israel por medio de Hamás; la declaración de guerra se emitió en la televisión Al-Jazeera".

La administración estadounidense tiene que entender lo que los árabes saben desde hace años: que el apoyo de Catar a Hamás y otros grupos islamistas extremistas es la principal razón por la que miles de israelíes y palestinos han muerto en los últimos años.

Es hora de que la administración estadounidense revise su política hacia Catar y le exija responsabilidades por respaldar a asesinos y violadores islamistas cuyo objetivo es asesinar a judíos y destruir Israel. Los líderes de Catar pueden afirmar que condenan el terrorismo, pero financian a terroristas. A sus ojos, no hay diferencia entre Israel y Estados Unidos.

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