Natanael, amas a los que no piensan como tú ?
Este es el eterno problema de los que persisten en su necedad de sostener un error.
Piensan igual que tú.
Le adjudican el sentido del lenguaje del Señor, a la criatura, pretendiendo socavar su veracidad, por ejemplo:
Jua_12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue;
la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
En esta porción, de Juan 12:48, se establece un juicio al que no recibe las palabras del Señor, como indicativo de rechazar al que las dijo:
¿Qué ocurre con los que rechazan la enseñanza del castigo eterno?
Mat 25:46 E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
La misma Palabra lo juzgará.
¿Qué significa esto?
Al tratar a Cristo de mentiroso, de engañador y estafador, al afirmar, encubiertamente, que el Señor se equivocó al mencionar el castigo eterno, como una realidad en el destino del impío, esta palabra que habló el Señor:
Mat 25:46 E irán estos al castigo eterno
Será una realidad de la cual ya no podrá escapar jamás, para quién se atrevió a rechazar este castigo, como cierto.
Su alma atrapada en el castigo eterno no puede reclamar absolutamente nada, pues cuando ocupaba el cuerpo, pues se cumple esta solemne advertencia:
Jua_12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue;
la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
FORISTA MARCELINO
No alterque con Cristo, y sumisamente entienda, que la palabra del Creador es mayor que la opinión insensata de sus criaturas.
No puedo abrir mi boca y decir que amo a Cristo, mientras escribo que no creo en el Castigo Eterno, esto es algo absolutamente contrario al amor que le ofrece el Señor dándole vida Eterna, a su pueblo, que ha creído en su Palabra y obra en consecuencia con ella.
"Mis palabras son Espíritu y son Vida" dijo el Señor.
El Consejo, mi estimado Marcelino, es que hable con el Señor y pídale perdón por haber dudado de su Palabra.
Y la idea suya, que quién rechaza las palabras de Cristo, debe ser el objeto del amor del pueblo del Señor, solo busca la complicidad en su pecado, bajo el sofisma del "amor" por los enemigos, siendo que pertenece a otro contexto.
Así que deje de utilizar recursos engañadores y busque sincerarse con el Señor, le irá bien.