Comentario para la Sra. Maripaz:
Dice Maripaz ¡¡ Y luego dice que yo soy presuntuosa al afirmar que Cristo me dio la vida eterna cuando creí en Él!!!.
Sr Sindone, esas palabras son para los discípulos de Cristo, no para los católicorromanos (aunque haya catolicorromanos que verdaderamente sean discípulos de Cristo SOLAMENTE). Usted al menos sirve a Maria y no se si a Cristo, ya que a Él apenas le nombra.
Sindone dice: Sra. Maripaz nadie puede emitir un Juicio sobre otra persona, ni aún creyendo tener una visión pormenorizada del hermano o hermana. Su visión sobre mi persona por medio de este foro es parcial, por lo tanto, es parcial su Juicio. No absolutice este medio electrónico, recuerde que “ni yo la conozco a Ud. ni Ud. a mi”.
Además Ud. no puede andar diciendo a los demás que no tienen a Cristo en su corazón. El Señor es el centro de mi Vida Cristiana, si Cristo no fuese mi centro, ni mi nick tendría sentido alguno.
Maripaz dice: Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.(Palabras de Jesús en Mateo 6:24)
Dice Sindone: Sra. Maripaz, cuando recurrimos a la escritura para destacar alguna enseñanza o doctrina, no debemos hacerlo a locas y a ciegas. Debemos tener en nuestras manos una Biblia “Real” hacer oración humilde al Espíritu Santo para que nos guíe e ilumine, y leerla detenidamente y meditándola.
La aplicación que Ud. hace de este versículo no es adecuada, en Mateo 6: 24 el Señor nos previene de no poner otra cosa por encima de Dios, y particularmente lo grafica con el dinero, del cual en otra parte de la Biblia se dice que es “la raíz de todos los males”.
La Madre de Nuestro Señor es la Madre de Nuestro Señor, no es una extraña Sra. Maripaz, si ud. me invitase a España, de seguro que me presentaría a su madre y parientes. Y tenga por seguro, que yo compartiría con ella de manera cordial y quien sabe con el tiempo hasta afectuosa.
La razón por la cual la Madre de Cristo es una extraña para Ud. es que la desconoce, o bien dicho, la conoce de nombre solamente, pues quien no conoce no ama.
La Madre de mi Señor es también mi Madre y la de todos los demás. Y esto no es invento mío ni de la Iglesia Católica.
El Señor nos enseñó con su ejemplo, fue Él quien nos dijo:
“Pues todo el que cumpla la voluntad de MI Padre celestial, ése es MI hermano, MI hermana y MI MADRE.” (Mt 12:50)
“ Pero él les respondió: «MI MADRE y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen.” (Lc 8:21)
Mi bisabuela fue una santa mujer, siempre hizo el bien a todo aquel que pudo hacérselo, ni la ceguera impedía que asintiera a la santa Misa, se vestía de negro y velo y tenía el porte y semblante de aquellas mujeres españolas. Mujer de oración incesante, amante de la palabra y de su cumplimiento y del sacrificio ofrecido. Murió santamente.
De seguro que Nuestro Señor la habría llamado cariñosamente “madre”, porque ella cumplía en forma cabal las enseñanzas y Voluntad del Señor.
Imitando a mi Señor, es que yo también llamo madre a Su Madre la Virgen María, pues Ella cumplió en plenitud todas las enseñanzas de Nuestro Señor he hizo siempre la Voluntad del Señor.
¿Y si el Señor que es Dios, está dispuesto a llamar madre y hermanos a todos los que cumplan sus enseñanzas y cumplan su Voluntad? ¿Por qué yo no voy a proceder de manera idéntica con su Madre la Virgen y con todos aquellos que cumplen a mi Señor?
¿Y por qué Sra. Maripaz, si Nuestro Señor promete llamar madre a aquellas mujeres que lo sirvan fielmente, ud no lo hace igual con la Madre de Nuestro Señor?
¿O es acaso que la Virgen no es digna de que se le llame madre?
¿En cambio una mujer común si lo es, por parte de Nuestro Señor?
Maripaz dice: Ya ve lo que dice la Palabra Sindone y usted antepone a la señora Maria en su corazón y la pone al nivel de Cristo. De la abundancia del corazón habla la boca (Lucas 6:45b)
¿Y que decir de la institución romanista, ¿cree usted que Roma sirve a Dios o a las riquezas?
Sindone dice: Sra. Maripaz para llegar al cielo todos deberemos ser purificados de hasta nuestros más mínimos pecados, ya en el cielo los salvados NO HACEN SU PROPIA VOLUNTAD, todos los que habitan el cielo CUMPLEN EN PLENITUD LA VOLUNTAD DE NUESTRO SEÑOR, la voluntad de los que habitan el cielo es hacer la voluntad de Nuestro Señor.
Por esta razón Sra. Maripaz, cuando la Virgen se ha aparecido, Ella misma ha dicho que todo lo hace por Voluntad y Divino querer de Su Hijo, Ella ha dicho que trabaja para su Hijo. Y si Ella aparece como lo hace es por mandato de Su Hijo.
Cuando uno reza, la Virgen reza con uno. Así también lo hace toda la Iglesia Triunfante que esta en el cielo junto a Nuestro Señor, ellos interceden por nosotros ante Nuestro Señor, esto quiere decir que ellos presentan nuestras oraciones al Cordero de Dios. Ellos no se quedan con nuestras oraciones, sino que las derivan totalmente a Nuestro Señor.
Y esto se debe a que las almas VIVEN DENTRO DEL CORAZON DE JESUS EN EL CIELO, por lo tanto, los “corazones” de las almas salvadas “SON UNA SOLA COSA” con el Sagrado Corazón de Jesús y son “UNA SOLA COSA” con la Divina Voluntad de Nuestro Señor.
Por esta razón los temores de los evangélicos son infundados, si la Virgen o un santo se “quedarán con nuestras oraciones”, inmediatamente sería expulsados del cielo, pues estarían haciendo su propia voluntad, y sabemos que para estar en el cielo no hay que hacer la propia voluntad, sino que sólo la Voluntad del Señor.
Un ejemplo de como está organizado el cielo lo podemos encontrar en este versículo:
“Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos se pusieron de rodillas delante del Cordero. Cada uno de los ancianos tenía un arpa, y llevaban copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los que pertenecen a Dios (o de los santos)” (Apocalipsis 5: 8)
Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos se postran ante el Cordero y le presentan todas nuestras oraciones, oraciones pertenecientes a todos los que aún habitamos en la tierra (y por supuesto los santos del Señor), ellos le presentan a Jesús nuestras peticiones, ellos son mediadores de nosotros, ante el único Mediador que es Jesucristo. Seguramente los cuatro seres vivientes son los cuatro evangelistas, Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
En este versículo se ve en plenitud la comunión de los santos, o la común unión que existe entre la Iglesia terrena y la celestial. Vemos también como Cristo es Rey y tiene su cohorte que lo sirve y adora por los siglos de los siglos.
[1] Según la teología evangélica, los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos representan a los salvados que participan del Reino prometido junto a nuestro Señor Jesucristo. Probablemente los cuatro seres vivientes serían los cuatro evangelistas, y los 24 ancianos la Iglesia que ha alcanzado ya el cielo.
[2] El Cordero es Nuestro Señor que es Nuestro Rey, y que Reina eternamente junto a la Iglesia Triunfante. El es todo en todos.
[3] El incienso son las oraciones de los que pertenecen a Dios, o como dice en otras versiones de la Biblia, las oraciones de los santos, y con el nombre de santos se identifica en todo el nuevo testamento a la Iglesia compuesta de los fieles que aún habitamos la tierra.
Los que ya habitan el cielo presentan las oraciones de los que aún necesitan ayuda y salvación y esos somos los que aún no llegamos al cielo y aún peregrinamos en este mundo. Los que ya están con el Señor no necesitan pedir salvación o algún favor, pues lo tienen todo en Nuestro Señor.
Como verá Sra. Maripaz, no estamos solos, tenemos un UNICO MEDIADOR que es Cristo, pero los que ya están salvados interceden por nosotros ante ÉL, y es más, presentan nuestras oraciones al Señor. Y no puede ser de otra forma, ¿o acaso nuestros seres queridos que ya gozan junto a Nuestro Redentor, no desean que nosotros pronto también entremos a gozar de la Gloria de Nuestro Señor?.
Yo me imagino a la Santísima Virgen de la cual soy indigno hijo, que presentará mis pobres súplicas a Nuestro Señor, y también pienso que mi bisabuelita más de alguna vez le dirá a Nuestro Señor, “Señor Mío y Dios mío, hoy te presento las oraciones del resto de mi linaje que aún vive en la tierra, no permitas que ninguno se pierda, te Adoro y te Amo Señor Mío por los siglos de los siglos. Amén”.
Dios la bendiga Sra. Maripaz.