Re: RECOPILACIÓN DE ALIMENTOS ESPIRITUALES DE ORIGEN CRISTIANO DE DIVERSAS DENOMINACI
2 Corintios 4:17 "leve TribulaciÓn"
Los tiempos de prueba son los períodos de mayor gozo en nuestra vida. Cuando los apóstoles fueron expulsados de Antioquía por una turba compuesta por mujeres honorables y hombres respetables, se agregó lo siguiente en las Escrituras:"Los discípulos fueron llenos de gozo y del Espíritu Santo". Cuando la higuera no floreció y las viñas no produjeron su acostumbrado fruto y la naturaleza entera se vio envuelta en un manto de muerte Habacuc elevó su canción con las más altas notas de triunfo y pudo decir: "Me gozaré en el Señor y me goazaré en el Dios de mi salvación".
Si hemos de conocer el pleno consuelo del Espíritu Santo, debemos cooperar con Él ty regocijarnos por fe. Y esto debemos hacer aun cuando nuestras circunstancias nos lo prohíban y nuestros propios sentimientos no nos den la respuesta de compasión o de gozo consciente. Es una gran cosa aprender a contarlo todo como motivo de gozo. Contar no corresponde al lenguaje de la poesía o del sentimiento, sino al cálculo frío e infalible. La suma se realiza de la siguiente manera

enas, tentaciones, dificultades, oposición, depresión, deserción, peligro, desaliento por todos lados, pero al final de la columna aparecen la presencia de Dios, la voluntad de Dios, el gozo de Dios, las promesas de Dios, y la recompensa de Dios. ¿Cuánto suma esta columna?.
Aquí está el resultado: la adición es todo gozo porque "Lo que al presente se sufre no se puede comparar con la gloria que será revelada".
Ésta es la forma de contar tu gozo. Tomada en forma aislada una circunstancia dada puede parecernos causa de tristeza y no de gozo, pero sacando bien las cuentas e incluyendo en ellas a Dios, su presencia y sus promesas, resulta una suma gloriosa en la aritmética de la fe.
Podemos gozarnos en el Señor como un acto de la voluntad; y cuando lo hacemos el Consolador pondrá nuestras emociones en su centro al igual que nuestras circunstancias. Los que entraron a la batalla con cantos de alabanza en las primeras líneas, contagiaron con su gozo al ejército entero y tuvieron luego, en la victoria, la causa visible de su acción de gracias. Por tanto, digamos junto con los apóstoles; "por lo cual me gozo y aún me gozaré".-