¿Qué piesan ustedes sobre lo siguiente?...

¿Es Dios más grande que la biblia o la Biblia es más grande que dios?

  • Dios es más grande que la biblia

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  • La Biblia es más grande que dios

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  • Los dos son igual de grandes.

    Votos: 2 28,6%

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Ultimamente afloran temas irrelevantes, que pretenden desviar el fracaso de los opositores en aquellos donde la preeminencia de Cristo, ha sido cuestionada.
 
Una Defensa de la Doctrina de la Inerrancia de las Escrituras

Toda la Biblia corrobora en innumerables ocasiones que es un libro inspirado por Dios. Los profetas hablaron lo que Dios les reveló de manera sobrenatural. Los apóstoles escribieron siendo guiados por el Espíritu Santo. Fue el Espíritu mismo quien guió, cargó y supervisó a los que escribieron la Biblia. Esto garantiza distintas cosas que pueden ser afirmadas en cuanto al Sagrado Libro que tanto ama la iglesia. Una de esas verdades es lo que se conoce como La inerrancia de las Escrituras. En esta consideración, se observará qué es lo que significa que la Palabra de Dios sea inerrante y se señalarán pasajes para comprobar esta gran doctrina. La inerrancia se relaciona con la infabilidad. Se detallarán ciertas semejanzas y diferencias que hay entre estos dos términos.

Es importante realizar una defensa de esta enseñanza que pertenece a la Bibliología, el estudio de la Biblia y lo cual estudia la Teología Sistemática, porque constantemente está bajo ataque. Charles C. Ryrie afirmó lo siguiente: “Ataques sobre la inerrancia de la Biblia no son nuevas y parecen ser en cierta manera cíclicas”.1 A lo largo de la historia de la iglesia, la inerrancia ha sido duramente cuestionada por la teología liberal. Es la responsabilidad del pueblo del Señor defender lo que Él claramente delinea sobre esto en Su Palabra. Por esta razón se analizarán objeciones comunes a esta doctrina y se corregirán bajo la Palabra autoritaria de Dios. De igual forma se contempla lo que creyó la iglesia al respecto a lo largo de su historia para comprobar la veracidad y relevancia de este tema.

Toda enseñanza bíblica debe tener un claro impacto sobre los que profesan ser creyentes en Cristo. Un explicación es hecha en cuanto a las implicaciones que debería tener la doctrina de la inerrancia. En primer lugar, se observará el efecto que debe tener sobre cada individuo redimido por la sangre de Jesús y su relación con la Biblia. Se contestarán las preguntas, ¿Cómo debemos valorar la Biblia? ¿Cómo debe afectar su inerrancia nuestra forma de pensar, actuar y hablar? En segundo lugar, se verá el impacto que la inerrancia debe tener sobre la iglesia y su relación con la Palabra inspirada de Dios. Se contestarán preguntas como,

¿Es la inerrancia una doctrina que vale la pena defender?

¿Es una doctrina lo suficientemente crucial?

¿Cómo debe afectar la preciosa doctrina de la inerrancia la vida de cada congregación?
 
Una Defensa de la Doctrina de la Inerrancia de las Escrituras

Toda la Biblia corrobora en innumerables ocasiones que es un libro inspirado por Dios. Los profetas hablaron lo que Dios les reveló de manera sobrenatural. Los apóstoles escribieron siendo guiados por el Espíritu Santo. Fue el Espíritu mismo quien guió, cargó y supervisó a los que escribieron la Biblia. Esto garantiza distintas cosas que pueden ser afirmadas en cuanto al Sagrado Libro que tanto ama la iglesia. Una de esas verdades es lo que se conoce como La inerrancia de las Escrituras. En esta consideración, se observará qué es lo que significa que la Palabra de Dios sea inerrante y se señalarán pasajes para comprobar esta gran doctrina. La inerrancia se relaciona con la infabilidad. Se detallarán ciertas semejanzas y diferencias que hay entre estos dos términos.

Es importante realizar una defensa de esta enseñanza que pertenece a la Bibliología, el estudio de la Biblia y lo cual estudia la Teología Sistemática, porque constantemente está bajo ataque. Charles C. Ryrie afirmó lo siguiente: “Ataques sobre la inerrancia de la Biblia no son nuevas y parecen ser en cierta manera cíclicas”.1 A lo largo de la historia de la iglesia, la inerrancia ha sido duramente cuestionada por la teología liberal. Es la responsabilidad del pueblo del Señor defender lo que Él claramente delinea sobre esto en Su Palabra. Por esta razón se analizarán objeciones comunes a esta doctrina y se corregirán bajo la Palabra autoritaria de Dios. De igual forma se contempla lo que creyó la iglesia al respecto a lo largo de su historia para comprobar la veracidad y relevancia de este tema.

Toda enseñanza bíblica debe tener un claro impacto sobre los que profesan ser creyentes en Cristo. Un explicación es hecha en cuanto a las implicaciones que debería tener la doctrina de la inerrancia. En primer lugar, se observará el efecto que debe tener sobre cada individuo redimido por la sangre de Jesús y su relación con la Biblia. Se contestarán las preguntas, ¿Cómo debemos valorar la Biblia? ¿Cómo debe afectar su inerrancia nuestra forma de pensar, actuar y hablar? En segundo lugar, se verá el impacto que la inerrancia debe tener sobre la iglesia y su relación con la Palabra inspirada de Dios. Se contestarán preguntas como,

¿Es la inerrancia una doctrina que vale la pena defender?

¿Es una doctrina lo suficientemente crucial?

¿Cómo debe afectar la preciosa doctrina de la inerrancia la vida de cada congregación?
La Biblia es inerrante, no posee error.

Entonces, cual es el problema? la interpretacion, la interpretacion es lo que puede fallar en cada uno...
 
Una definición de la inerrancia

I. Su significado


La inerrancia de la Palabra de Dios indica que la Biblia es sin error. No hay fallas en sus registros históricos, en las doctrinas que presenta, en los eventos que narra, en los datos científicos que expone, ni en absolutamente cualquier otro sentido. El Dios que la inspiró es perfecto, y por lo tanto, Su Palabra es precisa, consistente y pura. La inerrancia de las Escrituras señala que carece completamente de equivocación y de contradicción. Toda la Biblia contiene un solo mensaje. El Dios que no puede mentir, únicamente podría haber producido un Libro perfecto.

No solo se debe afirmar en cuanto a la inerrancia que la Biblia es sin error, pero también se debe afirmar categóricamente, que es incapaz de cometer algún error. John Phillips lo describe sucintamente: "La Biblia fue algo cavada de la Roca viva, es más permenente que el tiempo mismo. La Biblia está hecha del mismo material que la eternidad. Es infalible, inerrante, infinita, e indestructible. Es más grande que las galaxias. Es la Palabra, exhalada por Dios, inefablemente sublime, de la misma naturaleza que de Dios mismo. Es viva, autoritaria, y divina."2

II. Su relación con la infabilidad

Otro término que se analiza en el estudio de la Biblia, no solo es el hecho de que es inspirada e inerrante, pero que también es infalible. Es importante distinguir entre la inerrancia y la infabilidad para que se comprenda claramente el término que se está considerando. La infabilidad también tiene que ver con la perfección y precisión que contiene la Palabra de Dios.

Hay por lo menos dos diferencias entre la inerrancia y la infabilidad, las cuales son las siguientes. En primer lugar, un contraste entre los dos sería lo que señala el escritor R. Laird Harris. Él considera que la inerrancia se refiere a que la Biblia es sin error y que la infabilidad enfatiza que es incapaz de cometer error.3 Esto es parecido a la doctrina de la impecabilidad de Jesús, la cual establece que el Hijo de Dios no pecó, pero también que no pudo haber pecado.

En segundo lugar, la inerrancia resulta en que se pueda establecer que los autógrafos originales de las Escrituras son sin error, pero esto no se afirma en cuanto a las copias hechas de las Escrituras, aún si son fieles. En el caso de la infabilidad, sí se puede aseverar que tanto los manuscritos originales y las copias que se hicieron son confiables e íntegras. Esta distinción se hizo en su tiempo para aclarar que Dios no obró de la misma manera con las copias que se hicieron de las Escrituras, como sí lo hizo al inspirar los autógrafos. “La doctrina de la inerrancia tiene que ver con los escritos originales producidos por los autores bíblicos. Son estas obras originales, llamados autógrafos, que fueron completamente sin error como resultado de la inspiración divina”.4
 
Una defensa de la inerrancia

I. Objeciones comunes a esta doctrina


Toda sana doctrina es atacada por el padre de mentira, el diablo, y por sus emisarios, los falsos maestros. No es la excepción con la inerrancia de la Biblia. Siempre se ha querido poner en duda la veracidad de la Escritura. Los teólogos liberales intentan afirmar que la Biblia contiene errores. Señalan que para que sea inerrante la Biblia, únicamente debe ser interpretada literalmente. Argumentan que ciertas doctrinas mencionadas en las Escrituras han sido modificadas a lo largo del tiempo. Opinan que hay errores gramaticales en las Sagradas Escrituras. Se aprovechan sobre el hecho de que los manuscritos originales no han sido encontrados ni analizados para poder asegurar cada una de las cosas ya mencionadas. Esto es clara muestra de que es imperativo que esta doctrina sea definida y enseñada acertadamente. Estas falsas afirmaciones sobre la inerrancia son evidencia de que el maligno está detrás de todo eso, queriendo siempre desacreditar la Palabra de Dios.

II. Pasajes que sustentan esta doctrina

Hay una gran variedad de porciones que defienden la enseñanza de la inerrancia de la Palabra escrita de Dios. Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento argumentan a favor de este aspecto de la teología. El enfoque que se dará en este escrito es en lo que enseñó Jesús al respecto. Él dijo: “Santifícalos en Tu verdad; Tu palabra es verdad” (Jn. 17:17). Es claro que Él consideraba que toda la Palabra de Su Padre era fidedigna. Creía que la Palabra tenía el poder para santificar a Sus discípulos.

Jesucristo también dijo: “Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt. 4:4). En este caso, citó un pasaje de Deuteronomio, lo cual es muestra que Él creía en la inspiración de las Escrituras. Esta frase le fue citada al diablo cuando Él tentó al Hijo de Dios. Esto comprueba que Jesús entendía que cada palabra había provenido de Su Dios, y por lo tanto, era creíble y confiable. No solo cada frase, sino cada palabra.

El Hijo de Dios de igual forma afirmó: “La Escritura no puede ser quebrantada” (Jn. 10:35). Con esto Él estaba afirmando que era una imposibilidad que por error o equivocación no se cumpliera algo que la Biblia establecía. Todo lo que la Biblia dice, se cumple al pie de la letra. No hay palabra en ella que caiga sobre la tierra sin haberse cumplido.

Charles C. Ryrie resume muy acertadamente la perspectiva de Jesús sobre la inerrancia de la Palabra de Su Padre. Al analizar Sus enseñanzas al respecto, Ryrie señalas tres cosas, las cuales son las siguientes. En primer lugar, la gramática de la Biblia puede ser confiada y cada promesa se cumplirá tal y como lo afirma la forma en la que está escrita la Escritura. En segundo lugar, Jesús enseñó que la Escritura no contiene errores, y por lo tanto, no puede perder su autoridad. En tercer lugar, el Señor formuló distintos argumentos en base a una sola palabra y el tiempo verbal de esta misma.5 Si esta fue la perspectiva de Jesús, esta debe ser la convicción de cada persona que ha creído al evangelio de Dios.

III. La convicción de la iglesia sobre esta doctrina a lo largo de la historia

La única autoridad de la iglesia es la Palabra de Dios, pero sí es provechoso y útil lo que la iglesia ha considerado respecto a distintas enseñanzas fundamentales. Hay algunas cosas que Dr. James Bearss enseña sobre este tema y su historia.6 Por ejemplo, Martín Lutero, aunque no utilizó la palabra “inerrancia”, sí enseñaba que la Biblia era sin error. También podemos considerar que en la Confesión de Westminster publicada en el año 1647 se empleó la palabra “infabilidad” que está estrechamente relacionada con la inerrancia. Lo mismo se puede notar en la Confesión Bautista de 1689. Pero en sí, este término fue introducido por B.B. Warfield en 1902. Todo indica que la iglesia primitiva, los reformadores, los puritanos y muchos otros teólogos, creían y afirmaban la inerrancia de la Palabra de Dios.
 
Wow... no puedo ceer que alguien haya votado por la 3ra opción