Sir 15:12 No digas: «El me ha extraviado», pues él no ha menester del pecador.
Sir 15:13 Toda abominación odia el Señor, tampoco la aman los que le temen a él.
Sir 15:14 El fue quien al principio hizo al hombre, y le dejó en manos de su propio albedrío.
Sir 15:15 Si tú quieres, guardarás los mandamientos, para permanecer fiel a su beneplácito.
Sir 15:16 El te ha puesto delante fuego y agua, a donde quieras puedes llevar tu mano.
Sir 15:17 Ante los hombres la vida está y la muerte, lo que prefiera cada cual, se le dará.
Sir 15:18 Que grande es la sabiduría del Señor, fuerte es su poder, todo lo ve.
Sir 15:19 Sus ojos están sobre los que le temen, él conoce todas las obras del hombre.
Sir 15:20 A nadie ha mandado ser impío, a nadie ha dado licencia de pecar.
Stg 1:12 ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman.
Stg 1:13 Ninguno, cuando sea probado, diga: «Es Dios quien me prueba»; porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie.
Stg 1:14 Sino que cada uno es probado por su propia concupiscencia que le arrastra y le seduce.
Stg 1:15 Después la concupiscencia, cuando ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.
Dios no necesita de nadie, ni pone a prueba a nadie. Si eres cristiano, lo debes saber. Todos fueron inútiles.
Job 34:17 ¿Podría gobernar un enemigo del derecho? ¿al Justo poderoso vas a condenar?
Job 34:18 ¡Aquel que dice a un rey: «¡Inútil!», «¡Malvados!» a los nobles,
Job 34:19 que no hace acepción de príncipes, ni prefiere al grande sobre el débil, ¡pues todos son obra de sus manos!
Zac 11:17 ¡Ay del pastor inútil que abandona las ovejas! ¡Espada sobre su brazo y sobre su ojo derecho; que su brazo se seque del todo, y del todo se oscurezca su ojo!»
1Co 15:16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
1Co 15:17 Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: estáis todavía en vuestros pecados.
1Co 15:18 Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron.
1Co 15:19 Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los más dignos de compasión de todos los hombres!
1Co 15:20 ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron.
1Co 15:21 Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos.