Y es que ¿Sabes? Entiendo la actitud y acritud en la postura de muchos (la mayorìa) de los catòlicos. De veras lo entiendo; que, convencidos como lo estàn, de estar en la verdad y de estar en Casa, se sientan (y sepan) agredidos todo el tiempo, por los detractores y enemigos del catolicismo, porque hay dos grupos: detractores (como yo) que descubrimos cosas desagradables, que no nos conformamos a lo que allì se nos dijo o hizo y luego descubrimos que lo que buscàbamos allà (en el catolicismo) estaba otro lugar; y estàn los enemigos, quienes odian al catolicismo (por la razòn que sea). Y, bueno, obviando el medio en el que coincidimos para debatir en donde, lejos de los que muchos, como Vino, pretenden, resulta imposible conocer las intenciones, nos meten en la misma bolsa: Los protestantes! Enemigos de Dios (dicen los extremistas) o los equivocados, con una verdad a medias o incompleta (como tu misma opinas).
Sin embargo, independientemente y al margen de que alguien tenga razòn (hablando de denominaciones), como cristianos, TODOS deberìamos compartir, màs que debatir; porque a lo que Cristo nos llamò fue a dar razòn de nuestra fe, no a pelear pues hasta dijo que, en donde no se recibiera bien el mensaje, se saliera de aquella casa y se sacudieran el polvo de los pies y a otra cosa mariposa...
Pero, en cambio, este lugar se ha convertido en una verdadera cueva de ladrones (con todo y lo que me corresponde a mì); que, en lugar de edificar, exhortar, compartir a Cristo, a Dios, dejando que sea Èl quien termine la obra, porque a Èl le corresponde y no a nosotros; tomamos su lugar, como jueces, como reyes, como maestros, como padres, etc. a señalar el (que me parece) el error del otro y desaprovechamos la oportunidad de invitar a los otros al lugar (espiritual) en el que estamos, a la comunion con Èl, al conocimiento de Èl, al amor por Èl...
Yo misma cometo estos desafortunados errores y me dejo llevar por el mal, en lugar de vencerlo con el bien. Sin embargo, hay personas de todas las denominaciones que no solo reaccionan y defienden, sino que ofenden en Nombre de Dios, creyendo estar auspiciados por Èl y no se dan cuenta de que esas actitudes, que ellos piensan que son aciertos, les ganaràn esta sentencia: Apartense de mì hacedores de maldad, nunca los conocì!!
Se que se puede evitar todo esto. Que podemos y muchos hemos logrado superar lo que nos separa y coincidir en El que nos une.
Lo hicimos tu y yo, Anna y creo que esta relaciòn, aunque virtual, agrada a Dios pues al dialogar, (incluìdos los chascarrillos) lo glorificamos a Èl y de eso se ha tratado todo el tiempo.