Perdon Kal..pero cuando dices: DE HECHO LO ES...
¿Te refieres a mi comentraio de que Leon XIII es un hereje? ...
Que estes bien
Dice san Buenaventura que quienes se afanan en propagar las glorias de María tienen asegurado el paraíso.
Y lo confirma Ricardo de San Lorenzo al decir que honrar a esta Reina de los Angeles es conquistar la vida eterna.
La santa Iglesia le hace decir en la fiesta de la lnmaculada Concepción: "Los que me esclarecen, tendrán la vida eterna" (Ecclo 24,31).
Y puesto que las sagradas Escrituras, añadía, alaban a María, procuremos siempre celebrar a esta divina Madre con el corazón y con la lengua para que al fin nos lleve al reino de los bienaventurados.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-comffice
No sólo María santísima es reina del cielo y de los santos, sino que también ella tiene imperio sobre el infierno y los demonios por haberlos derrotado valientemente con su poder.
"¡Cómo tiemblan ante María y su nombre poderosísimo los demonios en el infierno!", exclama san Buenaventura.
"¡Cómo tiemblan los demonios -afirma san Bernardo- con sólo oír el nombre de María!" "Al nombre de María se dobla toda rodilla. Y los demonios no solo temen, sino que al oír esta voz se estremecen de terror".
El que pide y pretende conseguir las gracias sin la intercesión de María pretende volar sin alas; porque, como el faraón dijo a José: "En tu mano está la tierra de Egipto" (Gn 47,6); y como a todos los que a él recurrían en demanda de auxilio les decía: "Id a José", así Dios cuando le pedimos la gracia nos manda a María: "Id a María". Y es que él ha decretado, dice san Bernardo, no conceder ninguna gracia sino por mano de María. Por lo que dice Ricardo de San Lorenzo: "Nuestra salvación está en manos de María para que nosotros los cristianos le podamos decir mucho mejor que los egipcios decían a José: Nuestra salvación está en su mano". Lo mismo dice el venerable Idiota: "Nuestra salvación está en su mano".
Algunas "bellezas" de "LAS GLORIAS DE MARIA"
Dice san Buenaventura que quienes se afanan en propagar las glorias de María tienen asegurado el paraíso.
Y lo confirma Ricardo de San Lorenzo al decir que honrar a esta Reina de los Angeles es conquistar la vida eterna.
La santa Iglesia le hace decir en la fiesta de la lnmaculada Concepción: "Los que me esclarecen, tendrán la vida eterna" (Ecclo 24,31).
Y puesto que las sagradas Escrituras, añadía, alaban a María, procuremos siempre celebrar a esta divina Madre con el corazón y con la lengua para que al fin nos lleve al reino de los bienaventurados.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com
No sólo María santísima es reina del cielo y de los santos, sino que también ella tiene imperio sobre el infierno y los demonios por haberlos derrotado valientemente con su poder.
"¡Cómo tiemblan ante María y su nombre poderosísimo los demonios en el infierno!", exclama san Buenaventura.
"¡Cómo tiemblan los demonios -afirma san Bernardo- con sólo oír el nombre de María!" "Al nombre de María se dobla toda rodilla. Y los demonios no solo temen, sino que al oír esta voz se estremecen de terror".
El que pide y pretende conseguir las gracias sin la intercesión de María pretende volar sin alas; porque, como el faraón dijo a José: "En tu mano está la tierra de Egipto" (Gn 47,6); y como a todos los que a él recurrían en demanda de auxilio les decía: "Id a José", así Dios cuando le pedimos la gracia nos manda a María: "Id a María". Y es que él ha decretado, dice san Bernardo, no conceder ninguna gracia sino por mano de María. Por lo que dice Ricardo de San Lorenzo: "Nuestra salvación está en manos de María para que nosotros los cristianos le podamos decir mucho mejor que los egipcios decían a José: Nuestra salvación está en su mano". Lo mismo dice el venerable Idiota: "Nuestra salvación está en su mano".
Algunas "bellezas" de "LAS GLORIAS DE MARIA"
Dice san Buenaventura que quienes se afanan en propagar las glorias de María tienen asegurado el paraíso.
Y lo confirma Ricardo de San Lorenzo al decir que honrar a esta Reina de los Angeles es conquistar la vida eterna.
La santa Iglesia le hace decir en la fiesta de la lnmaculada Concepción: "Los que me esclarecen, tendrán la vida eterna" (Ecclo 24,31).
Y puesto que las sagradas Escrituras, añadía, alaban a María, procuremos siempre celebrar a esta divina Madre con el corazón y con la lengua para que al fin nos lleve al reino de los bienaventurados.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com
No sólo María santísima es reina del cielo y de los santos, sino que también ella tiene imperio sobre el infierno y los demonios por haberlos derrotado valientemente con su poder.
"¡Cómo tiemblan ante María y su nombre poderosísimo los demonios en el infierno!", exclama san Buenaventura.
"¡Cómo tiemblan los demonios -afirma san Bernardo- con sólo oír el nombre de María!" "Al nombre de María se dobla toda rodilla. Y los demonios no solo temen, sino que al oír esta voz se estremecen de terror".
El que pide y pretende conseguir las gracias sin la intercesión de María pretende volar sin alas; porque, como el faraón dijo a José: "En tu mano está la tierra de Egipto" (Gn 47,6); y como a todos los que a él recurrían en demanda de auxilio les decía: "Id a José", así Dios cuando le pedimos la gracia nos manda a María: "Id a María". Y es que él ha decretado, dice san Bernardo, no conceder ninguna gracia sino por mano de María. Por lo que dice Ricardo de San Lorenzo: "Nuestra salvación está en manos de María para que nosotros los cristianos le podamos decir mucho mejor que los egipcios decían a José: Nuestra salvación está en su mano". Lo mismo dice el venerable Idiota: "Nuestra salvación está en su mano".
