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Pero ahí dice que es "el Señor" el sonido de la trompeta... Que interesante no?Esto es incorrecto. Pues la Escritura infiere que hay MAS de un jefe de ángeles. Por eso leemos:
Dan 10:13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
En el libro de Apocalipsis tenemos 7 ángeles delante del Trono. Yo opino que estos son 7 arcángeles. Un arcángel es simplemente un ángel principal, como lo es Miguel. Y esta deducción la hago al leer estas dos Escrituras:
1Tes 4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, en voz de arcángel, y en trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
OJO! no dice "en voz DEL arcángel Miguel" aqui!!!!
Apo 10:7 sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.
Estas dos citas mencionan el MISMO EVENTO: La Segunda Venida, a la septima trompeta, que es la trompeta de Dios, cuando Dios regresa en el Hijo.
Por eso deduzco que los 7 ángeles delante del Trono que tocarán las 7 trompetas, son 7 arcángeles y uno de ellos será miguel mismo.
Luis Alberto42
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Pero si estoy aprendiendo de ustedes... ¿Quieres que yo defina que es ángel y que es arcángel? Ok ángel es un mensajero de Dios y arcángel es un "gobernador" (arc-) ""sobre"" los ángeles. Me pregunto ¿quién estará "sobre" los ángeles y no a su nivel? Mmm si, ¿quién como Dios? (Miguel)A ver tus preguntas capciosas son bien tontas y loríticas ( de Loro )
Mejor define tu angel y arcangel y nos evitas la idiotez . ( tuya claro )
Si lees este pasaje de Daniel 10 veras que un angel es enviado a Daniel y que Miguel es nombrado como un ayudante y nada mas , un principe angelical de Israel
Dn 10:1 En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión.
Dn 10:2 En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas.
Dn 10:3 No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas.
Dn 10:4 Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel.
Dn 10:5 Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz.
Dn 10:6 Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.
Dn 10:7 Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron.
Dn 10:8 Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno.
Dn 10:9 Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.
Dn 10:10 Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.
Dn 10:11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.
Dn 10:12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Dn 10:13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
Dn 10:14 He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
Dn 10:15 Mientras me decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en tierra, y enmudecido.
Dn 10:16 Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza.
Dn 10:17 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento.
Dn 10:18 Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció,
Dn 10:19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
Dn 10:20 El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá.
Dn 10:21 Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.
Dn 9:21 aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.
Gabriel y Miguel
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