...Desde un principio, quedó más que claro que deneto, este niño maldito (por sujetarse a una ley de letra muerta), no puso sus pobres postulados para debatir, sino para salirse con la suya...
En repetidas ocasiones se le ha dicho que Cristo es nuestro reposo, y que el delirio de persecución de este amigo padece -por la ley dominical-, lo ha llevado a chillar, patalear, hacer endechas, echar pestes, mentir, y todo cuanto estuvo a su alcance para hacerse protagonista de su propio teatro de bufones.
A veces su impertinencia es solo un berrinche de niño malcriado, a veces sus abyectas declaraciones nos insultan e insultan a Cristo, y deneto nos hace pensar que el adventismo apesta. ¿Con qué derecho viene él a exigirnos nada, cuando él bien sabe que el adventismo está basado en inconsitencias? Lo de 1844 fue el primero de los muchos errores y chascos que el adventismo arrastra. El problema es que, ante el engaño, tuvo que venir la pitonisa plkagiaria a tapar una mentira con otra mentira.
No, a deneto no se le puede tomar en serio, pero si quiere ser maltratado, sepa bien que a nosotros no nos tomará el pelo.
Por mi parte, reitero lo que he dicho antes, y con ésto me retiro de este triste espectáculo:
Hacer caso a un pelmazo, es engrandecerlo... Y que conste, decirle sus verdades no es insultarlo; ya debería saberlo. ¿Porqué seguirle el juego? Sus aportes no sirven para nada.