Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Lo que yo leo en los evangelios es a un Jesús que si bien era Dios, era hombre. Como hombre no tenía ningún atributo sobrehumano. Jesús era Dios, el Cristo. El Cristo fue partícipe y actor en la creación. Cristo formó al Sol y lo vió aparecer. Formó los animales y vió cuando no exuistían y cuando llegaron a existir. Sin embargo, si uno se le acercaba a Jesús de Nazaret y le preguntaba que le describiese esos procesos de creación, él no tenía ninguna memoria de ellos.

es más. preguntado si él era Dios, respondería que sí. pero cómo lo sabes. la respuesta es que por fe. así lo dicen las profeciás repecto de mí. y el Espíritu me habla diciendome lo mismo. en mo bautismo Dios me lo confirmó, a mí y tambiéna los presentes, pero a mí también. y yo lo creo por fe.

Jesús vivió por fe. tenía fe en que era el Cristo, y su fe fue acompañada de obras. así como la fe de abraham fue acompañado de sacrificar a su hijo, la fe de Jesús fue acompañada de sacrificarse él.

Jesús vivió la vida que hioy vivimos los cristianos. entonces es posible que Pablo intente imitarlo y es natural que nos exhorte a hacer lo mismo. porque Jesús vivió sin dotes sobrehumanas, sabiendo por fe. obedeciendo por fe, caminando por fe; y con el auxilio del Espíritu Santo que ahora está en nosotros, y orando al Padre como lo hacemos nosotros. Jesús vivió no como hombre natural, sino como cristiano.

eso el lo hermoso, glorioso y digno de alabanza. y eso es lo que nos alienta y anima.
¿Y esto lo decía por fe?:

"Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias" (Juan 15:15)

¿Que no tenía memoria?...

Saludos
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

¿Acaso esto no es un atributo netamente divino?:

"Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla á tomar" (Juan 10:17)
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Nadie aqui esta diciento tal barbaridáo. se honesto y no confundas a los hermaanos.
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Podría estar deacuerdo en que según la escritura Cristo no realizó milagros hasta después de la teofanía, sin embargo si cabe mencionar que Cristo expresó que realizaba los milagros en primera persona. Es cierto que Cristo no actúa sin el Espíritu Santo y tampoco actúa sin la voluntad del Padre, creo que es importante recalcar que la unión trinitaria actúa siempre en unidad, claro que es complicado que la escritura esté repitiendo eso a cada momento, sin embargo por eso es necesario balancear la situación con los comentarios que Cristo hace y que incluso es raro que adjudique la autoría de un milagro al ES (de momento no recuerdo ni una sola ocasión)

Saludos

...eso es verdad! Jesús nunca lo menciona.... Pero la coherencia biblica lo insinúa ¿No?
los apostoles comprendieron y comenzaron su ministerio hasta que fueron bautizados con el Espiritu Santo, este suceso desató el poder de Cristo en ellos.
Y luego los gentiles de Cornelio y Pedro, igual!
Parece indicar que ese es uno de los "trabajos" del Espiritu Santo en los hombres.

Sobre los milagros más bien siempre le dio el crédito al Padre ¿Recuerdas?
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

¿Por qué siempre se alarman con este tema?
¿Cuál es el miedo?

Analícemos juntos Filipenses 2
[SUP]
5[/SUP] Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, ¿Cual sentir? [SUP]6[/SUP] el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, ¿Cual es la forma de Dios? ¿En qué dejó de ser igual a Dios?
[SUP]7[/SUP] sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; ¿De qué y cómo se despojó exactamente? ¿Cual es la forma de siervo que tomó? Y ¿En qué fue hecho semejante a los hombres, fue solo parcialmente? Y ¿Para qué fue hecho semejante a los hombres?
[SUP]8[/SUP] y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.¿Cual es la condición de hombre? Y ¿Cual es el mérito de estar en esa condición y obedecer a ese grado?
[SUP]9[/SUP] Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, ¿A qué se refiere con "por lo cual"?
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

aquí hay alguien, siervo de stanás que defendientdo falsas doctrinas está borranto posts.
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Crsito es Cristo no desde su nacimiento, sino desde la eternidad, desde el principio. Filipenses dice que Cristo siendo igual a Dios... Cristo, como Cristo es anterior a su nacimiento, anterior al nacimiento de la hiumanidad y anterior al nacimiento del universo. Que se le llam Cristo no agrega nada nuevo, ni diferente. Que se le llame Cristo puede igualarse a que se le llame Dios. Cristo siempre fue Dios. Eso, nosotros no lo negamos. Pero creemos que la Biblia nos enseña que Cristo se hizo hombre, y como hombre no tenía atributos divinos. Que como hombre dependía del porder de Dios por medio del Espíritu Santo para hacer y para saber. Sin el Espíritu Santo podía y sabía tanto como cualquier hombre natural. Con el Espíritu Cristo podía y sabía tanto como cualquier profeta del pasado, o cristiano del presente.

La paloma descendiendo es claramente un símbolo. Para los teólogos que gustan de inventar términos nuevos, la paloma era una teofanía. Pero Jesús recibió al Espíritu en ese momento. Recibió a un Espíritu que no es visible, ni palpable; que se representó fisicamente como paloma; pero que descendió en ese momento; que no estaba antes y que si estaba después.

Mejor aún es ungido desde la eternidad, y lo que trato de decir es que en la teofanía se manifestó lo invisible de la Trinidad, que el Hijo lo es del Padre y que sober el reposa el Espíritu Santo.
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Mejor aún es ungido desde la eternidad, y lo que trato de decir es que en la teofanía se manifestó lo invisible de la Trinidad, que el Hijo lo es del Padre y que sober el reposa el Espíritu Santo.

Cuando digo que reposa me refiero a que reposa de eterno, no se en que imprecisión pueda estar cayendo con esta expresión pero lo que quiero decir es que la unidad de la Trinidad no se rompe ni cesa con la encarnación, por que Dios es Trinidad.
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

¿Por qué siempre se alarman con este tema?
¿Cuál es el miedo?

Analícemos juntos Filipenses 2
[SUP]
5[/SUP] Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, ¿Cual sentir? [SUP]6[/SUP] el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, ¿Cual es la forma de Dios? ¿En qué dejó de ser igual a Dios?
[SUP]7[/SUP] sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; ¿De qué y cómo se despojó exactamente? ¿Cual es la forma de siervo que tomó? Y ¿En qué fue hecho semejante a los hombres, fue solo parcialmente? Y ¿Para qué fue hecho semejante a los hombres?
[SUP]8[/SUP] y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.¿Cual es la condición de hombre? Y ¿Cual es el mérito de estar en esa condición y obedecer a ese grado?
[SUP]9[/SUP] Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, ¿A qué se refiere con "por lo cual"?



Estudia y aprende:

III. Verdadero Dios y verdadero hombre
464 El acontecimiento único y totalmente singular de la Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. Él se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. La Iglesia debió defender y aclarar esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a unas herejías que la falseaban.​
465 Las primeras herejías negaron menos la divinidad de Jesucristo que su humanidad verdadera (docetismo gnóstico). Desde la época apostólica la fe cristiana insistió en la verdadera encarnación del Hijo de Dios, "venido en la carne" (cf. 1 Jn 4, 2-3; 2 Jn 7). Pero desde el siglo III, la Iglesia tuvo que afirmar frente a Pablo de Samosata, en un Concilio reunido en Antioquía, que Jesucristo es Hijo de Dios por naturaleza y no por adopción. El primer Concilio Ecuménico de Nicea, en el año 325, confesó en su Credo que el Hijo de Dios es «engendrado, no creado, "de la misma substancia" [en griego homousion] que el Padre» y condenó a Arrio que afirmaba que "el Hijo de Dios salió de la nada" (Concilio de Nicea I: DS 130) y que sería "de una substancia distinta de la del Padre" (Ibíd., 126).​
466 La herejía nestoriana veía en Cristo una persona humana junto a la persona divina del Hijo de Dios. Frente a ella san Cirilo de Alejandría y el tercer Concilio Ecuménico reunido en Efeso, en el año 431, confesaron que "el Verbo, al unirse en su persona a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre" (Concilio de Efeso: DS, 250). La humanidad de Cristo no tiene más sujeto que la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido y hecho suya desde su concepción. Por eso el concilio de Efeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno: "Madre de Dios, no porque el Verbo de Dios haya tomado de ella su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien tiene el cuerpo sagrado dotado de un alma racional [...] unido a la persona del Verbo, de quien se dice que el Verbo nació según la carne" (DS 251).​
467 Los monofisitas afirmaban que la naturaleza humana había dejado de existir como tal en Cristo al ser asumida por su persona divina de Hijo de Dios. Enfrentado a esta herejía, el cuarto Concilio Ecuménico, en Calcedonia, confesó en el año 451:​
«Siguiendo, pues, a los Santos Padres, enseñamos unánimemente que hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesucristo: perfecto en la divinidad, y perfecto en la humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre compuesto de alma racional y cuerpo; consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad, "en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado" (Hb 4, 15); nacido del Padre antes de todos los siglos según la divinidad; y por nosotros y por nuestra salvación, nacido en los últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad.Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo sujeto y en una sola persona» (Concilio de Calcedonia; DS, 301-302).​
468 Después del Concilio de Calcedonia, algunos concibieron la naturaleza humana de Cristo como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto Concilio Ecuménico, en Constantinopla, el año 553 confesó a propósito de Cristo: "No hay más que una sola hipóstasis [o persona] [...] que es nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad" (Concilio de Constantinopla II: DS, 424). Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto (cf. ya Concilio de Éfeso: DS, 255), no solamente los milagros sino también los sufrimientos (cf. Concilio de Constantinopla II: DS, 424) y la misma muerte: "El que ha sido crucificado en la carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la Santísima Trinidad" (ibíd., 432).​
469 La Iglesia confiesa así que Jesús es inseparablemente verdadero Dios y verdadero Hombre. Él es verdaderamente el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, nuestro hermano, y eso sin dejar de ser Dios, nuestro Señor:​
Id quod fuit remansit et quod non fuit assumpsit ("Sin dejar de ser lo que era ha asumido lo que no era"), canta la liturgia romana (Solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, Antífona al «Benedictus»; cf. san León Magno,Sermones 21, 2-3: PL 54, 192). Y la liturgia de san Juan Crisóstomo proclama y canta: "¡Oh Hijo unigénito y Verbo de Dios! Tú que eres inmortal, te dignaste, para salvarnos, tomar carne de la santa Madre de Dios y siempre Virgen María. Tú, Cristo Dios, sin sufrir cambio te hiciste hombre y, en al cruz, con tu muerte venciste la muerte. Tú, Uno de la Santísima Trinidad, glorificado con el Padre y el Santo Espíritu, ¡sálvanos! (Oficio Bizantino de las Horas, Himno O' Monogenés").​
IV. Cómo es hombre el Hijo de Dios
470 Puesto que en la unión misteriosa de la Encarnación "la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (GS 22, 2), la Iglesia ha llegado a confesar con el correr de los siglos, la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y de voluntad, y del cuerpo humano de Cristo. Pero paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella proviene de "uno de la Trinidad". El Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad (cf. Jn 14, 9-10):​
«El Hijo de Dios [...] trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado» (GS 22, 2).​
El alma y el conocimiento humano de Cristo
471 Apolinar de Laodicea afirmaba que en Cristo el Verbo había sustituido al alma o al espíritu. Contra este error la Iglesia confesó que el Hijo eterno asumió también un alma racional humana (cf. Dámaso I, Carta a los Obispos Orientales: DS, 149).​
472 Este alma humana que el Hijo de Dios asumió está dotada de un verdadero conocimiento humano. Como tal, éste no podía ser de por sí ilimitado: se desenvolvía en las condiciones históricas de su existencia en el espacio y en el tiempo. Por eso el Hijo de Dios, al hacerse hombre, quiso progresar "en sabiduría, en estatura y en gracia" (Lc 2, 52) e igualmente adquirir aquello que en la condición humana se adquiere de manera experimental (cf. Mc 6, 38; 8, 27; Jn 11, 34; etc.). Eso correspondía a la realidad de su anonadamiento voluntario en "la condición de esclavo" (Flp 2, 7).​
473 Pero, al mismo tiempo, este conocimiento verdaderamente humano del Hijo de Dios expresaba la vida divina de su persona (cf. san Gregorio Magno, carta Sicut aqua: DS, 475). "El Hijo de Dios conocía todas las cosas; y esto por sí mismo, que se había revestido de la condición humana; no por su naturaleza, sino en cuanto estaba unida al Verbo [...]. La naturaleza humana, en cuanto estaba unida al Verbo, conocida todas las cosas, incluso las divinas, y manifestaba en sí todo lo que conviene a Dios" (san Máximo el Confesor, Quaestiones et dubia, 66: PG 90, 840). Esto sucede ante todo en lo que se refiere al conocimiento íntimo e inmediato que el Hijo de Dios hecho hombre tiene de su Padre (cf. Mc 14, 36; Mt 11, 27; Jn 1, 18; 8, 55; etc.). El Hijo, en su conocimiento humano, mostraba también la penetración divina que tenía de los pensamientos secretos del corazón de los hombres (cf Mc 2, 8; Jn 2, 25; 6, 61; etc.).​
474 Debido a su unión con la Sabiduría divina en la persona del Verbo encarnado, el conocimiento humano de Cristo gozaba en plenitud de la ciencia de los designios eternos que había venido a revelar (cf. Mc 8,31; 9,31; 10, 33-34; 14,18-20. 26-30). Lo que reconoce ignorar en este campo (cf. Mc 13,32), declara en otro lugar no tener misión de revelarlo (cf. Hch 1, 7).​
La voluntad humana de Cristo
475 De manera paralela, la Iglesia confesó en el sexto Concilio Ecuménico que Cristo posee dos voluntades y dos operaciones naturales, divinas y humanas, no opuestas, sino cooperantes, de forma que el Verbo hecho carne, en su obediencia al Padre, ha querido humanamente todo lo que ha decidido divinamente con el Padre y el Espíritu Santo para nuestra salvación (cf. Concilio de Constantinopla III, año 681: DS, 556-559). La voluntad humana de Cristo "sigue a su voluntad divina sin hacerle resistencia ni oposición, sino todo lo contrario, estando subordinada a esta voluntad omnipotente" (ibíd., 556).​
El verdadero cuerpo de Cristo
476 Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo era limitado (cf. Concilio de Letrán, año 649: DS, 504). Por eso se puede "pintar" la faz humana de Jesús (Ga 3,2). En el séptimo Concilio ecuménico, la Iglesia reconoció que es legítima su representación en imágenes sagradas (Concilio de Nicea II, año 787: DS, 600-603).​
477 Al mismo tiempo, la Iglesia siempre ha admitido que, en el cuerpo de Jesús, Dios "que era invisible en su naturaleza se hace visible" (Misal Romano, Prefacio de Navidad). En efecto, las particularidades individuales del cuerpo de Cristo expresan la persona divina del Hijo de Dios. Él ha hecho suyos los rasgos de su propio cuerpo humano hasta el punto de que, pintados en una imagen sagrada, pueden ser venerados porque el creyente que venera su imagen, "venera a la persona representada en ella" (Concilio de Nicea II: DS, 601).​
El Corazón del Verbo encarnado
478 Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo [...] de aquel amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres" (Pio XII, Enc.Haurietis aquas: DS, 3924; cf. ID. enc. Mystici Corporis: ibíd., 3812).​
Resumen
479 En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana.
480 Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón Él es el único Mediador entre Dios y los hombres.​
481 Jesucristo posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios.
482 Cristo, siendo verdadero Dios y verdadero Hombre, tiene una inteligencia y una voluntad humanas, perfectamente de acuerdo y sometidas a su inteligencia y a su voluntad divinas que tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo.
483 La encarnación es, pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo.​
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

...Lo que yo sé es que nadie tuvo que ir con el chisme a contarle a Cristo que los discípulos no eran idóneos para formar el grupo de los doce. ¡Y aún así los escogió!
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Estudia y aprende:

III. Verdadero Dios y verdadero hombre
464 El acontecimiento único y totalmente singular de la Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. Él se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. La Iglesia debió defender y aclarar esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a unas herejías que la falseaban.​
465 Las primeras herejías negaron menos la divinidad de Jesucristo que su humanidad verdadera (docetismo gnóstico). Desde la época apostólica la fe cristiana insistió en la verdadera encarnación del Hijo de Dios, "venido en la carne" (cf. 1 Jn 4, 2-3; 2 Jn 7). Pero desde el siglo III, la Iglesia tuvo que afirmar frente a Pablo de Samosata, en un Concilio reunido en Antioquía, que Jesucristo es Hijo de Dios por naturaleza y no por adopción. El primer Concilio Ecuménico de Nicea, en el año 325, confesó en su Credo que el Hijo de Dios es «engendrado, no creado, "de la misma substancia" [en griego homousion] que el Padre» y condenó a Arrio que afirmaba que "el Hijo de Dios salió de la nada" (Concilio de Nicea I: DS 130) y que sería "de una substancia distinta de la del Padre" (Ibíd., 126).​
466 La herejía nestoriana veía en Cristo una persona humana junto a la persona divina del Hijo de Dios. Frente a ella san Cirilo de Alejandría y el tercer Concilio Ecuménico reunido en Efeso, en el año 431, confesaron que "el Verbo, al unirse en su persona a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre" (Concilio de Efeso: DS, 250). La humanidad de Cristo no tiene más sujeto que la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido y hecho suya desde su concepción. Por eso el concilio de Efeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno: "Madre de Dios, no porque el Verbo de Dios haya tomado de ella su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien tiene el cuerpo sagrado dotado de un alma racional [...] unido a la persona del Verbo, de quien se dice que el Verbo nació según la carne" (DS 251).​
467 Los monofisitas afirmaban que la naturaleza humana había dejado de existir como tal en Cristo al ser asumida por su persona divina de Hijo de Dios. Enfrentado a esta herejía, el cuarto Concilio Ecuménico, en Calcedonia, confesó en el año 451:​
«Siguiendo, pues, a los Santos Padres, enseñamos unánimemente que hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesucristo: perfecto en la divinidad, y perfecto en la humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre compuesto de alma racional y cuerpo; consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad, "en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado" (Hb 4, 15); nacido del Padre antes de todos los siglos según la divinidad; y por nosotros y por nuestra salvación, nacido en los últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad.Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo sujeto y en una sola persona» (Concilio de Calcedonia; DS, 301-302).​
468 Después del Concilio de Calcedonia, algunos concibieron la naturaleza humana de Cristo como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto Concilio Ecuménico, en Constantinopla, el año 553 confesó a propósito de Cristo: "No hay más que una sola hipóstasis [o persona] [...] que es nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad" (Concilio de Constantinopla II: DS, 424). Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto (cf. ya Concilio de Éfeso: DS, 255), no solamente los milagros sino también los sufrimientos (cf. Concilio de Constantinopla II: DS, 424) y la misma muerte: "El que ha sido crucificado en la carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la Santísima Trinidad" (ibíd., 432).​
469 La Iglesia confiesa así que Jesús es inseparablemente verdadero Dios y verdadero Hombre. Él es verdaderamente el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, nuestro hermano, y eso sin dejar de ser Dios, nuestro Señor:​
Id quod fuit remansit et quod non fuit assumpsit ("Sin dejar de ser lo que era ha asumido lo que no era"), canta la liturgia romana (Solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, Antífona al «Benedictus»; cf. san León Magno,Sermones 21, 2-3: PL 54, 192). Y la liturgia de san Juan Crisóstomo proclama y canta: "¡Oh Hijo unigénito y Verbo de Dios! Tú que eres inmortal, te dignaste, para salvarnos, tomar carne de la santa Madre de Dios y siempre Virgen María. Tú, Cristo Dios, sin sufrir cambio te hiciste hombre y, en al cruz, con tu muerte venciste la muerte. Tú, Uno de la Santísima Trinidad, glorificado con el Padre y el Santo Espíritu, ¡sálvanos! (Oficio Bizantino de las Horas, Himno O' Monogenés").​
IV. Cómo es hombre el Hijo de Dios
470 Puesto que en la unión misteriosa de la Encarnación "la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (GS 22, 2), la Iglesia ha llegado a confesar con el correr de los siglos, la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y de voluntad, y del cuerpo humano de Cristo. Pero paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella proviene de "uno de la Trinidad". El Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad (cf. Jn 14, 9-10):​
«El Hijo de Dios [...] trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado» (GS 22, 2).​
El alma y el conocimiento humano de Cristo
471 Apolinar de Laodicea afirmaba que en Cristo el Verbo había sustituido al alma o al espíritu. Contra este error la Iglesia confesó que el Hijo eterno asumió también un alma racional humana (cf. Dámaso I, Carta a los Obispos Orientales: DS, 149).​
472 Este alma humana que el Hijo de Dios asumió está dotada de un verdadero conocimiento humano. Como tal, éste no podía ser de por sí ilimitado: se desenvolvía en las condiciones históricas de su existencia en el espacio y en el tiempo. Por eso el Hijo de Dios, al hacerse hombre, quiso progresar "en sabiduría, en estatura y en gracia" (Lc 2, 52) e igualmente adquirir aquello que en la condición humana se adquiere de manera experimental (cf. Mc 6, 38; 8, 27; Jn 11, 34; etc.). Eso correspondía a la realidad de su anonadamiento voluntario en "la condición de esclavo" (Flp 2, 7).​
473 Pero, al mismo tiempo, este conocimiento verdaderamente humano del Hijo de Dios expresaba la vida divina de su persona (cf. san Gregorio Magno, carta Sicut aqua: DS, 475). "El Hijo de Dios conocía todas las cosas; y esto por sí mismo, que se había revestido de la condición humana; no por su naturaleza, sino en cuanto estaba unida al Verbo [...]. La naturaleza humana, en cuanto estaba unida al Verbo, conocida todas las cosas, incluso las divinas, y manifestaba en sí todo lo que conviene a Dios" (san Máximo el Confesor, Quaestiones et dubia, 66: PG 90, 840). Esto sucede ante todo en lo que se refiere al conocimiento íntimo e inmediato que el Hijo de Dios hecho hombre tiene de su Padre (cf. Mc 14, 36; Mt 11, 27; Jn 1, 18; 8, 55; etc.). El Hijo, en su conocimiento humano, mostraba también la penetración divina que tenía de los pensamientos secretos del corazón de los hombres (cf Mc 2, 8; Jn 2, 25; 6, 61; etc.).​
474 Debido a su unión con la Sabiduría divina en la persona del Verbo encarnado, el conocimiento humano de Cristo gozaba en plenitud de la ciencia de los designios eternos que había venido a revelar (cf. Mc 8,31; 9,31; 10, 33-34; 14,18-20. 26-30). Lo que reconoce ignorar en este campo (cf. Mc 13,32), declara en otro lugar no tener misión de revelarlo (cf. Hch 1, 7).​
La voluntad humana de Cristo
475 De manera paralela, la Iglesia confesó en el sexto Concilio Ecuménico que Cristo posee dos voluntades y dos operaciones naturales, divinas y humanas, no opuestas, sino cooperantes, de forma que el Verbo hecho carne, en su obediencia al Padre, ha querido humanamente todo lo que ha decidido divinamente con el Padre y el Espíritu Santo para nuestra salvación (cf. Concilio de Constantinopla III, año 681: DS, 556-559). La voluntad humana de Cristo "sigue a su voluntad divina sin hacerle resistencia ni oposición, sino todo lo contrario, estando subordinada a esta voluntad omnipotente" (ibíd., 556).​
El verdadero cuerpo de Cristo
476 Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo era limitado (cf. Concilio de Letrán, año 649: DS, 504). Por eso se puede "pintar" la faz humana de Jesús (Ga 3,2). En el séptimo Concilio ecuménico, la Iglesia reconoció que es legítima su representación en imágenes sagradas (Concilio de Nicea II, año 787: DS, 600-603).​
477 Al mismo tiempo, la Iglesia siempre ha admitido que, en el cuerpo de Jesús, Dios "que era invisible en su naturaleza se hace visible" (Misal Romano, Prefacio de Navidad). En efecto, las particularidades individuales del cuerpo de Cristo expresan la persona divina del Hijo de Dios. Él ha hecho suyos los rasgos de su propio cuerpo humano hasta el punto de que, pintados en una imagen sagrada, pueden ser venerados porque el creyente que venera su imagen, "venera a la persona representada en ella" (Concilio de Nicea II: DS, 601).​
El Corazón del Verbo encarnado
478 Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo [...] de aquel amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres" (Pio XII, Enc.Haurietis aquas: DS, 3924; cf. ID. enc. Mystici Corporis: ibíd., 3812).​
Resumen
479 En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana.
480 Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón Él es el único Mediador entre Dios y los hombres.​
481 Jesucristo posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios.
482 Cristo, siendo verdadero Dios y verdadero Hombre, tiene una inteligencia y una voluntad humanas, perfectamente de acuerdo y sometidas a su inteligencia y a su voluntad divinas que tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo.
483 La encarnación es, pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo.​

Jajajaja!!!! Yes sir!

Mientras yo estudio e intento aprender ¿Podrás contestar las preguntas que hice? Son preguntas honestas y de verdad quiero conocer las respuestas y ¿Quién mejor que tú para hacerlo?
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Jajajaja!!!! Yes sir!

Mientras yo estudio e intento aprender ¿Podrás contestar las preguntas que hice? Son preguntas honestas y de verdad quiero conocer las respuestas y ¿Quién mejor que tú para hacerlo?



....... Ah! Ya entiendo!!! Me has copiado eso como respuesta a esas preguntas ¿Verdad?.....
pero hay un problema: O soy muy bruta o eso no responde mis preguntas especificas;
¿Podrías contestarlas tú de tus propias palabras?
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

....... Ah! Ya entiendo!!! Me has copiado eso como respuesta a esas preguntas ¿Verdad?.....
pero hay un problema: O soy muy bruta o eso no responde mis preguntas especificas;
¿Podrías contestarlas tú de tus propias palabras?


Mira querida... si eres tan bruta que no sabes leer... :) para que quieres que te escriba?
Yo te puedo contestar que ese Jesus del que hablas tu y tu compinche NO LE CONOZCO Y JAMAS LE HE CONOCIDO ya que solo existe en vuestras fantasias... El Cristo Jesús que yo conozco - Dios Vivo no es tal hombre que vosotros Le haceis ser... ya que es jamas ha existido... ni va a existir... mejor que leas lo que te puse... aprenderas la Verdad en vez de inventarte cositas que no llegaran a nada mas que tu ruina propia... (aunque eso no entiendes todavia... pero lo veras). Y no te lo deseo... por tanto - estudia y aprende.

En Cristo
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Mira querida... si eres tan bruta que no sabes leer... :) para que quieres que te escriba?
Yo te puedo contestar que ese Jesus del que hablas tu y tu compinche NO LE CONOZCO Y JAMAS LE HE CONOCIDO ya que solo existe en vuestras fantasias... El Cristo Jesús que yo conozco - Dios Vivo no es tal hombre que vosotros Le haceis ser... ya que es jamas ha existido... ni va a existir... mejor que leas lo que te puse... aprenderas la Verdad en vez de inventarte cositas que no llegaran a nada mas que tu ruina propia... (aunque eso no entiendes todavia... pero lo veras). Y no te lo deseo... por tanto - estudia y aprende.

En Cristo

¿Eres bipolar?
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

¿Eres bipolar?


¿De cuál Jesús hablo yo Ester? ¿En qué es diferente del tuyo?
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

¿Eres bipolar?


He mirado lo que es bipolar y parece ser un desorden mental... :)... si tratas a tu amigos de tal forma querida - como trataras tu a tus enemigos :).... eso me pregunto yo - pero no pasa nada - te perdono y si hace falta 77x77x77x77 veces si te hace falta
...pero esta Escrito lamentablemente que tal juzgamos seremos juzgados... drawback - verdad? ;)

...y te repito que el imagen fantasioso que habeis imaginado como un ser sin atributos divinos que era un tal Jesus no Le conozco yo... El Cristo que yo he llegado a conocer es otro que vuestras fantasias y muy REAL... y PRESENTE :) en la vida de los Creyentes que Le Siguen y Le Reciben... de los cuales soy una... y quizas ni es El tan bipolar como te piensas...

:)
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

He mirado lo que es bipolar y parece ser un desorden mental... :)... si tratas a tu amigos de tal forma querida - como trataras tu a tus enemigos :).... eso me pregunto yo - pero no pasa nada - te perdono y si hace falta 77x77x77x77 veces si te hace falta
...pero esta Escrito lamentablemente que tal juzgamos seremos juzgados... drawback - verdad? ;)

...y te repito que el imagen fantasioso que habeis imaginado como un ser sin atributos divinos que era un tal Jesus no Le conozco yo... El Cristo que yo he llegado a conocer es otro que vuestras fantasias y muy REAL... y PRESENTE :) en la vida de los Creyentes que Le Siguen y Le Reciben... de los cuales soy una... y quizas ni es El tan bipolar como te piensas...

:)

Ok! Mira, lo de bipolar no lo escribi por decirte loca, pero sí cambiante, voluble; porque cuando escribo algo con lo que no estas de acuerdo la primera que corre a juzgarme y descalificarme eres tú:

Yo te puedo contestar que ese Jesus del que hablas tu y tu compinche NO LE CONOZCO Y JAMAS LE HE CONOCIDO ya que solo existe en vuestras fantasias... El Cristo Jesús que yo conozco - Dios Vivo no es tal hombre que vosotros Le haceis ser... ya que es jamas ha existido... ni va a existir... mejor que leas lo que te puse... aprenderas la Verdad en vez de inventarte cositas que no llegaran a nada mas que tu ruina propia..

Y luego cuando escribo algo qué según tu (tu religión) es acertado, entonces me dices "hermana" y "estas en el camino", etc.

Por eso te pregunte si eras bipolar (y lo acepto: maliciosamente) porque dime ¿Cómo podría estar un dia en el camino correcto de mi conocimiento de Cristo y otro dia haberme inventado un Cristo de fantasía? (según tú propia opinion).

Todo esta "muy bien" contigo Ana ( según yo, no Dios) pero si alguna debilidad veo aun en tí y por lo cual podría dudar de que tu sí lo conozcas (aunque no lo hago) es tu soberbia al juzgar a quien no piensa, siente y vive como tú.
Como "hermana" tienes el derecho y la autoridad de exhortar en AMOR sin juicio y descalificación que eso le corresponde al Señor y su Espíritu Santo.

Tu, a mi me caes bien y sí, te considero amiga, hermana y te pido perdon por haber escupido eso.... Pero ¿Tu perdonad perdonas las deudas ajenas como si tu
misma no las tuvieras?..... Porque yo tambien me he sentido agredida varias veces por tu juicio ssobre mi relación con Dios... Como diria Jesús a sus apostoles, sobre Juan (parafraseando) "lo que yo haga con Juan ¿A tí, qué?" es decir, ¿Por que tendrías que ser tú y no mi Señor y su Edpiritu quien venga a decirme que lo que yo entiendo sobre lo que he llegado a conocer de El es incorrecto? Para eso esta El y El es suficiente maestro para cualquiera ¿No crees?
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Finalmente, Ester, si tu crees que Jesús tenia "poderes y privilegios" en la tierra por ser Dios, por mí esta bien. Esa "fantasía " mia sobre Jesús sin "poderes ni privilegios" a mi me hace amarlo más por su humildad y renuncia , y esta "fantasía mia" es muy congruente y coherente con sus palabras y hechos, con su mensaje por lo que asi prefiero seguirlo viendo, porque así me lo permite El y porque El es mi máxima autoridad solo si El me mostrara mi error, entonces creería que estoy equivocada y no porque una religion "instituyó" con razonamientos y filosofías de hombres que era de otra manera. Yo intento (y lo logro, por su Gracia y no por mis obras o virtudes) vivir a traves de una relación intima con El y no a traves de una religión.
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Esto es religion:

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Originalmente enviado por Kungens Ester

Estudia y aprende:

III. Verdadero Dios y verdadero hombre
464 El acontecimiento único y totalmente singular de la Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. Él se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. La Iglesia debió defender y aclarar esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a unas herejías que la falseaban.
465 Las primeras herejías negaron menos la divinidad de Jesucristo que su humanidad verdadera (docetismo gnóstico). Desde la época apostólica la fe cristiana insistió en la verdadera encarnación del Hijo de Dios, "venido en la carne" (cf. 1 Jn 4, 2-3; 2 Jn 7). Pero desde el siglo III, la Iglesia tuvo que afirmar frente a Pablo de Samosata, en un Concilio reunido en Antioquía, que Jesucristo es Hijo de Dios por naturaleza y no por adopción. El primer Concilio Ecuménico de Nicea, en el año 325, confesó en su Credo que el Hijo de Dios es «engendrado, no creado, "de la misma substancia" [en griego homousion] que el Padre» y condenó a Arrio que afirmaba que "el Hijo de Dios salió de la nada" (Concilio de Nicea I: DS 130) y que sería "de una substancia distinta de la del Padre" (Ibíd., 126).
466 La herejía nestoriana veía en Cristo una persona humana junto a la persona divina del Hijo de Dios. Frente a ella san Cirilo de Alejandría y el tercer Concilio Ecuménico reunido en Efeso, en el año 431, confesaron que "el Verbo, al unirse en su persona a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre" (Concilio de Efeso: DS, 250). La humanidad de Cristo no tiene más sujeto que la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido y hecho suya desde su concepción. Por eso el concilio de Efeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno: "Madre de Dios, no porque el Verbo de Dios haya tomado de ella su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien tiene el cuerpo sagrado dotado de un alma racional [...] unido a la persona del Verbo, de quien se dice que el Verbo nació según la carne" (DS 251).
467 Los monofisitas afirmaban que la naturaleza humana había dejado de existir como tal en Cristo al ser asumida por su persona divina de Hijo de Dios. Enfrentado a esta herejía, el cuarto Concilio Ecuménico, en Calcedonia, confesó en el año 451:
«Siguiendo, pues, a los Santos Padres, enseñamos unánimemente que hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesucristo: perfecto en la divinidad, y perfecto en la humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre compuesto de alma racional y cuerpo; consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad, "en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado" (Hb 4, 15); nacido del Padre antes de todos los siglos según la divinidad; y por nosotros y por nuestra salvación, nacido en los últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad.Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo sujeto y en una sola persona» (Concilio de Calcedonia; DS, 301-302).
468 Después del Concilio de Calcedonia, algunos concibieron la naturaleza humana de Cristo como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto Concilio Ecuménico, en Constantinopla, el año 553 confesó a propósito de Cristo: "No hay más que una sola hipóstasis [o persona] [...] que es nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad" (Concilio de Constantinopla II: DS, 424). Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto (cf. ya Concilio de Éfeso: DS, 255), no solamente los milagros sino también los sufrimientos (cf. Concilio de Constantinopla II: DS, 424) y la misma muerte: "El que ha sido crucificado en la carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la Santísima Trinidad" (ibíd., 432).
469 La Iglesia confiesa así que Jesús es inseparablemente verdadero Dios y verdadero Hombre. Él es verdaderamente el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, nuestro hermano, y eso sin dejar de ser Dios, nuestro Señor:
Id quod fuit remansit et quod non fuit assumpsit ("Sin dejar de ser lo que era ha asumido lo que no era"), canta la liturgia romana (Solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, Antífona al «Benedictus»; cf. san León Magno,Sermones21, 2-3: PL 54, 192). Y la liturgia de san Juan Crisóstomo proclama y canta: "¡Oh Hijo unigénito y Verbo de Dios! Tú que eres inmortal, te dignaste, para salvarnos, tomar carne de la santa Madre de Dios y siempre Virgen María. Tú, Cristo Dios, sin sufrir cambio te hiciste hombre y, en al cruz, con tu muerte venciste la muerte. Tú, Uno de la Santísima Trinidad, glorificado con el Padre y el Santo Espíritu, ¡sálvanos! (Oficio Bizantino de las Horas, Himno O' Monogenés").
IV. Cómo es hombre el Hijo de Dios
470 Puesto que en la unión misteriosa de la Encarnación "la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (GS 22, 2), la Iglesia ha llegado a confesar con el correr de los siglos, la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y de voluntad, y del cuerpo humano de Cristo. Pero paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella proviene de "uno de la Trinidad". El Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad (cf. Jn 14, 9-10):
«El Hijo de Dios [...] trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado» (GS 22, 2).
El alma y el conocimiento humano de Cristo
471 Apolinar de Laodicea afirmaba que en Cristo el Verbo había sustituido al alma o al espíritu. Contra este error la Iglesia confesó que el Hijo eterno asumió también un alma racional humana (cf. Dámaso I, Carta a los Obispos Orientales: DS, 149).
472 Este alma humana que el Hijo de Dios asumió está dotada de un verdadero conocimiento humano. Como tal, éste no podía ser de por sí ilimitado: se desenvolvía en las condiciones históricas de su existencia en el espacio y en el tiempo. Por eso el Hijo de Dios, al hacerse hombre, quiso progresar "en sabiduría, en estatura y en gracia" (Lc 2, 52) e igualmente adquirir aquello que en la condición humana se adquiere de manera experimental (cf. Mc 6, 38; 8, 27; Jn 11, 34; etc.). Eso correspondía a la realidad de su anonadamiento voluntario en "la condición de esclavo" (Flp 2, 7).
473 Pero, al mismo tiempo, este conocimiento verdaderamente humano del Hijo de Dios expresaba la vida divina de su persona (cf. san Gregorio Magno, carta Sicut aqua: DS, 475). "El Hijo de Dios conocía todas las cosas; y esto por sí mismo, que se había revestido de la condición humana; no por su naturaleza, sino en cuanto estaba unida al Verbo [...]. La naturaleza humana, en cuanto estaba unida al Verbo, conocida todas las cosas, incluso las divinas, y manifestaba en sí todo lo que conviene a Dios" (san Máximo el Confesor, Quaestiones et dubia, 66: PG 90, 840). Esto sucede ante todo en lo que se refiere al conocimiento íntimo e inmediato que el Hijo de Dios hecho hombre tiene de su Padre (cf. Mc 14, 36; Mt 11, 27; Jn 1, 18; 8, 55; etc.). El Hijo, en su conocimiento humano, mostraba también la penetración divina que tenía de los pensamientos secretos del corazón de los hombres (cf Mc 2, 8; Jn 2, 25; 6, 61; etc.).
474 Debido a su unión con la Sabiduría divina en la persona del Verbo encarnado, el conocimiento humano de Cristo gozaba en plenitud de la ciencia de los designios eternos que había venido a revelar (cf. Mc 8,31; 9,31; 10, 33-34; 14,18-20. 26-30). Lo que reconoce ignorar en este campo (cf. Mc 13,32), declara en otro lugar no tener misión de revelarlo (cf. Hch 1, 7).
La voluntad humana de Cristo
475 De manera paralela, la Iglesia confesó en el sexto Concilio Ecuménico que Cristo posee dos voluntades y dos operaciones naturales, divinas y humanas, no opuestas, sino cooperantes, de forma que el Verbo hecho carne, en su obediencia al Padre, ha querido humanamente todo lo que ha decidido divinamente con el Padre y el Espíritu Santo para nuestra salvación (cf. Concilio de Constantinopla III, año 681: DS, 556-559). La voluntad humana de Cristo "sigue a su voluntad divina sin hacerle resistencia ni oposición, sino todo lo contrario, estando subordinada a esta voluntad omnipotente" (ibíd., 556).
El verdadero cuerpo de Cristo
476 Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo era limitado (cf. Concilio de Letrán, año 649: DS, 504). Por eso se puede "pintar" la faz humana de Jesús (Ga 3,2). En el séptimo Concilio ecuménico, la Iglesia reconoció que es legítima su representación en imágenes sagradas (Concilio de Nicea II, año 787: DS, 600-603).
477 Al mismo tiempo, la Iglesia siempre ha admitido que, en el cuerpo de Jesús, Dios "que era invisible en su naturaleza se hace visible" (Misal Romano, Prefacio de Navidad). En efecto, las particularidades individuales del cuerpo de Cristo expresan la persona divina del Hijo de Dios. Él ha hecho suyos los rasgos de su propio cuerpo humano hasta el punto de que, pintados en una imagen sagrada, pueden ser venerados porque el creyente que venera su imagen, "venera a la persona representada en ella" (Concilio de Nicea II: DS, 601).
El Corazón del Verbo encarnado
478 Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo [...] de aquel amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres" (Pio XII, Enc.Haurietis aquas: DS, 3924; cf. ID. enc. Mystici Corporis: ibíd., 3812).
Resumen
479 En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana.
480 Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón Él es el único Mediador entre Dios y los hombres.
481 Jesucristo posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios.
482 Cristo, siendo verdadero Dios y verdadero Hombre, tiene una inteligencia y una voluntad humanas, perfectamente de acuerdo y sometidas a su inteligencia y a su voluntad divinas que tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo.
483 La encarnación es, pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo.
http://www.vatican.va/archive/catech...rdadero hombre



Tu relación con Dios, ¿Depende de argumentos y explicaciones preconcebidas humanas? O
¿Te basta con su Gracia a traves de su Espiritu Santo?.....

¿Los brutos no entraran al Reino de los Cielos?
 
Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

Re: Relación entre el Bautismo de Jesús y su renuncia a "sus" atributos divinos.

¿Por qué siempre se alarman con este tema?
¿Cuál es el miedo?

Analícemos juntos Filipenses 2
[SUP]
5[/SUP] Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, ¿Cual sentir? [SUP]6[/SUP] el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, ¿Cual es la forma de Dios? ¿En qué dejó de ser igual a Dios?
[SUP]7[/SUP] sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; ¿De qué y cómo se despojó exactamente? ¿Cual es la forma de siervo que tomó? Y ¿En qué fue hecho semejante a los hombres, fue solo parcialmente? Y ¿Para qué fue hecho semejante a los hombres?
[SUP]8[/SUP] y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.¿Cual es la condición de hombre? Y ¿Cual es el mérito de estar en esa condición y obedecer a ese grado?
[SUP]9[/SUP] Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, ¿A qué se refiere con "por lo cual"?

Analízalo con estos dos versículos:

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.

Jesús dice que en el habita el padre.

Pablo dice que lo que habita en Jesús es toda la plenitud de la deidad.

Sin problemas se infiere que el padre es toda la plenitud de la deidad.

Jesus es la imagen de Dios, ostenta su autoridad, su poder, su gloria, etc. porque Dios habita en el. Sin embargo, el no estimo ser como el, no se aferro a esa posicion, sino que siendo en forma de siervo, hecho semejante a los hombres, fue obediente hasta la cruz.