En un principio traté con Pancho llevando la conversación a puntos muy finos de la comunicación, con un lenguaje prodigo de ambas partes, siguiendo el ejemplo de Pablo, en esa empatía espiritual tan necesaria para arrancar almas del infierno.
Al paso del tiempo me di cuenta de lo que había en el fondo: un apóstata, enemigo del evangelio de Cristo.
Ya desdibujaba a Cristo, ya lo contradecía suave y sigilosamente hasta llevarlo a ser un maestro más, alguien más.
Como persona, como médico, siempre tendrá todo mi respeto Pancho, pero una vez viendo lo que realmente había detrás de todo ello, al desenmascarar ese espíritu de la apostasía (para lo cual no hay remedio, acorde con las enseñanzas de Pablo - y espero no seas tan inocente como para no haberlo entendido-), decidí no alimentar más a la astuta serpiente que hay detrás de ello.
Esta decisión no tuvo grises, ni claros oscuros, ni ambivalencias. Una vez sabiendo quien estaba detrás de todo esto, la decisión tenía que ser todo o nada y se lo dije franco y directo.
Me llama la atención que alguien con tu preparación como cristiano y tu evidente cultura, hayas seguido su juego en el que claramente te viste envuelto. No digo que sea bueno o malo, simplemente me llamó la atención que cayeras en su lazo.
Recordé las palabras: "si alguno piensa estar firme, mire que no caiga".
A veces los cristianos somos demasiado condescendientes con los enemigos de Cristo y creo que este fue el caso.
Debo decir que, me da gusto que ya no esté aquel apóstata y sea cual sea el motivo que haya sido, apoyaré a Web master en esta sabia decisión.
No se trata de un simple "baneo", sino se trata de una muy necesaria poda del mal.