Hace poco alguien me comentó sobre Jn 8:1-11, un cuento muy famoso donde llevan a una adúltera ante JESÚS para preguntarle qué decía.
Lo interesante del relato resalta del misterio que se deja en el aire: qué escribió Aquel sobre el cual se han escrito muchas obras, pero que Él sólo haya dejado Su Palabra. Y no precisamente en el polvo.
Este tema me servirá para ilustrar cuántas veces un "escriba" ha sido engañoso.
Absolutamente todo lo que es relatado en las escrituras sucede dentro de un contexto historico, social, economico y cultural conectado con
Israel. Por lo tanto, sin distinguir en detalle lo que suceda, tenemos la certeza de que los que estaban ahi entendieron el significado de los hechos. A veces hay que urgar profundo en los usos y constumbres o los recodos mas intricados de la ley Mosaica para entender el significado de un pasaje. Pero lo mas seguro es que encontremos ahi el significado que buscamos.
Los líderes judíos ya habían ignorado la Ley al arrestar a la mujer sin el hombre. La Ley requería que ambas partes del adulterio fueran apedreadas (Levítico 20:10; Deuteronomio 22:22). Los líderes estaban usando a la mujer como una trampa para poder engañar a Jesús. Si Jesús dijera que la mujer no debía ser apedreada, lo acusarían de violar la Ley de Moisés. Si Él los instaba a ejecutarla, lo denunciarían a los romanos, quienes no permitieron que los judíos llevaran a cabo sus propias ejecuciones (Juan 18:31).
"Señor, tú eres la esperanza de Israel; todos los que te abandonan serán avergonzados. Los que se aparten de ti serán escritos en el polvo, porque han abandonado al Señor, manantial de agua viva". (Jeremías 17:13).
Aunque no podemos afirmar con certeza, el hecho de que TODOS se retiraron uno a uno avergonzados, no deja un fuerte indicio en cuanto a esta posicion.
Los acusadores habian de antemano quebrantado la Ley de Dios. Debieron haber arrestado a los dos; hombre y mujer' atrapados en el acto. Segundo solo los testigos deberian haber levantado la denuncia ante algun rabi o miembro del sanhedrin para que fuera valida. Por ultimo, bajo la ley romana a la que Israel estaba sujeto, no era posible imponer la pena de muerte a ninguna persona sin el consentimiento de las autoridades. Toda la turba presente habria violado la Ley de Moises en varios puntos y por ende estaban ellos en riesgo de ser juzgados a su vez.
Jesús estaba escribiendo los pecados de los acusadores de la mujer. No escribió nombres, pero cuando ellos, por curiosidad, se reunieron para ver lo que estaba escrito, se avergonzaron y uno por uno se fueron silenciosamente. Sus pecados eran mayores en magnitud que los de ella. Escribir los pecados en el polvo era apropiado: el clima pronto ocultaría la escritura, y Jesús no recordó sus pecados ni los glorificó dándoles expresión vocal.
Esto tiene mucho sentido. Un tema común en la predicación de Jesús es que si la gente lo rechaza, rechaza al Padre. La mayoría de los fariseos hicieron precisamente esto, por lo que, con este texto en mente, es muy posible que Jesús haya escrito sus nombres en la arena mientras contemplaba sus pecados. Jer 17:13 también proporciona una buena razón por la cual el texto fue colocado donde fue colocado, ya que Jesús acababa de estar hablando de cómo ríos de agua viva fluyen desde dentro de aquellos que creen en Él (Juan 7:38).
Está extremadamente claro en el Nuevo Testamento que el Mesías cambia las reglas del juego, que el Nuevo Pacto es mejor que el Antiguo, como lo expresa Hebreos 8:6. Uno de los aspectos más fundamentales de esto es cuando Jesús dice que no debemos juzgar (Mat 7,1-2), lo cual es repetido una y otra vez por diferentes autores del Nuevo Testamento. Yo diría que aquí es donde realmente está arraigada la no violencia de Jesús. El amor al enemigo es un aspecto importante, sí, pero la mayor parte de la violencia del Antiguo Testamento se basaba en el castigo y la venganza. Jesús suprime eso.
Saludos.