Algunos vienen al foro a compartir la fe en Cristo, genuina, sencilla, de corazón... Eso edifica, consuela, da ánimos a quien necesita un sabio consejo basado en lo ya escrito. Son los pocos quienes tienen esta idea bien entendida, y no se atreven a "ponerle crema a sus tacos" cuando se trata de dar una opinión sobre lo que dice la Biblia con respecto a la vida cristiana que deberíamos tener.
Algunos otros sienten la necesidad de decir lo que piensan, sea bueno o malo lo ue dicen y creen. Están dispuestos a cambiar sus valores porque buscan la Verdad... No la verdad de algunos o de muchos, sino aquello que en verdad trae paz y certidumbre. Si alguien viene bien dispuesto a comparar opiniones, formándose un criterio equilibrado, el objetivo de este foro estará cumplido.
Algunos otros vienen en un plan bastante intransigente y necio a decir "Yo tengo la verdad y tú no tienes nada"... como si la verdad fuese una posesión o una chamarra que se puede poner uno cuando se le dé la gana, sin compartir calor y abrigo al que tiene hambre y sed de saber lo que es mejor.
Tristemente, también hay un protagonismo basado en una insuficiencia emocional: hay quienes llevan una vida miserable en su religión, y creen que demostrando "su sabiduría" ganarán atención y respeto. Esos no son más que una bola de fanfarrones; los típicos chicos del club de toby que te cantan al oído: "Acá no hay niñas tontas, nomás puro cerebrito y cuates como nosotros".
A veces el foro se pone bastante soso por la intervención de gente que está hambrienta de atención. Yo mismo me pongo a pensar si en algún momento he sido tan torpe de haber caído en este pernicioso jueguito de alimentar la necesidad emocional de quienes, lastrando su raquítico sentido común, y dizfrazándolo de falsa modestia, se plantan en los temas demandando un poco de atención...
Es feo y triste a veces ponernos en un espejo y ver que no somos lo bien parecidos que creíamos ser. Y más cuando este Espejo es propiedad de El de arriba... A este buen Hacedor no podemos engañarlo ni con nuestra más firme declaración de humildad. Desnudos y empobrecidos estamos, y a Él menos que a nadie podemos exhibir nuestras cositas buenas, que son más como hojas muertas, trapos mugrosos que dean asco. Mi actual situación laboral me ha apartado ahora de participar acá porque, si bien estamos en quiebra técnica, eso no significa que estemos de ociosos rascándonos la barriga. Por eso he aprovechado para ordenar algunas cosas en mi área de trabajo. Entiendo que soy más útil a mis patrones que necesitan de Dios, que dando de comer en este foro a quienes tienen una urgente necesidad de atención, aún sabiendo que su proceder es deshonesto y malvado, usando su fe y religión como excusa de su insuficiencia emocional.
Algunos otros sienten la necesidad de decir lo que piensan, sea bueno o malo lo ue dicen y creen. Están dispuestos a cambiar sus valores porque buscan la Verdad... No la verdad de algunos o de muchos, sino aquello que en verdad trae paz y certidumbre. Si alguien viene bien dispuesto a comparar opiniones, formándose un criterio equilibrado, el objetivo de este foro estará cumplido.
Algunos otros vienen en un plan bastante intransigente y necio a decir "Yo tengo la verdad y tú no tienes nada"... como si la verdad fuese una posesión o una chamarra que se puede poner uno cuando se le dé la gana, sin compartir calor y abrigo al que tiene hambre y sed de saber lo que es mejor.
Tristemente, también hay un protagonismo basado en una insuficiencia emocional: hay quienes llevan una vida miserable en su religión, y creen que demostrando "su sabiduría" ganarán atención y respeto. Esos no son más que una bola de fanfarrones; los típicos chicos del club de toby que te cantan al oído: "Acá no hay niñas tontas, nomás puro cerebrito y cuates como nosotros".
A veces el foro se pone bastante soso por la intervención de gente que está hambrienta de atención. Yo mismo me pongo a pensar si en algún momento he sido tan torpe de haber caído en este pernicioso jueguito de alimentar la necesidad emocional de quienes, lastrando su raquítico sentido común, y dizfrazándolo de falsa modestia, se plantan en los temas demandando un poco de atención...
Es feo y triste a veces ponernos en un espejo y ver que no somos lo bien parecidos que creíamos ser. Y más cuando este Espejo es propiedad de El de arriba... A este buen Hacedor no podemos engañarlo ni con nuestra más firme declaración de humildad. Desnudos y empobrecidos estamos, y a Él menos que a nadie podemos exhibir nuestras cositas buenas, que son más como hojas muertas, trapos mugrosos que dean asco. Mi actual situación laboral me ha apartado ahora de participar acá porque, si bien estamos en quiebra técnica, eso no significa que estemos de ociosos rascándonos la barriga. Por eso he aprovechado para ordenar algunas cosas en mi área de trabajo. Entiendo que soy más útil a mis patrones que necesitan de Dios, que dando de comer en este foro a quienes tienen una urgente necesidad de atención, aún sabiendo que su proceder es deshonesto y malvado, usando su fe y religión como excusa de su insuficiencia emocional.